Valeria Fedeli, una aliada LGTB en el Ministerio de Educación italiano mientras los ultras se muerden las uñas…
El referéndum convocado Matteo Renzi ha reconfigurado la ejecutiva del país transalpino. El propio Renzi ha dimitido y el nuevo primer ministro, Paolo Gentiloni, ha nombrado a varios ministros para formar una nueva ejecutiva. Entre los nuevos nombres del gobierno hay uno que luce con el brillo de la diversidad: Valeria Fedeli.
Si hablamos de legislación LGTB, Italia se encuentra bastante más cerca de Rusia que de España. Por fortuna, en el país transalpino no hay una persecución de la comunidad promocionada por el estado, pero también es cierto que el peso de la Iglesia Católica se deja notar en la falta de avances en los derechos del colectivo LGTB.
Por la tradicional herencia del país, el colectivo LGTB italiano necesita el apoyo de diferentes protagonistas para conquistar mayores cuotas de autonomía y derechos. Por ello, el nombramiento de Valeria Fedeli ha sido recibida como una ofensa por los sectores más ultraconservadores del país transalpino. Italia es un país en el que los temas religiosos suelen causar polémicas, en particular por todo lo que tiene que ver con el Vaticano, y la lucha entre los conservadores y aquellos que quieren cambiar o modificar ciertas conductas o prejuicios de la sociedad. Ahora, con el nombramiento de Valeria Fedeli, se ha desatado el debate, ya que los conservadores la ven como “una defensora de la ideología de género y uno de los grandes referentes del feminismo italiano”. Y consideran esa descripción como “un peligro que esta sindicalista, feminista radical y gran defensora de la ideología de género, interfiera en la educación de los jóvenes italianos”, según comenta InfoVaticana.
Según recoge Javier Lozano en Religión en Libertad, la nueva ministra de educación intentó desde el Senado que se aprobara una ley -aunque finalmente no salió adelante- que “imponía la doctrina LGTB” en todos los colegios del país. Es, segun ellos, enemiga declarada del movimiento ‘Family Day’, que “defiende el matrimonio y la familia frente a la intromisión del lobby LGTB en la sociedad”.
Valeria Fedeli pertenece al Partido Democrático y se convirtió una de las senadoras que con mayor vehemencia defendió la ley Cirinna que contempla las uniones civiles del mismo sexo. La política del Partido Demócrata ha indicado que defender la ley era apoyar de verdad a la familia y que ”no sería la victoria de una minoría, sino de todo el país, debido a que regalan mucha felicidad y serenidad”.
De hecho, en su intervención en el Senado dio la nota leyendo una carta de una madre lesbiana que defendía la ley y mientras lo hacía se puso a llorar afirmando que estaba ”orgullosa” de llevar la felicidad al colectivo LGTB.
Fedeli fue también vicepresidenta de la Asociación Nacional de Consumidores y luchaba para “superar las desigualdades de género”. Presentó en 2014 un proyecto de ley bajo el nombre “Introducción de la educación de género y de la perspectiva de género en la actividad y en los materiales didácticos de la escuela del sistema nacional de educación y en la universidad”.
Según los ultramontanos religiosos, el texto defendía la “deconstrucción crítica de las formas rígidas y estereotipadas a través de las cuales las identidades de género son cultural y socialmente conformadas” a través de la modificación de los libros de los libros de texto de los más pequeños o la intervención en los planes de estudio de los colegios.
Por lo tanto, una doble victoria para esta política que es una de las mayores referencias del feminismo italiano y una firme defensora de la ideología de género y la comunidad LGTB.
Un nombramiento que inyecta una saludable dosis de diversidad e inclusión a la política italiana, aunque se ha visto enturbiado por los noticias que indican que Valeria Fedeli no tiene el título de Trabajo Social que aparece en su biografía política.
Vídeo: Valeria Fedeli interviene en el debate de la unión civil en Italia
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