La Cámara de Representantes de Dakota del Sur aprueba una ley que prohíbe educar sobre identidad de género en las escuelas
La Cámara de Representantes de Dakota del Sur, controlada ampliamente por el Partido Republicano, ha aprobado un proyecto de ley que limita gravemente la educación en la diversidad afectivo-sexual y de género. La ley 1108 prohíbe la enseñanza de la «disforia de género»al alumnado de educación infantil y primaria hasta el séptimo curso. El estado norteamericano, cuya política está dominada por los republicanos, intentó hace tres años obligar a sus estudiantes trans a utilizar los baños y vestuarios asignados al sexo que les fue atribuido al nacer. Los activistas avisan de la estigmatización de la comunidad trans que provocaría este nuevo proyecto de ley.
La mayoría republicana en las instituciones de Dakota del Sur vuelve a poner a la comunidad trans en su punto de mira. El pasado martes, la Cámara de Representantes aprobó, por 39 votos a favor frente a 30 en contra, el proyecto de ley 1108 para prohibir la enseñanza sobre «disforia de género» en las escuelas públicas al alumnado de educación infantil y primaria hasta el grado séptimo. El texto pasará ahora al Senado, donde continuará su tramitación.
Un grupo de senadores y representantes republicanos introdujo la propuesta en enero. Uno de ellos, el miembro de la Cámara Tom Pischke, justificó su apoyo a la norma en su propia ignorancia: «Tengo 36 años y todavía estoy confundido sobre lo que es la feminidad y la masculinidad, así que no sé por qué habría que explicarle eso a alguien en cuarto curso». Su compañero de filas Fred Deutsch instó a «proteger a nuestros niños que estamos enviando a la escuela pública de las influencias de otros niños que están sufriendo diferentes trastornos», en relación a los menores trans.
Entre los que se opusieron al proyecto, la representante demócrata Kelly Sullivan señaló el carácter discriminatorio de este tipo de iniciativas e instó a «dejar de buscar una solución a un problema que no existe». Los activistas por los derechos civiles también se han pronunciado. Cathryn Oakley, de Human Rights Campaign, cree que la propuesta republicana solo contribuirá a «estigmatizar» a los menores trans y a transmitir la idea de que se puede enseñar a ser transgénero. Libby Skarin, de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), hizo un llamamiento a acabar con «el miedo y la incomprensión hacia los jóvenes trans» en Dakota del Sur.
Se trata de un deseo fundado, ya que el actual proyecto de ley no es la primera medida contra la comunidad en el estado. En 2016, ambas cámaras aprobaban una ley para obligar a los alumnos trans a utilizar los baños y vestuarios asignados al sexo que les fue atribuido al nacer, con independencia de su identidad de género. Por fortuna, el gobernador republicano Dennis Daugaard vetó la ley, sin que la legislatura consiguiera la mayoría necesaria para levantar el veto.
Solo en lo que llevamos de año se han presentado otras tres medidas que ponen a las personas trans en el punto de mira. En enero, una comisión del Senado rechazaba un proyecto para prohibir a los alumnos trans participar en equipos deportivos acordes con su identidad de género. Una medida similar espera su tramitación en la Cámara de Representantes, donde la semana pasada fue rechazada una propuesta para permitir a los padres rechazar tratamientos para sus hijos que sospechen que pueden «inducir, confirmar o promover» la percepción del menor de que su identidad de género es distinta del sexo que le fue asignado al nacer.
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