Los adolescentes homosexuales, lesbianas y bisexuales tienen el doble de probabilidades que sus pares heterosexuales de comer en exceso, según un nuevo estudio de la Universidad de California en San Francisco. Los atracones consumen cantidades inusualmente grandes de alimentos sin la capacidad o la voluntad de dejar de comer. Es el trastorno alimentario más común en EE. UU., según los autores del estudio.

En el informe, titulado “The social epidemiology of binge-eating disorder and behaviors in early adolescents,” (“La epidemiología social del trastorno por atracón y las conductas en los primeros adolescentes”), el autor principal, el Dr. Jason Nagata, culpa a factores estresantes como el acoso, la discriminación y el estigma sobre la orientación sexual de contribuir a la baja autoestima y los trastornos alimentarios.

La nueva investigación se basa en datos del Estudio de desarrollo cognitivo del cerebro en adolescentes, un gran estudio a largo plazo realizado en 2020 sobre el desarrollo del cerebro y la salud infantil en los EE. UU., que incluyó a 10.000 adolescentes de 10 a 14 años.

El trastorno por atracón (BED), afecta entre el 3 y el 5 % de la población estadounidense (hasta 16,6 millones de personas (el doble de la población total de la ciudad de Nueva York)) y actúa como precursor de una serie de problemas médicos y psiquiátricos, incluida la diabetes. , síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares y elevada tendencia al suicidio.

“Los atracones pueden provocar efectos psicológicos como depresión y ansiedad, y problemas de salud física a largo plazo, como diabetes y enfermedades cardíacas”, escribió Nagata. “Dado el mayor riesgo de trastornos alimentarios entre los jóvenes LGBTQ+, es importante que los proveedores de atención médica fomenten un ambiente acogedor para los jóvenes de todas las orientaciones sexuales y géneros”.

“Los adolescentes con trastornos alimentarios deben buscar ayuda profesional”, afirmó Nagata. “El mejor apoyo para los trastornos alimentarios es contar con un equipo interdisciplinario, que incluya un proveedor de salud mental, médico y de nutrición”.

Si bien una “lente estrecha y específica de las mujeres sobre los trastornos alimentarios” sigue creando la impresión de que los trastornos alimentarios afectan principalmente a mujeres y niñas, los datos contradicen esa noción generalizada. De hecho, el estudio reveló que los adolescentes varones tenían mayores probabilidades de sufrir atracones que sus homólogas femeninas.

“En los hombres adultos y adolescentes, la insatisfacción corporal a menudo está ligada a un deseo de musculatura y mayor tamaño en lugar de delgadez”, escriben los autores. “Más de la mitad de los hombres jóvenes que reportan aumento de peso y objetivos de volumen afirman comer más para lograr este objetivo, lo que lleva al consumo de mayores volúmenes de alimentos”.

Los hombres también son más propensos que las mujeres a participar en “comidas trampa”, episodios de alimentación que se apartan temporalmente de las rutinas alimentarias establecidas. Las comidas trampa se han relacionado con comer en exceso, pérdida de control al comer y atracones, ya que pueden implicar el consumo de grandes volúmenes de alimentos, entre 1.000 y 9.000 calorías en un episodio.

Fuente LGBTQNation

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