Comentarios desactivados en La pastora trans Josephine Inkpin hace historia en la Iglesia Unida de Australia
“Dondequiera que estés en tu camino de fe, de donde vengas, adonde vayas, lo que sea que creas, lo que no creas, eres bienvenido aquí”
Un ministro transgénero ha hecho historia en Australia como la primera persona abiertamente trans en ser admitida en una iglesia convencional. La reverenda Josephine “Jo” Inkpin ya era sacerdote cuando se unió a su comunidad anglicana hace cuatro años, convirtiéndola en la primera líder eclesiástica transgénero de Australia.
Rompió barreras una vez más este mes como nueva ministra de la Iglesia Unida de Pitt Street en Sydney, y no podría estar más feliz de liderar su congregación. La líder de la iglesia australiana, la reverenda Josephine ‘Jo’ Inkpin, describió su alegría después de convertirse en la primera persona abiertamente transgénero en ser admitida en una iglesia convencional.
Originaria del Reino Unido, Rev Inkpin (en la foto) ha trabajado en la Iglesia Anglicana en Australia durante más de 20 años. La teóloga y activista por la justicia está casada con su compañera reverenda Penny Jones, y la pareja anteriormente sirvió juntos como sacerdotes anglicanos en el Reino Unido.
No fue hasta 2017, cuando vivían y trabajaban en Australia, que la reverenda se sintió lo suficientemente cómoda como para ir a la parroquia en la que su esposa era rectora. Cuatro años después, la decisión ha cambiado la vida. En 2017, se declaró transgénero mientras era jefa de la Iglesia Anglicana del Sur de Queensland en Brisbane. Hasta donde ella sabe, fue la primera líder de la iglesia local en hacerlo. “No quiero estar en una especie de posición fija para definirme y pintarme en una caja”, dijo Inkpin, “pero me entiendo como mujer, un profundo sentido espiritual de lo que soy”.
El 14 de marzo, Rev Inkpin hizo historia nuevamente cuando fue nombrada oficialmente ministra de la Iglesia Unida de Pitt Street. Durante la ceremonia, recibió su licencia para dirigir la congregación en la iglesia progresista en Sydney. “Hubo lágrimas de alegría, mucha alegría de volver a casa, creo”, dijo a ABC News.
Rev Inkpin dijo que su propio viaje de autoaceptación fue largo y, por esa razón, participó en el Día de la Visibilidad Transgénero de ayer. “Las personas que están en los márgenes tienen que ponerse de pie y encontrar la visibilidad, y eso es muy, muy difícil de hacer”, dijo. Donde estamos en posiciones en las que no solo estamos ocupando las bancas, sino también al frente y compartiendo nuestros dones. Eso está habilitando para otras personas. Sé cuánto para mí, solo para saber que hay alguien como yo, qué diferencia hace. Vernos representados en el espacio público es realmente enorme”.
Aunque la diócesis anglicana de Sydney es conocida desde hace mucho tiempo por su conservadurismo y en 2019, la diócesis anglicana de Sydney declaró: “La Biblia nunca respalda una divergencia entre el sexo biológico y la identidad o expresión de género”, ella ha encontrado un hogar en la Pitt Street Uniting Church (Iglesia Unida de Pitt Street), que incluye a LGBT, que se describe a sí misma como un “espacio seguro” para las personas queer.
Sin embargo, el Rev Inkpin dijo que las políticas de la iglesia que no reconocen a las personas trans y de género diverso tienen un “costo terrible” para ellas. “Refuerza la vergüenza, la exclusión y el dolor que mucha gente siente”, dijo, “porque no sienten que Dios los acepta adecuadamente”.
Añadió que las personas transgénero “tener que seguir tratando de justificar nuestra existencia” era una “pérdida de tiempo y energía. Necesitamos ser liberados para compartir nuestros dones”, dijo.
La Iglesia Unida de Pitt Street de Sídney se describe a sí misma como un “lugar de bienvenida” para las personas LGBTIQ. “Dondequiera que estés en tu camino de fe, de donde vengas, adonde vayas, lo que sea que creas, lo que no creas, eres bienvenido aquí”, asegura la iglesia a los fieles. Inkpin dice que haber sido aceptada por sus feligreses ha sido una bendición.
Comentarios desactivados en Noemí Ubach: “Si conseguimos desmontar la misoginia en las religiones, estaremos dando un paso adelante en la lucha feminista”
Entrevista a la portavoz de la coordinadora de mujeres creyentes, ‘Alcem la veu’
“El trabajo en red es nuestra fuerza, y las complicidades con mujeres de distintas ciudades, una gran riqueza personal”
“El Papa Francisco ha realizado pequeños cambios, que aunque insuficientes, son importantes simbólicamente porque abren caminos”
“Quedan muchas estancias por airear en la Iglesia, pero hay signos de esperanza que hay leer para aprovecharlos”
Convocadas por la coordinadora de mujeres creyentes ‘Alcem la veu’ (Alcemos la voz), un centenar de personas se manifestaron el pasado domingo 7 de marzo frente a la fachada de la Catedral de Barcelona bajo el lema ‘Per la dignitat i la igualtat de les dones a l’Església’ (Por la dignidad y la igualdad de las mujeres en la Iglesia.
Quieren cambios profundos que permitan el liderazgo compartido entre ambos sexos, un cambio de mentalidad y un reconocimiento diferente de la mujer en el ámbito eclesiástico y teológico. La manifestación fue un paso más de un camino que llevan a cabo con determinación, a sabiendas de las dificultades que, a buen seguro, seguirán encontrando.
Son optimistas de cara al futuro. Tal como reconoce Noemí Ubach, portavoz de ‘Alcem la veu’ y miembro del Movimiento de Profesionales Católicos de Barcelona, “tardará mas o menos, pero si las mujeres estamos convencidas de ello, esta ola feminista es imparable”.
Qué valoración hace del nombramiento de la religiosa francesa Nathalie Becquart, como subsecretaria del Sínodo de los Obispos por el papa Francisco. Hasta ahora es una de las pocas mujeres con voz y voto en el Vaticano y, al igual que otras, comparte la subsecretaría con un varón. ¿Esto es una señal de resistencia de la Santa Sede hacia la plena inclusión de la mujer?
Aplaudimos el nombramiento de mujeres en cargos de responsabilidad y liderazgo en la Iglesia. El Papa Francisco ha realizado pequeños cambios, que aunque insuficientes, son importantes simbólicamente porque abren caminos, como la reforma del Código de Derecho Canónico sobre acolitado y lectorado. Estos pequeños pasos vienen a demostrar que el inmovilismo no tiene la última palabra, ni aún en la Iglesia. Ahora bien, los sectores eclesiales más conservadores, con los que el mismo Papa tiene que lidiar, tienen todavía peso en Roma, ya que para cada cargo femenino hay un doble masculino. Quedan aún muchas estancias por airear, pero hay signos de esperanza que es necesario leer para aprovecharlos: persistir es conseguir.
¿Qué acogida ha tenido Alcem la veu en la Iglesia y en la sociedad desde que hiciera público su manifiesto a inicios de 2020?
El año pasado en menos de un mes ya teníamos 1.000 adhesiones al manifiesto, y este año en dos o tres días ya se habían agotado las 100 plazas para el acto presencial del 7M (no podíamos ser más por razones sanitarias). Nos ha sorprendido la cantidad de personas que nos han mostrado su apoyo. “Ya era hora que este tema saliera a la luz, yo os sigo”, dicen muchas mujeres y algunos hombres católicos.
Recientemente se ha constituido ‘Alcem la veu Menorca’ a raíz del caso de Carmen Mascaró, que fue apartada del catecismo en octubre de 2020 por casarse con otra mujer. ¿Han brindado ayuda a las compañeras menorquinas?
Hemos estado en contacto con ellas y les hemos mostrado todo nuestro apoyo. Admiramos su valentía y determinación en hacer público el caso, para que no pase desapercibido. En la medida de nuestras posibilidades hemos querido ser altavoz de este suceso para que este tipo de discriminaciones no queden sin respuesta. En la sección en la que colaboramos de la revista Foc Nou, publicamos un artículo al respecto y mantenemos el contacto para acciones futuras.
“Queremos que la Iglesia entera sea testimonio de vida fraterna, y que la misma estructura eclesial, ahora tan impregnada de prejuicios hacia las mujeres, pueda cambiar”
¿Durante este último año, ha habido algún tipo de complicidad con otras feministas ajenas al catolicismo?
A nivel personal, amigas feministas nos muestran su apoyo: Aprecian nuestra valentía y saben que tenemos mucho trabajo por delante. A nivel institucional no hemos hecho todavía contactos, más allá de complicidades puntuales en las redes sociales. Algunas mujeres no aceptan que se pueda ser feminista y católica, pero estoy coonvencida de que si conseguimos ir desmontado la misoginia en las religiones (no solo en la católica) estaremos dando un paso adelante en la lucha feminista. Por otro lado, las mujeres reivindicamos el derecho a la libertad religiosa y de culto, como queda recogido en la Declaración de Derechos Humanos.
¿Cómo es ese trabajo en red que llevan a cabo de forma agrupadas en el colectivo “Revuelta de mujeres en la Iglesia” y con la asociación internacional Catholic Women Council?
Nos coordinamos con el movimiento de la Revuelta para algunas acciones, como por ejemplo fijar la fecha de los actos del 8M. También conjuntamente hemos enviado una carta al Papa Francisco con nuestras reivindicaciones. El año pasado tuvimos la visita de responsables de Voices of Faith el mismo día del acto reivindicativo del 8M y nos ayudaron en la difusión del evento. Este año nos unimos al proyecto de CWC de convocar un sínodo de mujeres para la primavera de 2022. El trabajo en red es nuestra fuerza, y las complicidades con mujeres de distintas ciudades, una gran riqueza personal.
¿Por qué se empeñan en seguir formando parte de una institución cuya jerarquía, a menudo, se comporta de forma tan dogmática y excluyente?
Formamos parte de la Iglesia, y es nuestra casa. En muchas de nuestras asociaciones y movimientos laicos hemos podido vivir la Iglesia como comunidad de iguales, han sido espacios de libertad e igualdad, jóvenes, mujeres y hombres juntos compartiendo proyectos, liderazgos, celebrando la fe y dando respuesta a nuestra dimensión espiritual. En ese espacio muchas de nosotras hemos crecido, nos hemos formado, hemos compartido fe y vida, y toda esta experiencia gratificante nos ha conformado como personas.
Por esa misma razón queremos que la Iglesia entera sea testimonio de vida fraterna. Deseamos que la misma estructura eclesial, ahora tan impregnada de prejuicios hacia las mujeres, pueda cambiar. Que el marco cultural y legal que rige los espacios de poder y toma de decisiones, lastrados por el clericalismo, vaya cediendo a un modo de hacer más respetuoso con la diversidad, el diálogo y con la dignidad de todos los bautizados. Porque la defensa de la dignidad sin igualdad es paternalismo o hipocresía. Soñamos una Iglesia mejor porque la hemos vivido y sabemos que no es sólo posible sino deseable.
Comentarios desactivados en Reclaman en India el matrimonio igualitario.
Kavita Arora y Ankita Khanna. (Twitter / Ankitakhanna)
Dos mujeres que lideran la campaña para que India introduzca el matrimonio igualitario dicen que “lo están haciendo por su propia juventud”.
Kavita Arora y Ankita Khanna, que han estado juntas durante ocho años, solicitaron al tribunal de Delhi en octubre de 2020 el derecho constitucional a contraer matrimonio.
Ellos, junto con otras dos parejas LGBT + que también han presentado una solicitud ante el tribunal, argumentan que sin reconocimiento oficial, son “extraños en la ley. Hemos creado una gran vida juntos, pero ¿dónde está la legitimidad para eso?” Khanna le dijo a TIME. A pesar de que India despenalizó las relaciones entre personas del mismo sexo en 2018, la relación de Arora y Khanna no tiene estatus legal.
Esto significa que no pueden compartir los derechos de propiedad, tomar decisiones médicas entre ellos, algo que de repente se volvió más urgente a medida que la pandemia de coronavirus se extendió por todo el mundo, y, en resumen, carecen de los derechos que las parejas casadas heterosexuales en India dan por sentados.
“El matrimonio no es solo una relación entre dos personas, sino que une a dos familias. Pero también es un conjunto de derechos. Deseamos tener la protección del conjunto de derechos que brinda un matrimonio, de modo que no estemos tratando de que las autoridades reconozcan nuestra relación por todos los derechos que las parejas casadas obtendrían automáticamente ”, dijo Arora, hablando con The Print.
Es probable que la lucha legal por el matrimonio igualitario en India lleve mucho tiempo: el sistema judicial es notoriamente lento, los grupos religiosos se resisten y el principal abogado del gobierno del primer ministro Narendra Modi ha argumentado en contra del matrimonio igualitario.
Pero el tribunal de Delhi ha dicho anteriormente que puede ser el momento de “deshacerse de nuestras inhibiciones” sobre el tema. Fue el mismo tribunal de Delhi que en 2009 despenalizó las relaciones entre personas del mismo sexo, pero la Corte Suprema de la India anuló esa decisión en 2013.
De manera similar, la Corte Suprema podría revocar la decisión de la corte de Delhi en este caso. Pero el camino hacia la apelación estaría abierto, como lo estaba anteriormente, con la Corte Suprema despenalizando las relaciones entre personas del mismo sexo en 2018.
Las leyes de la India contra la homosexualidad son un vestigio de la era colonial británica, que impuso leyes contra las “relaciones carnales contra el orden de la naturaleza” en 1861. Antes de ser colonizada por los británicos, las relaciones entre personas del mismo sexo y la fluidez de género ocupan un lugar destacado en los antiguos textos indios y esculturas.
Arora, de 47 años, y Khanna, de 36, son optimistas sobre su caso y dicen que, al menos, ha sacado el tema a la luz en un país donde discutir temas LGBT + todavía se considera tabú.
