Los grupos como oportunidad única para los católicos LGTB
Interesante resultado el de un estudio llevado a cabo en Italia y que muestra cómo los gays y lesbianas que asisten a grupos LGTB cristianos ven disminuir su propia homofobia internalizada. Un hecho que viene a reforzar la tesis de que una pastoral basada en la afirmación de la identidad y su inclusión resultarían positivas para las personas LGTB católicas. Las conclusiones del estudio adquieren especial relevancia tras el reciente Sínodo sobre la Familia, que anunció un enfoque pastoral más inclusivo para dar marcha atrás posteriormente. Tras el Sínodo extraordinario sobre la Familia, que ha dejado una sensación agridulce, por no decir decepcionante, en materia LGTB, resulta oportuno volver sobre las consecuencias que la actual doctrina y práctica católicas tienen para las personas LGTB que se definen como católicas. Además, tiene también importancia estudiar qué efecto tendría otro enfoque pastoral y doctrinal en estas personas. En este contexto toma especial significado este estudio, dado a conocer por la asociación LGTB cristiana Gionata (Italia) y que fue presentado en el congreso “Los Caminos del Amor”, celebrado a la par que se iniciaba el Sínodo.
Los resultados son claros. En primer lugar, el catolicismo tiene un profundo impacto en cómo gays y lesbianas perciben su homosexualidad. Muestra claramente que los homosexuales católicos tienen mayores niveles de homofobia internalizada si los comparamos con los no creyentes. Además, se comprueba que la homofobia internalizada es tanto más fuerte cuanto más arraigados están los valores católicos en la familia de origen. Otro resultado importante es el que se arroja sobre el efecto de las asociaciones y grupos de personas LGTB cristianas. Estos grupos han ido surgiendo por iniciativa de creyentes LGTB al margen de sus jerarquías y constituyen un “material empírico” disponible, que han desarrollado por su propia iniciativa una actividad pastoral centrada en la afirmación de la identidad LGTB, una vida comunitaria y unas celebraciones fundadas en dicha aceptación. De esta manera, los resultados que ofrezcan pueden tenerse por un primer indicio de qué efectos tiene esta otra línea pastoral. En este sentido, los resultados del estudio son claros: las personas que asisten a estos grupos ven como disminuye su propia homofobia internalizada. Esto es, conforme pasa el tiempo las personas que asisten a estos grupos van reduciendo el impacto que la homofobia tiene en sus vidas. Esta perspectiva temporal ayuda también a entender que los índices de homofobia internalizada en los católicos que asisten a estos grupos siga siendo más alto que entre los no creyentes. Ello tendría como una de sus causas el hecho de que coinciden personas que llevan poco tiempo, y que manifiestan todavía el peso de los prejuicios interiorizados, y otros que tienen ya una trayectoria en dichos grupos. En palabras de Petilli, “parece que quienes tienen una opinión más negativa de su homosexualidad asisten a estos grupos. Conforme pasan más tiempo en ellos, descienden los niveles de homofobia internalizada. Esto muestra lo importante que es para gays y lesbianas católicos que vayan a grupos que validen su homosexualidad”. Para Petilli, el efecto positivo que tienen estos grupos y sus actividades es innegable: “Ha de pensarse que, para algunos, el grupo es el único lugar donde pueden vivir sin inhibir su homosexualidad y es el único contexto donde pueden profesar su religión sin remordimientos. La mayor parte de las actividades en estos grupos intentan ayudar a sus miembros a argumentar contra la doctrina católica oficial (…) y a interpretar la homosexualidad desde una perspectiva religiosa positiva. Es más, en un grupo es posible encontrar a otros gays y lesbianas católicos que tienen la misma experiencia y que pueden convertirse en fuente de apoyo, además de modelos de comportamiento. Esto no debe infravalorarse. Pues con frecuencia los gays y lesbianas católicos son doblemente rechazados tanto por la comunidad gay, que los discrimina porque son creyentes, como por el mundo religioso, que los excluye por ser homosexuales”. Por ello, concluye afirmando que “asistir a estos grupos es una oportunidad única para romper con el aislamiento (…) y desarrollar una nueva identidad donde la homosexualidad y los valores religiosos coexistan en perfecto equilibrio”.
Unos resultados que adquieren una significación especial tras el reciente Sínodo extraordinario sobre la Familia, cuya primera síntesis (“Relatio post disceptationem”), publicada a mitad del Sínodo, sorprendió por dar a entender un cambio en la visión de la realidad LGTB. Sin anunciar cambios doctrinales, sí parecía avanzar un cambio en el enfoque pastoral, al hablar de los “dones” que las personas homosexuales tenían que aportar y al reconocer valores positivos en sus parejas. Estos avances fueron sin embargo retirados del último informe (la “Relatio Synodi”).
