Gavin Grimm consigue una importantísima victoria de los derechos trans en un tribunal federal
Un juzgado federal da la razón a Gavin Grimm, un chico trans que denunció a su instituto por no permitirle usar los baños del género con el que se identifica.
El Tribunal Supremo de EE.UU. rechazó el caso porque, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, el gobierno cambió su política respecto a la ley que prohíbe la discriminación sexual en lugares públicos.
Ya hace tiempo que publicamos la historia del joven trans Gavin Grimm. Gavin es un chico trans de Gloucester, Virginia (EE.UU.) que en 2014 demandó a su distrito escolar porque le prohibieron utilizar el baño de chicos. Lo curioso del caso es que los problemas de Gavin empezaron cuando protestaron los padres de algunos alumnos al enterarse de que Gavin utilizaba el baño de chicos, porque entre los alumnos no hubo nunca ningún problema durante los dos meses que estuvo usándolo.
La denuncia de Gavin dio muchas vueltas, primero un juzgado dio la razón al distrito escolar pero luego un tribunal de apelaciones se la dio a Gavin. Y así el caso llegó hasta el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, que devolvió la demanda a un juzgado federal porque el nuevo presidente Donald Trump, anuló nada más llegar a la Casa Blanca la directriz de Obama que obligaba a los centros públicos (incluidos centros escolares) a permitir que las personas trans utilizaran el baño del género con el que se identifican.
Ahora la jueza Arenda L. Wright-Allen, del Tribunal del Distrito Este de Virginia, ha sentenciado que Gavin tiene razón. Y punto.
Tras la decisión del Supremo de devolver el caso al tribunal federal el distrito escolar solicitó a la jueza Arenda L. Wright-Allen que desestimara el caso. Pero la jueza dijo que no. Wright-Allen analizó el caso y ha sentenciado que el centro y el distrito vulneraron el Título IX y la Cláusula de Protección Igualitaria de la Constitución.
El meollo aquí está en el Título IX. El Título IX es una ley federal de 1972 que prohíbe la discriminación en base al sexo en edificios públicos, como por ejemplo los colegios e institutos que reciben financiación del estado. Durante su mandato Obama ordenó que la discriminación por identidad de género también se considerara discriminación sexual, pero Trump dio marcha atrás a esa orden en cuanto entró en el Despacho Oval.
Y ése es el motivo por el que la victoria de Gavin es tan importante: porque un juzgado federal ha sentenciado que la discriminación por identidad de género también es discriminación sexual y, por lo tanto, está prohibida por el Título IX. De ahí que la jueza Wright-Allen haya ordenado al equipo legal de Gavin (que está siendo asistido por la ACLU) y al distrito escolar a que se sienten para llegar a un acuerdo en 30 días. Aprovechó, además, para señalar el daño gratuito provocado por la junta escolar tanto por “la localización de los baños” como por “la estigmatización y la angustia física y mental infligida sobre el Sr. Grimm.”
“Siento un increíble alivio“, ha declarado Gavin a través de un comunicado publicado por la ACLU, “Tras luchar esta política desde que tengo 15 años, finalmente tengo una sentencia judicial que dice que lo que la Junta Escolar del Condado de Gloucester me hizo estaba mal e iba en contra de la ley. Estaba dispuesto a no rendirme porque no quiero que ningún otro estudiante tenga que sufrir la misma experiencia por la que tuve que pasar.”
Tanto la ACLU como la Human Rights Campaign han celebrado la sentencia. Sarah Warbelow, directora legal de la HRC, ha declarado que “con la sucesión de ataques de la administración Trump-Pence a las personas LGTB+ en este país, incluyendo a los menores, nos alegra que otro juzgado federal haya reafirmado los derechos legales y la dignidad de las personas trans“.
Fuente | Pink News, vía EstoyBailando
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