Su relación “nunca se sintió criminal”, dijo Arora, y agregó que fue la urgencia de la situación del COVID-19 lo que los impulsó a iniciar el caso a pesar de sus reservas sobre ser tan públicamente LGBT +.
Ambas trabajan juntas como psicóloga y psiquiatra, apoyando a los jóvenes con su salud mental, y vieron de primera mano cómo la decisión de 2018 de despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo había “ayudado a los jóvenes a abrazar su identidad en toda su complejidad”, dijo Khanna. “Cuando tenía 18 años, desearía tener una pareja normal con la que relacionarme“, dijo Arora. “En muchos sentidos, estoy haciendo esto por mi yo más joven”.
Khanna estuvo de acuerdo y agregó: “Hicimos un alejamiento [para] pensar en lo que significará esta petición para todos los jóvenes con los que trabajamos. Eso realmente fue un punto de inflexión para nosotros en esto “.
La pareja no se desanima por lo que podría ser una pelea muy larga. “El cambio social tarda eones en suceder. ¿Así que lo que?” Khanna dijo. “Esto no se trata solo de nosotros”. “No vemos esto como un evento sino como un movimiento”, dijo Arora. “Y los movimientos no se pueden cuantificar por tiempo”.
Comentarios desactivados en El Gobierno de España prepara para 2021 una nueva ley de Libertad de Conciencia que garantizará la neutralidad y aconfesionalidad del Estado.
¿Por fín podremos hablar de neutralidad ante todas las religiones, reconociendo el derecho de ateos y agnósticos y de auténtico Estado aconfesional como demanda la Constitución Española?
Sustituirá a la actual ley de Libertad Religiosa, que cumple 40 años
La católica sigue siendo la confesión religiosa mayoritaria, pero los datos son tozudos, y muestran cómo, hoy por hoy, en España ya hay más agnósticos y ateos que católicos practicantes. En España ya no se puede obviar la presencia, estable, de evangélicos, musulmanes, judíos, ortodoxos o budistas
La futura ley no llevará el término de Libertad Religiosa, sino ‘Libertad de Conciencia’, un concepto mucho más amplio que rebasa lo estrictamente confesional
El objetivo es “avanzar en igualdad y neutralidad del sistema de relaciones de los poderes públicos con el hecho religioso”
La normativa busca acabar con la presencia de símbolos religiosos en lugares sagrados y la regularización de la laicidad del Estado en todos los ámbitos, especialmente en las tomas de posesión de cargos públicos, su presencia en procesiones o los ‘funerales de Estado‘
Constitución Española
Artículo 16
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
En 2021 se cumplen 41 años de la aprobación de la actual Ley de Libertad Religiosa en España. Una norma aprobada al albur de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979, negociados y aprobados a la par que la Constitución del 78, y con una realidad religiosa en la que el ‘ser católico’ ocupaba la práctica totalidad del espacio en nuestro país.
Cuarenta años después, las cosas han cambiado. Y mucho. La católica sigue siendo la confesión religiosa mayoritaria, pero los datos son tozudos, y muestran cómo, hoy por hoy, en España ya hay más agnósticos y ateos que católicos practicantes. Cerca de un 60% sigue considerándose católico, con todo, aunque la presencia de otras religiones, y sus reivindicaciones, cada vez son mayores. En España ya no se puede obviar la presencia, estable, de evangélicos, musulmanes, judíos, ortodoxos o budistas.
Precisamente, ese es uno de los objetivos de la futura Ley de Libertad de Conciencia, que la vicepresidenta primera Carmen Calvo espera tener preparada a lo largo de este año. Tal y como ha podido saber RD, el departamento dirigido por la ministra de la Presidencia se ha marcado como principales objetivos para este año 2021 “la aprobación de la Ley de Memoria Democrática y empezar a trabajar en la Ley sobre Libertad de Conciencia“.
Normalización de la diversidad religiosa y de la laicidad
Fuentes del departamento han confirmado a RD que “estamos empezando los trabajos” para elaborar una normativa que habrá de cambiar la cara al modo en que se establecen las relaciones entre un Estado laico y las diferentes formas de entender la religiosidad y la espiritualidad en nuestro país, en un momento en el que se avecinan tiempos difíciles por cuestiones relacionadas con la conciencias, como podría ser el aborto y, especialmente, la eutanasia. De ahí que la futura ley no lleve el nombre de Libertad Religiosa, sino ‘Libertad de Conciencia’, un concepto mucho más amplio que rebasa lo estrictamente confesional.
Parte del trabajo inicial se ha llevado a cabo durante el último trimestre del año, cuando Calvo recibió a los representantes de todas las confesiones religiosas con presencia en nuestro país, que responde, a su juicio, “a la determinación del Gobierno en la normalización de la diversidad religiosa y el reconocimiento de las minorías.
Recuperar la ley que impulsó Zapatero
La futura ley tendrá como base el proyecto de ley trabajado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y que quedó aparcado a finales de 2010, en un momento en el que la presión de los obispos, comandados por Rouco Varela, era muy fuerte, después de una legislatura con manifestaciones en la calle que algunos están queriendo retomar en esta nueva etapa de Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos.
“Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.“ (Mateo 23, 9)
La visita de Benedicto XVI a Barcelona y Santiago de Compostela frenó la aprobación de una norma que, como ley orgánica, precisaba de una mayoría con la que el Ejecutivo de entonces no contaba. ¿Y el actual? Como decíamos, las cosas han cambiado. ¿Tanto? Veremos.
Ahora, el nuevo Gobierno del PSOE rescata del cajón una normativa que busca acabar con la presencia de símbolos religiosos en lugares no sagrados y la regularización de la laicidad del Estado en todos los ámbitos, algo que ya se está normalizando, como se vio en la promesa de los ministros del Ejecutivo PSOE-Unidas Podemos y en el ‘no funeral’ por las víctimas del coronavirus en la plaza de la Armería, en lugar del tradicional en la catedral de La Almudena (que se celebró, aunque organizado por los obispos, no por el Estado).
Por otro lado, tal y como informa Ep, el departamento de Calvo también destaca que se ha constituido ya el grupo de trabajo sobre bienes inmatriculados por la Iglesia Católica -que ha celebrado ya varias reuniones-, en línea con el objetivo del Gobierno de “profundizar en la neutralidad de los poderes públicos“ y “avanzar en igualdad y neutralidad del sistema de relaciones de los poderes públicos con el hecho religioso”.
Comentarios desactivados en Taizé grita junto al Papa por los descartados del coronavirus: “Más que nunca, nos necesitamos unos a otros”
“Evitemos reducir a Dios a nuestros conceptos”, sostiene el hermano Alois
“Sí, en medio de las difíciles realidades del período actual, es posible percibir razones para la esperanza, e incluso a veces para esperar contra toda esperanza”
“Cuando nos acercamos a los más desprovistos: personas sin hogar, ancianas, enfermas, o solas, niños en dificultad, personas con discapacidades, migrantes… Las circunstancias de la vida pueden hacernos a todos vulnerables. Y la pandemia está exponiendo las fragilidades de nuestra humanidad”
“Ante la llegada de tantos migrantes y refugiados, acoger a una persona o a una familia exiliada puede dar un impulso a nuestras parroquias y comunidades”
Vivimos tiempos de muerte, miedos, encierros. El coronavirus ha puesto negro sobre blanco la desnudez del rey-ser humano, nuestra fragilidad. Y, sin embargo, “en medio de las difíciles realidades del período actual, es posible percibir razones para la esperanza, e incluso a veces para esperar contra toda esperanza”. Éste es el mensaje lanzado por la comunidad de Taizé a través de su prior, el hermano Alois, al término de la peregrinación de confianza que este año debía celebrarse en Turín y que la pandemia convirtió en un masivo acto de oración interreligiosa virtual, con un mensaje claro: “Más que nunca, nos necesitamos unos a otros”.
En su mensaje, titulado ‘Esperar a tiempo y a destiempo’, el prior de Taizé anima a “estar atentos a los signos de esperanza” frente a “estos tiempos de convulsiones e incertidumbres” en los que avanza la precariedad en todo el mundo.
“Son necesarias decisiones políticas valientes”, reclama el hermano Alois, quien reivindica “la solidaridad y la amistad social” para “salvaguardar nuestra casa común, que es la tierra, “un don que Dios nos confía para que cuidemos de ella”.
Prayer for peace for the night of December 31, with the participation of young people from some 25 countries throughout the world.
“Nos hemos vuelto más conscientes de las estructuras de injusticia, a menudo heredadas de la historia. Y desafortunadamente, no siempre se ha ejercido el poder para servir al bien de todos. Ante tales abusos, la frustración y la ira son comprensibles. ¿Quién tendrá la audacia de ser artesano de justicia y paz, más allá de las divisiones que socavan nuestras sociedades?”, se pregunta Alois en su mensaje, en el que apuesta por “la transición ecológica” como eje de trabajo en Taizé.
“Sí, en medio de las difíciles realidades del período actual, es posible percibir razones para la esperanza, e incluso a veces para esperar contra toda esperanza”, constata el religioso, quien aboga, junto al Papa, a reunirse con “aquellos que han hecho opciones de vida diferentes, con cristianos de otras confesiones, con creyentes de otras religiones, con personas agnósticas o ateas que estén también comprometidas con la fraternidad y el compartir”.
Porque esta es otra de las palabras claves: fraternidad. “Cuando nos acercamos a los más desprovistos: personas sin hogar, ancianas, enfermas, o solas, niños en dificultad, personas con discapacidades, migrantes… Las circunstancias de la vida pueden hacernos a todos vulnerables. Y la pandemia está exponiendo las fragilidades de nuestra humanidad”.
“Más que nunca, nos necesitamos unos a otros”, destacó Alois, volviendo a echar mano de ‘Fratelli para reclamar que “hagamos todo lo posible para pasar de la competición a la cooperación”.
Avanzamos a ciegas
“Evitemos reducir a Dios a nuestros conceptos”, añade el prior de Taizé, que admite que “somos buscadores sedientos de amor y de verdad” pero que, a veces, “todos avanzamos a menudo a ciegas”. Una ceguera que se cura con la fe, “una confianza muy sencilla en Dios”, como solía decir el hermano Roger, fundador de la Comunidad.
Sencilla, pero que obliga a “cambiar la mirada” para “presentir que, secretamente, como por una atracción misteriosa, Cristo continúa hasta el fin de los tiempos reuniendo en el amor de Dios a toda la humanidad y al universo entero. Y nos asocia a su misión”.
Amar a nuestros enemigos
“Nos asocia a ella juntos, en Iglesia. Esto implica que estemos dispuestos a ensanchar nuestra amistad a todos. Cristo nos pide amar incluso a nuestros enemigos; su paz reconcilia incluso naciones enfrentadas”, insiste el religioso, quien ofrece tres sugerencias:
Para humanizar nuestras sociedades, necesitamos una escucha mutua que vaya al encuentro de los antagonismos y nos enseñe a caminar juntos con nuestras diferencias. La Iglesia está llamada a buscar el diálogo, a salir al encuentro de todos. Quienes viven sin referencia a una comunidad cristiana, ¿estarán dispuestos, también ellos y ellas, a entrar en diálogo con la Iglesia?
Ante la llegada de tantos migrantes y refugiados, acoger a una persona o a una familia exiliada puede dar un impulso a nuestras parroquias y comunidades. A menudo, personas que no frecuentan la Iglesia están dispuestas a participar en esta acogida. Esta es la experiencia que hemos tenido en Taizé durante los últimos años, al acoger a migrantes de varios países, junto con los habitantes de nuestra región inmediata.
Ser un lugar de acogida implica estar a la escucha de las personas más vulnerables. Y en muchos sitios, las Iglesias deben hacer progresos para proteger la integridad de todos. En ocasiones se han desarrollado en su seno estructuras de poder que han causado sufrimientos físicos, psíquicos y espirituales. En Taizé también, continuamos en este tema con nuestro trabajo por la verdad (www.taize.fr/protection).
“Dejemos que Cristo renueve nuestra mirada: por él reconocemos más claramente la dignidad de cada ser humano y la belleza de la creación; la esperanza, lejos de ser una confianza ingenua, nace y renace porque está enraizada en Cristo; una alegría serena nos llena y con ella el valor de asumir las responsabilidades que Dios nos confía sobre la tierra”, finaliza.
Comentarios desactivados en Sara Lumbreras y Lluis Oviedo: ¿Qué pasará con la religión después de la COVID?
Además, la pandemia nos ha forzado a reevaluar algunos de nuestros comportamientos y los recursos disponibles para afrontarla. La pandemia podría transformar nuestra manera de entender la fe religiosa, y esta fe renovada podría ser un apoyo fundamental para superar la situación a la que nos enfrentamos.
La percepción de lo religioso depende intensamente del contexto social y las circunstancias personales. Ciertos momentos pueden dotar a la experiencia religiosa de una intensidad especial que sería impensable en otros momentos. Sabemos que nuestro entorno tiene un efecto que con frecuencia es determinante en nuestro modo de experimentar la trascendencia. No es lo mismo el ajetreo de la ciudad que trasladarse a una aldea o vivir en el campo abierto. El caso del desierto es aún más extremo, y la historia de las religiones ofrece una larga lista de lugares sagrados por su relación con el medio natural. La experiencia tampoco es la misma en tiempos serenos y relajados que la que se vive en momentos difíciles. Estas variaciones se incluyen en la lista de factores que inciden en la experiencia religiosa, que va mucho más allá de la presencia de ciertas estructuras mentales que favorecen la percepción de agentes sobrenaturales – como indican los psicólogos cognitivistas – o la conveniencia de algunos rasgos que alientan conductas prosociales, como sugieren los evolucionistas.
