‘El armario de acero’, amores clandestinos en la Rusia actual.
Diecisiete escritores ponen rostro a la situación de gais y lesbianas en Rusia gracias a un conjunto de relatos y poemas enmarcados en la mejor tradición de la literatura rusa del siglo XX.
La nueva editoral destinada al público gay-lésbico, ‘Dos Bigotes’, lanza hoy El armario de acero, una obra que reúne a diecisiete escritores que plantan cara a la homofobia en Rusia. Bajo el auspicio del poeta y crítico Dmitry Kuzmin, estandarte de la cultura independiente moscovita, se da cita un excepcional grupo de autores inéditos en español que, en su mayor parte, han recibido los más altos galardones literarios de su país (entre ellos, el premio Andréi Bely). Este recorrido por la novísima poesía y narrativa rusa ofrece la posibilidad de disfrutar con una escritura audaz y moderna, en la que literatura y compromiso social y político se dan la mano.
Desde maestros de la narrativa breve como Margarita Meklina, Vadim Kalinin o Vasili Chepelev, hasta magníficos poetas como Aleksander Murasov, Aleksander Belykh o Dmitry Kuzmin, pasando por el polifacético y cotizado artista Slava Mogutin, todos los autores de esta antología han cedido los derechos de sus textos para manifestar su rechazo a la ley contra la propaganda homosexual dictada por el presidente Vladimir Putin.
El lector está invitado a sumergirse en una literatura sorprendente, transgresora y dotada de una incuestionable capacidad de provocación. Porque El armario de acero es una oportunidad única para descubrir a diecisiete escritores que utilizan su libertad creativa para reivindicar las distintas maneras de amar y sentir.
Extracto del prólogo de Dmitry Kuzmin
Relatos tan terribles como La polla de Aleksander Anasevich, que recoge la disección de la mente de un enfermo de sida.
“Los autores LGTBI contemporáneos provienen de distintas generaciones y cada uno entiende este asunto de un modo particular. En una situación en la que Rusia se desliza cada vez más y más hacia su propio y oscuro pasado, en la que es evidente que para Putin, como para Hitler, la persecución de las minorías dentro del país y la agresión militar a otro país vecino solo están separadas por un paso, resuenan alto y claro, sin embargo, la sátira de Vadim Kalinin sobre el carácter nacional ruso –Excéntricos es una brillante parodia de la idealizada mentalidad rusa de las historias de Vasili Shukshín– y relatos tan terribles como La polla de Aleksander Anasevich, en el que la disección de la mente de un enfermo de sida se va convirtiendo en metáfora de una disección mucho más global, en la que se eliminan los preceptos falocentristas.
No hay que extrañarse de que la literatura rusa LGTBI esté, en su mayoría, teñida de tan tristes colores. Por eso quisiera llamar la atención de los lectores hacia el más joven de los participantes en esta antología, Sergei Finogin, de 24 años, que ha crecido en esta Rusia de Putin, y cuyos versos tratan, sobre todo, acerca del mal: ya sea sofisticado como el de los personajes de Dostoyevsky, ya sea cercano como el de los propios padres, anclados sin esperanza en el pasado. Todo ese mal no tiene poder sobre la juventud, que solo quiere amar y entiende que es en el amor donde se halla la verdad. En eso me gustaría creer a mí también».
La génesis de El armario de acero (nota de los editores)
La curiosidad está en el origen de El armario de acero. Una curiosidad que en sus inicios tuvo una doble dirección: profundizar en nuestro iconocimiento acerca de la literatura rusa contemporánea y descubrir cómo esta abordaba la temática gay y lésbica en momentos de confrontación política y social.
Con el objetivo de resolver ambas cuestiones, nos pusimos en contacto con Dmitry Kuzmin, poeta y máximo impulsor de la cultura rusa LGTBI, quien se convirtió en nexo de unión entre nosotros y un grupo de diecisiete escritores que desde el primer momento se volcaron con el proyecto. En un contexto en el que el colectivo ha visto mermados sus derechos al amparo de la ley contra la propaganda homosexual promulgada por Vladimir Putin, creímos que era necesario mostrar esta realidad desde el punto de vista que ofrece la literatura.
Nuestra intención fue dejar que los autores se expresaran utilizando, como no podía ser de otra manera, su propia voz. Aunque es cierto que los textos de estos amores clandestinos en la Rusia actual reflejan las dificultades que tienen gais y lesbianas para sentir y vivir con libertad, también demuestran que, por fortuna, el amor y el deseo están por encima de cualquier imposición política, que en su misma naturaleza lleva impresa la fecha de caducidad.
Fuente Cáscara Amarga
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