Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Tiempo de Navidad’

05 de Enero. Segundo Domingo despues de Navidad. Ciclo A

Domingo, 5 de enero de 2020
Comentarios desactivados en 05 de Enero. Segundo Domingo despues de Navidad. Ciclo A

0CC97D89-11EC-4158-95C9-97755E18781A

 

La Palabra era la luz verdadera, que son su venida al mundo ilumina a toda persona. (…) A cuantas la recibieron, a todas aquellas que creen en su nombre, les dio poder para ser hijas de Dios.

(Jn 1, 1-18)

En este tiempo de Navidad puede venirnos muy bien “encender la Palabra” y dejarla que ilumine cada rincón de nuestra vida. Y también, ¿por qué no? todas aquellas vidas que sabemos que andan a oscuras o con falta de luz. Porque cuando nos detenemos, pensamos, oramos y reflexionamos, junto con nuestros dolores y alegrías van apareciendo otros sufrimientos y otros gozos más o menos conocidos.

Y así, poquito a poco, nuestra oración se agranda y la vida se nos llena de hermanas y hermanos, por lejas y desconocidas que sean las gentes porque sabemos que para Dios son hijas e hijos.

El poder para ser hijas de Dios nos capacita para ser hermanas. Y el poder que tienen quienes se descubren como hermanas es infinito. Es un poder que atraviesa fronteras, acorta distancias, disuelve saltos generacionales, aúna razas y colores, entrelaza lenguas, culturas y banderas, honra diferencias y dilata los espacios.

Cuando descubres que ningún ser humano vale más ni menos que tú. Que toda persona tiene exactamente la misma dignidad, porque eso no es algo con lo que se pueda negociar. Entonces, se empieza a ver el mundo de otra manera. Entonces, la Palabra se hace luz verdadera primero y carne después.

Ojalá que en este Navidad todas las personas que nos llamamos cristianas, descubramos el poder para ser hijas que Dios nos ha regalado y lo dejemos circular sin trabas por toda la humanidad.

Oración

Enciende, Trinidad Santa, la luz de tu Palabra en nuestra Navidad. Que todos los deseos de estos días empiecen a tomar carne, se hagan realidad. Para que tu Presencia se note un poco más en nuestro mundo.


*

Fuente: Monasterio Monjas Trinitarias de Suesa

***

Biblia, Espiritualidad , , , , ,

Lo que era Dios, era la Palabra.

Domingo, 5 de enero de 2020
Comentarios desactivados en Lo que era Dios, era la Palabra.

123116-Jn-1-1-18-660x330Jn 1,1-18

Es improbable que este texto haya salido de la pluma de un solo autor. Es más bien un himno litúrgico elaborado a través del tiempo por la comunidad. Se trataría de una comunidad eminentemente mística, en la que todos los miembros vivían una íntima unión con Dios y que expresaban esa vivencia en la liturgia. Solo así se explica la cantidad y la profundidad de las ideas que se van desgranando a través del texto. En realidad, es todo el evangelio condensado. El redactor último del evangelio, lo colocó al principio como introducción, pero podía haberlo puesto al final como epílogo de la obra.

Por supuesto que es un evangelio que desborda el ámbito de una homilía. Pretender una explicación exhaustiva, sería una locura. Para mí, la idea envolvente de todo el relato es la íntima interconexión de lo humano y lo divino. Ésta es la experiencia en la que todos los místicos de todas las religiones y todos los tiempos, coinciden. Una vez superados los primeros estadios de la religiosidad, en la que la relación era con un ser superior y externo, se entró en la dinámica de la mística, es decir, en la relación del hombre con el Dios que es la base de su propio ser y con el que se identifica en lo más íntimo.

Al principio es la misma palabra con que empieza el Génesis. Esto no es casual, es propósito del himno, hacer referencia al principio de la Biblia. Lo que es la Palabra entra dentro del plan de la creación de Dios. La encarnación será precisamente la culminación de la creación. En el principio, cuando Dios crea el cielo y la tierra, la Palabra ya existía. El imperfecto indica la duración de una acción. La palabra no comenzó, porque estaba ya allí. Cuando todo pasaba del no ser al ser, la Palabra permanecía en el ser.

Ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios y Dios era la Palabra. Tres frases con la misma estructura. Construidas con verbo “sum” y ligadas con la conjunción “et”. Las tres formadas por los elementos imprescindibles: sujeto, verbo y complemento. El sujeto es siempre el mismo “la Palabra”. El verbo también es el mismo en griego y en latín, “era”; en español se desdobla en tres significados: Existía, estaba, era; así se evita la monotonía. En griego y en latín, empezar la frase siguiente “incluyendo” la última palabra de la anterior. Con ello el texto adquiere una cohesión y una fuerza increíbles.

Logos es un término que se empleaba en filosofía desde hacía mucho tiempo, pero el significado que se le quiere dar aquí no tiene paralelo en los textos bíblicos ni en la literatura profana. Se trata de un concepto original. Por eso es tan difícil concretar lo que nos quiere decir. Desde un punto de vista intelectual es imposible comprenderlo. Solo después de una experiencia mística se podrá entender. La comunidad llegó a este concepto por un despliegue continuado de la experiencia pascual. Descubriendo en Jesús la presencia de Dios, fueron capaces de entender la implicación de Dios en Jesús.

Logos, Verbo, Palabra, Proyecto querría expresar el más elevado plan de Dios sobre la creación. En el AT, Dios obra por medio de su Palabra. Pero la palabra es siempre expresión de una idea. La idea, el plan que Dios tenía era lo primero. Una vez que Dios tiene la idea, pronuncia la palabra que es capaz de hacer realidad la idea. Dios se vuelca totalmente sobre la palabra que pronuncia y no se reserva nada para sí; por eso lo que era Dios lo era la Palabra. Si, como nos dice la teología, en Dios el pensar, el obrar y el ser son la misma realidad, podemos imaginar la unidad que se quiere expresar.

Al insistir en que “estaba junto a Dios”, nos esta advirtiendo de una “no identificación”. Por dos veces nos dice que “la Palabra estaba junto a Dios”. “Junto a Dios” (pros ton Theon)= vuelto hacia, junto a. Indica a la vez proximidad y distinción. En íntima unión, pero por relación dinámica, no por identificación. Esto no siempre lo hemos tenido en cuenta. La tercera frase no es nada fácil de comprender. Podíamos traducir: lo que era Dios, lo era la Palabra;  y  también: Un ser divino era el proyecto. Para los judíos, Dios era el totalmente trascendente; no podía haber otro. Para los helenistas, el peligro era el politeísmo. Por eso nos dice que ni es una “mónada” aislada ni son dos seres.

Ella contenía vida, y la vida era la luz del hombre. Es muy importante que nos demos cuenta de lo que dice. La Vida es primero que la luz. La ilumina­ción viene precisamente porque ha llegado la Vida. Esto va más allá de lo que dice el Génesis, que la Luz fue lo primero. Está más allá también de las ideas judías. Para ellos la Ley era la luz que ilumina y salva. Esta idea de que la Vida es anterior a la luz, es clave para entender el evangelio de Juan. Dios, por medio de la Palabra, comunica la Vida y es la Vida comunicada la que da luz. Se entiende mal a Jn, si se quiere ver en Jesús un maestro de verdades que dan vida.

El mundo no la reconoció. Los suyos no la acogieron. Para el AT el pecado era no obedecer a Dios. Para Jn, es no reconocer a Jesús. Estaba en el mundo como aquel por quien el mundo fue hecho, pero los hombres no conocieron a Dios a través de la creación. No hay que entenderlo en el sentido intelectual griego, sino en el sentido semita. Conocimien­to que entraña una actitud de fidelidad a Dios. “Los suyos” son el pueblo judío, representado en sus dirigentes, que rechazaron a Jesús.

A cuantos le recibieron, los ha hecho capaces de hacerse hijos de Dios. Se trata de una afirmación rotunda y desorbitada. Dios es siempre Padre, pero el ser hijo depende de cada ser humano. En el AT ya se aplicaba el título de hijo de Dios: a) A los ángeles. b) Al rey. c) Al pueblo judío en su conjunto. Ninguna de estas ideas sirve para comprender lo que Juan quiere decir. En el NT, Padre se aplica a Dios como aquel que comunica su misma Vida divina. Podíamos decir que la Vida que había en la Palabra se comunica al que la acepta. Lo importante no es nacer de la carne y de la sangre, sino de Dios. La fe en Jesús nos capacita para actuar como Dios, para hacer presente a Dios , para ser hijos.