Por otro lado, el fenómeno religioso – siempre elusivo y difícil de objetivar – ha sido observado a partir de sus funciones o bien de su utilidad para las personas y las sociedades. El planteamiento funcionalista ha sido siempre, al menos desde el gran sociólogo Emile Durkheim, una fuente de buena información sobre lo religioso, un acceso a esa realidad que nos revelaba, si no qué es, al menos qué hace o qué proveen las creencias y prácticas religiosas. Ciertamente, la sociología de la religión ha desarrollado varias propuestas y teorías que hoy enriquecen un repertorio denso y plural. También en nuestro tiempo la cuestión de la religión se plantea – de forma legítima – en torno a sus funciones y utilidad. Hasta cierto punto la cuestión tradicional sobre la credibilidad de una fe religiosa, como la cristiana, se expresa de forma más indirecta y práctica en términos de utilidad o de prestaciones que sirvan a personas y grupos. Si un conjunto de creencias no supera dicho test – si aportan o no algo práctico, si resuelven o no determinados problemas, entonces se vuelve irrelevante. La cultura que nos envuelve es eminentemente pragmática. De acuerdo con ella, si la religión no presta ningún servicio positivo (o si resulta en más impactos negativos que positivos) entonces no debería mantener un lugar en nuestras sociedades.
La religión se ha asociado tradicionalmente, entre otras, a tres funciones diferentes: proporcionar significado (1); prestar recursos para hacer frente a la angustia y las dificultades vividas (2), y establecer normas morales junto a la motivación para cumplirlas (3). Sin embargo, la gran difusión de una mentalidad secular comprende la religión como un conjunto de creencias y prácticas que se han vuelto superfluas, de poca o nula utilidad en las sociedades avanzadas. ¿Sigue siendo útil la religión o podemos sustituir las funciones que prestaba por medios más eficientes y actuales?
La pandemia de Covid-19 ha reactivado esta discusión: no es claro hasta qué punto la religión, al menos sus expresiones más evolucionadas y universales, todavía tiene sentido y puede ayudar en estos tiempos difíciles. Sabemos que las crisis pueden tener repercusiones en la espiritualidad y la fe. Según algunos, el humanismo renacentista surgió de la crisis multidimensional provocada por la peste, que tuvo un impacto profundo no solo en la salud pública, sino que también reestructuró la dinámica social, desafió la economía y transformó las percepciones existentes sobre ciencia y religión. Durante los peores momentos de la epidemia, los enfermos eran abandonados a su suerte incluso por sus mismas familias, lo que llevó a un marcado individualismo en los supervivientes. A la vez, se hizo patente que tanto las iglesias como la medicina de aquellos momentos eran completamente impotentes ante la infección. La confianza en ambas instituciones se vio quebrada de tal manera que el teocentrismo medieval acabó desapareciendo, y comenzó a construirse una nueva ciencia basada en la experimentación. ¿Cambiará también la pandemia de Covid el papel de la religión? Examinemos esta cuestión para cada una de sus funciones.
La primera función de la religión es la de proporcionar significado, especialmente en tiempos difíciles. El sociólogo alemán Niklas Luhmann solía atribuir a la religión la función de determinar lo indeterminado; o gestionar riesgos inmanejables (Luhmann, Funktion der Religion, 1977). Donde otros sistemas sociales agotan sus recursos debido al exceso de complejidad y a la incertidumbre, la religión acude al rescate. Como regla general, cuando aumentan la incertidumbre y el riesgo, la función de la religión se vuelve más necesaria y más difícil de reemplazar por medios seculares. Luhmann siguió madurando su teoría social de la religión para señalar después su función de contribuir a superar o desactivar las paradojas que inevitablemente surgen del funcionamiento de los sistemas sociales. Se trata de un nivel más abstracto, pero probablemente la pandemia que vivimos también pone en evidencia algunas de esas paradojas – como es el caso de abundancia y precariedad, de seguridad e incertidumbre – y puede de nuevo volver la función de la religión más necesaria.
Los estudios de la socióloga Crystal Park aportan más luz a ese respecto. Su enfoque es más empírico, y señala que la religión se convierte en una fuente de significado más necesaria cuando los medios habituales que proveen sentido a muchos se ven desbordados por las circunstancias o por crisis personales o sociales que generan demasiada tensión o se vuelven más amenazantes. Está bastante claro que la fe religiosa sigue siendo una fuente potente de significado, pero no es ni mucho menos la única. La fe religiosa coexiste con otros sistemas de proyección de sentido, o sistemas de creencias y valores, como, por ejemplo, la dimensión familiar, la realización profesional, los grandes ideales que nos motivan, las mejores amistades, o las experiencias más exaltantes que podemos vivir y sentir. La cuestión no es tanto cuál sea la fuente de sentido mejor o más segura, pues no es necesario concebirlas en competencia, o en un esquema de ‘suma cero’, sino en qué medida la fe religiosa mantiene un cierto espacio y funcionalidad cuando el sentido de la vida se construye de forma plural y a menudo un tanto fragmentada, o bien parcelada según momentos o situaciones vitales. La cuestión es en qué medida la fe religiosa mantiene un cierto espacio y funcionalidad en el contexto actual, que probablemente implica una reorganización de los sistemas de sentido [1].
La segunda función de la religión, la del afrontamiento, está estrechamente relacionada con la primera. Desde hace algunas décadas se estudia desde varios puntos de vista la capacidad de la religión para afrontar situaciones difíciles. La función de afrontamiento (religious coping) se vuelve aún más valiosa en tiempos de amenaza y angustia, de crisis (a nivel personal o social) e, intuitivamente, en la enfermedad o la proximidad de la muerte. Existe una abundante literatura científica que establece firmemente el alcance y la efectividad del afrontamiento religioso, convirtiéndose ahora en un amplio programa de investigación, que se inspira sobre todo en los trabajos pioneros de Kenneth Pargament y su equipo[2].
La situación que vivimos en estos meses confiere un valor especial a los recursos de afrontamiento, que se necesitan con carácter de urgencia cuando hay que afrontar la enfermedad en primera persona o en un ser querido -una experiencia demasiado habitual para muchos en estos tiempos convulsos. Existe evidencia anecdótica de que, para muchos, la oración ha sido más frecuente e intensa durante los tiempos de confinamiento. Encontramos también ejemplos como el artículo de Tanya Luhrmann en The New York Times, con el título “Cuando Dios es tu terapeuta”[3], señalando el papel fundamental que desempeñan muchas iglesias en el cuidado de quienes padecen trastornos psicológicos. Incluso la famosa revista The Economistseñalaba hace pocos meses la importante función que las iglesias y otras entidades sociales pueden desempeñar para hacer frente a síntomas similares al trastorno de estrés postraumático asociados al Covid-19 y su tratamiento [4]. Lo cierto es que las estrategias de afrontamiento no son exclusivas y que esa exigencia psicológica ante situaciones de gran estrés, o del creciente número de casos de depresión, ansiedad y otras patologías causadas por la prolongada pandemia, han incrementado esta necesidad[5]. De nuevo, la religión no es ni mucho menos la única estrategia de afrontamiento disponible; las redes familiares y sociales proporcionan un apoyo insustituible. La relación con la naturaleza, el deporte, el arte o la lectura pueden también proporcionar un apoyo valioso.
La tercera función que atribuimos a la religión también es tradicional: las creencias y prácticas religiosas ayudan a alimentar una actitud más responsable hacia los demás en momentos en que tal actitud es particularmente necesaria, pero no todo el mundo parece estar convencido de dichos deberes sociales. También en este caso, una gran cantidad de investigaciones ha tratado de comprender hasta qué punto la religión está relacionada con el comportamiento prosocial[6]. Cierto consenso apunta sólo a algunas religiones, las denominadas ‘Post-Axiales’ (entre las que se inscriben el cristianismo, el judaísmo, el islam o el budismo). Estas religiones enfatizan los deberes morales hacia los demás junto a la devoción religiosa o espiritual. En otras palabras, el vínculo entre religión y deber social no puede asumirse en todos los casos, pero se observa bajo ciertas condiciones que incluyen a las principales religiones que existen en la actualidad. A menudo se observa una orientación de preferencia hacia el propio grupo o los miembros de la misma religión, lo que vuelve dicha inclinación un tanto parcial. De todos modos, cabe esperar que las personas religiosas se comporten de forma más responsable y respetuosa hacia los demás, sobre todo en tiempos de emergencia sanitaria en los que se invita a la población a extremar las precauciones para no contagiar a otros. Cabe esperar que aquellos más sensibles hacia los demás, motivados por creencias religiosas más exigentes en ese campo, puedan asumir conductas más convenientes para ellos y para el conjunto de la población. En otros términos, sería previsible que una población más religiosa – en el sentido de una religión prosocial – pudiera seguir mejor las consignas que pudieran limitar los contagios.
Todas las religiones post-axiales comparten las tres funciones descritas, lo que permite conjeturar una posible convergencia interreligiosa, una tendencia que permitiría superar algunos de los problemas acuciantes asociados al exclusivismo y el fanatismo religioso, que probablemente constituyen los dos principales argumentos actuales en contra de la religión. El exclusivismo constituye una barrera lógica a la creencia religiosa (“Si una religión es cierta, entonces no pueden serlo las otras. Por tanto, ninguna es cierta”). El fanatismo religioso sería la consecuencia más desastrosa del exclusivismo y el impacto negativo por el que muchos juzgan a la religión en su conjunto.
Sin embargo, parece cada vez más claro que las principales religiones puedan encontrarse y compartir sus propuestas más profundas, o bien reconocerse mutuamente no tanto como instancias en competencia, sino como propuestas que colaboran a varios niveles para contribuir de manera positiva a las sociedades. Las religiones, según este principio, proporcionan significado, una estrategia de afrontamiento ante el dolor y también valores para guiar las decisiones personales para el bien común. Dichas prestaciones implican una cierta convergencia hacia objetivos comunes, o bien la asunción de prioridades en momentos difíciles que obligan a relativizar otros componentes y objetivos en cada forma religiosa: ahora, lo primero es hacer frente a la pandemia, y en eso estamos todos implicados.
Aunque la religión es mucho más que estas tres funciones, y el análisis en clave funcionalista es claramente parcial, evaluarlas debería ser el primer paso para valorar qué nos aporta la religión desde un punto de vista social, y clarificar si tiene sentido en un contexto que algunos sociólogos describen como ‘postsecular’. Si la religión contribuye de manera positiva a la realización de estas funciones, entonces su papel práctico en las sociedades debería reconocerse.
Necesitamos ir más allá de una visión simplista que identifica la religión con un sentimiento espiritual vago, cercano a lo estético y desprovisto de cualquier efecto práctico. Si la fe y la experiencia religiosa no tienen un impacto práctico en la vida de las personas, entonces es que no tienen demasiado sentido. Si, por el contrario, la fe nos resulta útil o sigue prestando funciones convenientes, seguirá teniendo un papel en nuestras sociedades. Ahora bien, parece bastante claro que la función de la religión en las sociedades avanzadas evoluciona con el tiempo y según circunstancias cambiantes. La pandemia ha introducido niveles de riesgo e incertidumbre, además de un incremento de trastornos mentales, que vuelve el recurso a la dimensión religiosa más necesario, su función más urgente. La situación actual invita a superar esquemas más reductivos en el tratamiento de lo religioso, y también a ir más allá de los modelos de secularización que se concibieron a partir de una cierta concurrencia entre las agencias religiosas y entidades políticas, educativas u otras. La idea de post-secularización implica más bien alcanzar un cierto nivel de integración constructiva y de colaboración entre esos sistemas sociales, cada uno con sus propias prestaciones y servicios. Como consecuencia, la percepción que precipita el actual estado de emergencia sanitaria invita a la fe religiosa a integrarse mejor en el conjunto social y con los demás sistemas o propuestas que tratan de afrontar la presente crisis, como es el sistema sanitario, el de la investigación científica, el de información, y el de gestión política. Además, dicha integración invita a las religiones a abandonar formas exclusivistas y a asumir un formato de convergencia y colaboración de cara al bien común. Este es un punto en el que insiste el Papa Francisco y su reciente encíclica Fratelli tutti, un punto que la pandemia ha evidenciado todavía más.
Es posible que la experiencia de la pandemia haya transformado nuestra manera de entender nuestro papel en el mundo. En un contexto de sociedad del cansancio, de estrés crónico generalizado, de valorar la economía y la productividad por encima de todo, la pandemia nos ha puesto de bruces con nuestra vulnerabilidad y la de nuestros seres queridos y, lo que es más importante, con las incongruencias entre los valores y la organización de la propia vida. Muchos han sentido de manera íntima e intensa la necesidad de sentido más allá del materialismo consumista en el que nuestras sociedades llevaban décadas funcionando de manera inconsciente y cada vez más insostenible. La confianza en las instituciones se ha visto gravemente erosionada y sigue deteriorándose, al igual que nuestro sistema económico. Cuando algo se destruye es necesario sustituirlo por algo que cumpla mejor las funciones faltantes. La pandemia está transformando nuestras sociedades, nuestra economía y nuestra ciencia. Si aprovechamos las oportunidades que vengan más allá de las tragedias que nos asolan ahora, podemos construir un mundo más sostenible y justo, una economía más humana y una ciencia más humilde, prudente y transparente. La religión puede contribuir a esta tarea aportando sentido, apoyando en los momentos difíciles y fomentando la cooperación desde un marco integrador. Esperamos que así sea.
Sara Lumbreras y Lluis Oviedo
Fronterasctr – Cátedra Ayala CTR
[1]Park, Crystal L. “Making sense of the meaning literature: an integrative review of meaning making and its effects on adjustment to stressful life events.” Psychological bulletin 136.2 (2010): 257.
[2]The psychology of religion and coping: theory, research, practice. Kenneth I. Pargament. Guilford Press, New York, 1997.
