Drag Sethlas desata la polémica al coronarse como Reina Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria
Los obispos tildan de “frivolidad blasfema” la Virgen Drag Queen del Carnaval de Canarias
Ricardo Blázquez exige “respeto a los legítimos sentimientos religiosos”
Cases: “Estoy viviendo el día más triste de mi estancia en Canarias, se me han llenado los ojos de lágrimas. mucho más triste que cuando se estrelló el avión de Spanair con 150 personas que se dirigía a la isla“
Víctimas de Spanair cargan contra el obispo de Canarias
Drag Sethlas fue coronada ayer lunes, 27 de febrero, como reina Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2017, por obra y gracia del público en una gala conducida por Anabel Alonso y Yanely hernández. A pesar de que La2 consigue excelentes datos de audiencia en la emisión del evento, RTVE ha decidido finalmente retirar el programa de su servicio online sin dar explicaciones ante las críticas de la Conferencia Episcopal.“Una frivolidad blasfema”. Así definen los obispos españoles la última polémica a cuenta de la “Virgen Drag Queen” y otras alusiones a la crucifixión en el Carnaval de Canarias. Tanto el presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, como el obispo de Canarias, Francisco Cases, rechazaron los disfraces y exigieron “respeto a los legítimos sentimientos religiosos”. Así, el cardenal Blázquez mostró su disconformidad con el número transgresor del transformista Drag Sethlas, insistiendo en que “hay respeto al derecho a la libertad de expresión, pero también los legítimos sentimientos religiosos tienen derecho a ser respetados“.
«¡Mi cielo! Yo no hago milagros, que sea lo que Dios quiera» es el título del espectáculo presentado por Borja Casillas bajo la parafernalia carnavalesca que le convertía en Drag Sethlas, cuya actuación en el parque de Santa Catalina despierta gran expectación entre las 6.000 personas que la disfrutan a rabiar en directo. El protocolo de la elección de la reina Drag era, por cierto, similar a la del representante de RTVE para el Festival de Eurovisión, partiendo de la puntuación de un jurado en combinación de la participación del público que, mediante llamadas y mensajes de texto, con un coste de 0,15€, elevaban como ganadora a Drag Sethlas sin dejar espacio para otra polémica que quien la quisiera crear.
Lo entendamos como un «abandono a la carne» o como un «adiós a la carne», lo cierto es que el carnaval es tradicionalmente un momento para el exceso y la irreverencia más blasfema antes de iniciar la cuaresma. Algo que sí debe haber entendido Ángel Sabroso, concejal del PP en Las Palmas de gran Canaria cuando restaba importancia al espectáculo de Drag Sethlas al afirmar que metía su actuación en el « contexto de noche muy especial y transgresora. A mí particularmente me pareció innecesario pero no le doy importancia». Al contrario, Flora Marrero, de Coalición Canaria, hablaba de «falta de respeto a la religión católica y a los creyentes entre los que me incluyo». Aunque sin duda, la protesta más enérgica ha sido la del obispo de Canarias, Francisco Cases, que tildaba el espectáculo de «frivolidad blasfema». Hombre, viniendo de quien hace unos años restó importancia a las declaraciones del Obispo de Tenerife, que dijo que había menores que iban provocando y por eso eran víctimas fáciles de abusos sexuales, pues sinceramente nos entra la duda de qué es más blasfemo…
Ese dedo acusador… le delata
El obispo de Canarias, Francisco Cases, ha lamentado “la frivolidad blasfema” de la Gala Drag Queen, y se ha preguntado si no hay límites a la libertad de expresión con manifestaciones que ofenden a muchas personas. “Ha triunfado la frivolidad blasfema en la gala Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Triunfado en los votos y triunfado en los aplausos de una muchedumbre enardecida”, indica Cases en un comunicado.
