Comienzan las bodas entre personas del mismo sexo en Puerto Rico
Las bodas entre personas del mismo sexo llegan a Puerto Rico, menos de un mes después de la histórica sentencia del Tribunal Supremo de los Estados Unidos (con jurisdicción sobre el estado libre asociado) que consideró inconstitucional prohibir el matrimonio igualitario. Una de las primeras bodas ha sido de hecho la celebrada entre Yolanda Arroyo y Zulma Oliveras, una de las parejas que en su momento recurrieron ante la justicia federal para ver reconocido su derecho a casarse.
Y es que, como en otros territorios vinculados a la jurisdicción del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, la historia del matrimonio igualitario en Puerto Rico no se puede desligar del ámbito judicial. En octubre del año pasado, y en sentido contrario a la de la inmensa mayoría de sus colegas de los Estados Unidos, el juez federal puertorriqueño Juan M. Pérez-Giménez dictaminaba que la ley que prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo en Puerto Rico era constitucional. Los demandantes recurrieron ante la Corte federal de Apelaciones del 1er. Circuito, bajo cuya jurisdicción se encuentra Puerto Rico.
La Corte de Apelaciones denegó sin embargo en abril la solicitud para fijar la fecha de presentación de los argumentos orales, estableciendo que en el plazo de 14 días desde la decisión del Tribunal Supremo las partes debían presentar sus propuestas de calendario para los procedimientos pendientes. En definitiva, se retrasaba la decisión hasta que el Supremo se pronunciase unas pocas semanas después. Conviene tener en cuenta que la Corte de Apelaciones del 1er. Circuito era una de las que no había tenido oportunidad de dirimir sobre la cuestión del matrimonio igualitario, porque en el resto de los estados de su jurisdicción (Maine, Massachusetts, New Hampshire y Rhode Island) este ya está vigente por decisión de sus Cortes Supremas, sus legislaturas estatales o incluso –en el caso de Maine– mediante referéndum.
Tras la sentencia del Tribunal Supremo, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del 1er. Circuito confirmaba el pasado 8 de julio por unanimidad que la prohibición del matrimonio igualitario en Puerto Rico atenta contra la Constitución de los Estados Unidos, y el gobernador Alejandro García Padilla ordenaba a la administración pública de Puerto Rico hacer los trámites necesarios para poner a disposición de las parejas del mismo sexo licencias matrimoniales a partir del 13 de julio (aquí puedes ver el formulario ya disponible, que simplemente habla de “contrayente A” y “contrayente B”).¨
Fracasó el intento de un grupo de políticos de detener las bodas
Sin embargo la batalla judicial se prolongaba: cuatro representantes del Partido Nuevo Progresista (PNP), formación de corte conservadora que curiosamente defiende la plena anexión de Puerto Rico a Estados Unidos como un estado más de la unión, solicitaron al Tribunal Supremo de Puerto Rico que frenase la aplicación en la isla de la decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos así como la orden ejecutiva emitida por el gobernador. El Supremo de Puerto Rico rechazó sin embargo la solicitud el pasado jueves, y los legisladores del PNP decidían finalmente acatar la decisión y retirar la demanda que además habían interpuesto ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, antes de que el propio Departamento de Justicia de Puerto Rico tuviera tiempo de solicitar su desestimación.
Poco ha importado este último intento desesperado de los homófobos de detener la aplicación de la sentencia del Supremo: lo cierto es que las bodas entre personas del mismo sexo ya han comenzado en Puerto Rico. La de Yolanda Arroyo y Zulma Oliveras ha sido la primera en trascender. Ha tenido lugar en Santurce, un barrio de San Juan. La madrina del enlace fue la abogada y presidenta de la Fundación de Derechos Humanos de Puerto Rico, Ada Conde, quien también ha formado parte del grupo de activistas que demandó a Puerto Rico ante la justicia federal (en su caso, por negarse a reconocer su matrimonio con Ivonne Álvarez, celebrado en el estado de Massachussetts en 2004).
¡Muchas felicidades a las recién casadas y a todas aquellas parejas de Puerto Rico que sigan sus pasos!
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