La Iglesia presbiteriana de los Estados Unidos ha aprobado esta semana el matrimonio religioso entre personas del mismo sexo, al incluir un “compromiso entre dos personas”, convirtiéndose en el grupo protestante más grande de Estados Unidos en reconocer formalmente el matrimonio igualitario. El sí mayoritario de los presbiterios pone el broche de oro a un largo proceso que llevó en septiembre del año pasado a recomendar el cambio en su Constitución. La nueva definición fue aprobada el año pasado por la Asamblea General de la iglesia, pero requería la aprobación de una mayoría de 171 distritos regionales de la denominación, o presbiterios.
Aún con algunos presbiterios pendientes de votación, ya el martes quedaba claro el resultado, pues se contaba entonces con 87 presbiterios a favor frente a 41 en contra (de un total de 171). El crítico voto número 86 del “sí” lo dio la noche del martes un presbiterio en Nueva Jersey, según informó la agencia de noticias AP. Esta decisión satisface la recomendación de cambio ya hecha por la Asamblea general de esta iglesia, que tuvo lugar en 2014, y culmina el movimiento paulatino hacia posiciones progresistas en materia LGTB de esta confesión religiosa, que agrupa a 1,8 millones de fieles. De hecho,en 2011, la más importante de las iglesias presbiterianas de los Estados Unidos aprobó la presencia de pastores y responsables que vivieran en pareja con otra persona de su mismo sexo. La decisión de ordenar pastores homosexuales que mantengan además una relación de pareja (esta iglesia ya permitía la ordenación de homosexuales, siempre que se mantuvieran célibes) había recibido en julio de 2010 el aval del 53% de los delegados en su Asamblea General bianual; la decisión debía recibir el apoyo de la mayoría de los 173 presbiterios en que está dividida la iglesia. Se inició entonces un proceso de votación presbiterio a presbiterio, que culminaba este martes cuando el presbiterio de Twin Cities, en Minnesota, se convertía en el número 87 en refrendar la decisión, que fue efectiva a partir del 10 de julio. Dos años antes una medida similar había sido rechazada por 94 presbiterios…
El cambio se ha realizado a través de una enmienda a la Constitución de la iglesia. Eso sí, como concesión al sector más conservador, la redacción se ha hecho de tal forma que se admite que el matrimonio puede llevarse cabo entre dos personas, con independencia de su sexo, pero se reconoce como “tradicional” la idea de que es entre personas de distinto sexo. Así, donde se decía que el matrimonio era “entre un hombre y una mujer” ahora se lee que es “entre dos personas, tradicionalmente un hombre y una mujer”. No ha sido la única cesión a los conservadores, pues también se ha acordado que quienes no quieran realizar bodas entre personas del mismo sexo podrán continuar sin celebrarlas.
Después de que todos los órganos regionales vote, y los principales líderes presbiterianos acepten oficialmente los resultados, el cambio entrará en vigor el 21 de junio. A partir de ese momento para los presbiterianos el matrimonio entre dos personas del mismo sexo será considerado cristiano y se podrá celebrar en todas las iglesias de la congregación. Hasta el momento, 41 presbiterios han rechazado la redefinición.
La iglesia tiene cerca de 1.800 millones de miembros y cerca de 10.000 congregaciones. El año pasado, la iglesia había permitido a los ministros presidir bodas entre personas del mismo sexo en los estados donde fueron reconocidos legalmente.
Con todo, el paso dado por la Iglesia presbiteriana es sin duda muy importante. Se trata de una denominación de primer orden, que se suma a otras confesiones que aceptan el matrimonio igualitario en Estados Unidos, como:
– La Iglesia Unida de Cristo (United Church of Christ). Es una denominación cristiana protestante de los Estados Unidos, formada en 1957 por la unión de dos denominaciones, la Iglesia Reformada y Evangélica y las Iglesias Cristianas Congregacionales. Pertenece a la tradición reformada pero ha recibido muchas influencias del luteranismo a lo largo de su historia. La UCC nació en 1957, poseyendo en la actualidad 5320 congregaciones y 1,1 millones de miembros.
