24 pasos y 78 años para buscar a Lorca. Las tareas por encontrar el cadáver de García Lorca se han complicado
El equipo de arqueólogos trabaja en la zona donde podría estar enterrado Lorca. / m. zarza
24 pasos y 78 años para buscar a Lorca
¿Y ahora dónde estás, Federico?
“Está ahí. Hay que seguir buscando“
Un equipo de expertos intenta encontrar al poeta en una fosa señalada por falangistas
La sobrina del autor rechaza la exhumación: “No la autorizaremos”
El pasado viernes concluyeron los trabajos de la pala excavadora iniciados el martes, que permitieron localizar una zona de “tierra oscura y húmeda”. Esa anomalía en el terreno podría corresponderse con el pozo que los investigadores tratan de localizar como posible enterramiento común. Los especialistas prevén continuar con sus tareas manuales al menos hasta este domingo y no descartan volver el lunes con la pala excavadora.
Una decena de especialistas, coordinados por el arqueólogo Javier Navarro, ha comenzado este sábado en el entorno del Peñón del Colorado, en el término municipal de Alfacar (Granada), la excavación manual de los terrenos donde el investigador Miguel Caballero sitúa la posible fosa de Federico García Lorca.
Desde primera hora de la mañana de este sábado, los arqueólogos han iniciado los trabajos manuales en este paraje situado cerca de la carretera que une Víznar y Alfacar, a unos 500 metros de la zona en la que la Junta de Andalucía ya intervino en 2009 sin éxito. La intervención se enmarca en las labores de localización y delimitación de fosas de víctimas de la Guerra Civil impulsadas por la dirección general de Memoria Democrática de la administración autonómica.
El inicio de las excavaciones a mano ha podido comenzar este sábado después de que este viernes concluyera su tarea la pala excavadora, perteneciente a la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, que desde el martes retiraba tierra. Esa tarea con maquinaria permitió localizar una zona de “tierra oscura y húmeda” que coincidiría con las señales detectadas previamente por el georradar, según Navarro. Esa anomalía en el terreno podría corresponderse con el pozo que los investigadores tratan de localizar como posible enterramiento común, si bien será el trabajo manual el que determine los resultados definitivos. Navarro ha explicado este sábado que, hasta el mediodía, no habían llegado a la zona señalada por el georradar y que al menos inicialmente las tareas se han complicado ante el endurecimiento que presenta la superficie.
El equipo de especialistas prevé continuar con sus tareas manuales al menos hasta este domingo y no descarta que el lunes tenga que volver la pala excavadora para rebajar aun más el terreno. El proyecto parte de las investigaciones científicas y documentales de Miguel Caballero, quien también se basa en testimonios del periodista y escritor granadino Eduardo Molina Fajardo (1914-1979) para situar en ese entorno el posible enterramiento de García Lorca, junto a al menos otras tres personas.
Aunque desde la dirección general de Memoria Democrática han aclarado que la iniciativa, promovida de oficio por la administración autonómica, no está centrada en Federico García Lorca, han reconocido que en el proyecto inicial Caballero sí hace referencia expresa al poeta de Fuente Vaqueros. En cualquier caso, si en los sondeos arqueológicos se encontraran finalmente restos óseos, esos hallazgos serán denunciados ante los tribunales de justicia para que puedan decidir al respecto.
Y seguimos leyendo en El País:
“Llamé a Manolo Martínez Bueso para que los vigilara y presenciara la ejecución… Después, Manolo me dijo que Federico [García Lorca] iba en pijama y que los habían matado en el campo de instrucción de las tropas, a la derecha de la carretera… Me dijo que de los que se enterraron, Federico era el segundo por la izquierda”. Esto fue lo que respondió José María Nestares, mando militar del frente de Víznar (Granada), cuando en 1969, el investigador y falangista Eduardo Molina Fajardo le preguntó dónde habían enterrado al poeta, fusilado la madrugada del 17 de agosto de 1936.
Este y otros 48 testimonios recogidos en el libro Los últimos días de García Lorca han llevado a una docena de expertos a volver a buscar la fosa del poeta español más universal, ahora, en un paraje conocido como Peñón Colorado. A menos de un kilómetro del anterior intento, en 2009, y con mucho menos presupuesto: 15.000 euros frente a los 70.000 que aportó entonces la Junta de Andalucía.
“Todo va cuadrando”, dice a pie de excavación el investigador Miguel Caballero, que ha contrastado con la documentación histórica, uno a uno, los 48 testimonios recogidos por Molina Fajardo de falangistas que participaron en la detención, traslado o ejecución del poeta. “De esos 48 hay 10 que valen mucho la pena y son coincidentes. Y hay que tener en cuenta que Molina Fajardo era falangista y las personas que participaron en la ejecución de Lorca estarían mucho más dispuestas a contar la verdad a un colega antes que a un historiador”. Nestares entregó a Molina Fajardo un croquis del lugar de enterramiento. Uno de los hijos del militar, Fernando, llegó a acudir con dos guardias de asalto que dijeron haber sido testigos y ejecutores del fusilamiento del poeta al sitio donde había sido enterrado junto al maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Argollas: un pozo en el Peñón Colorado, a 24 pasos de la carretera que une las localidades de Víznar y Alfacar. Y años más tarde, Fernando Nestares logró que otro falangista, Pedro Cuesta, le indicara el lugar. Cuesta no quiso bajarse del coche, pero volvió a señalarle el mismo sitio y aventuró que sería fácil identificarlo, porque había sido fusilado junto a Dióscoro Galindo, que era cojo. “Sí, allí tenía la muleta. encima de ellos, estará ya podrida…”, dijo.