«Ha triunfado la frivolidad blasfema en la gala Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Triunfado en los votos, y triunfado en los aplausos de una muchedumbre enardecida», reconoce el obispo en un comunicado en el que asegura que está «viviendo ahora el día más triste de mi estancia en Canarias mucho más triste que cuando se estrelló el avión de Spanair con 150 personas que se dirigía a la isla.(…). Miles de personas que coreaban, aplaudían y votaban con los teléfonos», lamenta el obispo, que no puede evitar que se le llenen «los ojos de lágrimas (…). Si no hay límites para la libertad de expresión, si todo vale en las manifestaciones festivas porque nada es verdad, si no hay recursos para cortar la frivolidad blasfema que ofende a muchos ciudadanos. Tenemos mucho que pensar. Lo primero que ha brotado de mi corazón ha sido pedir perdón, a nuestro salvador y a su bendita madre (…). Debo responder por ellos ante ti. Perdona a tantos como formando parte de la comunidad cristiana no damos el debido testimonio», mientras que invita a una eucaristía que se celebrará en la catedral de Las Palmas de Gran Canaria el próximo 3 de marzo, por la tarde.
Lo insólito de todo esto no son ya las críticas, a favor o en contra, sino que Radio Televisión Española ya ha retirado el programa de su servicio A la carta, sin dar mayores explicaciones y estableciendo una manera de proceder que se contradice con su respuesta a la avalancha de críticas que le llovieron por el programa en el que se coronaba a Manel Navarro como candidato para representar a RTVE en el Festival de Eurovisión que aspira a ser el de la diversidad.
Víctimas de Spanair cargan contra el obispo de Canarias
“Si nos ha olvidado, hágalo del todo”, le reprochan
Cases preside el viernes una misa en desagravio
La Asociación de Víctimas de Spanair expresó la noche de este martes su indignación por la alusión que hizo a ellas ayer el obispo de Canarias a cuenta del ganador de la gala Drag Queen de las Palmas de Gran Canaria, al decir que esa “blasfemia” le entristece más que su accidente.
El obispo de Canarias (Diócesis que equivale a la provincia de Las Palmas), Francisco Cases, hizo pública ayer una carta en la que se queja de la “frivolidad blasfema” que, a su juicio, fue premiada en la Gala Drag de la capital grancanaria, cuyo premio se llevó una “reinona” vestida de la Virgen y de Cristo crucificado.
En esa carta, Cases dice que a veces le han preguntado cuál es su día más triste desde que llegó a islas: “Hasta ahora respondía que el día del accidente en Barajas del avión que partía hacia Gran Canaria (el siniestro del JK5022, en el que murieron 154 personas, muchas de ellas fieles de su Diócesis). A partir de hoy diré que estoy viviendo ahora el día más triste de mi estancia en Canarias”.
La presidenta de la asociación de víctimas, Pilar Vera, ha difundido esta noche a través de su cuenta de Twitter un comunicado de contestación a esas palabras, ante las que no puede “permanecer impasible”, subraya, porque considera que evidencia que el obispo Cases puede haber “olvidado” lo que supuso aquella tragedia.
“¿No podía usted citarnos en todas las ocasiones que ha tenido la oportunidad de hacerlo y no precisamente con un hecho que le ha producido más tristeza que la muerte y destrucción no solo de 154 personas, sino de sus familias?”, se pregunta Pilar Vera.
La portavoz de las familias del JK5022 reconoce al obispo Francisco Cases que les permita celebrar en la catedral de Las Palmas de Gran Canaria la misa con la que cada 20 de agosto recuerdan a las víctimas del vuelo, aunque no la oficie él, sino “un sacerdote”, remarca, porque “su presencia está reservada” para los actos a los que acuden “las altas instituciones”.
En este contexto, Vera reprocha al obispo de Canarias que “en todo este tiempo nunca se haya dirigido” a su asociación, por lo que le lanza este mensaje: “Por favor, si nos ha olvidado, como ha hecho gran parte de la sociedad que ya solo pregunta por las indemnizaciones y no por la lucha que mantenemos por lograr verdad y justicia, HÁGALO DEL TODO” (en mayúsculas en el original).
Además, le insta a que en la misa que ha convocado para este viernes para pedir “perdón” desde la isla por los agravios a la fe católica que, a su entender, se cometieron anoche en la Gala Drag Queen, tenga presente a las 172 personas que iban en el avión de Spanair y a sus familias, que nada hicieron “para ser castigados tan cruelmente” ni tampoco para que se les recuerde “por cuestiones tan alejadas” de su “triste y dolorosa realidad cotidiana”.
Fuente Religión Digital, Universogay
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