[5]LixiaGuo, MingzhouYu,WenyingJiang, HaiyanWang,Thepsychological and mental impact of coronavirus disease 2019 (COVID-19) on medical staff and general public – A systematic review and meta-analysis, Psychiatry Research291 (2020) 113190; https://doi.org/10.1016/j.psychres.2020.113190
[6]Para revisiones de la extensa bibliografía disponible: Preston, Jesse Lee, Ryan S. Ritter, and J. Ivan Hernandez (2010), Principles of Religious Prosociality: A Review and Reformulation, Social and Personality, Psychology Compass4/8: 574–590;Galen, Luke. W. (2012). Does religious belief promote prosociality? A critical examination. Psychological Bulletin, 138, 876 –906.
Sara Lumbreras es profesora de la Escuela Superior de Ingeniería (ICAI) e investigadora del Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas. Además es miembro del Consejo Asesor de la Cátedra Francisco José Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión.
Lluis Oviedo es profesor de la Universidad Antonianum de Roma y colaborador de la Cátedra Francisco José Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión.
Comentarios desactivados en Día de la Salida del Armario 2020 – Creyentes y Espirituales LGTB+
En octubre del 2019 la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha designado la celebración del 11/10/2020 (Día Internacional de la Salida del Armario #comingout) a los Creyentes y Espirituales LGTB+ del territorio español.
El colectivo LGTB+, en un mundo de “facciones”, no encajamos en ninguna de estas etiquetas o encajamos en demasiadas. Dentro de este querido colectivo, los creyentes y espirituales LGTB+ nos sucede algo similar.
Una de las preguntas ontológicas a la que se encuentra en algún momento de la vida cualquier creyente es la siguiente: ¿Somos seres humanos que vivimos experiencias espirituales o seres espirituales que vivimos la experiencia humana? Y la respuesta marca su posicionamiento ante sus experiencias en este mundo.
De alguna forma los creyentes y espirituales LGTB+ comenzamos nuestra andadura espiritual como cualquier hija de vecino pero, llegados a un punto, planteamos la divergencia en nuestra forma de conciliar la espiritualidad con la orientación sexual o identidad de género. Hay muchas divergencias en este mundo etiquetado pero los divergentes no somos todos iguales.
Ya el simple hecho de pertenecer al colectivo LGTB+, como se vive hoy y lo hizo en el pasado en nuestra cultura, nos ha convertido también en insurgentes. Gracias a ello el colectivo ha alcanzado grandes logros y continúa por más.
Hoy se conmemora la Salida del Armario. Se conmemora una insurgencia más: LA VISIBILIDAD.
Si no militamos por la inclusión de la diversidad y no somos activistas visibles por el derecho humano de desarrollar la espiritualidad sin restricciones en el mundo de la espiritualidad, las creencias y religiones: ¿no estamos apoyando el mundo religioso y espiritual discriminante en el que vivimos? Ser creyente LGTB+ es remar contra corriente en lo creyente/espiritual, pero también en lo laico.
Mientras nuestra divergencia está en la propia naturaleza humana nuestro ser insurgente está en la actitud constructiva de un mundo donde valga la pena vivir siendo leales a la decisión de mantenernos fieles a aquello, aquel, aquelle en lo que creemos.
Es así que denunciamos los múltiples actos en contra del AMOR como es el caso de las iglesias cristianas que han elevado a presidente a Jair Bolsonaro en Brasil, o apoyan a Donald Trump, en las políticas anti LGTBI claramente anticristianas. Caso también de la jerarquía eclesiástica católica en sectores de presión de política anti LGTB+ como es en Polonia o en nuestro país con las declaraciones, un día sí y un día no, de representantes de la misma confesión.
El respeto a las creencias, y su vivencia en libertad, como así también la orientación sexual y la identidad de género son Derechos Humanos no negociables. Sea que lo vivamos por separado o en unidad como es el caso de los creyentes y espirituales LGTB+.
Desde la Sección Espiritualidad de Cogam (Colectivo LGTB+ de Madrid) nos pronunciamos por un discurso de AMOR diverso e inclusivo de parte de las autoridades de las diferentes religiones, creencias y espiritualidades para crear un mundo donde vivir nuestras raíces espirituales como mujeres, hombres, no binarios y como toda la diversidad del colectivo lgtb+ (que es una simple expresión de la diversidad de la humanidad).
Creyente y Espiritual LGTB+: en este día de la Salida del Armario te deseamos que la VERDAD te haga libre.
SECCIÓN ESPIRITUALIDAD de COGAM – 11 de octubre del año 2020
Y para la lectura espiritual que publicamos cada día, te recomiendo detenerte un momento a lo largo del día y disfrutar con este artículo que ya publicamos hace dos años al que puedes acceder pinchando aquí: “Beato Bernardo de Hoyos: El matrimonio místico entre personas del mismo sexo con Jesús”…
Comentarios desactivados en José Arregi: “Hoy asistimos a la crisis o al derrumbe del universo cultural sobre el que se sustentan las religiones tradicionales”
“Repensar la política, la economía, la producción, el mercado, el consumo y… el hambre. Las ciudades, la vivienda, el transporte, la movilidad, la locura turística. La información, la educación, la cultura, la salud integral”
“Los indicios de voluntad de retorno en la Iglesia son numerosos: indulgencias y jubileos, absoluciones “sacramentales” por teléfono, profusión de tele-eucaristías sin más comunidad que un sacerdote investido de poder para realizar el milagro de la transubstanciación, exorcismos contra el Covid-19, campañas de 500.000 avemarías y promoción de rosarios”
Anhelamos un mundo desconfinado, una nueva comunidad humana en alianza vital planetaria. Cuándo y cómo sea dependerá de muchas cosas, también de los virus, pero dependerá sobre todo de lo que los seres humanos decidamos hacer hoy.
Es la hora de repensarnos a fondo, de repensar la política, los partidos, los estados, las fronteras. La economía, la producción, el mercado, el consumo y… el hambre. Las ciudades, la vivienda, el transporte, la movilidad, la locura turística. La información, la educación, la cultura, la salud integral. La ONU, la UNESCO y la OMS. Y de preguntarnos simplemente: ¿Qué es lo que nos hace felices, felices de verdad?
Es la hora de repensar también la religión, las religiones, el cristianismo y la Iglesia. Es como si de pronto – aunque la cosa viene de lejos, desde hace cuando menos 500 años, desde el fin de la Edad Media– la Iglesia se sintiera bruscamente sacudida en los cimientos culturales y religiosos que la han sustentado desde que el movimiento reformador y carismático de Jesús se convirtió, hacia finales del siglo I, en Iglesia institucionalizada, en nueva religión, el cristianismo. Hubo todavía otras Iglesias, pero “la gran Iglesia” de Pedro y Pablo –ellos nunca lo pudieron sospechar, menos el primero que el segundo– con centro en Roma –ni Palestina, ni Siria, ni Egipto– se impuso. Cosas de la historia.
Pero lo que la historia erige la historia lo abate. Hoy asistimos a la crisis o al derrumbe del universo cultural sobre el que se sustentan las religiones tradicionales, más concretamente las Iglesias cristianas con todas sus diferencias históricas. El vacío de las iglesias durante el confinamiento es un impresionante reflejo de lo que ya venía sucediendo y que dentro de pocos años acabará de suceder. No es un infortunio, sino un signo de los tiempos. ¡Ojalá la Iglesia lo supiera entender y convertir en oportunidad de gracia –en la jerga teológica se le llama kairós– para una profunda metamorfosis!
Comprendo que muchos –obispos en cabeza– reclamen el desconfinamiento no para convertirse al futuro del Espíritu sino para volver al pasado de la institución. Los indicios de esta voluntad de retorno son numerosos: indulgencias y jubileos, absoluciones “sacramentales” por teléfono, profusión de tele-eucaristías sin más comunidad que un sacerdote investido de poder para realizar el milagro de la transubstanciación, exorcismos contra el Covid-19, campañas de 500.000 avemarías y promoción de rosarios contra la pandemia, preguntas de por qué “Dios” permite que pase todo esto… Iglesia confinada en el pasado.
Escribo estas líneas entre las fiestas litúrgicas de la Ascensión y de Pentecostés, 21 y 31 de mayo respectivamente. Ascensión y Pentecostés no tienen nada que ver con hechos históricos separados en el tiempo. Son logradísimas imágenes, bellas y extraordinariamente expresivas, metáforas del espíritu originario y del horizonte infinito que inspiran lo mejor de la Iglesia y la desconfinan.
Cuentan los Hechos de los Apóstoles que, “cuarenta días” después de la muerte de Jesús que como toda muerte fue resurrección, sus discípulas y discípulos seguían confinados, esperando ansiosos la pronta instauración del reino de Dios que Jesús había anunciado y en el que ellos soñaban groseramente ocupar los puestos más altos. De repente Jesús se presentó y los invitó a desconfinarse. “Salid –les dijo–. No me busquéis en el pasado. Liberaos de vuestros sueños y dogmas, templos y misas sacrificiales, clericales, del viejo mundo. Poneos en camino hacia los confines sin fin de esta maravillosa tierra redonda y viva. En el corazón de la humanidad, en la solidaridad cotidiana, en la comunión de los vivientes, allí me encontraréis”. Y los llevó al campo, a la intemperie. Y allí “le vieron elevarse hasta que una nube lo ocultó a su vista”. Se fue.
Pero ellos seguían aferrados a la forma y la certeza, y se volvieron a encerrar en el Cenáculo de Jerusalén, hasta que, diez días después, en la fiesta de Pentecostés o “Cincuenta”, fiesta judía de las primicias de la cosecha y de la Ley de la Libertad, sintieron que el Espíritu de la nueva creación bullía en su interior, “y comenzaron a hablar según el Espíritu les movía a expresarse”. Hablaban libremente y anunciaban en arameo la alianza de todos los pueblos. Había allí gente de todos los países y “cada uno les oía hablar en su lengua materna”, a la inversa de la confusión de Babel. Y salieron.
Comentarios desactivados en COGAM-Espiritualidad: Semana contra la LGTBFOBIA – Actividades Online de esta semana
Nos envían esta interesante información desde la Sección de Espiritualidad de COGAM, para celebrar el Día Internacional contra la LGTBIfobia.
Os animamos a participar, seguro que será una manera de crecer:
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Jueves 14 de mayo de 16:30hs a las 17:30hs.
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Charla Online “El Miedo al Rechazo #orgullocreyentelgtbi #COGAMencasa
El rechazo no es algo que temer. Es un Maestro, como todas las cosas que nos suceden en la vida. No viene a deprimirnos y paralizarnos, ni a marcarnos para siempre.
Contaremos con la participación de Susana Aranda.
Directo Online Transmitido desde nuestro canal de YouTube COGAM TV
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Domingo 17 de mayo de 12hs a 13hs.
CELEBRACIÓN CREYENTE LGTBI+ 17 DE MAYO: POR UN MUNDO SIN LGTBIFOBIA #orgullocreyentelgtbi
Con motivo del 17 de mayo, el día contra la LGTBIfobia, el grupo de Fe y Espiritualidad de la FELGTB ha organizado una celebración interreligiosa para que nos unamos en oración y fraternidad para recordar a todas aquellas personas que han sido y son actualmente víctimas de homofobia, bifobia, transfobia e interfobia.
Por ello hemos organizado para el domingo 17 de mayo, a las 12:00 (11 en Canarias) una celebración creyente a la que os invitamos para compartir un espacio comunitario de reflexión y reivindicación.
La celebración se hará a través de la plataforma webex.
Sección de Espiritualidad de COGAM : te atendemos y te orientamos. Escríbenos.
¿Qué es la Sección Espiritualidad de COGAM?
Somos una Sección interreligiosa, ecuménica, diversa e inclusiva.
Una Sección de eventos dirigidos a todas aquellas personas que quieran formar parte de un camino para crecer y desarrollarse personal y espiritualmente, con el objetivo de introducir cambios evolutivos en diferentes áreas de su vida en un espacio de confianza para compartir. Abierto a todas las personas de nuestro colectivo, independientemente de la edad, género, orientación sexual y creencias.
A través del trabajo grupal, se identificarán áreas y necesidades para conocerse mejor a uno mismo, gestionar las emociones, mejorar las relaciones interpersonales y profundizar en el área espiritual.
En nuestras actividades se realizan diferentes ejercicios y dinámicas relacionadas con el coaching, PNL, inteligencia emocional, mindfulness, etc.
Nuestras actividades:
• Encuentros, Charlas, Talleres y Formaciones en Terapias Alternativas, Religiones, Espiritualidades diversas y Crecimiento Personal.
• Debates con y sobre Espiritualidades diversas y Humanidades.
• Atención personalizada a quienes nos consultan o nos visitan, dentro de la comunidad de Madrid y atención a quienes nos consultan por correo electrónico de otras comunidades o países.
• Desarrollo a través de las redes sociales de contenidos sobre nuestras actividades compartiendo las formaciones que recibimos.
• Cine Fórum y actividades de Ocio y Cultura
“Un Lugar de Encuentro” con nuestra esencia, con el Universo, con la Existencia. “Un Lugar de Búsqueda” entre personas, entre mentes, entre almas y espiritualidades diversas.
Comentarios desactivados en Javier Melloni: “Las religiones son recortes posibles de infinito para hacerlo inteligible y asumible a escala humana”
“Las religiones son recortes posibles de infinito para hacerlo inteligible y asumible a escala humana…Las religiones son dedos apuntando la luna, pero no son la luna”
“Las religiones proporcionan el marco donde ejercer el continuo acto de elección por la Vida, estimulando actos cada vez más lúcidos y libres”
“Los tres ámbitos que abrazan las religiones (el divino, el humano y el cósmico) están implicados en cada religión simultánea y recíprocamente”
“Las religiones, siendo vías hacia el absoluto, tienen el peligro de absolutizarse a sí mismas”
| Javier Melloni
En la etimología de la palabra se halla la clave de lo que buscamos: las religiones son un religare, un relegere y un religere de la aspiración humana por lo Esencial. Religare implica “crear vínculos”, “establecer lazos” con la triple dimensión de la realidad: la divina, la humana y la cósmica. A cada uno de los tres ámbitos le corresponde una característica: las creencias están en relación con Dios; los códigos de comportamiento se relacionan con el grupo humano, y en los ritos nos ponen en relación con el mundo y la naturaleza, en tanto que nos sitúan en las coordenadas de tiempo y espacio.