Si creen en su nombre. Ya sabemos lo que significa creer para la Biblia. En ningún caso se trata de aceptar unas verdades teóricas (doctrina). Para la Biblia lo que importa es la persona. Tener fe es confiar en la persona; es vivir que el otro es para ti y tú para el otro. Para traducirlo, tendríamos que unir dos palabras: confianza en, y fidelidad a...

La Palabra se hizo carne. Todo el relato está orientado a esta idea clave. La “carne” no es ya lo contrario del Espíritu, sino su aliado. Según la visión judía, carne era el aspecto más bajo de la criatura humana, pero era también lo que hacía posible el Espíritu en el hombre. Quiere decir que no puede haber Espíritu si no hay carne. Esta idea tenía que hacernos cambiar el sentido maniqueo que seguimos teniendo de la creación. Si Jesús dijo a Nicodemo que había que nacer del Espíritu, es porque existe esa posibilidad y la clave de una vida humana es aprovecharla y no quedarse en el nivel de la pura carne.

Entrar en la dinámica de este texto sería vivir la realidad de un Dios que se hace uno con la criatura. El “Proyecto” de Dios es desplegarse en el hombre. Pero como el Proyecto y Dios es la misma cosa, el único Dios está disponible en el hombre. En el Hombre Jesús, se ha manifestado de una manera incontestable, pero la meta es que se manifieste en todo ser humano. En adelante, no tendrá sentido buscar a Dios fuera del hombre. Dios no se encuentra ni en los templos ni en los sacrificios ni en la liturgia. Para mí, ésta es la esencia del evangelio. Ésta es la “buena noticia”. Esto es el “Reino que es Dios”.

Fray Marcos

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , ,

Noche y día.

Domingo, 5 de enero de 2020
Comentarios desactivados en Noche y día.

Joaquin_Sorolla_y_BastidaDurante nuestros momentos más oscuros debemos centrarnos en ver la luz (Aristóteles)

5 de enero. DOMINGO II DESPUÉS DE NAVIDAD

Jn 1, 1-18

La luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron

El Génesis nos presenta el reloj del tiempo en las mismas dos cadencias mencionadas por el evangelista, la experiencia en el ritmo imperturbable del día y de la noche: “Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero” (Gn. 1, 5)

Luz y Sombra son símbolos profundos que tienen mucho que ver con los hechos de la vida y de la muerte; el mundo de los muertos es la región de la oscuridad: “…a la tierra lóbrega y opaca…donde la misma claridad es sombra” (Job 10, 22).

El AT es más pródigo en lo referente a la Luz, que en el mismo Job aparece contra puesta a la sombra equivalente a vivir“para sacarlo vivo de la fosa, para alumbrarlo con la luz de la vida” (Job 33, 30); en Nm 6, 25: “el Señor te muestre su rostro radiante y tenga piedad de ti”; Isaías dice que en el tiempo escatológico habrá un crecimiento de luz: “¡Levántate, brilla, que llega tu luz, la gloria del Señor amanece sobre ti!” (Is. 60, 1).

Una luz espiritual que no puede quedar encerrada en nuestra casa y estar exclusivamente a nuestro servicio. Cuando Dios dijo en la Creación Fiat lux (Gn 1, 3), la luz existió para iluminar al mundo entero, lo cual quiere significarnos que la nuestra no es de nuestra propiedad, sino que nos ha sido ha sido concedida para que, abriendo todas la puertas y ventanas de nuestro cuerpo y vida, incremente la luz de los demás.

La iluminación espiritual es la experiencia de lo divino, una experiencia que se manifiesta en paz, amor, felicidad o sentido de unidad con el universo.

En el NT se hace resaltar también el sentido positivo de la luz; Juan lo dice en su evangelio de este domingo segundo después de Navidad; Mateo nos invita en 10, 27 a manifestar nuestra luz: “Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día”; como símbolo, Dios y Jesús son luz: y la vida era la luz de los hombres (Jn 1, 4).

La luz brilla en las tinieblas, es un libro del vietnamita Cardenal Van Thuan (1928-2002), que es la crónica inacabada de un gran amor, porque su luz sigue brillando en medio de la obscuridad de nuestro tiempo.

La pintura, no ha sido ajena a estos requerimientos, pues, aparte de ella y los pinceles, las luces y las sombras han prefijado siempre los contenidos de tal arte.

