Unilever claudica ante la homofobia de Indonesia por un falso helado “gay”.
Un falso helado “gay” de la marca Unilever se cuela en las redes sociales de Indonesia y lleva a la empresa a colocarse del lado de los homófobos que amenazaban con hacerles boicot.
En Australia en los años 60 la empresa Unilever sacó un helado con un nombre muy inocente para la época pero que hoy en día tiene una connotación un poco diferente, el Golden Gaytime:
Sí. Hay hasta sabor Unicornio. Porque más allá de su maravilloso nombre el Golden Gaytime es tan popular en Australia que tiene versiones de todo tipo. En sandwich, en tarrina, en tubos y hasta en cucurucho. Al que cariñosamente llaman Golden Gaynetto.
En marzo del año pasado, coincidiendo con el Mardi Gras de Sydney, Jesse James McElroy (que fue el creador del Gaynetto y de las tarrinas de helado y el que convenció a Streets -el fabricante- de producirlos en masa) se inventó una nueva versión del Golden Gaytime llamada Rainbow Gaytime.
El Rainbow Gaytime no llegó a venderse ni a producirse pero sirvió a McElroy para hacer ruido en favor de la legalización del matrimonio igualitario, algo que, ocurrió el mes pasado con un resultado aplastante en la consulta postal convocada por el Primer ministro Turnbull (61,6 % de votos a favor, 38,4 % en contra con una participación del 79,5 % del censo).
Pero, por lo que se ve, nadie avisó a los indonesios de que el Rainbow Gaytime no es real. Y cuando la foto del helado ahora se ha hecho viral en el país… ha saltado la polémica desatándose una ola de homofobia muy en consonancia con la que se vive en buena parte de la sociedad indonesia.
Aunque el Rainbow Gaytime nunca llegó a producirse y aunque, evidentemente, nunca se le ha visto en Indonesia, a los consumidores del país no les ha gustado nada la “idea”. Les ha gustado tan poco que han propuesto un boicot a la marca por entender que ataca los valores culturales y religiosos y las normas sociales del país.
Siendo Indonesia un país espectacularmente homófobo la amenaza del boicot ha resultado tan seria que Unilever ha tenido que salir a defenderse. Sí, a defenderse a ellos mismos. Porque a la empresa en ningún momento le ha parecido apropiado defender los derechos LGTB+.
En un comunicado de prensa Unilever (propietaria de la marca Wall’s que distribuye sus helados en Indonesia) se ha distanciado del producto y ha explicado que ese helado Gaytime “no es un producto de Wall’s“.
La marca asegura además que en los 84 años que llevan en el país han “respetado y defendido los valores culturales y religiosos y las normas sociales de Indonesia.“
“Siempre nos hemos asegurado de que nuestros productos, actividades y campañas en Indonesia sean adecuadas para los indonesios de diferentes ambientes“, asegura Unilever en este movimiento que busca únicamente contentar a la sociedad homófoba indonesia ignorando completamente las vulneraciones sistemáticas de los derechos humanos del colectivo LGTB+ que ocurren en el país.
Como por ejemplo, ésta… Sí, a ese señor le están pegando en público por ser (o parecer) homosexual.
Pero el negocio es el negocio y aquí hay que seguir vendiendo helados.
Habrá que estar atentos a cuando Unilever quiera venderle algo al colectivo LGTB+ de países en los que la diversidad y el respeto sean “valores culturales” que defiendan y apoyen. No hace falta apostar nada a que, entonces sacarán a pasear su cínico oportunismo.
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Indonesia, un infierno para la comunidad LGTB
En febrero de 2016 publicábamos un artículo que recogía cómo la oleada de virulenta homofobia y transfobia se abre paso a un ritmo preocupante en Indonesia. Publicábamos entonces que políticos y líderes religiosos se turnan con declaraciones incendiarias que estigmatizan cada vez más a la población LGTB. Desde entonces, por desgracia, no hemos parado de recoger casos de detenciones, abusos y crueles castigos físicos. Lo que ha hecho que Amnistía Internacional reclame el fin de la cruel persecución al colectivo LGBT en Indonesia.
Indonesia presenta una realidad muy diferente para su comunidad LGTB dependiendo de la región. Formalmente, la homosexualidad no es delito en el país con mayor número de fieles musulmanes del mundo, que mantiene un código penal heredado de la época colonial neerlandesa. La excepción son las provincias autónomas de Aceh (situada en la zona norte de Sumatra) y Sumatra Meridional, aunque en este caso la prohibición rige solo para los musulmanes.
En Aceh, desde 2005 rige la sharia o ley islámica gracias a la autonomía que le fue concedida al firmar la paz con los separatistas, poco después del tsunami que asoló la región. En septiembre de 2014, además se aprobó una terrible ley que castiga las relaciones homosexuales con la pena de recibir cien azotes en público con una vara de ratán. La legislación entraba en vigor en octubre de 2015 y fue aplicada, entre otras ocasiones, el pasado mes de mayo a dos jóvenes de 20 y 23 años.
Fuera de Aceh también se ha registrado un incremento de la represión. También en mayo de este año, la policía indonesia detenía en Yakarta a 141 hombres por asistir a lo que las autoridades han calificado como una supuesta “fiesta de sexo gay”, pese a que la homosexualidad no es ilegal en la capital. No obstante, el portavoz de la policía de Yakarta, Raden Argo Yuwono, aseveraba que los detenidos podrían ser acusados bajo las duras leyes contra la pornografía vigentes en el país. Unas semanas antes, ocho hombres eran detenidos, igualmente acusados de celebrar una “fiesta gay” en Surabaya, la segunda ciudad más grande de Indonesia. Y en octubre, la policía de Indonesia detiene a 58 personas en una redada a una sauna gay de Yakarta…
El pasado 20 de diciembre publicábamos que diez hombres habían sido condenados a dos años de cárcel en Indonesia por participar en una supuesta “fiesta gay” en Yakarta, la capital. La noticia supone un paso más en la escalada de LGTBfobia de estado que vive aquel país. Las detenciones se produjeron en Yakarta, la capital, donde las relaciones homosexuales no son formalmente delito. No ha hecho falta: el tribunal ha considerado probado que los condenados violaron la ley contra la pornografía.
El 15 de noviembre del pasado 2016 conocíamos que el gobierno de Indonesia acaba de prohibir el uso de GIFS en WhatsApp. Pero no sólo porque no se puedan enviar imágenes en movimiento sino que lo han hecho para evitar que la gente se envíe imágenes pornográficas a través de la aplicación.
Son solo algunos ejemplos de la penosa situación de los ciudadanos LGTB en el país.
Fuente | Pink News, vía EstoyBailando/Domanzanas/Cristianos Gays
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