Relegere significa “releer”, “interpretar” el misterio de Dios, el sentido de la vida y de la muerte, de la existencia de cada uno, el porqué del mal… Las religiones son recortes posibles de infinito para hacerlo inteligible y asumible a escala humana. El Misterio permanece inalcanzable, siempre más allá de cualquier interpretación que se haga de él.
Las religiones son dedos apuntando la luna, pero no son la luna. Indican una dirección a seguir hacia un Allá –oculto en cada Acá- que trasciende cualquier palabra y cualquier vehículo, porque Dios permanece siempre más allá de todo y también siempre más acá en todo.
Religere significa elegir una y otra vez, con plena libertad y lucidez, el camino que uno siente ser llamado a recorrer. Las religiones proporcionan el marco donde ejercer el continuo acto de elección por la Vida, estimulando actos cada vez más lúcidos y libres.
Las tres posibles etimologías tienen en común el re- que las precede. El prefijo indica que estos vínculos no son estáticos sino que están en movimiento, en la medida en que son capaces de adaptarse a las situaciones cambiantes que se dan en cada tiempo y generación. Sin este prefijo de reduplicación y de dinamismo, las religiones pueden convertirse en prisiones que, al no renovarse, caen en la inercia o constriñen y acaban en coacción.
Los tres ámbitos que abrazan las religiones (el divino, el humano y el cósmico) están implicados en cada religión simultánea y recíprocamente, ya que el modo de concebir la divinidad marca el modo de comprender la humano y de relacionarse con el cosmos, así como el modo de comprender lo humano determina nuestra relación con lo divino y con lo cósmico, y nuestro modo de estar y relacionarnos con el mundo determina nuestras imágenes de Dios y nuestras relaciones con los demás. Por ello, toda religación es al mismo tiempo una interpretación de la realidad. El modo de vincularse crea una determinada comprensión y desarrolla unos determinados valores.
Los textos sagrados contienen la “revelación” de esos códigos de comportamiento y los momentos fundantes de los actos que después se ritualizarán.
Cada religión ofrece una constelación de creencias, criterios de conducta y rituales para que las personas experimenten que no están solas ni aisladas, sino que forman parte de un tejido de vínculos y relaciones que los hacen entrar en comunión con el Todo liberándolos de la soledad, de la confusión o de la incertidumbre. Cada religión ofrece el legado de una larga tradición donde los diversos elementos tienen coherencia en su conjunto.
Podemos identificar tres grandes constelaciones religiosas en la humanidad: las religiones cósmicas, las personalistas y las oceánicas. En la triple apertura que todas ellas hacen posible hacia lo divino, lo humano y lo cósmico, las religiones cósmicas –fundamentalmente las aborígenes- viven su experiencia humana y de lo sagrado a partir del contacto con la naturaleza; las religiones personalistas –el judaísmo, el cristianismo y el islam- ponen su acento en la dimensión ético-comunitaria y en el valor de cada persona, ya que emanan de la experiencia de un Dios personal; y las religiones oceánicas se caracterizan por la noción de un Todo en el que las individualidades emergen y se sumergen continuamente. Cada religión contiene los elementos que el ser humano requiere para hacer su camino de transformación hacia el origen, pero cada una de ellas ordena estos elementos de un modo particular y único.
Ninguna religión se considera “inventada” por una persona, sino que está fundada a partir de un acontecimiento que sobrepasa la realidad humana y que tiene un origen sagrado. Por esto hablamos de revelación, porque se considera que algo o alguno ha traspasado el velo del Misterio por iniciativa de lo divino que querer mostrarse. Pero el revelarse del Misterio desvela tanto como vela, porque Dios, lo divino, lo trascendente, está atravesado por un excedente que lo preserva en su inagotablidad.
No es posible comprender una religión sin captar su núcleo fundante, aquella experiencia o acontecimiento originario que la excede desde el comienzo y la atrae a la vez desde el fin, porque en toda experiencia religiosa, lo que está al inicio está al final y lo que está al final está al inicio, a la vez que se está llamado a ser vivido en el presente. No es posible captar ese núcleo sin abrirse a la experiencia integral que comporta. Por ello es tan difícil comprender en verdad un camino religioso que no sea el propio.
Hay algo muy importante a considerar: las religiones, siendo vías hacia el absoluto, tienen el peligro de absolutizarse a sí mismas. Aunque ellas mismas tienen el antídoto para no caer en este peligro, ya que todas se remiten a un Origen que las trasciende. En el caso del judaísmo, el nombre de YHVH es un no-Nombre, porque es un nombre impronunciable; en el islam, Allah Akbar, “Dios es siempre mayor”, recuerda que toda imagen o apropiación de Dios es idolatría; en el hinduismo, Brahman solo ha mostrado una cuarta parte de su ser; en el budismo, el vacío (sunyata) preserva de toda tentación de substantivación, lo mismo que en el taoísmo, donde el Tao, el flujo de todas las cosas, no se deja atrapar en ninguna.
Para nosotros, en el cristianismo, se trata del dinamismo del acontecimiento pascual: la muerte y resurrección de Jesús suceden fuera del perímetro de Jerusalén, rasgando el velo del templo. Esto significa que ninguna religión puede delimitar el espacio sagrado donde se manifestará Dios, sino que Dios sobrepasa todos los lugares que le asignamos.
En definitiva, las religiones se han gestado en el corazón de las comunidades y culturas humanas para proporcionar tanto en las personas como en las comunidades la triple apertura a la realidad: hacia la trascendencia abren a la vía mística; hacia las relaciones interpersonales abren la vía ética; y hacia el cuidado y respeto por la tierra abren la vía ecológica.
Siendo completas cada una en sí mismas, hoy descubrimos más que nunca la necesidad de compartir su sabiduría y sus hallazgos milenarios para poder habitar en esta casa común.
Comentarios desactivados en La administración Trump da a las agencias de adopción libertad para rechazar a las parejas homosexuales por razones religiosas
El Presidente Donald Trump con el Vicepresidente Mike Pence y el Secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS) Alex Azar
Una regla propuesta por la administración de Trump permitiría a las agencias de adopción y cuidado de crianza negar sus servicios a L.G.B.T. familias basadas en la fe.
La administración Trump busca revertir una regla de la era Obama que clasificaba la orientación sexual y la identidad de género como clases protegidas de la discriminación. Los activistas LGBT+ han condenado la medida de la administración Trump de proporcionar fondos federales para las agencias de adopción que discriminan a las parejas homosexuales.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) publicó el pasado viernes una nueva guía que busca eliminar que anularía una política de diciembre de 2016 que incluía la orientación sexual bajo su definición de discriminación. En concreto, el requisito de que los beneficiarios de subvenciones federales, incluyendo las agencias de adopción y de cuidado de crianza, “deben tratar como válidos los matrimonios de parejas del mismo sexo”.
Al mismo tiempo, los cambios propuestos eliminarían las reglas de no discriminación de la era de Obama, que establecen que no se debe negar a las personas los servicios del HHS “por motivos de edad, discapacidad, sexo, raza, color, origen nacional, religión, identidad de género u orientación sexual”.
El anuncio ha provocado la ira de grupos y aliados de igualdad de derechos, que acusaron a la administración Trump de tratar de desentrañar silenciosamente las protecciones para las personas LGBT+.
La regla propuesta podría publicarse en el Registro Federal tan pronto como el lunes, seguido de un período de comentarios de 30 días. Después de eso, los comentarios se cerrarán y se convertirá en la regla final.
La propuesta tendría efectos “enormes” y afectaría la vida de una gran cantidad de personas, dijo el sábado Denise Brogan-Kator, directora de políticas de Family Equality, una organización de defensa de familias lesbianas, gays, bisexuales y transgénero.
A los niños se les ‘negarán hogares y familias amorosas’ bajo la regla de la adopción. Tom Pérez y Earl Fowlkes, del Comité Nacional Demócrata, dijeron: “Las reglas propuestas por la administración Trump reducirían el progreso logrado bajo el presidente Obama y allanarían el camino para que a los niños se les nieguen hogares y familias amorosas. Más de 100.000 niños están a la espera de ser adoptados, y esta medida sólo reduce el número de familias capaces de adoptarlos.”
Los críticos, como la Sra. Brogan-Kator, dijeron que la regla permitiría a las organizaciones colocar sus creencias religiosas personales por encima de las necesidades de los niños bajo su cuidado, pero la administración respondió que no estaba evitando que L.G.B.T. personas de adoptar. “La administración está revocando una regla de la era de Obama que se propuso a las 12 en punto de la última administración que pone en peligro la capacidad de los proveedores basados en la fe para continuar sirviendo a sus comunidades”, dijo la Casa Blanca en un comunicado el sábado. “El gobierno federal no debería estar en el negocio de obligar a los proveedores de bienestar infantil a elegir entre ayudar a los niños y su fe”.
Según la Red de Adopción, hay más de 400,000 niños en el sistema de cuidado de crianza en los Estados Unidos. Más de 114,000 no pueden ser devueltos a sus familias y están esperando ser adoptados.
El Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la UCLA estimó en un informe que 114,000 parejas del mismo sexo en 2016 estaban criando niños en los Estados Unidos. Las parejas del mismo sexo con hijos tenían muchas más probabilidades de tener un hijo adoptivo que las parejas de diferentes sexos con hijos, 21.4 por ciento versus 3 por ciento, según el informe.
Alphonso David, presidente de la Human Rights Campaign (Campaña de Derechos Humanos), en una declaración calificó la propuesta de “horrible” y dijo que “permitiría la discriminación en todo el espectro de los programas del HHS que reciben fondos federales. La Casa Blanca de Trump-Pence se basa en el mismo razonamiento legal defectuoso que usaron en el pasado para justificar la discriminación contra L.G.B.T.Q. personas y otras comunidades “, dijo.
Tony Perkins, presidente del Consejo de Investigación Familiar, un grupo que apoya causas socialmente conservadoras y cristianas, dijo el viernes que la noticia fue “tremenda” para los niños, las madres biológicas y las familias adoptivas. “Gracias al presidente Trump, las organizaciones benéficas serán libres de cuidar a los niños necesitados y operar de acuerdo con sus creencias religiosas y la realidad de que a los niños les va mejor en un hogar con una madre y un padre casados”, dijo Perkins en un comunicado.
Comentarios desactivados en “La explicación creyente es mucho más sólida racionalmente que la increyente”
El estudioso de las religiones Reza Aslan.
Qué decimos cuando decimos Dios. Dialogando con el profesor Reza Asia
“Dios es una idea. No me interesa la pregunta sobre si existe o no”. Así comienza el libro “Dios, una historia humana”, publicado por Taurus, de Reza Aslan, profesor de la Universidad de California e investigador de la historia de las religiones
A diferencia de él, entiendo que lo que los deístas y teístas decimos cuando decimos que Dios es una explicación racionalmente consistente a partir de las evidencias científico-empíricas es una explicación racionalmente más consistente que la explicaciones alternativas, sean ateas, antiteístas e, incluso, agnósticas; particularmente, las que fundan su increencia en cosmovisiones o interpretaciones partidarias del materialismo bruto y del azarismo o casualismo
En mi libro “Ateos y creyentes: qué decimos cuando decimos Dios”, publicado por PPC y que verá la luz en pocas semanas, abordo este asunto. Creo que puede contribuir a la cuestión, ya que nos hemos adentrado en una época en la que conviene recuperar el debate -para nada, nuevo u original, aunque necesario- sobre la mayor firmeza racional de estas diferenciadas interpretaciones
Por otro lado es perceptible, a medida que se avanza en el debate entre creyentes e increyentes, la sorprendente convergencia de razones a favor de la mayor solidez de la interpretación creyente. Hay algún autor que, incluso, la califica de “abrumadora”
Yo también, como el admirado José María Castillo, he leído el informe sobre el libro del profesor Reza Aslan, de la Universidad de California e investigador de la historia de las religiones (“Dios. Una historia humana”, Taurus) que, publicado por El País el pasado 25 de septiembre, lo encabezaba el siguiente entrecomillado: “Dios es una idea. No me interesa la pregunta sobre si existe o no”.
A diferencia de él, entiendo que lo que los deístas y teístas decimos cuando decimos Dios es una explicación racionalmente consistente a partir de las evidencias científico-empíricas que se vienen alcanzando en la astrofísica, en la protobiología y antropología contemporáneas. Pero no solo en estos saberes. Y que es una explicación racionalmente más consistente que la explicaciones alternativas, sean ateas, antiteístas e, incluso, agnósticas; particularmente, las que fundan su increencia en cosmovisiones o interpretaciones partidarias del materialismo bruto y del azarismo o casualismo.
Me tomo la libertad de dar a conocer un par de páginas del libro en el que abordo este asunto y que, publicado por PPC, verá la luz en unas pocas semanas: “Ateos y creyentes: qué decimos cuando decimos Dios”. Creo que puede contribuir al debate sobre la cuestión.
A lo largo de los últimos años, apunto en dicha publicación, han sido bastantes las personas que me han invitado a escribir sobre las trasparencias y anticipaciones seculares en las que es perceptible lo que decimos cuando decimos Dios. Entendían que en ello estaba en juego algo tan importante como la consistencia racional de la fe y de la teología.
