Colombia fue sede del encuentro internacional de indígenas LGBT
Representantes de Venezuela, Bolivia y Colombia debatieron sobre la diversidad sexual y de género dentro de las comunidades indígenas.
La ciudad del Caribe colombiano, Barranquilla, fue sede de un evento inédito. Un conversatorio sobre la población indígena LGBT, cómo se asume dentro de estos conglomerados las diferentes orientaciones sexuales y la diversidad de género.
El grupo de panelistas del evento denominado Contrastes estuvo conformado por representantes indígenas de Venezuela, Bolivia y Colombia. Estos fueron: Ronald Céspedes, activista quewa de Bolivia; Virtud Epieyu; activista de las mujeres wayuu; Lucelly Torres, lideresa arhuaca de la Sierra Nevada; y René Lindarte, líder gay wayuu de La Guajira.
El tema de las poblaciones indígenas LGBT ha sido poco tratado tanto en la academia como en el ámbito de derechos, es por ello que se requiere que siga ganando espacios dentro de la sociedad.
Durante el conversatorio se disertó sobre el ser indígena lesbiana, gay, bisexaul y trans. En el caso del boliviano Ronald Céspedes, quewa, como se identifica siguiendo sus orígenes ancestrales.
En conversación con el diario colombiano El Espectador, Céspedes, quien también es consejero de la Red Gay Latino, comentó que la palabra quewa no tiene traducción al español, pero que podría interpretarse como “dos espíritus”. De esa manera fue como se reconoció desde niño.
“Hurgar en mi historia familiar y hurgar en mi historia colectiva me permitió sanar y comprenderme plenamente como parte de toda la cosmovisión”, manifiesta Céspedes, quien dice ser homosexual para facilitar su reconocimiento dentro de la población LGBT.
“En el contexto latinoamericano no hay que salir solo del clóset como gay, sino también hay que salir como indígena o como negro. Quien se reconoce con alguna identidad cultural carga de por sí con un peso histórico de opresión y marginalidad, y si se le suma la comunicación de una orientación sexual diferente a la relación hombre-mujer, la exclusión es otra manifestación con la que tiene que lidiar la persona. Estas categorías no hacen más que generar prácticas neocoloniales que se percuten sobre nuestros cuerpos y corren el riesgo de volverse en hegemonías que intentan dominar una visión única y legítima, cuando existen múltiples colores en la realidad”, declaró Céspedes al diario colombiano.
“Soy un firme convencido de que es posible otro mundo donde quepan otros mundos, que requieren la lucha individual en clave de lucha colectiva. Me reconozco como parte de una colectividad en situación de discriminación, marginalidad y opresión y, por consecuencia, desde ese espacio, desde ese territorio en resistencia, intento hacer mi aporte a ese mundo posible. Considero que, al dar mi vida por una causa noble como esta, estoy permitiendo dar un pequeño aporte en la larga historia colectiva de las luchas de nuestros pueblos, para que otros seres humanos continúen y disfruten de mejores condiciones de otra América posible”, manifestó Céspedes sobre la labor que desempeña.
Con este tipo de iniciativas se busca construir igualdad y abrir los caminos para que la diversidad sexual y de género deje de ser sinónimo de marginalidad, opresión y discriminación.
A continuación el trabajo realizado por el diario colombiano El Espectador titulado: “Indígenas trans, las rebelde de Santuario“.
Fuente Universogay
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