Personas mayores trans: detenidas durante el franquismo y sin trabajo ni pensión en la actualidad
Día Internacional de la Memoria Trans (20 de noviembre)
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) celebró el pasado miércoles, con la colaboración del Parlamento de Canarias, un acto, con motivo del Día Internacional de la Memoria Trans, para visibilizar la realidad que vivieron estas personas durante el franquismo y las repercusiones que estas discriminaciones tienen en el presente. Así, durante su intervención, la presidenta de FELGTB, Uge Sangil, ha denunciado que “las personas trans que están llegando a la tercera edad sufrieron durante su juventud constantes detenciones y una brutal discriminación social y laboral que les ha impedido cotizar y, por tanto, acceder en la actualidad a una pensión que les permita mantenerse”.
En este sentido, la coordinadora del grupo de Políticas Trans, Marcos Ventura, ha recordado que, durante la dictadura, ser LGTBI estaba penado por la ley de peligrosidad social del régimen franquista, lo que originó múltiples detenciones y humillaciones al colectivo. Ventura ha puesto de manifiesto que “las personas trans, sobre todo las mujeres, que eran más visibles, eran arrestadas con frecuencia y apartadas de cualquier espacio ya fuera lúdico o laboral”.
“Estas mujeres fueron víctimas de múltiples violencias y, en la mayoría de los casos, solo pudieron recurrir al mundo del espectáculo o al del trabajo sexual para subsistir”, ha denunciado. Pero, tal y como ha evidenciado, “no se trata solo de un tema del pasado, puesto que, en la actualidad, el 80% de las personas trans sigue en situación de desempleo”.
Por este motivo, la presidenta de FELGTB, Uge Sangil, ha reclamado la aprobación urgente de una Ley Estatal LGTBI que permita eliminar la transfobia a través de la educación, promueva medidas concretas para fomentar la inserción laboral de este colectivo y garantice el derecho de autodeterminación para todas las personas, entre otras medidas. Además, ha manifestado que “las personas trans deben ser consideradas un colectivo en riesgo de exclusión ya que sufren elevadas tasas de discriminación y violencia”.
Así, ha recordado que, según estudios de FELGTB, más del 40% de las personas trans ha sido víctima de algún tipo de violencia en el último año y casi el 60% de quienes tienen entre 16 y 24 años ha sufrido transfobia en el ámbito escolar.
Ser trans durante la dictadura y la transición
Durante el encuentro, tres mujeres trans han ofrecido su testimonio para compartir cómo vivieron su adolescencia y su juventud. Así, Montse, que actualmente tiene 61 años, ha contado que se visibilizó como mujer a los 15 y que su juventud fue muy dura ya que, “no podía ni siquiera salir con amigas porque por cualquier cosa nos llevaban a comisaría”. “Nos pegaban y maltrataban y a veces tenía que esconderme en un zaguán para que no me encontraran”, ha explicado.
Sin embargo, según relata, la peor discriminación que sufrió fue la laboral, ya que nadie la contrataba por su condición de persona trans. “Solo he podido cotizar 12 años y medio y ahora no tendré derecho a una pensión por no llegar a un mínimo de 15 años trabajados. No es que no quisiera trabajar, es que nadie me contrataba y al final me vi obligada a recurrir al trabajo sexual”, ha denunciado. “Ahora ya te dejan caminar por la calle, pero nos siguen poniendo etiquetas, siguen sin mirarnos como a personas y siguen sin querer contratarnos”, ha lamentado.
Miryam tiene 60 años y es natural de Zaragoza. Según ha relatado, siempre ha estado expuesta a una doble discriminación por su condición de persona trans y por ser de raza gitana. “Desde que era muy pequeñita era evidente que yo era una niña y siempre he recibido el apoyo de mi familia. Esto me hizo muy fuerte”, explica. Este empoderamiento hizo que, pese al bullying que sufrió durante sus estudios universitarios, a los 17 años, Miryam fuera una de las personas que encabezó la manifestación en favor de los derechos del colectivo en 1977 en Barcelona.
Sin embargo, perdió la cuenta del número de veces que ingresó en comisaría como consecuencia de las redadas en cines o clubs donde se reunía con sus amistades a escondidas porque, según cuenta, “no podíamos estar en ningún sitio”. Una vez llegó a estar 15 días en prisión soportando insultos y vejaciones fruto de la transfobia y la xenofobia. “No te da vergüenza ser gitano y maricón” le decían. Ha podido trabajar como cocinera, pero siempre, en puestos que no impliquen estar de cara al público.
Marcela tenía 20 años cuando murió el dictador y ha recordado con rabia todas las veces que la encarcelaron simplemente por juntarse con sus amigas en un bar. “Me pasaba unos 15 días al mes en prisión, tal vez más. Una vez, incluso me volvieron a detener el mismo día que salí de la cárcel solo por bajar a la plaza donde se reunía mi gente después de pasar por casa”, ha relatado.
Cada vez que la detenían, la norma dictaba que tenía que pasar 72 horas detenida, pero, según ha explicado, había veces que el tiempo se prolongaba porque se alegaba “sospecha” de haber cometido un delito y así, podían retenerla el tiempo que quisieran. Además, según cuenta, era frecuente que acusaran falsamente a las mujeres trans de cometer robos y varias de sus amigas tuvieron que enfrentarse a juicios sin haber cometido delito alguno.
Durante el acto, el experto en memoria histórica LGTBI, Víctor Ramírez, ha explicado que, las disidencias de género, además de ser duramente reprimidas durante la dictadura franquista a través de leyes penales, fueron obviadas en la agenda de la Transición. Además, según el experto, la memoria histórica de las personas trans se enfrenta a la dificultad de trasponer los conceptos identitarios actuales a épocas pasadas. “Las siglas LGTBI son difíciles de aplicar a épocas históricas como la dictadura franquista, para la cual toda disidencia sexual o de género estaba englobada dentro del término de “homosexualidad”, de ahí la importancia de recuperar la memoria a través de los testimonios orales”, ha declarado.
El acto también ha contado con la participación del director general de Igualdad de Trato y Diversidad del Gobierno de España, Ignacio Sola; el presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos y la viceconsejera de Igualdad y Diversidad de Canarias, Silvia Jaén.
Fuente FELGTB
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