El árbol de la ciencia
Es cierto que tampoco han faltado otras que me han manifestado su escepticismo al respecto. E, incluso, quienes me han dicho -amigablemente, por supuesto- que se trataba de un proyecto ingenuo e inútil, habida cuenta de la potencia argumentativa que presenta el ateísmo en las sociedades más desarrolladas y del espléndido futuro que, según sus pronósticos, le aguarda. Son ellos quienes -con nombres y rostros y, tras largos e intensos diálogos, e, incluso, amistad compartida desde la infancia- he tenido delante, y de manera preferente, escribiendo el presente libro. Se puede decir que, en alguna medida, son los “responsables” indirectos de estas líneas… Indirectos porque, como es evidente, el primer y único responsable (sin comillas, en esta ocasión) de lo aquí escrito soy yo y nadie más que yo.
Pero tengo que manifestar que, junto a los diálogos mantenidos y a las sugerencias recibidas, existe también una inquietud personal que atraviesa de principio a fin todas y cada una de estas páginas: entiendo que ha llegado la hora de prestar atención de nuevo a la consistencia racional de la idea de Dios a partir de las pruebas científico-empíricas que se vienen alcanzando desde hace años, concretamente, en la cosmología, en la biología y en la antropología modernas. Y creo que es algo que se puede hacer sin renunciar al imaginario -en mi caso, cristiano- de un Dios Amor y Justicia que, transparentándose en tantos millones de crucificados de todos los tiempos es perceptible, a la vez, como Belleza, atrayente y fascinante por sí misma.
Además, creo que he de hacerlo dialogando con los llamados “nuevos ateos”, es decir, con aquellas personas que cuestionan en la actualidad la solidez argumentativa y la verdad de lo que decimos cuando decimos Dios tanto a la luz de las evidencias científico-empíricas como de las conclusiones a que están llegando la antropología y la filosofía modernas e, incluso, apoyados en algunas aportaciones teológicas y exegéticas de los últimos decenios.
Pero pienso, además, que he de andar este camino acompañado de los que me atrevo a llamar los “nuevos creyentes”; y, en concreto, de tres personas que, habiendo sido ateas, han descubierto que las explicaciones deísta o teísta son mucho más consistentes que la increyente en la que se habían mantenido hasta entonces y que, incluso, alguno de ellos, había liderado durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX.
Aunque los elegidos han sido Anthony Flew, Francis S. Collins y Clive Staples Lewis, bien podrían haber sido otros. En la confrontación autocrítica que mantienen consigo mismos y crítica con sus ex – compañeros ateos se aprecia, más allá de que se puedan aceptar o no sus argumentos, una admirable frescura y libertad de pensamiento que agradezco.
Comparto con ellos que la explicación creyente es mucho más sólida racionalmente que la increyente a partir de las pruebas alcanzadas por la astrofísica, la protobiología y la antropología contemporáneas. Si es cierto que éstas han venido siendo para los ateos, tipificados como “científico-empíricos”, señales inequívocas en apoyo de su cosmovisión increyente, también lo es que son signos o “murmullos” (E. Hillesum) en los que se trasparenta aquello a lo que nos referimos los creyentes cuando decimos Dios.
Y también estoy de acuerdo con ellos en que nos hemos adentrado en una época en la que conviene recuperar el debate -para nada, nuevo u original, aunque necesario- sobre la mayor firmeza racional de estas diferenciadas interpretaciones.
Pero, antes de adentrarme en el diálogo, hay algunas consideraciones previas que me parece oportuno resaltar.
La primera, para recordar que todos podemos entrar en este debate ya que la cuestión que se plantea no es de orden científico-empírico, sino explicativo: discernir la mayor o menor fortaleza racional de las distintas interpretaciones a las que dan pie dichas pruebas.
Para esto no es necesario serun especialista en astronomía, en biología o en antropología, sino tener un conocimiento suficiente de los resultados que se van alcanzando y, por supuesto, de las diferentes explicaciones (ateológicas o teológicas) a las que dan pie con el fin de evaluar la mayor o menor fuerza racional de todas y de cada una de ellas.
Por eso, el lector se encontrará con expresiones tales como “científico-filósofo” o “cosmólogo-filósofo” y “biólogo-filósofo” e, incluso, “científico-ateo” o “nuevos creyentes”. Con ellas quiero indicar que en este debate también intervienen, aportando sus explicaciones filosóficas, teológicas o ateológicas, muchos astrofísicos, astrónomos, biólogos, protobiólogos, antropólogos, zoólogos o científicos del comportamiento social. Y que la fortaleza de sus respectivas interpretaciones no descansa en el reconocimiento de sus aportaciones científico-empíricas, sino en la mayor o menor consistencia racional que presenten, sean deístas, teístas o ateas. Este es el criterio que, fijando los términos del diálogo, lo abre a todo aquel que, sin ser investigador, esté interesado en el mismo.
La segunda, para estar muy atentos a la riqueza y novedad que presenta entre los nuevos creyentes lo que éstos entienden por Dios. Y con ellos, entre muchos deístas o teístas que vienen abriendo, desde hace años, la idea de Dios a nuevos horizontes. Entiendo que tales aportaciones son perfectamente articulables con otras más tradicionales, sean de orden sacramental, escriturístico o magisterial que, definitivas en su tiempo, requieren ser repensadas y reformuladas en el nuestro. Actualmente no se puede hablar de aquello a lo que nos referimos cuando decimos Dios sin tener presentes estas explicaciones.
La tercera, para aclarar que no abordo la cuestión del agnosticismo con sus legítimas y necesarias diferencias: el metodológico, el ateo y, también, el creyente y teológico. Creo que es una importante cuestión que hay que abordar con mayor detenimiento en el momento en que se trate la explicación que defiende, como argumentadamente incuestionable, la absolutez de la finitud y de nada más que la finitud y la crítica a la que queda sometida tal interpretación, entre otros, por parte de los pensadores a quienes me he atrevido a denominar “agnósticos trágicos” y, a veces, “nihilistas trágicos”.
La cuarta, para constatar, el extrañamiento y marginación del hecho religioso, de las distintas explicaciones, del diálogo interreligioso y de los debates entre ciencia y fe por una parte de la universidad española, a diferencia del espacio institucional que tienen asignado en la cultura anglosajona.
Entre nosotros es muy frecuente que, al no ser considerados temas dignos de ser estudiados por sí mismos o de manera interdisciplinar, acaben sometidos al criterio de las filias o fobias que vierte el catedrático o el profesor de turno. Sobran ejemplos sobre algunos de los comentarios formulados al respecto, llamativos, además, por su falta de rigor y solidez racional. Quizá algunas universidades, recelando de la carga confesional que pudiera presentar esta materia, hayan preferido desecharla, a la espera de mejores tiempos que, con frecuencia, suele ser la manera políticamente correcta de decir “nunca”.
Pero también es probable que el apartamiento de este saber y de su correspondiente institucionalización académica obedezca, en otras, únicamente a una laicidad excluyente y ciega, dispuesta a renunciar, sin reparo alguno, a lo que es más propio de la “universitas”: la investigación racional en libertad de todo y, en este caso, del hecho religioso en sí y de las diferentes explicaciones o cosmovisiones en las que se visualizan. Dando por normal (y hasta es posible, que como progresista) semejante política, renuncian a investigar un fenómeno que, omnipresente, ha marcado -y sigue marcando, para bien o para mal- la historia de la humanidad.
Hay una quinta consideración que también entiendo necesaria. Hace tiempo que conozco a Manuel Tello, en la actualidad profesor emérito de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) tras haber sido catedrático de Física de Materia Condensada en dicha Universidad. La vida ha permitido encontrarnos en diferentes ocasiones. La última ha sido la lectura de un artículo suyo en El Correo: “Los científicos y Dios” (15 de febrero de 2019) denunciando la ligereza y temeridad de quienes proclaman que “todos los científicos son ateos” y que “Dios no existe”. “Un científico, indicaba Manuel Tello, hace un flaco servicio a la ciencia cuando, en nombre de esa ciencia, realiza afirmaciones falsas o sin rigor”. “Afirmar que no existe, argumentaba, exige una demostración. ¿Conocen alguna demostración sobre la no existencia de Dios”?
La lectura de este texto, las muchas conversaciones tenidas al respecto y su trabajo universitario explican que le haya invitado a redactar el prólogo de este libro. E, igualmente que, habiéndolo leído, entienda su modestia, pero también que me vea obligado a indicar -como imprescindible contrapunto- los motivos de dicha invitación; además, por supuesto, de manifestarle mi agradecimiento.
Concluyo resaltando un último punto que, a pesar de no quedar enfatizado con la fuerza requerida a lo largo de esta publicación, es perceptible a medida que se avanza en el debate entre creyentes e increyentes: la sorprendente convergencia de razones a favor de la mayor solidez de la interpretación creyente. Hay algún autor que, incluso, la califica de “abrumadora”.
Comentarios desactivados en Identificaron al principal sospechoso del crimen de odio de Nicole Saavedra
Un celular y ADN: las pruebas claves que identificaron al asesino de Nicole Saavedra
A tres años del asesinato de Nicole Saavedra Bahamondes (23), la policía de Investigaciones (PDI) logró identificar como presunto autor del homicidio al chofer Víctor Alejandro Pulgar Vidal, quien en la actualidad ya cumplía condena por violar a una niña. Además, hay un tercer proceso criminal en su contra, también por el delito de violación de otra mujer menor de 18 años.
Por Airam Fernández, desde Santiago de Chile
La familia de Nicole Saavedra cree que después de tres largos años sin avances, al fin están cerca de la justicia. El martes en la noche, su prima dio a conocer que se identificó al asesino de la joven lesbiana. El acusado, Víctor Alejandro Pulgar Vidal, ya estaba detenido, cumpliendo condena por otros delitos.
En rueda de prensa, este mediodía la Fiscal Regional Claudia Perivancich y el Prefecto Inspector Sergio Muñoz, Jefe Regional de la Policía de Investigaciones (PDI), confirmaron la información dada por la familia. Perivancich dijo que tras “reorientar” la investigación y los antecedentes con los que contaban hasta la fecha, encontraron el celular de Nicole. Lo tenía una pariente de Pulgar. Luego realizaron una prueba de ADN y determinaron su relación con este crimen, con una muestra que coincidió con las que hallaron en el cuerpo de la joven de 23 años.
La fiscal no descartó la participación de terceros en este caso y dijo que es un aspecto que se buscará esclarecer en el plazo de investigación que otorgue el Tribunal de Garantía de Quillota. Añadió que el 13 de noviembre, Pulgar será formalizado (procesado) nuevamente, esta vez por el homicidio de Nicole. También dijo que la motivación del asesinato “todavía es parte de las indagaciones”.
Qué pasó desde el 18 de junio de 2016
A Nicole Saavedra la vieron viva por última vez la mañana del 18 de junio de 2016. La noche anterior había estado en una fiesta hasta el amanecer, cuando partió a su casa en El Melón, pero nunca llegó. El 25 de junio encontraron su cuerpo en el Embalse Los Aromos de Limache. La autopsia confirmó que murió de múltiples traumatismos en el cráneo y rostro y que fue violada antes de ser asesinada.
Desde el principio, la familia creyó que la mataron por ser lesbiana. Muchas veces exigieron en la calle y formalmente ante la Justicia que la causa se tipifique como “crimen de odio por lesbicidio”. En una de las protestas, su prima y otras mujeres fueron detenidas e imputadas por daños y destrozos a la propiedad pública. El caso pasó por manos de tres fiscales y los pedidos familiares nunca fueron escuchados.
Quién es el acusado
El jefe regional de la PDI señaló que Pulgar se desempeñaba como chofer de micro en el sector donde desapareció Nicole. El pasado 5 de agosto, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Quillota lo condenó a 10 años de prisión por los delitos de violación y abuso sexual a una menor de 14 años, en reiteradas ocasiones, entre 2012 y 2014.
“Lo que sabemos es que esta persona cometió violaciones previas contra una menor de edad y por ese caso se encontraba con una orden de detención pendiente. Estaba siendo buscado cuando comete el delito contra Nicole. Si hubiera sido detenido y condenado en su momento, Nicole estaría viva”, subrayó Silvana del Valle, abogada querellante del caso.
María Bahamondes, prima de la víctima y quien asumió las diligencias del caso desde el principio, dijo a Presentes que la noticia es resultado de las movilizaciones que coordinaron durante estos tres años: “Nada hubiera pasado sin este trabajo en conjunto con el movimiento lesbofeminista. Ahora sólo pedimos la pena máxima para este sujeto”.
La vocera del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Daniela Andrade, sostuvo que “hoy se ha avanzando en justicia y verdad para Nicole. Esperamos que se siga por este rumbo y exista efectiva reparación, con la aplicación de la agravante de la Ley Zamudio, la cual es pertinente porque no solo incrementa las penas en delitos motivados por la orientación sexual, sino también por el sexo de las personas”.
De acuerdo a los informes Anuales de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género elaborados por el Movilh, desde el 2002 a la fecha se han conocido de 43 crímenes homofóbicos o transfóbicos.
Comentarios desactivados en “Dios no puede ser un objeto mental elaborado por nosotros”, por José María Castillo
De su blog Teología sin censura:
“Este es mi mandato: que os améis unos a otros como yo os he amado (Jn 13, 34). Así y en eso es dónde y cómo se encuentra a Dios. Según el Evangelio, no hay más camino que ése. Cree en Dios el que antepone el bien y la felicidad de los demás a todo lo demás“
El diario El País publicó, el pasado día 25 de septiembre, un extenso informe (toda una página) en el que informaba del reciente libro que ha publicado el profesor Reza Aslan, de la Universidad de California. Aslan es un estudioso investigador de la historia de las religiones, ha publicado un libro (Dios. Una historia humana, Taurus) que está dando que hablar.
Según el profesor Aslan, “Dios es una idea”, modelada por los hombres, según les ha interesado o les ha convenido. Por eso hay tantos “dioses”. Porque los intereses y las conveniencias de los hombres, los pueblos y las culturas han sido (y son) tantos y tan contradictorios, que cada individuo o cada cultura se ha inventado el “dios” que le convenía o le venía mejor.
