La voz profética de las mujeres inmigrantes frente a la presente encrucijada política
La vicepresidenta Kamala Harris con Sindy Benavides, presidenta de Latino Victory. Crédito: Latino Victory | Cortesía
Yolanda Chávez
Los Ángeles (USA).
ECLESALIA, 02/09/24.- El panorama político en Estados Unidos sufrió un cambio significativo con el atentado de Trump y la decisión del presidente Biden de dar un paso al lado, permitiendo que Kamala Harris lidere la carrera presidencial. En este contexto, las mujeres inmigrantes, que han sido históricamente invisibles, están emergiendo como un rostro profético entre los grupos marginados. Si se escuchara la voz profética de estas mujeres, ¿qué se escucharía?
Las mujeres inmigrantes hispanas en Estados Unidos, desde las sombras de los complicados y enredados laberintos del sistema migratorio, han contribuido significativamente a la economía del país. The New American Economy Report dice que, en sectores como el trabajo doméstico, la agricultura, la manufactura y los servicios, han sido fundamentales. En 2019, representaban aproximadamente el 24% de la fuerza laboral en el sector de servicios personales y el 14% en la manufactura. Sus expectativas en este nuevo panorama político se centran en la implementación de políticas inclusivas que valoren y reconozcan sus valiosas aportaciones a este País. Estas voces piden cambios estructurales que aborden las disparidades económicas, educativas y judiciales que las han afectado desproporcionadamente.
La historia de la Salvación nos relata que, es justamente en medio del aparente caos, en medio de las encrucijadas políticas, sociales y religiosas, donde yace la esperanza de que el Amor se haga presente: «¿Hasta cuándo, Señor, me seguirás olvidando? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?» (Salmo 13:1)
Si Kamala Harris escucha esas voces proféticas, podrá priorizar las oportunidades equitativas y una reforma integral del sistema de justicia que ponga fin a la brutalidad y la deshumanización de este grupo tan maltratado, tan vulnerabilizado.
Estas voces proféticas están proclamando una visión de un futuro justo y equitativo. Estas voces críticas denuncian las políticas actuales que perpetúan la desigualdad, que convierten en basura a toda aquella persona que no cumpla con unos determinados estándares raciales. Estas voces proféticas viven en la esperanza de poder ver cambios profundos y significativos: «¿Hasta cuándo he de estar angustiada y he de sufrir cada día en mi corazón?» (Salmo 13:2)
Voces que prefiguran la justicia racial, la equidad económica y la protección de los derechos humanos. Piden una transformación del sistema de inmigración que reconozca la dignidad y humanidad de todos los individuos: «Mira, respóndeme, Señor Dios mío. Da luz a mis ojos…» (Salmo 13:3)
Esta esperanza no es una mera ilusión, sino una fuerza impulsora que inspira resistencia y busca la justicia. La voz profética de las mujeres migrantes no solo denuncia el dolor de las injusticias, sino que también proclama la esperanza, la posibilidad de un cambio real y duradero.
En este momento crítico, es vital escucharlas. Sus expectativas no solo son legítimas, sino esenciales para construir una sociedad que ame la justicia y luche por ella. Kamala Harris tiene la oportunidad de marcar una diferencia significativa y duradera, pero solo si está dispuesta a escuchar y responder a estas voces frente a la presente encrucijada política de este país.
«Pero yo confío en tu gran AMOR; mi corazón se alegra… Canto a Dios porque me ha hecho bien.» (Salmo 13:5-6).
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