Diversos agentes de la Policía Nacional han intervenido de emergencia para detener a tres personas que se encargaban de dirigir una banda criminal que se dedicaba a la captación de mujeres transexuales a las que ofrecían venir a España a ejercer la prostitución explotando su condición con mentiras y coacciones.

Abrir los ojos duele… pero es un dolor necesario. La historia protagonizada por un grupo de mujeres transexuales (principalmente venezolanas) y sus captores suele estar tan al margen de la sociedad que en la mayor parte de los casos pasa desapercibida.

Una tragedia muda y anónima que en esta ocasión ha tomado forma de titular gracias a la intervención de la Policía Nacional que ha conseguido desmantelar una red que desde el año 2015 se dedicaba a captar a mujeres a las que explotaban sexualmente por clubes de toda nuestra geografía.

Un trabajo policial de largo recorrido puesto que la investigación comenzó hace algo más de un año. En ese momento, una llamada a la línea telefónica de atención a las víctimas de trata, realizada por una persona que denunciaba estar siendo obligada a ejercer la prostitución, dio luz verde a una labor que ha finalizado con la detención de los cabecillas de la banda.

Promesas artificiales

Las víctimas eran seleccionadas entre los sectores más desfavorecidos de diferentes localidades venezolanas y, aprovechándose de la situación de necesidad económica en la que vivían, los ofrecían ir a España a ejercer la prostitución, con la promesa de grandes ganancias con las que solucionar sus problemas rápidamente.

Una vez en España, el tratante informaba a las víctimas de la deuda que habían contraído, unos 8.000 euros, y de que hasta saldarla deberían ejercer la prostitución para él, entregándole íntegramente todo el dinero que ganaran.

Para ello, las víctimas eran obligadas a estar disponibles durante todo el día y sin ningún día de descanso, siendo controladas en todo momento por el tratante, que exigía todo el dinero que hubieran ganado al final de cada jornada.

Durante todo el tiempo que permanecieron bajo el dominio del tratante, éste las amenazaba constantemente con hacerlas daño tanto a ellas como a sus familiares, tratándolas con absoluto desprecio y sometiéndolas a todo tipo de vejaciones y humillaciones.

Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual puesto en marcha en abril de 2013. Desde su puesta en marcha, la Policía Nacional ha llevado a cabo 675 operaciones y desarrollado más de 2.100 detenciones.

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