“Me raparon y quisieron medicarme para ‘curar’ mi homosexualidad”. Varios partidos piden en el Congreso castigar con hasta 4 años de cárcel esas prácticas.
Entrevista a Xavi, ha puesto una querella contra la diócesis y varios párrocos que le sometieron 5 años esas terapias de conversión. / M.A.MONTESINO
Un joven valenciano interpone la primera querella contra «Es Posible la Esperanza» la asociación que presuntamente le sometió a él y a cientos de jóvenes en España a unas pseudoterapias que la ONU equipara a la tortura
A los 20 años Xavi Martínez fue internado en un convento en la localidad cántabra de Ruiloba. Le raparon el pelo y le prohibieron usar pantalones pitillo porque “iba provocando“. Sus compañeros eran otros chicos y chicas, también muy jóvenes. Les prometieron que allí podrían “curarles” la homosexualidad. Ansiolíticos, antidepresivos, inhibidores de la libido… Eran ‘zombies‘ empastillados. Sesiones de ‘terapia‘ de conversión sexual por las tardes, trabajo físico y rezo por la mañana. Los hombres al campo, a jugar a fútbol, a hacer boxeo. Las mujeres a “sus labores“. La vida de Xavi fue moldeada y manipulada para marcarle como un pecador y un enfermo. Para que él mismo creyera que era una especie de adicto. El internamiento duró 6 meses, las terapias de conversión sexual las estuvo sufriendo 5 años. Hoy, tiempo después de haber salido de aquel infierno terrenal, se ha atrevido a poner una querella a sus torturadores: “Hay que pararles los pies“.
En aquel convento hubo autolesiones, intentos de suicidio, depresiones. Había chicos que no se despertaban hasta las 11 de lo drogados que iban. Había menores de edad. “Los padres se sentían unos elegidos de Dios para la batalla del siglo XXI. Nos decían que buscaban ‘un nuevo tú‘”, cuenta. Pero en la búsqueda, y en la dura represión, se rompieron muchas personas; “aquello parecía Proyecto Hombre, me sentía como una planta arrancada de la tierra“.
Xavi, con el pelo rapado en el convento junto con otros jóvenes víctimas de las terapias de conversión sexual. / LEVANTE-EMV
Xavi fue el alumno aventajado del proyecto del padre Santiago Olmeda. “Él tenía una respuesta a algo que causaba conflicto en la Iglesia: la homosexualidad. Decía que con terapia se nos podía ‘reeducar’. Por eso muchos lo apoyaban y todos lo sabían“, explica. Pero en el proceso, le borraron la identidad. “Me convertí en un clon suyo. Para mí cada minuto que pasaba junto a él era un absoluto honor, me sentía un afortunado“.
A Xavi lo mataron en vida. Los cortes de sus brazos cuentan la historia de unas pseudoterapias sanadoras de gays que en el fondo solo son trituradoras de personas. Sólo él sabe lo mucho que sufrió, se odió y se negó a sí mismo. Él, al menos, está vivo y salió del horror que a día de hoy se sigue cometiendo en la clandestinidad de algunas congregaciones religiosas.
«Nos daban ansiolíticos, antidepresivos e inhibidores de la libido. Éramos ‘zombies’»
Una de las clases de boxeo de Xavi durante las terapias de conversión sexual. / LEVANTE-EMV
Le costó muchas horas de psicóloga y mucha determinación, pero hoy Xavi, el chico al que quisieron apagar, por fin es Xavi. Su testimonio rezuma la fuerza de quien ha ido al infierno y ha vuelto. El alumno aventajado del padre Olmeda es quien quiere ahora pararle los pies. Por eso ha presentado una querella contra él y el resto de miembros de “Es Posible la Esperanza (EPE)“, la asociación dedicada desde hace más de una década a, presuntamente, sanar gays, y a la que acusan de organización criminal por practicas unas pseudoterapias que la ONU equipara a la tortura.