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Y este es el artículo completo que nos ha enviado Gionata:
Artículo de Innocenzo Pontillo, traducido del italiano por Carola y Carmen del grupo Ichthys (Espana) que hemos recibido a través de Progetto Gionata.
A falta de pocos días para la conferencia internacional “Los caminos del Amor, para una pastoral con las personas homosexuales y transexuales (Roma, 3 de Octubre de 2014)”, que ha querido poner a la atención del Sínodo de los Obispos católicos la pregunta «Cuál es la pastoral para las personas homosexuales y transexuales», se ha publicado por fin el trabajo de investigación “Religión y homosexualidad: un estudio empírico sobre la homofobia internalizada de personas homosexuales en función del grado de religiosidad“. Además, se comprueba que la homofobia internalizada es tanto más fuerte cuanto más arraigados están los valores católicos en la familia de origen.
Esta investigación, por primera vez en Italia, analiza en profundidad el impacto de las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia Católica sobre la vida de las personas homosexuales e investiga sobre los efectos que una pastoral Católica, inclusiva y acogedora, puede tener sobre personas gais y lesbianas católicas.
Este estudio italiano ha involucrado directamente a 366 personas homosexuales, entre católicas y no creyentes, y algunos grupos italianos de personas cristianas homosexuales que tienen experiencia, en la Iglesia Católica, de una pastoral inclusiva que mira a la resolución de los conflictos que gais y lesbianas católicos pueden percibir entre sus creencias religiosas y su homosexualidad.
Este trabajo de investigación ha sido conducido por la doctora Arianna Petilli, titulada en Psicología Clínica y de la Salud (Instituto Miller, Florencia/Génova, Italia), junto con el profesor Davide Dèttore (Departamento de Psicología, Universidad de Florencia, Florencia, Italia), la doctora Antonella Montano (Instituto Eck, Roma, Italia) y al profesor Giovanni Battista Flebus (Universidad de Milán/Bicocca, Milán, Italia).
Los resultados de la investigación confirman que la religión Católica influencia fuertemente el modo en el que gais y lesbianas evalúan su homosexualidad, mostrando que las personas homosexuales católicas están caracterizadas por niveles mayores de homofobia interiorizada, con respecto a las no creyentes. Los resultados evidencian, además, que cuanto más influencian los valores católicos a la familia de origen, más fuerte es la homofobia interiorizada por la persona homosexual y tiene raíces más profundas.
La investigación, por primera vez, analiza también los efectos de la pastoral inclusiva, promovida por los grupos de personas cristianas homosexuales en la Iglesia Católica italiana. Nacidos por lo general de manera espontánea, esos grupos son a menudo hospedados de manera pública en parroquias católicas (como sucede en Italia en Florencia, Catania, Palermo, Padua) y llenan el vacío de una pastoral oficial de acompañamiento de las personas homosexuales.
Los resultados de la investigación muestran que al aumentar el tiempo de frecuentación de estos grupos, los niveles de homofobia interiorizada, o sea el rechazo de su propia homosexualidad, se reducen significativamente en las personas católicas homosexuales.
En efecto muchas de las actividades organizadas en el interior de los grupos (oraciones, testimonios, estudio de textos bíblicos) tienen el objetivo de ayudar a las personas católicas homosexuales a interpretar la homosexualidad desde una óptica religiosa positiva.
El camino de acogida y reconciliación promovido en el interior de la Iglesia Católica por los grupos de personas cristianas homosexuales, hoy presentes en todo el mundo, es un ejemplo extremadamente interesante de una pastoral nacida desde abajo que, cuando se vuelve realidades parroquiales, tiene el mérito de enseñar concretamente a las comunidades religiosas que los acogen cómo superar cualquier forma de discriminación y de estereotipo sobre las personas homosexuales.
Preguntamos a la doctora Arianna Petilli cuál era el objetivo de su estudio?
Todo el trabajo ha sido guiado por un objetivo bien preciso, tratar de entender cómo la religión Católica influencia las actitudes que gais y lesbianas adoptan con respecto a su propia homosexualidad. Por lo tanto, han sido confrontados tres distintos grupos de personas homosexuales: los gais y las lesbianas que se definían no creyentes, los gais y las lesbianas católicos que frecuentaban un grupo de cristianos homosexuales y los gais y las lesbianas católicos que declaraban no haber nunca frecuentado uno.
En total la investigación ha involucrado a 366 personas. De los tres grupos han sido medidos y confrontados los niveles de homofobia interiorizada. Antes de proceder a analizar juntos los resultados de su investigación, nos explica mejor qué es la homofobia interiorizada y cómo la religión católica influencia los niveles de homofobia interiorizada de gais y lesbianas.
