Ellia Green con su esposa Vanessa Turnbull-Roberts y su hija Waitui

El jugador de la liga de rugby australiana Ellia Green se ha convertido en el primer deportista olímpico que sale del armario como hombre trans.

Green, campeón olímpico con medalla de oro, salió del armario durante una cumbre celebrada por el campeonato de rugby LGBTQ+ Bingham Cup el martes (16 de agosto) en Ottawa (Canadá).

“Me prometí a mí mismo que, cuando terminara mi carrera en el rugby, seguiría viviendo el resto de mi vida con la identidad y el cuerpo que sé que me corresponde“, dijo Green en un vídeo pregrabado que se proyectó en la cumbre internacional para acabar con la homofobia y la transfobia en el deporte.

Salir del armario en un momento en que los organismos deportivos prohíben o restringen a los deportistas trans tendrá sus dificultades, admitió el rugbier. Pero sabe lo poderoso que será hacerlo.

“Ser abierto sobre mi identidad de género es algo realmente difícil de hacer hoy en día. Todo lo que tienes que hacer es encender la televisión, mirar en las plataformas de las redes sociales, y puedes ver la cantidad de acoso, daño y discriminación que hay sobre las identidades de género“, dijo. “Es extremadamente perjudicial, por lo que para alguien ser abierto y honesto sobre su identidad a la vista del público es absolutamente desalentador”.

Green, de 29 años, representó a Australia en el rugby a siete femenino y ganó el oro en los Juegos Olímpicos de verano de 2016 en Río de Janeiro y la plata en los Juegos de la Commonwealth de 2018. Se retiró del juego en 2021.

Pero otras rugbiers trans quizá nunca puedan tener la carrera que tuvo Green si algunas ligas de rugby se salen con la suya. Tanto la World Rugby como la International Rugby League han prohibido a las mujeres trans participar en los partidos femeninos, uniéndose así a la Federación de Natación (FINA), la FIFA y el Atletismo Mundial.

“Imagínate no poder hacer lo que te gusta por cómo te identificas, prohibir a las personas transgénero el deporte, creo que es vergonzoso, y creo que es hiriente“, dijo Green. “Creo que las alarmantes tasas de suicidio y los problemas de salud mental que experimentan los jóvenes trans y de género diverso empeorarán aún más”.

La avalancha de prohibiciones a los deportes trans ni siquiera es algo que apoyen las propias jugadoras de rugby. Una investigación presentada en la cumbre de la Copa Bingham reveló que la mayoría de las jugadoras de rugby apoyan la plena inclusión de las mujeres trans, en lugar de hacerlo caso por caso o con una prohibición general.

Casi nueve de cada diez mujeres cis heterosexuales que juegan al rugby en Canadá apoyan los deportes que incluyen a las personas trans, y el 80% afirma que se sentiría perfectamente segura jugando junto a una mujer trans.

La investigación, realizada por la Universidad de Colombia Británica y la Universidad de Monash, encuestó a siete clubes de rugby de Canadá y a 14 clubes de Australia y Gran Bretaña.

“Estamos muy preocupados por la salud de los jóvenes trans y de género diverso y tenemos que hacer todo lo posible para apoyarlos, no para prohibirles practicar deportes“, dijo Elizabeth Saewyc, profesora de la Universidad de Colombia Británica y una de las investigadoras del estudio.

Green, que creció en Fiyi antes de mudarse a Nueva Gales del Sur (Australia), dijo que pasó su infancia sabiendo que era un niño: “Siempre me ponía la ropa de mi hermano, jugaba con herramientas y corría sin camiseta. Hasta que me salieron los pechos y pensé ‘oh no‘”, dijo a  Associated Press.

Greene vive ahora en Sidney con su esposa Vanessa Turnbull-Roberts y su hija Waitui. Dijo que estuvo “entrando y saliendo de centros de salud mental por problemas graves” mientras Turnbull-Roberts estaba embarazada, poco después de su jubilación.

“Estaba teniendo malos episodios. Es la última vez que quiero que tenga que verme así. Pero la única manera de ayudar a sanar es hablar de ello”, dijo. “Me gustaría ayudar a alguien a no sentirse tan aislado contando mi historia”.

En 2020, Chris Mosier se convirtió en el primer hombre abiertamente trans que representó a Estados Unidos a nivel internacional y se clasificó para las pruebas olímpicas de marcha atlética. Pero nunca llegó a los Juegos Olímpicos debido a una lesión.

Pero toda una serie de atletas abiertamente trans han pasado a competir en los Juegos Olímpicos de verano de Tokio 2020, y muchos de ellos han hecho historia en el proceso.

Laurel Hubbard, levantadora de pesas de Nueva Zelanda, se convirtió en la primera atleta abiertamente trans que compite en los Juegos Olímpicos. La futbolista canadiense no binaria Quinn consiguió una medalla olímpica en la final de fútbol femenino, siendo la primera atleta abiertamente trans en hacerlo.

Fuente Pink News

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