Otras de las personas que figuran en la querella son Federico Mulet, el profesor denunciado en Alaquàs por intentar curar la homosexualidad de 5 alumnos con pastillas (y que declara este mes de febrero por esta otra causa), su mujer, el profesor de Marxalenes señalado por lo mismo y un psiquiatra entre otros participantes. Sin embargo, la persona más relevante señalada en la querella es el obispo Juan Antonio Reig Pla, acusado de promover y organizar estas terapias sanadoras de gays en varias diócesis, entre ellas la de Valencia.
El Ministerio de Igualdad investiga ya a 7 diócesis por acoger y promover este tipo de actos, y la Federación Estatal LGTBI ha iniciado una recogida de firmas para que estas pseudoterapias se conviertan en eurocrímenes. Compromís y Más Madrid, por su lado, trabajan para modificar el Código Penal y que estas prácticas dejen de saldarse con sanciones económicas y conlleven penas de prisión.
Xavi ha puesto una querella contra la diócesis y varios párrocos que le sometieron 4 años a terapias de conversión. / M.A.MONTESINOS
150 personas por centro
La red de terapias de conversión tuvo, supuestamente, dos centros neurálgicos: Madrid y València. Los encuentros, sin embargo, se solían realizar en Cantabria, en la localidad de Ruiloba, cercana a Comillas. En cada una de las ciudades llegó a haber hasta 150 jóvenes metidos dentro de estas terapias. Según explica Xavi, el centro Santiago Apostol de Marxalenes (que pertenece a la red concertada) organizaba partidos de fútbol para “curar la homosexualidad” como parte de estas pseudoterapias.
Xavi dejó de lado todas sus amistades y relaciones para sumergirse en la red de terapias de conversión. El profesor denunciado en Alaquàs, Federico Mulet, era una de las figuras clave en las terapias de València, y llegó a ser como “un segundo padre” para Xavi. Un padre que le castigaba constantemente por sus “recaídas“, como si fuera un adicto por conocer a un chico.
Las pseudoterapias estaban basadas en estudios de psiquiatras completamente desacreditados por las asociaciones profesionales, como los de Joseph Nicolosi, y se basaban en encontrar las “heridas” de tu niño interior. “Para ellos la homosexualidad no era nada más que un trastorno producido generalmente en la infancia y por culpa de los padres. Y buscaban cualquier resquicio o cualquier problema que hubieras tenido para aferrarse a eso“, cuenta.
Parte de los materiales usados en las terapias de conversión sexual. / LEVANTE-EMV
Fármacos para los casos “más graves”
La red disponía de psiquiatras que conseguían las pastillas para recetar en los casos “más graves” como el de Xavi. Sin embargo, él siempre se negó a ello, pese a la insistencia de Federico u Olmeda. La terapia se veía como un camino, y el final del camino consistía en casarse con una mujer. Xavi asegura que varias personas con las que coincidió han llegado a ese final del camino. Él, afortunadamente, se salió en un desvío.
Víctimas de las pseudoterapias de conversión haciendo ejercicio físico para “rerforzar su masculinidad” / LEVANTE-EMV
La salida a la luz de esta red de terapias de conversión ha abierto una brecha en la Iglesia y en el arzobispado de València. La postura oficial de la Conferencia Episcopal es de rechazo, la realidad que cuenta Xavi es que centenares de jóvenes han caído ahí durante más de una década, derivados precisamente por párrocos. Quienes defienden abiertamente estas terapias, como el obispo de Alicante José Ignacio Munilla, afirman que lo que hacen es “acompañar a los homosexuales a la castidad“. Xavi responde que quienes diseñaron y realizaron estas pseudoterapias “tienen las manos manchadas de sangre“.
Las personas que deseen ofrecer testimonios, datos o cualquier información relacionada con este tema pueden escribir a este periódico dirigiéndose al siguiente correo electrónico: gsanchez@levante-emv.com
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| RD/EP
Sumar, Podemos, ERC, BNG y Junts han firmado y registrado este martes en el Congreso una proposición de ley orgánica, a propuesta de la Asociación No es Terapia, para castigar con penas de uno a cuatro años de cárcel a quienes practiquen “terapias de conversión” para personas LGTBIQ+, una práctica que han calificado de “tortura” y de “laboratorios del horror“.
