Oposición dentro del gobierno de Italia por las uniones homosexuales
Italia es uno de los países de la Unión Europea que no ha legislado en esta materia, junto a Bulgaria, Chipre, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.
Italia es el único gran país de Europa occidental que carece de reconocimiento alguno de las parejas del mismo sexo, más allá de algunas iniciativas locales de escaso alcance práctico. Y ello pese a que tras el histórico resultado del referéndum irlandés sobre el matrimonio igualitario el primer ministro italiano Matteo Renzi declaraba que “las uniones civiles no pueden retrasarse más”.
Pero el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, se ha topado con la oposición del ala católica de su formación, el Partido Demócrata, y varios senadores anunciaron ayer una enmienda a ciertos aspectos del proyecto de ley sobre uniones gais. Pero Renzi tiene la intención de seguir adelante y aunque ha dado libertad de voto pues reconoce que es un tema transversal que afecta a todas las formaciones políticas, advierte de que votar en contra colocaría a Italia en el lugar vergonzoso de la historia. Por otra parte, el día 23 se realizará una manifestación, que se espera multitudinaria de apoyo al proyecto de ley de Uniones Civiles
Los legisladores han firmado también un manifiesto para oponerse al punto en el que el texto establece la conocida como “stepchild adoption” (adopción del hijastro), que permite a un miembro de una pareja homosexual adoptar al hijo de su cónyuge. En cambio dichos senadores de este partido de centroizquierda optan, entre otras cosas, por permitir la adopción del menor cuando “es hijo, también adoptivo, del otro miembro de la pareja y el progenitor biológico ajeno a la unión sea desconocido, haya fallecido” o carezca de custodia.
En señal de protesta por esta acción, el portal de internet gay.it ha publicado la identidad de todos los senadores que han firmado la enmienda, lo que ha suscitado cierta controversia.
El proyecto de ley reconoce las “uniones civiles entre personas del mismo sexo” y es una de las prioridades de Renzi para el 2016. Fue presentado en el Senado el pasado octubre, empezará a ser discutido previsiblemente el próximo 28 de enero y todo apunta a que su tramitación parlamentaria no será fácil. A día de hoy, la propuesta que está sobre la mesa es la presentada por la senadora Monica Cirinnà en junio de 2014, que reconocería a las parejas del mismo sexo su derecho a contraer una unión civil con derechos similares a los del matrimonio salvo la adopción conjunta (aunque sí permitiría, bajo ciertas circunstancias, la adopción de los hijos que ya tenga la pareja). Un proyecto que como dijimos arriba recibió la aprobación de la Comisión de Justicia del Senado en mayo, tras lo cual tuvo lugar una gran movilización conservadora, que culminó a finales de junio con una multitudinaria manifestación en Roma. Pocas semanas después el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el que condenaba a Italia por no reconocer las parejas del mismo sexo, en una sentencia referida a tres parejas de hombres a las que el Estado italiano ni ha permitido contraer matrimonio ni les ha ofertado una regulación alternativa (y ello pese a que la propia justicia italiana ha demandado en repetidas veces a su Parlamento que lo haga).
El texto ha sufrido un bloqueo de meses durante su estudio en la comisión de Justicia de la Cámara Alta y se enfrenta además a múltiples obstáculos, como los que opondrá gran parte de la oposición e incluso el aliado de Renzi en el Gobierno, el Nuevo Centroderecha, que rechaza la adopción por parte de parejas gais. Además Renzi deberá lidiar con esta oposición en el seno de su partido y que ya provocó la modificación del proyecto de ley evitando cualquier tipo de alusión al matrimonio y calificando estas uniones como “específica formación social”.
Y en octubre decíamos “al menos” porque ni mucho menos está segura su aprobación, pese al apoyo de M5S y SEL, debido a la división existente dentro del PD, un partido que es en realidad una amalgama de democristianos, centristas, socialdemócratas y socialistas en el que es posible encontrar, por ejemplo, a uno de los líderes más destacados del movimiento homófobo italiano: el diputado Mario Adinolfi. En el sector democristiano del PD, de hecho, el primer ministro Renzi cuenta con grandes apoyos (él mismo proviene de esa familia ideológica). Una expresión más de la “excepción italiana”: hablamos de un país en el que la Iglesia católica posee poderosas terminales en prácticamente todos los partidos políticos. De hecho, un sector del PD está ya maniobrando para impulsar una alternativa a la adopción de los hijos de la pareja, que se retrasaría hasta que el hijo tuviese 18 años y optase voluntariamente por ella. Mientras tanto se crearía una especie de “custodia reforzada” que precisaría de una aprobación por parte de los servicios sociales.
Está por ver qué sucede. Por lo pronto, habrá que ver hasta dónde llega la discusión el próximo día 28. Más allá de eso, habrá que ver qué hace finalmente el PD en materia de adopción: Renzi piensa dejar libertad de voto en esa materia. El M5S y SEL son partidarios de dejar el proyecto tal como está y no rebajarlo más. Mientras, entre los partidos de centro-derecha y derecha predomina, aunque con diferentes grados de intensidad, la negativa al proyecto de Cirinnà.
Demasiadas incógnitas, en definitiva. El diario La Stampa, de centro-izquierda, se mostraba pesimista y consideraba que, a la luz de cómo se presenta el calendario político, lo realista es pensar que “Italia no tendrá esta ley, quedará como una mancha negra en el mundo occidental avanzado, encasillado entre Moldavia y Polonia, punta de un iceberg de integrismo confesional y de negación de los derechos civiles”. Ojalá se equivoque.
Radio Vaticana informó ayer de que más de cien juristas han manifestado su rechazo a la norma y el próximo día 30 de enero Roma acogerá una nueva edición del “Día de la Familia”, una manifestación con la que se protestará contra este proyecto.
Italia es uno de los países de la Unión Europea que no ha legislado en esta materia, junto a Bulgaria, Chipre, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia. El pasado 21 de julio, el Tribunal de Estrasburgo condenó a Italia por no respetar el Convenio Europeo de Derechos Humanos y le instó a que legalice las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
Agencias/Cristianos Gays
Comentarios recientes