Hungría prohíbe vender obras como el ‘Orlando’ de Virginia Woolf cerca de las iglesias La normativa anti-LGTB+ del Gobierno de Orbán limita enormemente la difusión de obras que muestren la homosexualidad o el cambio de sexo.
Safo, Verlaine, Rimbaud, Shakespeare, Virginia Woolf u Ovidio no podrán venderse cerca de las iglesias húngaras
El Gobierno de Viktor Orbán sostiene que la normativa forma parte de una ley más amplia que aumenta las penas por pedofilia y crea una base de datos de delincuentes sexuales, algo, sostiene, necesario para proteger a los niños
Desde principios de septiembre de 2020 se prohíbe exhibir y colocar en escaparates productos dirigidos a menores que presenten la sexualidad de una manera “arbitraria“, así como el cambio de sexo o la homosexualidad
Además, los libros con ese contenido deben ser exhibidos dentro de las librerías por separado y en un embalaje que los distinga
En Hungría, el Gobierno ha ordenado a las librerías que vendan sellados y envueltos los libros para menores con temática LGTBI. Así lo señala la legislación homófoba del país, que va aún más allá y prohíbe vender ejemplares que contengan pasajes sobre la homosexualidad o de cambio de sexo a menos de 200 de una escuela o una iglesia.
Estas nuevas restricciones están contempladas en un nuevo decreto que incluye una guía sobre la aplicación de la ley anti-LGTBI que fue aprobada en junio, y cuya redacción ha causado una enorme incertidumbre por su ambigüedad. El Gobierno de Viktor Orbán sostiene que la normativa forma parte de una ley más amplia que aumenta las penas por pedofilia y crea una base de datos de delincuentes sexuales, algo, sostiene, necesario para proteger a los niños.
Bajo esta ley, la venta de obras clásicas de la literatura como Orlando de Virginia Woolf, una novela que relata la vida de un noble inglés que se transforma en mujer, quedaría prohibida cerca de una escuela o una iglesia. Pero no es solo Virginia Wolf, tampoco pasan el corte otros clásicos que van desde poemas de Safo a Las metamorfosis de Ovidio, pasando por versos de los franceses Paul Verlaine y Arthur Rimbaud, hasta novelas del alemán Thomas Mann o dramas y sonetos del inglés William Shakespeare, entre muchísimos otros que también se verían vetados o censurados.
Exhibidos por separado
Desde principios de septiembre de 2020 se prohíbe exhibir y colocar en escaparates productos dirigidos a menores que presenten la sexualidad de una manera “arbitraria“, así como el cambio de sexo o la homosexualidad. Además, los libros con ese contenido deben ser exhibidos dentro de las librerías por separado y en un embalaje que los distinga. De hecho, en julio se impusieron el equivalente a unos 800 euros de multa a una filial de la mayor cadena de librerías del país, Lira Konyv, por no etiquetar claramente un libro para niños que representa a familias con padres del mismo sexo. El argumento era que se habían vulnerado las reglas de protección del consumidor al no indicar que el libro contenía “material que se desvía de la norma”.
“No queda claro qué significa prohibir la presentación arbitraria de la sexualidad y del cambio de sexo, ya que en base a estos criterios obras maestras de la literatura húngara y universal pueden ser prohibidas”, ha afirmado recientemente la Federación de Editoriales y Librerías (MKKE) en un comunicado.
Tamás Dombos, miembro de la directiva de la Sociedad Háttér, que defiende los derechos LGTB+, ha explicado que “el decreto no fue pensado”, y señala que el texto habla de publicaciones dirigidas a menores, pero no especifica qué pasaría con los libros destinados a mayores ni dónde está la diferencia. “No aclara los dilemas básicos que ya estaban presente en la ley, como qué significa propagar o presentar estos temas”, prosigue el activista tachando el decreto de “ridículo“, y difícil de poner en la práctica.
Dombos subraya que justo ese carácter ambiguo de la ley es lo que la hace peligrosa, ya que “podría haber una interpretación muy restrictiva, que hasta podría llegar a prohibir” ciertas publicaciones y libros.
Protestas
En junio cuando aprobaron la ley ya se produjeron protestas y al mes siguiente la Comisión Europea abrió un procedimiento contra Hungría por discriminar al colectivo LGTB+. Al mismo tiempo, en el país varias organizaciones adelantaron que desobedecerán la norma.
La revista Elle publicó en el número del mes de agosto tres portadas diferentes, con una pareja cada una, una gay, una lesbiana y una heterosexual, bajo el lema de “One Love” (Un amor).
La editora jefe de Elle, Katalin Gál, explicó al diario digital 168ora que las portadas no son escandalosas sino la ley, y que ni por un momento pensaron en no publicarlas. Gál cree que el objetivo de la ley es “forzar la autocensura”.
Una petición contra “la ley homófoba creada según el modelo ruso” ha recogido más de 130.000 firmas, mientras que empresas mediáticas como el grupo alemán RTL o el estadounidense HBO han protestado contra la legislación.
Hungría a favor de la igualdad
A pesar de las políticas del primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, varias encuestas publicadas en los últimos dos meses apuntan a que la mayoría de los húngaros están a favor de la plena igualdad en derechos de las personas LGTB+.
Según datos de una encuesta reciente, el matrimonio de personas del mismo sexo es respaldado por el 59 % de los húngaros, frente al 33 % de 2019.
Y una abrumadora mayoría del 83 % no cree en la afirmación de que alguien puede convertirse en homosexual tras oír hablar sobre orientación sexual en la escuela.
Fuente Agencias
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