Según la propuesta registrada este martes en la Cámara Baja, a la que ha tenido acceso Europa Press, pide añadir al artículo 175 del Código Penal que “la persona que practique Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual e Identidad o Expresión de Género (ECOSIEG) sobre otra persona será castigada con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa de ocho a veinticuatro meses“.
También propone castigar con la misma pena a quienes remitan a una persona a que un tercero le practique ECOSIEG, la fuercen a recibir estas prácticas o consientan la práctica de ECOSIEG en un entorno bajo su supervisión.
“Laboratorios del horror y del terror”
“España no se puede quedar atrás. Las terapias de conversión y de reparación son los laboratorios del horror y del terror donde juegan con nuestros cuerpos, con nuestras mentes, hasta intentar someternos. Se ha demostrado a lo largo de la historia que no curan ni reparan nada, lo único que hacen es truncar las vidas, donde los índices de suicidio son escandalosos“, ha advertido la senadora de Más Madrid Carla Delgado (conocida como Carla Antonelli), la primera mujer trans senadora en la Cámara Alta.
Según ha recordado Delgado, estas prácticas ya están penalizadas y perseguidas con pena de cárcel en “Portugal, Francia, Reino Unido, Alemania, Canadá y tantos y tantos países“. Por ello, ha dicho que España no se puede quedar atrás .
En la misma línea, el portavoz adjunto de Más Madrid, Eduardo Rubiño, ha calificado las terapias de conversión de “aberración“. Igualmente, la diputada de Más Madrid en la Asamblea de Madrid Jimena González, ha señalado que esta iniciativa es importante en un contexto “en el que redes sociales como Meta, por ejemplo, ahora ya permiten que en redes sociales se llame a las personas LGTBIQ enfermas mentales sin que eso se pueda moderar ni borrar” y en el que hay “un Partido Popular más fanático que nunca” que “está más cómodo en el lado de sectas ultra religiosas que en el lado de los derechos humanos“.
Por su parte, la vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso y portavoz de Igualdad del Grupo Plurinacional Sumar, Esther Gil, ha destacado que esta iniciativa legislativa marcará “un antes y un después” y ha destacado que, además de buscar la erradicación de estas terapias, se aportará “un apoyo económico y habitacional a las personas que pasan por esta cruel experiencia“.
En concreto, la iniciativa contempla que “cuando las víctimas de un delito tipificado en el artículo 175 bis del Código Penal careciesen en el año anterior al de la solicitud de rentas superiores, en cómputo anual, al salario mínimo interprofesional, excluida la parte proporcional de dos pagas extraordinarias, recibirán una ayuda económica equivalente a seis meses de subsidio por desempleo“.
Igualmente, si la víctima tiene personas a cargo, su importe podrá alcanzar el de un período equivalente al de dieciocho meses de subsidio, o de veinticuatro meses si la víctima o alguno de los familiares que conviven con ella tiene reconocida oficialmente una discapacidad en grado igual o superior al 33%, según el texto.
El presidente de la Asociación No es Terapia, Saúl Castro, por su parte, ha celebrado que este martes dan “el primer paso” para conseguir que “se criminalicen” las terapias de conversión.
Javi, una víctima “coaccionada y manipulada“
En el registro de esta iniciativa también ha participado Javi, que ha relatado cómo estuvo sometido a estas prácticas durante cuatro años y medio. “Me internaron durante seis meses en un convento solo por estar enamorado de un chico a mis 20 años. Urge criminalizar este tipo de prácticas, porque los responsables son un peligro social para la gente del colectivo LGTBIQ+“, ha declarado.
Javi ha calificado estas prácticas de “torturas” y ha denunciado que las víctimas de ellas son “coaccionadas y manipuladas“ por su ambiente más cercano, como “el cura de tu iglesia, tu catequista, tu profesor, tu psicólogo, incluso tu familia“.
“En las torturas no hay acompañamiento, no hay conversión, no hay libertad, lo que sí que hay es maltrato, abusos, vejaciones, manipulación y coacciones“, ha denunciado, al tiempo que ha animado a permanecer unidos y gritar con una sola voz: “No somos enfermos, no somos pecadores, no somos ni vagos ni maleantes, no buscamos romper familias“, ha subrayado.