No voy a discutir todas y cada una de las ideas, que propone Reza Aslan. Para eso haría falta un libro, quizá varios. Por eso me voy a limitar a discutirle al profesor Aslan una sola cosa, que es el punto de partida de todo lo demás que dice en su libro. Como ya he dicho, según Aslan, “Dios es una idea”, que no conocemos ni interesa. Y no sabemos si existe o no existe. Porque, con solo una idea, no vamos a ninguna parte.
Pues bien, esto supuesto, lo primero y lo más elemental, que hay que decirle al Sr. Aslan (y a todos los que piensan como él) es que “Dios no es una idea”. Ni puede serlo. Porque Dios es el Trascendente. Ahora bien, la Trascendencia – como ya explicó Tomás de Aquino – “está sobre todo cuanto podemos decir o entender” (“supereminentius quam dicatur aut intelligatur”. De Potentia, q. VII, a. V). Y no podemos entenderlo porque el cerebro humano no puede pensar nada más que “objetivando” y, por tanto, “cosificando” lo que piensa. Es decir, lo que “pensamos” es una realidad que “objetivamos” en nuestra mente. Un “objeto mental”, eso es una “idea”. Y con “objetos mentales” elaboramos nuestros pensamientos y nuestras ideas (cf. Paul Ricoeur).
Ahora bien, Dios no puede ser un objeto mental elaborado por nosotros. De ahí que sabiamente Sophie Nordmann, en su Phénomenologie de la Transcendence, ha dicho con precisión: “Ser trascendente no significa ser infinitamente superior, sino simplemente incomunicable a otro orden absolutamente distinto” (pg. 10). Lo que significa, ni más ni menos, que Dios no está a nuestro alcance. Dios está más allá del horizonte último de todo cuanto podemos saber o conocer.
Sólo dos, de las grandes religiones, se han dado cuenta de este problema: el budismo y el cristianismo. El budismo ha sido más consecuente. Y al darse cuenta de que Dios y el Ser humano se sitúan en dos ámbitos totalmente distintos de conocimiento, ha prescindido de Dios. Y se ha quedado sólo con el Dharma, que nos funde en uno a la naturaleza y al yo (Kotaró Zuzuki). Es una solución coherente. Pero tiene el peligro de centrar al ser humano en sí mismo, de forma que cuando encuentra el Dharma, encuentra la paz y se queda en eso. No atendiende debidamente al sufrimiento del mundo y al consiguiente estancamiento social (cf. John K. Galbaith (Ambassador’s Journal, 1969).
La solución, que el cristianismo le ha dado a este problema, está en Jesús, tal como lo presenta el Evangelio. En Jn 1, 18 se nos dice: “A Dios, nadie lo ha visto jamás. Jesús (el Hijo) nos lo ha dado conocer”. O sea, en Jesús de Nazaret, Dios se “encarna”, es decir, “se humaniza”. Y hasta se funde con lo humano, de forma que el mismo Jesús le dijo a uno de sus discípulos: “Felipe, el que me ve a mí, está viendo al Padre (Dios)” (Jn 14, 9). Jesús, su forma de vida, su conducta, sus preferencias, su existencia entera, desde el nacimiento en un establo hasta la muerte como un delincuente, Jesús nos revela a Dios. Y así, nos dice cómo es Dios, lo que quiere Dios y, sobre todo, dónde y cómo encontramos a Dios: “Lo que hicisteis con uno de estos, a mí me lo hicisteis” (Mt 25, 40).
No identifiquemos a Dios con la religión. Ni Dios (que es “trascendente”) es un componente de la religión (que es “inmanente”). Es más, la experiencia religiosa, tal como la practica mucha gente, ya no es de fiar (Th. Ruster). La religiosidad, que nos lleva a Dios, es la que nos enseñó Jesús con su vida. Y a Dios lo encuentra quien cumple el mandamiento que nos dejó Jesús: “Este es mi mandato: que os améis unos a otros como yo os he amado” (Jn 13, 34). Así y en eso es dónde y cómo se encuentra a Dios. Según el Evangelio, no hay más camino que ése. Cree en Dios el que antepone el bien y la felicidad de los demás a todo lo demás. Dejémonos de especulaciones y teorías. Sólo la vida que cada cual lleva, eso es lo que nos lleva a Dios.
Comentarios desactivados en Las ‘Religiones por la Paz’ se reafirman en su “responsabilidad compartida para el bien común”
Se comprometen en Lindau “en la cooperación multirreligiosa para la paz positiva”
“Nuestros corazones lloran frente al abuso de nuestros credos, sobre todo cuando ellos son distorsionados para alimentar la violencia y el odio”, lamentan en una declaración final compartida
“Prometemos proteger a las comunidades vulnerables y defender los derechos humanos contra las graves injusticias. Nos comprometemos en denunciar la corrupción y apoyar el buen gobierno”, aseguran
| RD/AsiaNews
“Hacer progresar el compartir de bienestar es (una cosa) concreta. Nos comprometemos en aumentar el bienestar compartido previniendo los conflictos, promoviendo sociedades justas y en armonía, el desarrollo humano sustentable e integral y protegiendo a la tierra”: es el compromiso tomado por 900 representantes de todas las religiones, reunidos del 20 al 23 de agosto en Lindau, en Alemania, para la 10ma Asamblea mundial de “Religions for Peace” (Religiones por la paz), una organización internacional e interreligiosa.
A AsiaNews, Mons. Félix Machado, arzobispo de Vasai (en Maharashtra) y miembro de la asociación ya desde sus inicios en los años 70, nos cuenta: “Fue una experiencia fantástica. Conozco a tantos participantes y ya he trabajado con muchos de ellos”.
El evento reunió a líderes religiosos, activistas y exponentes políticos de 125 países de todo el mundo. Al final, todos los representantes han votado un documento compartido. Los participantes reconocen de no “estar a la altura” delante de los desafíos que amenazan la paz y el bienestar: “Nuestros corazones lloran frente al abuso de nuestros credos, sobre todo cuando ellos son distorsionados para alimentar la violencia y el odio”. “Nuestra alianza- subrayan- honra nuestras diferencias religiosas” y está convencida que toda la humanidad tenga una “responsabilidad compartida para el bien común, que significa ocuparnos de cuidarnos unos a otros, de la tierra y de su total tejido de vida”.
Los asociados enumeran los “pesos” del mundo actual: ante todo la guerra, que “mata. mutila y destruye la vida de inocentes; la pobreza extrema, que ha creado 65 millones entre prófugos, refugiados internos y migrantes; la carrera a los armamentos; el calentamiento global, la deforestación de los bosques, el envenenamiento de los mares; la violación de los derechos humanos y del estado de derecho; pocos super ricos que poseen cuánto cuatro mil millones de personas; las “falsas noticias” que distorsionan la realidad para ocultar “verdades inconvenientes” y difundir “convenientes ilusiones”.
“Nuestras diferentes experiencias de los sagrado- evidencian- hacen claro que todos nosotros no estamos ligados a la raíz”. Por lo tanto “somo ya sea responsables y dependiente los unos de los otros y de la tierra que nos cobija”. Ellos reafirman la fundamental importancia de la libertad “que guía a través de la desesperación el nihilismo, rechaza el narcisismo del consumismo sin razón y expresa a sí misma como curación radical para todos”.
“A nuestro compromiso por insustituible importancia de de los derechos humanos-continúan- agregamos la preocupación fundamental en el cultivar las virtudes, aquellos usadas orientaciones de valor que despliegan y esculpen nuestras potencialidades humanas, comprendidas nuestras potencialidades para los estados más elevados de misericordia, compasión y amor. Para nosotros, el trabajo de ser virtuosos es difícilmente un acto solitario; sino más bien, este es un acto de ‘solidaridad’ que refuerza la tolerancia necesaria. Cultivar la virtud contrasta la ignorancia, el egoísmo individual y de grupo que mutilan la auténtica comunidad”.
En concreto, prevenir y transformar los violentos conflictos quiere decir actuar a través de la educación ya desde la infancia, “focalizándose en los valores compartidos, la literatura religiosa y las narraciones de paz”. Promover sociedades justas y en armonía, significa “acoger al otro”. “Nos comprometemos en instilar respeto, reciprocidad y solidaridad. Prometemos proteger a las comunidades vulnerables y defender los derechos humanos contra las graves injusticias. Nos comprometemos en denunciar la corrupción y apoyar el buen gobierno”.
Los participantes reafirman la voluntad de cultivar el desarrollo humano integral: promoviendo justicia, ciudadanía inclusiva e iguales oportunidades; siendo “campeones” del consumo sustentable y del progreso de la tecnología “hacia el bien de todos”; mejorando el acceso a la instrucción, promoviendo el rol de las mujeres y de los jóvenes en la sociedad y en los puestos de mando.
“Queremos estar en primera línea- afirman- en el desarrollo de imperativos morales y religiosos para obrar en el campo de cambio climático, luchando contra la degradación ambiental, como nos recuerdan nuestros hermanos y hermanas de las comunidades indígenas”.
“Guiados por los principios de nuestras tradiciones religiosas-dicen en conclusión- y en el respeto de las diferentes religiones, nos comprometemos en la cooperación multirreligiosa de sanos principios para la paz positiva”.
Comentarios desactivados en Suresh Ramdas, mister Gay India y su lucha por superar la estigmatización y los prejuicios
Al crecer, mis padres me mostraron mucho amor y cuidado. Pero fuera de casa, la gente me trataba diferente. Me dijeron que era moreno y me intimidaban. Solían llamarme Kala, Kalia o Blackie, y me hacían sentir mal.
Además, desde muy joven me di cuenta de que era diferente a los otros chicos de la escuela. Mi comportamiento y mis modales eran femeninos. Se burlaron de mí. Me llamaban chakka, hijra, ombathu. Hubo muchas veces en que quería dejar de vivir. Intenté suicidarme tres veces. Después del tercer intento, juré no volver a hacerlo.
Junto con esto, sentía algo por los chicos. No estaba seguro de por qué. Pude ver que los otros chicos sentían algo por las chicas. Asustado, me aseguré de que estos sentimientos no salieran a la luz. Esta confusión continuó hasta la universidad.
Vivir una doble vida en la India
Gracias a Internet, pude darme cuenta de que no era el único hombre en este mundo con una atracción por los chicos. Una noche, durante las conversaciones con uno de los chicos que conocí en línea, me di cuenta de que era gay. Caminando de vuelta a la habitación de mi hostal, me dije a mí mismo: ‘Soy gay’. Y me sentí bien. El impacto que esas palabras tuvieron en mí me tomó por sorpresa.
Después de la universidad, en el trabajo, me hice amigo de mis colegas. Durante mis días de trabajo, era bastante gay durante los fines de semana y en los días de semana, constantemente me aseguraba de ocultar mi homosexualidad, pensando que no debería afectar mi carrera.
Viví una vida dual frustrante. Mis colegas solían contar chistes de gays en la cena o en las copas. Me reía, pero por dentro, me sentía mal. Esta ocultación continuó durante un par de años. Decidí salir en Nochevieja del 2006.
Una hora después de medianoche, después de un vodka fuerte, les di la noticia. Los dos chicos presentes estaban un poco sorprendidos y molestos, principalmente porque no había confiado lo suficiente en ellos como para decírselo antes. Sin embargo, las dos chicas estaban encantadas y felices por mí. Dijeron que siempre sabían que había algo diferente en mí y que no les importaba en absoluto. También estaban muy orgullosos de que diera un paso tan audaz para ser quien soy y vivir mi vida.
Salir con mis padres
Cuando se lo dije a mis padres, me sentía muy cómodo con mi sexualidad. Eso no hizo que fuera más fácil decírselo. Alrededor de cuatro años antes de salir del armario, mis padres habían empezado a ver chicas por mí, pensando que llevaría tiempo encontrar la pareja adecuada para mí.
Durante esos días, solía decirle a mi madre que no quería casarme. Pensaron que estaba evitando asumir responsabilidades. Mis amigos íntimos empezaron a casarse y esto aumentó la presión.
El proceso de emparejamiento seguía y seguía. No pudieron encontrar a una chica cuyo horóscopo coincidiera con el mío. Le dije a mi madre que tal vez fue una decisión de Dios. Sin embargo, pude ver que mis padres se preocupaban por todo esto. Pedí la opinión de las novias que estaban casadas: ¿Podría casarme con una chica por el bien de mis padres? Después de hablar con ellos, tomé una decisión: Nunca podría casarme con una chica y arruinar su vida para mantener a alguien feliz.
Finalmente, llegó el día que temía. Mis padres me dijeron que habían encontrado a una chica cuyo horóscopo coincidía con el mío. Se sintieron aliviados. Estaba aturdido y conmocionado.
Al día siguiente, llamé a mis padres a mi habitación y les dije que no me casaría. Cuando me preguntaron por qué, dije: ‘Soy gay’. Mi papá decía: “¿Qué es gay?”
Negarse a casarse con una mujer
Mi corazón se hundió aún más al darme cuenta de lo ingenuos que son mis padres. Las siguientes dos horas fueron realmente difíciles. Tuve que explicarles muchas cosas. Estaban enojados, disgustados, conmocionados y sollozando. Mantuve la compostura, pero a veces no podía evitar llorar. Era difícil ver a mis padres molestos por mi culpa.
También decidí no ceder a su chantaje emocional. En vez de eso, intenté la psicología inversa. Les dije que me enseñaron a ser sincero y honesto. Les dije que no sería feliz si me casaba con una chica porque no puedo amar a una chica. Y hasta dije que si querían que me casase para hacerlos felices, me casaría. Pero no sería feliz en absoluto. Eso los escandalizó aún más, ya que dijeron que querían que yo fuera feliz. Dentro, a pesar del drama, sentí un gran alivio y felicidad por habérselo contado.