Pintores como De Chirico, Dalí, Rembrant, Sorolla, etc, manifestaron en su obra sus preocupaciones por este simbolismo; el valenciano Joaquín Sorolla, gran maestro de la iluminación, lo hace en el cuadro La bata rosa, que mostramos en este artículo.

 

Durante nuestros momentos más oscuros debemos centrarnos en ver la luz, dijo el filósofo griego Aristóteles, y que es lo que el evangelista Juan quería decirnos con lo de La luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron, porque, indiscutiblemente al hombre le cuesta hacerlo.

HIJO DE LA LUZ Y DE LAS SOMBRAS

Eres la noche, esposa: la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.

Forjado por el día, mi corazón que quema
lleva su gran pisada de sol adonde quieres,
con un solar impulso, con una luz suprema,
cumbre de las mañanas y los atardeceres.

Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoge,
incendia mi osamenta con un escalofrío.

Miguel Hernández

Vicente Martínez

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , ,

La salvación hecha palabra eterna.

Domingo, 5 de enero de 2020
Comentarios desactivados en La salvación hecha palabra eterna.

mano-extendida-de-jesc3bas-ft-imgPara los y las primeras creyentes en Jesús uno de los mayores desafíos que tuvieron que afrontar fue comprender que la oferta salvadora que él encarnaba no podía mantenerse cerrada dentro de la casa de Israel, que ya no podían leer las Escrituras como siempre lo habían hecho. Su encuentro con el Maestro les abría horizontes insospechados de gracia que sobrepasaban lo conocido y esperado.

No fue fácil, hubo conflictos, deserciones, bloqueos, pero la Santa Ruah y la memoria viva de Jesús los y las fue llevando más allá de sus expectativas. Los textos del Nuevo Testamento son testigos del proceso y de muchas formas recogen el camino de dar a luz la profunda certeza de que la salvación de Dios se revelaba como misericordia, bondad y perdón en las palabras y en la vida de Jesús de Nazaret y que esa salvación no quedaba limitada a las promesas de Israel, sino que estaba dirigida a todos los hombres y mujeres de cualquier lengua, pueblo, cultura o condición (Hech 2).

En estos días de Navidad recordamos algunos textos que explicitan con mucha claridad esta experiencia y muestran con absoluta contundencia que “el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros/as, y hemos contemplado su gloria…porque de la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo”.  (Jn 1,1-18).

La comunidad joánica en este comienzo del evangelio nos transmite con bellas metáforas la fe que la hizo fuerte a pesar del rechazo. Su fe en Jesús les hizo descubrir que Dios estaba desde siempre con la humanidad, por eso proclamaron que él desde siempre estaba junto al Padre, que en él estaba la Vida (con mayúsculas) que en él estaba la luz y ninguna tiniebla la podía ocultar. Pero también conocieron que no todos ni todas se alegraban de esta Buena Noticia, que no todas las casas se abrían a la alegría de una Visita que no encajaba en sus expectativa, o simplemente les hacía salir de su zona de confort.

La Palabra, que se hacía humanidad, no había que buscarla en ningún diccionario, ni entenderla según ninguna creencia específica, sino que había que recibirla, acogerla, sostenerse en ella y proclamarla en la vida. Porque solo así esa Palabra podía ser escuchada, solo así esa Palabra podía mostrar su significado, el regalo (gracia) de que era portadora, solo así esa Palabra era salvadora.

Pero como muy bien entendió la comunidad Joánica acoger esa Palabra que estaba en Dios, era acoger a Jesús de Nazaret y su radical propuesta.  Era reconocer la gratuidad del amor de Dios que no esperaba de los seres humanos que se aferraran a la ley, por muy sagrada que fuese, sino que se atreviesen a dejarse salvar por la debilidad del perdón y por el misterio de la bondad que estaban desde el principio en Dios.

Leer las Escrituras… seguir su estrella

El relato sugerente y entrañable de la visita de los Magos de Oriente al lugar de Belén donde nació Jesús recoge algunas de las cuestiones que preocupaban a la comunidad de Mateo y a las que el evangelista quiere responder.

Nos encontramos con una pequeña comunidad que se ha distanciado radicalmente de sus hermanos judíos. La peculiar lectura de las Escrituras judías a la luz de la fe en Jesús que las primeras generaciones cristianas hacen se fundamenta en su convicción de que Jesús es la Palabra definitiva de Dios y que en él se cumplen las promesas dadas por Dios a Israel.  Esta afirmación desafía y confronta las fronteras identitarias del judaísmo desembocando en un conflicto que terminará con expulsión de los seguidores y seguidoras de Jesús de la comunidad israelita.