– Algunas corrientes cuáqueras (a imitación de sus correligionarios del Reino Unido: ”Trataremos los compromisos entre personas del mismo sexo de la misma forma que hemos tratado los matrimonios entre personas de distinto sexo, reafirmando nuestra opinión de que el matrimonio es el trabajo de Dios, y nosotros somos meros testigos. La cuestión del reconocimiento legal por el estado es secundaria”). Los cuáqueros (Sociedad Religiosa de los Amigos) son una comunidad religiosa surgida en Inglaterra en el siglo XVII y diseminada después por el resto del mundo, de inspiración cristiana, pero sin un credo formalmente definido. Para los cuáqueros, cada persona lleva algo de lo divino dentro de sí y puede tener un contacto directo con la divinidad. En la práctica, son muy diversas las creencias que conviven dentro de la comunidad cuáquera. Por lo que se refiere a la aceptación de la homosexualidad, el rango es muy amplio, y va desde los que la aceptan con naturalidad (como sucede en Australia, Nueva Zelanda, Canadá o el Reino Unido) hasta los que la condenan, como en las mayoría de las comunidades de Estados Unidos o África.
– La Iglesia episcopaliana (rama estadounidense de los anglicanos, que en 2009 autorizó la bendición de los matrimonios entre personas del mismo sexo). La convención que la iglesia episcopaliana (rama estadounidense de la confesión anglicana) está celebrando esta semana en California está deparando sorpresas positivas para sus fieles LGTB. Si el lunes los obispos episcopalianos decidían poner fin a la moratoria que se habían impuesto tres años antes para ordenar obispos homosexuales, ayer miércoles decidían, por 104 votos a favor, 30 en contra y dos abstenciones, autorizar de forma expresa la bendición tanto de los matrimonios entre personas del mismo sexo como de las uniones civiles en aquellos estados en los que sean legales. Aunque muchos pastores episcopalianos ya bendecían uniones del mismo sexo, lo hacían a título personal, sin contar con una autorización explícita. La iglesia episcopaliana, queriendo facilitar una transición difícil de digerir para sus miembros más conservadores, ha preferido por el momento dar libertad a las diócesis para impartir las bendiciones, dejando para su próxima convención, dentro de tres años, la discusión sobre la institucionalización de un rito litúrgico para unir a las personas del mismo sexo. A la espera de que esto suceda, la iglesia episcopaliana habilita esta solución para poder dar una respuesta inmediata “al número cada vez mayor de parejas del mismo sexo que se acercan a la iglesia para ver bendecida su unión”.
– Fuera de Estados Unidos:
* La Iglesia Luterana de Suecia aprobó ya en 2009 el matrimonio religioso entre personas del mismo sexo, decisión respaldada por la mayoría de los 251 miembros de su Sínodo General (en concreto, 176 de los 249 que ejercieron su derecho al voto). Se trata de una decisión histórica, al ser la primera de las grandes iglesias cristianas del mundo en otorgar plena igualdad a gays y lesbianas en su seno. La iglesia de Suecia, que cuenta tanto con pastores como con obispos abiertamente homosexuales (la propia obispa de Estocolmo es abiertamente lesbiana) ya bendecía las uniones civiles entre personas del mismo sexo, posibles en ese país desde 1995, pero la decisión del Parlamento sueco de abrir el derecho al matrimonio civil a gays y lesbianas, adoptada ese mismo año, ha impulsó a los luteranos suecos a dar un paso más en ese sentido. La iglesia de Suecia se colocó así a la vanguardia de las iglesias cristianas por lo que a la inclusividad de gays y lesbianas se refiere, una senda que ya están recorriendo otras importantes confesiones cristianas, como la iglesia episcopaliana (rama estadounidense de los anglicanos), que ha decidido volver a ordenar obispos gays y lesbianas después de una moratoria de tres años y bendecir las uniones entre personas del mismo sexo, o la iglesia luterana evangélica de América, que ha aprobado la ordenación de gays y lesbianas sexualmente activos.