Encontrar el amor
Mientras estaba seguro de mi orientación sexual, anhelaba amor y una pareja. Había salido con algunos chicos, pero nada iba más allá de tres meses. Así que lo dejé en manos del destino e incluso pensé que una pareja podría no ser para mí. En ese caso, hice listas de cosas que quería que se hicieran en su lugar.
Luego, en junio de 2016, conocí a un chico para tomar un café después de semanas de charlar en una aplicación de citas gay.
Yo era mayor (ahora tengo 37 años y Soham 27), y más oscuro. La gente en la India a menudo prefiere a las personas de piel clara y discrimina a las de piel oscura. Sin embargo, nos llevábamos bien. Nuestra primera cita fue mágica y hermosa.
Después de ese día, nos vimos siempre que pudimos. Mis sentimientos por él se hicieron más fuertes y empecé a enamorarme. Estamos mejorando nuestras vidas y apoyándonos unos a otros para alcanzar nuestras metas y sueños.
Con él a mi lado, quería hacer más por la comunidad. Me convertí en el cofundador de un grupo llamado Working With Pride. Esto ayuda a las compañías a crear grupos de recursos para empleados LGBTQ para que los lugares de trabajo sean más inclusivos. También comenzamos un programa de Liderazgo llamado Liderando con Orgullo.
Mr Gay World India
En julio de 2018, leí sobre el concurso de Mr Gay World India. No pensé que tendría ninguna oportunidad, pero pensé que sería una excelente oportunidad para mí para llegar a muchas más personas y romper con estereotipos como la edad, el color, la profesión y la región (ya que soy del sur de la India). Así que lo solicité. Lo di todo y lo pasé muy bien en esos tres días, y gané el título. Me siento muy orgulloso de ser el ganador y con esta atención quiero hacer más por la comunidad.
Después, representé a la India en el evento Mr Gay World 2019 en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Me colocaron entre los 10 primeros finalistas.
Suresh Ramdas – Mr Gay World India 2019
Ahora, paso tiempo asistiendo a varios eventos, talleres y creando conciencia sobre la comunidad LGBTQ. Destacar los retos a los que se enfrentan las personas transgénero es de particular importancia para mí, ya que necesitan nuestro apoyo más que nunca.
Mis padres todavía están pasando por el proceso de aceptación. Saben que gané el título de Mr. Gay World India y estaban de acuerdo con ello ya que no fue muy publicitado en los periódicos. Han conocido a mi novio y saben que tenemos una relación. Siguen aceptando mi sexualidad.
Suresh Ramdas vive en Bangalore, India. Puedes seguir a Suresh en Twitter (@sureshramdas) e Instagram (@sr81_mgwi)
Comentarios desactivados en “El terrorismo no tiene religión. La religión junta a las personas, no las separa”
Mujeres reivindican en Lindau su “gran potencial” como “constructoras de la paz”
“En mi religión, Dios habla a las mujeres tanto como habla a los hombres”, explica la musulmana Mehrézia Labidi-Maiza, primera vice-presidenta de la Asamblea Constituyente de Tunisia
“Las mujeres no podemos permitirnos que nos limiten solo al consumo de textos religiosos. Tenemos que co-crear y co-interpretar estos textos por nosotros mismas”
“No hay coerción en la religión. Tanto la Biblia como el Corán tienen doctrinas parecidas sobre esto”, coinciden los nigerianos cardenal John Onaiyekan y el sultán de Soko, Muhammad Sa’ad Abubakar III
“Hay gente que se está aprovechando de la violencia en Myanmar”, denuncia el cardenal Charles Bo, arzobispo de Yangon
“El terrorismo no tiene religión. La religión junta a las personas – no las separa”. Este ha sido el reclamo de esta mañana en el segundo día de la X Asamblea Mundial de Religiones por la Paz en la ciudad alemana de Lindau, dedicada en primer lugar a una mesa redonda sobre la “gran potential” de las mujeres como“constructoras de la paz”.
En el acto participaron Mehrézia Labidi-Maiza, primera vice-presidenta de la Asamblea Constituyente de Túnez y presidente de honor de la organización Religiones por la Paz; Layla Alkhafaji, ex-diputada iraquí, integrante de la junta directiva del Movimiento Al-Hikmah y exdirectora de Relaciones Internacionales de la Fundación Hakim; Nabila Makram, ministra egipcia de Immigración y representante del Consejo de Iglesias de Oriente Medio, y Houda Ezra Nonoo, exembajadora bareiní ante los Estados Unidos.
En total, cuatro mujeres ejemplares de las tradiciones sunita, chiita, judía y copta que compartieron sus experiencias como pacificadoras activas en la resolución de conflictos y la reconciliación.
“En mi religión, Dios habla a las mujeres tanto como habla a los hombres”, declaró la musulmana Labidi-Mehrezia. “Las mujeres no podemos permitirnos que nos limiten solo al consumo de textos religiosos. Tenemos que co-crear y co-interpretar estos textos por nosotros mismas”.
“Tener fe es una libertad, pero también un derecho y una responsabilidad – ¡y un deber!”, insistió.
Después de la mesa redonda, los asistentes a la Asamblea escucharon el trabajo de la organización Religiones por la Paz en los conflictos violentos en Nigeria y Myanmar (Birmania).
— African Council of Religious Leaders (@acrl_rfp) August 21, 2019
“No hay coerción en la religión. Tanto la Biblia como el Corán tienen doctrinas parecidas sobre esto”, coincidieron los representantes nigerianos, el cardenal John Onaiyekan y el sultán de Soko, Muhammad Sa’ad Abubakar III.
“Aunque yo no soy musulmán, defenderé su derecho de ser”, insistió Onaiyekan.
“Hay gente que se está aprovechando de la violencia en Myanmar”, denunciaron por su parte los representantes, incluyendo al cardenal Charles Bo.
Tras los actos de esta mañana, los participantes de la Asamblea participaron en el levantamiento de una escultura de madera de 7.5m de altura en forma de aro que será un símbolo permanente de la paz entre religiones en la ciudad de Lindau, en el Luitpoldpark.
Después, pusieron rumbo a una procesión interreligiosa por la ciudad con sus casi mil integrantes de 120 países de todo el mundo.
Comentarios desactivados en Lindau: capital mundial de las religiones
La ciudad alemana acoge, del 20 al 23, la X Asamblea Mundial de Religiones por la Paz
900 representantes de todas las confesiones, procedentes de un centenar de países, se dan cita al pie del lago Constanza
| RD/Agencias
Del 20 al 23 de agosto, la ciudad alemana a orillas del lago Constanza será sede de la X Asamblea Mundial de Religiones por la Paz. Al encuentro asistirán unos novecientos representantes de casi todas las confesiones.
Aunque Lindau no es una ciudad universitaria, esta urbe alemana de apenas veinticuatro mil habitantes atrae anualmente a científicos, filósofos y catedráticos de todas las áreas del saber. Allí tienen lugar, desde 1951, los Nobel Laureate Meetings, encuentros organizados para fomentar el intercambio de visiones entre investigadores que han recibido el Premio Nobel y colegas de otras generaciones, disciplinas y culturas. En Lindau también se desarrollan las prestigiosas Semanas de la Psicoterapia. Y, este año, la localidad a orillas del lago Constanza será sede de la X Asamblea Mundial de las Religiones por la Paz; provenientes de aproximadamente cien países, a la cita asistirán unos novecientos emisarios de casi todas las confesiones.
Las responsabilidades de las comunidades religiosas
Este coloquio interreligioso, que se celebra cada cinco años, será inaugurado el próximo martes por el presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y será clausurado el 23 de agosto. Ulrich Schneider, director ejecutivo de la institución que auspicia el evento –la Fundación Diálogo para la Paz de las Religiones Mundiales y la Sociedad Civil, creada en 1970–, asegura que todos los cultos estarán representados en su seno de una u otra manera. El economista Wolfgang Schürer, presidente de la fundación y exorganizador de los Nobel Laureate Meetings, aspira a que la X Asamblea Mundial de las Religiones por la Paz se distinga del creciente número de cumbres globales que hoy por hoy acaparan titulares a pesar de su intrascendencia.
Lindau: un lugar idílico para la discusión de temas espinosos
El Ministerio de Exteriores de Alemania, copatrocinador de la conferencia, comparte la expectativa de Schürer. Desde hace años se vienen registrando sucesos y fenómenos protagonizados por miembros de religiones mundiales –como las manifestaciones violentas de grupos fundamentalistas, por ejemplo– que superan la capacidad de respuesta de las instituciones estatales. En muchos casos, las fuerzas de la sociedad civil –con frecuencia, fuerzas de índole religiosa– pueden brindarle un apoyo importante al Estado y sus organismos. “Más allá de la cuestión confesional, las comunidades religiosas tienen una responsabilidad dentro de las sociedades y entre sociedades distintas”, comenta Andreas Görgen, que dirige el departamento de Cultura y Comunicación del Ministerio alemán de RR. EE. en Berlín.
Personalidades de alto rango
En la asamblea no sólo estarán presentes diplomáticos de Alemania, país anfitrión, sino también de otros Estados interesados en descubrir la manera más efectiva de integrar a las comunidades religiosas en la búsqueda y la conservación de la paz social en sus respectivos territorios. En otras palabras, la cita de Lindau también será un espacio para discutir temas espinosos y oír opiniones incómodas. Como muestra, un botón: ya están pautadas conversaciones a puerta cerrada entre delegados de Corea del Norte y del Sur, Birmania y Bangladesh, Sudán y Sudán del Sur. Este diálogo contará con personalidades de alto rango.
Entre otras, estarán presentes el expresidente y ex primer ministro de Timor Oriental Jose Ramos-Horta, quien compartió el Premio Nobel de la Paz con su compatriota, el obispo Carlos Felipe Ximenes Belo, en 1996; Miguel Ángel Moratinos Cuayubé, ex ministro español de Exteriores y ex representante de la UE para el proceso de paz árabe-israelí; el cardenal John Onaiyekan, quien juega un papel conciliador entre las religiones de Nigeria a pesar del terrorismo separatista de Boko Haram, y la activista Layla Alkahafaji, líder de la lucha contra la violencia de género en su Irak natal tras haber pasado diez años en la cárcel.
Schneider admite haber fracasado en su intento de conseguir que al menos un tercio de los asistentes fueran mujeres. No obstante, la violencia de género de carácter religioso es uno de los puntos más importantes de la agenda, junto a la protección de los lugares sagrados alrededor del mundo y el mejoramiento del escrutinio de los conflictos armados.
El escultor Gisbert Baarmann y su obra, “Anillo de la paz”, símbolo de la 10a. Asamblea Mundial de Religiones por la Paz en Lindau.
En total, cerca de 900 representantes religiosos de 100 países se darán cita en Lindau. Schneider subraya Ullrich Schneider, director de la Fundación Diálogo para la paz de las Religiones del Mundo y de la Sociedad Civil, en conversación con DW. Como símbolo de la unión y la paz se inaugurará la escultura Anillo de la Paz, del artista Gisbert Baarmann, de 7,5 metros de altura, un anillo con la forma de una cinta de Moebius, integrando el interior y el exterior, lo privado y lo público, en unidad y armonía.
La diversidad de países y religiones marcará a Lindau. Los organizadores alemanes confían en que la ciudad de un impulso favorable al diálogo y al encuentro. “Nuestra esperanza es”, dice Schneider, “que Lindau se convierta en un lugar permanente para el diálogo interreligioso y para impulsar la paz”. Si así fuera, entonces los representantes de las diversas religiones del mundo volverían a darse cita en Lindau, a orillas del Lago Constanza, dentro de cinco años.
Comentarios desactivados en Activistas piden más personajes LGBT religiosos mientras EastEnders estrena lesbianas musulmanas
Vicky Beeching (izquierda) y Khakan Qureshi. (Izquierda: Nicholas Dawkes. Derecha: Cortesía de Khakan Qureshi)
Los activistas, incluyendo a Vicky Beeching, están instando a los jefes de televisión a aumentar la representación de personajes religiosos LGBT+ en nuestras pantallas. Sus llamadas siguen a los informes de que EastEnders está a punto de presentar a una lesbiana musulmana por primera vez. Según The Sun, el personaje Iqra Ahmed (Priya Davdra) saldrá como gay a finales de este mes.
Vicky Beeching, una escritora gay y defensora de la igualdad, que trabaja para hacer de la iglesia un lugar más diverso e inclusivo, dijo que una mejor representación en los medios de comunicación ayudaría a mostrar a los televidentes que las personas pueden ser tanto religiosas como LGBT+.
“Hay una fuerte creencia en muchas comunidades religiosas de que uno no puede ser LGBTQ y una persona de fe”, dijo a PinkNews. “Esa era la visión con la que crecí y me obligó a quedarme en el armario hasta los 35 años. Ese paradigma empuja a la gente a elegir entre sus creencias y su identidad LGBTQ, lo cual es una situación inmensamente dolorosa y dañina”.
Los jóvenes de fe necesitan ver diversos modelos religiosos en la televisión, dice Vicky Beeching
Beeching, que fue una estrella del rock cristiano antes de salir como gay en 2014, explicó que luchó con este punto de vista desde su adolescencia hasta los treinta y pocos años, que fue “tan sombrío a veces” que incluso consideró el suicidio.
La joven de 40 años continuó diciendo que una mayor representación de personajes LGBT+ de origen religioso en la televisión ayudaría a los jóvenes que son LGBT+ y religiosos a sentirse menos solos. “Los medios de comunicación pueden ayudar a romper estos estereotipos obsoletos al incluir personajes que son tanto LGBTQ como religiosos; que son capaces de unir a ambos y vivir vidas felices y plenas“, continuó. “Los jóvenes de fe necesitan ver diversos modelos religiosos en línea y en la televisión.”
Beeching añadió: “Entonces, si ellos mismos son LGBTQ, sabrán que algunas comunidades de fe aceptarán y celebrarán ambos aspectos de su identidad. Salir será menos aterrador y sabrán que no están solos en el camino.“
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