Con la expresión “homofobia interiorizada” se hace referencia a la interiorización, por parte de una persona homosexual, de la visión negativa que la sociedad tiene enraizada con respecto a la homosexualidad. Dicho en otros términos, le personas homosexuales aprenden y aplican hacia ellas mismas los estereotipos negativos relativos a la homosexualidad que están difundidos en el contexto social en el que viven.
Por lo que respecta a la relación entre religión Católica y homofobia interiorizada, parecería que reconocerse en una religión que promueve una visión negativa de la orientación homosexual, no haga más que incrementar los prejuicios de gais y lesbianas hacia la homosexualidad y, por consecuencia, hacia ellos mismos.
Como es sabido, de hecho, la Iglesia Católica mantiene firme su posición de condena moral de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, proponiendo la castidad como única posibilidad de conducta correcta para gais y lesbianas.
Una persona, por lo tanto, que siente atracción hacia el mismo sexo y que se define católica, deberá enfrentarse a las enseñanzas de su propia confesión religiosa, en especial si en ellas se reconoce y si éstas tienen un importante valor subjetivo.
En la mayor parte de los casos eso ocasionará un fuerte conflicto entre sus propias preferencias sexuales y las creencias religiosas, lo cual obstaculizará el proceso de aceptación de su propia homosexualidad.
Cuáles son los resultados de su estudio sobre la relación entre religión Católica y homofobia interiorizada?
De una manera que no sorprende, también los resultados de mi estudio confirman que la religión católica influencia notablemente el modo en el que gais y lesbianas evalúan su homosexualidad, mostrando que las personas gais y lesbianas católicas involucradas en la investigación, con respecto a los no creyentes, están caracterizadas por niveles mayores de homofobia interiorizada.
Los resultados evidencian, además, que cuanto más influencian los valores religiosos católicos a la familia de origen del entrevistado, tanto más su homofobia interiorizada es fuerte y arraigada.
Concentrémonos más de cerca en los grupos de personas cristianas homosexuales. Ante todo, cómo nacen estos grupos y cuál es su finalidad?
Esta perspectiva temporal ayuda también a entender que los índices de homofobia internalizada en los católicos que asisten a estos grupos siga siendo más alto que entre los no creyentes. Ello tendría como una de sus causas el hecho de que coinciden personas que llevan poco tiempo, y que manifiestan todavía el peso de los prejuicios interiorizados, y otros que tienen ya una trayectoria en dichos grupos. En palabras de Petilli, “parece que quienes tienen una opinión más negativa de su homosexualidad asisten a estos grupos. Conforme pasan más tiempo en ellos, descienden los niveles de homofobia internalizada. Esto muestra lo importante que es para gays y lesbianas católicos que vayan a grupos que validen su homosexualidad”.
No obstante la doctrina católica institucionalizada, en varias partes del mundo gais y lesbianas católicos se han reunido espontáneamente en grupos en los (cuales) que siguen practicando su religión sin buscar esconder o modificar su homosexualidad, ni mucho menos proponiendo la castidad como único camino a poderse recorrer.
Esto ha tenido lugar también en Italia con el nacimiento de grupos de cristianos homosexuales.
La finalidad, en especial, es la de ayudar a las personas participantes a resolver la incompatibilidad que experimentan entre sus creencias religiosas y la homosexualidad.
Como explicaba antes, a causa de las enseñanzas católicas oficiales que siguen mostrándose contrarias a la sexualidad homosexual, muchas personas gais y lesbianas católicas pueden percibir un fuerte conflicto entre sus valores religiosos y su orientación sexual.
Los grupos de personas cristianas homosexuales buscan ofrecer a quienes participan en ellos la posibilidad de vivir su homosexualidad en el respeto de las creencias religiosas, sin tener que renunciar a ninguno de estos dos aspectos.
Cómo buscan alcanzar este resultado?
En el interior de cada grupo se organizan numerosas actividades con la finalidad de promover una nueva interpretación religiosa positiva de la homosexualidad. Por ejemplo algunos encuentros se dedican a la lectura de los textos sagrados, interpretados según las contribuciones de la nueva exégesis que demuestran como cada pasaje de la Biblia tenga que ser atentamente posicionado en el interior del contexto histórico y cultural en el que se escribió.
Otros momentos están dedicados a la oración, colectiva e individual y, otros todavía, a la profundización con expertos de temas referentes a la relación entre Iglesia Católica y homosexualidad. Además, sobre la base de mi experiencia en algunos grupos de cristianos homosexuales, me he podido dar cuenta de cómo, en el interior de los grupos, la religión se interpreta a menudo como una relación directa con Dios que no necesita de la mediación de la institución Católica.
