El Gobierno indio no parece tener ningún interés en que se debata sobre los derechos del colectivo LGTB en el país, acomodado en su posición de negación y discriminación de Estado. La jueza Victoria Kolakowski, la primera magistrada abiertamente trans de los Estados Unidos, ha tenido que cancelar su viaje de dos semanas a la India después de que le hayan negado el visado. Las autoridades se interesaron por el programa de Kolakowski, dirigido a abordar con diversos grupos de trabajo la aplicación de políticas y leyes específicas para proteger los derechos de las personas LGTB. La propia Kolakowski facilitó la documentación requerida y desde entonces solo ha obtenido el silencio por respuesta.
Como recogió dosmanzanas en su momento, Victoria Kolakowski se convirtió en 2010 en la primera jueza abiertamente trans de los Estados Unidos, al imponerse sobre su rival, John Creighton, con un 52% de los votos, en la Corte Superior de Justicia de Alameda County (California). Un cargo que, por otra parte, conseguía renovar en 2016. Consciente del papel que ocupa e implicada con los derechos de la comunidad LGTB en el plano internacional, Kolakowski organizó su agenda con meses de antelación para participar en un programa sobre políticas y legislación igualitaria en la India durante dos semanas.
Sin embargo, el Gobierno indio se ha esforzado para impedir su entrada en el país. En un principio, según indica la propia magistrada, “todo estaba arreglado”. Pero las autoridades políticas quisieron conocer los detalles de la agenda de Kolakowski y al descubrir que iba a abordar la realidad del colectivo LGTB en la India se encendieron todas las alarmas. Su solicitud fue analizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores indio y aunque “personalmente me reuní con el director general del Consejo de Relaciones Culturales de la India para tratar de obtener la visa solicitada”, ha sido en vano.
“Estoy muy decepcionada y frustrada de que esto se haya visto atrapado en un bucle burocrático”, expresaba esta jueza estadounidense, que ya suma 28 años de experiencia como jurista. Además, Kolakowski indica que “nos tomó semanas despejar estas dos semanas” de trabajo para poder cumplir con los objetivos del viaje, durante el cual tenía previstas más de 30 reuniones con abogados y otros juristas.
La magistrada ha denunciado que la embajada ya ha enviado a muchas otras personas a la India para discutir temas como la tecnología y el cambio climático y ninguna antes ha tenido el menor problema para obtener las correspondientes visas. En este sentido, Kolakowski asegura que “me resulta irónico que el problema que estamos teniendo no sea con el Gobierno de Estados Unidos, que quiere enviarme a hacer esto, sino con el Gobierno indio que está bloqueando las cosas”.
La India: un país con LGTBfobia de Estado
Las informaciones que nos llegan positivas en clave LGTB de la India son muy escasas. A principios de este mismo año nos hacíamos eco de la apertura del primer colegio para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social. Solo unos días después, sin embargo, recogíamos la historia de un joven de 20 años cuyos padres trataron de organizarle una “violación correctiva” después de salir del armario como gay. Los progenitores llegaron a contratar a unos matones para que le agredieran al saber que mantenía una relación con otro chico con el que convivía.
Por otra parte, hace un par de semanas publicábamos que las autoridades de la India prohibían una película por “glorificar” las relaciones homosexuales. La Junta Central de Certificación Cinematográfica de la India (CBFC) se negaba a certificar ‘Ka Bodyscapes’ para su proyección por incluir “escenas gais sensibles”.
El artículo 377 del Código Penal de la India castiga las relaciones sexuales “contra natura” con hasta 10 años de prisión. A finales de 2013, la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad, dejando sin efecto la histórica sentencia sancionada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009 (en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo). En los últimos años,mos hemos hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales.
Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Y a principios del año pasado recogíamos que ese mismo año 2014 se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra que en 2015 se elevaba a más de 1.300 personas, incluyendo 207 adolescentes. Una cifra, no obstante, que parece poco realista si tenemos en cuenta que desconocemos el alcance de la corrupción policial y la cantidad de afectados por extorsiones económicas a cambio de evitar el arresto o el procesamiento judicial.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”. Por otra parte, la estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de 2016 nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay.
Fuente Dosmanzanas
General, Hinduísmo, Homofobia/ Transfobia.
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