La primera meta de esta nueva búsqueda es encontrar el pozo donde, según los testimonios, fueron arrojados. Si aparecen los restos, la identificación no sería difícil, explica la antropóloga Belén Jimeno: “Una de las víctimas tenía una pierna amputada, un rasgo inequívoco, y Lorca tenía un cráneo muy globuloso, muy característico, además de un defecto en los pies”. La identificación antropológica podría ser la única que se llevara a cabo en caso de encontrar huesos ya que la familia del poeta se opone a la exhumación. “No tienen legitimidad alguna porque nuestra postura no ha cambiado. No hemos dado ni vamos a dar autorización para buscar sus restos”, asegura a EL PAÍS Laura García Lorca
El Gobierno andaluz se ha cuidado mucho de no presentar esta nueva búsqueda como la exhumación del poeta. “Buscamos a víctimas, no a Lorca”, aseguró Luis Naranjo, director del departamento Memoria Democrática de la Junta. A pie de excavación, el director de los trabajos, el arqueólogo Javier Navarro, explica: “Es verdad que no estamos solo buscando a Lorca, sino a víctimas de la Guerra Civil. Yo a mis muertos quiero tenerlos en lugares dignos, y no entiendo que haya gente que no lo vea así. En cualquier caso, me parece que esto sobrepasa lo familiar. Federico García Lorca es de todos y es impresentable que España tenga a su poeta más universal tirado en un sitio como este”.
Acompañan al equipo de expertos seis alumnos de la Universidad de Nottingham que trabajan en un proyecto sobre reconciliación y conflictos. Jessica Heath, de 25 años, y Freya Macknight, de 26, han viajado desde Londres con dos de sus profesores, Gareth Stockey y Stephen G.H. Roberts, para seguir de cerca esta búsqueda, hablar con los especialistas y con la gente del pueblo. “Es muy emocionante pero también muy triste estar en este sitio y oír lo que le sucedió”, dice Freya. “Es importante que este debate siga abierto porque sigue dividiendo a España”, añade Jessica. Ayer, las dos cogieron una pala y ayudaron a sacar tierra de la que puede ser la fosa de Lorca.
En caso de localizar los restos, el equipo de expertos no los exhumaría. Presentaría una denuncia en el juzgado. Si, como es habitual en estos casos, el juez archiva alegando que los presuntos delitos fueron amnistiados o han prescrito, “la Junta de Andalucía actuaría de oficio y enviaría los huesos al laboratorio de la Universidad de Granada”, explica un portavoz. Quedarían en manos de expertos como el catedrático de Medicina Legal José Antonio Lorente, que identificó los restos de Cristóbal Colón; y Francisco Etxeberria, que ha tocado los huesos de Pablo Neruda y Salvador Allende y ahora busca los de Cervantes.
Desde Madrid, el hispanista Ian Gibson sigue inquieto esta nueva búsqueda tras la frustración de 2009, cuando los arqueólogos solo encontraron en el lugar que él había señalado como fosa de Lorca una enorme roca. “Si ahora lo encuentran ahí no sentiré envidia, ni resentimiento. Me alegraría muchísimo que apareciesen los restos de Lorca, aunque no fuera en el sitio que a mí me señaló Manuel Castilla [el supuesto enterrador]. Pero si no están ahí, hay que seguir. Creo que el sitio con más posibilidades está a 150 metros de dónde excavaron en 2009”.
Historia de un misterio
1955. Manuel Castilla, ‘El Comunista’, que dice haber enterrado a Lorca junto al maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Francsisco Galadí y Joaquín Argollas, señala al investigador estadounidense Agustín Penón el lugar del enterramiento: un paraje en Alfacar.
1966. Castilla indica el mismo lugar a Ian Gibson, biógrafo de Lorca.
2008. El juez Baltasar Garzón ordena la exhumación de 19 fosas, entre otras aquella en la que se suponía que estaba Lorca. La Audiencia Nacional lo paraliza.
2009. En septiembre, comienza la excavación en Alfacar financiada por la Junta de Andalucía. Tras mes y medio de trabajo y 70.000 euros de inversión solo aparece una roca.
2014. Un nuevo equipo excava en otra posible ubicación de la fosa de Lorca, en el Peñón colorado. Con una financiación de 15.000 euros de la Junta de Andalucía.
Fuente El País, Público y Cáscara Amarga
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