De este modo será privilegiado un camino espiritual personal que tendrá el efecto de reducir la importancia de los documentos católicos, siempre hostiles a la homosexualidad ejercitada, y por lo tanto de redimensionar su impacto negativo sobre la imagen que los homosexuales católicos tienen de sí mismos y de su sexualidad.
Por otro lado, aunque la mayoría de las veces los que frecuentan esos grupos sean mayormente católicos, la definición de “cristianos” indica su distancia de las jerarquías eclesiales y de una manera de concebir la religión como un conjunto de dogmas y prohibiciones.
Cuáles son los resultados de su estudio en lo que respecta a los grupos de cristianos homosexuales?
Como decía antes, las personas gais y lesbianas católicas de mi estudio han resultado ser más homofóbicas que las personas homosexuales no creyentes, sin distinción determinada por formar parte o no de un grupo de cristianos homosexuales. Se podría por lo tanto considerar superficialmente que estos grupos no sean capaces de alcanzar el efecto esperado.
En realidad, la investigación pone en evidencia ulteriores resultados que ofrecen diferentes motivos de reflexión. Ante todo se ha observado que al aumentar el tiempo de frecuentación del grupo, los niveles de homofobia interiorizada de los participantes se reducen significativamente.
Además, confrontando los niveles de homofobia interiorizada de las personas gais y lesbianas que habían llegado al grupo hace menos de un año con los de las personas católicas que nunca habían frecuentado esos grupos, se ha podido apreciar cómo, al menos en este estudio, sean justamente las personas que acaban de llegar al grupo las más homofóbicas.
Parecería, por lo tanto, que esos grupos sean frecuentados sobre todo por quienes poseen una visión más negativa de su homosexualidad. El hecho de que, con el aumentar del tiempo de participación, los niveles de homofobia interiorizada se reduzcan, hace evidente cuán importante sea, para las personas gais y lesbianas católicas, frecuentar grupos religiosos que validen su homosexualidad.
Por qué, según su opinión, frecuentar estos grupos tiene efectos tan positivos?
Debéis tener en cuenta que, para algunas personas, el grupo representa el único lugar en el que vivir sin inhibiciones su propia homosexualidad y el único contexto en el cual practicar su propia religión sin sentimientos de culpa.
Muchas de las actividades organizadas (al) en el interior de los grupos, de hecho, tienen el objetivo de ayudar a los participantes a poner en discusión las enseñanzas católicas oficiales, siempre contrarias a su sexualidad homosexual, para interpretar, por lo contrario, la homosexualidad, desde una óptica religiosa positiva.
En el grupo es además posible conocer otras personas gais y lesbianas católicas que, viviendo la misma condición, pueden llegar a ser importantes fuentes de apoyo además de válidos modelos de referencia.
Se trata de un aspecto, este último, para no subestimar por qué a menudo gais y lesbianas católicos están forzados a un doble aislamiento, el que reciben por la comunidad homosexual, que los repulsa por ser creyentes, y el del mundo religioso que los rechaza por ser homosexuales.
Se hace evidente, por lo tanto, que la frecuentación de esos grupos se transforma en una oportunidad única para romper el aislamiento al que a menudo muchas personas homosexuales católicas están forzadas y para desarrollar una nueva identidad en la cual homosexualidad y valores religiosos coexisten en equilibrio perfecto.
Frente a ello, este estudio avala la tesis de que un enfoque más inclusivo sería mucho más positivo para sus propios fieles LGTB. En 2015 tendrá lugar otra sesión del Sínodo, que serán la base para decisiones vinculantes. Está por ver si se retoma lo que se abrió paso para luego dar marcha atrás. Por el momento, ya hay también apoyos empíricos.
Los resultados completos de la investigación en Italiano (archivo PDF): https://waysoflove.files.wordpress.com/2014/09/articolo-italiano-conferenza-1.pdf
Los resultados completos de la investigación en Inglés (archivo PDF): http://waysoflove.files.wordpress.com/2014/09/articolo-inglese-conferenza-1.pdf
Espiritualidad, General, Iglesia Católica
Antonella Montano, Ariana Petilli, Arianna Petilli, Beck Institute, Cristianismo, Davide Déttore, Discriminación, Estudio, Giovanni Battista Flebus, Ichthys, Iglesia Católica, Jorge Bergoglio, Los caminos del Amor, Papa Francisco, Progetto Gionata, Religión, Roma, Sínodo extraordinario sobre la Familia, Universidad de Florencia, Universidad de Milán/Bicocca, Vaticano, Visibilidad LGTB
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