Finlandia concede asilo a una pareja de homosexuales rusos víctima de agresiones y abusos en su país
Vladimir Naumov, 36, y Vasily Kolesnikov, 24, de asilo en septiembre de 2014, y la semana pasada que se concedió, según Helsingin Sanomat.
Vladimir Naumov y Vasily Kolesnikov, dos homosexuales rusos, han conseguido que Finlandia les conceda asilo debido a la persecución y violencia de que son objeto en su país. La pareja reside ahora en la localidad finlandesa de Rovaniemi, donde ambos están aprendiendo el idioma para poder instalarse definitivamente en un país donde no sufrirán más agresiones y abusos.
Vladimir y Vasily son una pareja gay de Rusia que ha vivido un auténtico infierno en su país natal. Comprometidos desde hace años, los chicos han estado sufriendo insultos, vejaciones y golpes por parte de otros ciudadanos que estaban en contra de su relación. Uno de los últimos datos anotó que en su apartamento de San Petersburgo se les robó y esto ha sido lo que les hizo buscar medidas desesperadas.
Aunque el promedio de espera de una solicitud de asilo en Finlandia es de 157 días, Vladimir y Vasily han tenido que esperar 280 hasta conseguir una resolución aprobatoria de la administración finlandesa. Así concluye una historia cargada de discriminación y violencia que ha obligado a la pareja a abandonar su hogar, sus familias y amigos.
Desde que salieron del armario en Rusia, ambos se enfrentaron a todo tipo de abusos. Vasily, que ahora cuenta 24 años, fue víctima de una paliza en el centro donde cursaba sus estudios, a consecuencia de la cual perdió la audición de un oído. Vladimir, de 36 años, fue despedido de su trabajo y atacado salvajemente una noche por una banda homófoba, de las que campan impunemente por suelo ruso. Tras la brutal agresión, hubo que reemplazarle los dientes delanteros y aún persisten las cicatrices en sus labios y ojos.
El detonante que les impulsó a huir de su país se produjo el pasado mes de julio de 2014, al regresar a su apartamento de San Petersburgo. Allí se encontraron que había sido completamente desvalijado y que en las paredes había una pintada en la que se podía leer “aquí viven gais”. Empacaron entonces lo poco que les quedaba y con pasaporte en mano viajaron a Suecia, donde residieron durante dos meses antes de mudarse a Finlandia en el mes de septiembre, donde decidieron solicitar definitivamente el asilo.
Instalados en la ciudad norteña de Rovaniemi, ambos están aprendiendo finés con el propósito de encontrar pronto un trabajo que les permita residir definitivamente en un lugar donde no tendrán que sufrir la espantosa realidad de su país.
Fuente GayStarNews
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