@andrearopero charla con Xavi Martínez, quien ha sufrido en primera persona las llamadas terapias de conversión. #elintermedio pic.twitter.com/0PCF1rquU3
— El Intermedio (@El_Intermedio) February 17, 2025
Fuente Levante/Religión Digital
“Este señor, junto a otros vecinos, no solo nos están haciendo la vida imposible, sino que además agredieron a Jose, una persona de nuestro equipo. He tomado la decisión de publicar esto, para pedir ayuda, ya que ni la Policía Local, ni la Policía Nacional ni el Ayuntamiento nos ayudan”.
Así se pronuncian los responsables del restaurante Wakame, ubicado en la calle Muro de Santa Ana 3, en un post publicado la semana pasada en su perfil de Instagram, donde adjuntaron un vídeo grabado por las cámaras de seguridad en el que se aprecia a un individuo abalanzándose sobre uno de los empleados del local al que agarró del cuello. Los hechos, sin embargo, se produjeron el pasado mes de abril, y al parecer tras las mismos se interpuso denuncia en el juzgado.
Según la publicación en la mencionada red social, los responsables del local añaden que vienen sufriendo todo tipo de problemas: “Insultos, tirarnos cosas a la terraza y dar vueltas observando cada persona que entra y sale. Pero todo se queda corto a la cantidad de multas y denuncias que nos llegan cada semana supuestamente por el sonido del local, cuando hicimos una instalación de mucho dinero para insonorizar todo el local y no molestar a los vecinos. Quieren hundirnos el negocio. Tan solo queremos respeto, y que dejen trabajar a nuestro equipo, y a nuestra drag. Queremos volver a la normalidad y trabajar a gusto. Por cierto, el hombre le repitió en varias ocasiones ”maricón e mierda“.
Según reveló este martes el PSPV, el agresor sería Ramón Isidro, exconcejal durante la etapa de Rita Barberá como alcaldesa y tío de Francisco Camps, con quien este diario se puso en contacto este martes para recabar su versión de los hechos, sin obtener respuesta.
El concejal del Grupo Municipal Socialista, Borja Sanjuán, exigió a la alcaldesa de València, María José Catalá, que investigue “los hechos gravísimos que han ocurrido en un restaurante del centro de Valencia donde una persona ha cometido una agresión homófoba y presuntamente esta persona se trata de un exconcejal del propio Partido Popular”.
Sanjuán que, quiso enviar “un mensaje de apoyo a la persona agredida y a los propietarios del local que sienten acosados”, se pronunció en estos términos al valorar las imágenes difundidas tanto por los propietarios del local como por la televisión pública valenciana À Punt en las que “puede observarse al exconcejal del PP Ramón Isidro”.
Isidro fue teniente de alcalde de Rita Barberá, con quien además estuvo al frente de las áreas de Patrimonio y Gestión Patrimonial, Descentralización y Participación Ciudadana, Residuos Sólidos, Sanidad, Ciclo Integral del Agua y Licencias de Actividad. También fue presidente del PP de Ciutat Vella entre 2009 y 2013, presidente de la EMTRE entre 2007 y 2012 o Jefe de Gabinete de la Conselleria de Cultura de 1997 a 1998, entre otros cargos.
“Esto no puede conllevar impunidad, no puede conllevar que se tapen estos hechos y València no puede convertirse en un sitio donde hay personas que creen que pueden ejercer la discriminación y la violencia”, advirtió Sanjuán quien afirmó que, si el PP “no quiere dejar ninguna sombra de duda de que está tratando de proteger a una persona afín, tiene que investigar estos hechos y condenarlos rotundamente”.
El portavoz adjunto del grupo socialista remarcó que el PP “tiene que investigar la agresión ante la que guardan silencio más si cabe cuando todo apunta a que presuntamente ha sido cometida por un exconcejal y dirigente del PP”. “Que presuntamente un miembro del PP haya cometido estos hechos no puede conllevar impunidad y lo que está siendo atronador es el silencio del PP y de la señora Catalá”, apuntó Sanjuán quien exigió “transparencia y contundencia”.
Preguntados al respecto por esta redacción, tanto desde alcaldía como desde la Policía Local de València declinaron este martes hacer declaraciones al respecto, así como aportar información adicional.
Fuente El Diario