* También la Iglesia Luterana de Dinamarca lo permite desde 2012. El Parlamento danés ha aprobó por 85 votos a 24 una legislación matrimonial totalmente neutra respecto al género de los contrayentes -de forma análoga a la legislación española- y que entró en vigor el 15 de junio de este año. Además, el Parlamento rechazó una enmienda de la oposición, que pretendía introducir una institución diferente para parejas homosexuales (incluida una nomenclatura diferente). Asimismo, la reforma legal permitió a la Iglesia Luterana Evangélica de Dinamarca (a la que pertenece el 80% de la población) celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo. La ley no obliga a ningún sacerdote a oficiar dichos matrimonios, pero sí a ayudar a las parejas que lo soliciten a encontrar a alguien que lo haga.
– Por su parte, más allá del cristianismo, dos corrientes del Judaísmo, el Judaísmo Reformado, favorable al matrimonio igualitario, y el Judaísmo Conservador (no confundir con el ortodoxo), que lo ha aprobado formalmente, también se han unido a la ola igualitaria. Conviene precisar que el judaísmo está conformado por ramas y tradiciones dispares entre sí, también en lo que a la aceptación de la homosexualidad se refiere. No faltan las corrientes inclusivas, a las que nos hemos referido en numerosas ocasiones.
El Judaísmo Conservador -segunda denominacion judía más importante de Estados Unidos- celebrará matrimonios religiosos entre personas del mismo sexo. Así lo decidió su comité rabínico de reglas y estándares, que aprobó dos modelos de ceremonias de boda, así como las directrices para los posibles divorcios. Por 13 votos a favor, ninguno en contra y una abstención, el comité rabínico aprobó un documento (que puedes consultar pinchando aquí) que establece que si bien las relaciones entre personas del mismo sexo son distintas de aquellas recogidas por la tradición judía como “acordes a la ley de Moisés”, serán celebradas “con el mismo sentido de santidad y alegría que los matrimonios heterosexuales”. Conviene precisar que al hablar de “judaísmo conservador” nos referimos a una corriente específica de dicha religión que propugna la fidelidad a la tradición, pero que no implica su adherencia al conservadurismo político. Se trata, de hecho, de una denominación que permite desde hace años la ordenación como rabinos de gays y lesbianas. Por ejemplo, el Seminario Teológico Judío de Nueva York, uno de sus centros más importantes, ordenaba a Rachel Isaacs como su primera rabina abiertamente lesbiana. El judaísmo, a diferencia de otras confesiones más monolíticas, está conformado por diversas ramas y tradiciones muy dispares entre sí, también en lo que a la aceptación de la homosexualidad se refiere. En diciembre de 2009 conocíamos la invitación a la Casa Blanca a otra rabina lesbiana, Sharon Kleinbaum, con motivo de la Hanukkah (Fiesta de las Luminarias), una tradicional celebración judía. Meses antes recogíamos las tesis de Steven Greenberg, rabino adscrito a la corriente ortodoxa del judaísmo estadounidense y abiertamente gay, que defendía la compatibilidad entre el hecho de ser abiertamente homosexual y creyente judío. Es profesor en el National Jewish Center for Learning and Leadership (Centro Nacional Judío para el Aprendizaje y el Liderazgo, CLAL) y es el autor del libro “Wrestling with God and Men: Homosexuality in the Jewish Tradition”. Es también uno de los fundadores de Open House Jerusalén, una organización que lucha en favor de la tolerancia social en Israel. Greenberg defiende una nueva perspectiva en la relación entre homosexualidad y religión, a través del examen y la reinterpretación de los textos que tradicionalmente se usan para justificar la exclusión de gays y lesbianas de las comunidades religiosas.
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