Esta nueva comprensión de la fe judía favorece la incorporación de hombres y mujeres no israelitas a las comunidades cristianas. Esto va a propiciar la creación de grupos diversos y plurales que sostienen su identidad en la fe en Jesús y no en la pertenencia a un pueblo, cultura o género.  Este mestizaje no siempre es fácil de articular y es necesario ahondar en las palabras y en la vida de Jesús para sostener y fortalecer su vida en común.  Narrar los orígenes de Jesús es para Mateo una oportunidad de recordar a sus destinatarios y destinatarias quién es el que los ha convocado y cuál es la promesa a la que han sido llamados/as. A través de las narraciones intenta ofrecerles un relato de la vida de Jesús que les ayude a dialogar con sus hermanos judíos, de modo que puedan presentarles su fe en Jesús como mesías a partir de los textos que sostienen también la esperanza de Israel.

Belén es un pueblo pequeño cercano a Jerusalén que estaba cargado de simbolismo en la memoria de Israel, en él David fue ungido por Samuel como rey (1 Sm 16,1-13) y a este rey y a su dinastía se vinculaba la promesa mesiánica.  Mucho tiempo después casi sin ruido el Mesías esperado comienza su vida en ese lugar.

Belén se configura, así como el lugar en que Jesús se presenta como el Mesías enviado a Israel (Miq 5, 1-3; 2 Sam 5,2), pero también como el destino de unos paganos, unos hombres de Oriente, que han visto una estrella (Nm 24,17), que anuncia el nacimiento del rey de Israel y quieren adorarlo. Todos los personajes que están o llegan a Belén muestra actitudes de confianza y acogida hacia el recién nacido. Las referencias a la Escritura judía muestran como este niño cumple lo que se había dicho sobre el Mesías en ella.

Jerusalén, el otro lugar que aparece en la historia, representa sin embargo la oscuridad y la desconfianza. En ella está Herodes, que se asusta al conocer la información de los sabios y utiliza todos sus recursos para deshacerse de Jesús y evitar que se propague la noticia de su nacimiento, pues ese recién nacido amenaza su poder y cuestiona su legitimidad como rey.

Los sabios de Oriente, que ven la estrella, se ponen en camino atentos a las señales que los han de guiar. Los representantes del pueblo judío, sin embargo, conociendo las Escrituras, no son capaces de descubrir en ellas a Jesús y no solo no se ponen en camino, sino que el miedo a perder su estatus les hace actuar con engaño y maldad.

Mateo jugando con esos contrastes, invita a su comunidad a mirarse en aquellos sabios que se dejaron guiar por la estrella, acogiendo los pequeños signos de la historia. Como ellos, l@s seguidor@s de Jesús, a los que escribe Mateo, están llamados a dejarse guiar por la luz que su fe en Jesús irradia en sus vidas, y han de seguir profundizando en las Escrituras para afianzar e iluminar su fe.

Hacer memoria del misterio de la encarnación, ver a Dios poner su tienda entre nosotros/as, pero a la vez descubrir el mal y el sufrimiento que impide de muchos modos dejar a Dios regalarnos su salvación, nos recuerda nuestro compromiso con la Buena Noticia en la que creemos, nos invita de nuevo a abrir surcos en esta tierra herida para que pueda recibir la semilla de la bondad, la ternura y la paz.

En Belén Dios nos invita a soñar a dejar que nuestro corazón nos guíe, como a los sabios, por caminos alternativos capaces de construir un mundo nuevo, sin llanto ni dolor. Un mundo que ha de ser la utopía que guie nuestro caminar diario, de pequeños pasos y gestos sencillos…

De nuevo en Navidad estamos invitadas e invitados a soñar, a intuir nuevos caminos, nuevas sendas de inclusión, de hospitalidad, de acogida de ternura y solidaridad… a soñar porque Dios amanece en nuestras vidas.

Carme Soto Varela

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , ,

En el Principio era la Vida

Domingo, 5 de enero de 2020
Comentarios desactivados en En el Principio era la Vida

Vida.2-300x192Domingo II de Navidad 

5 enero 2020

El evangelio más antiguo –Marcos– se inicia con el relato del bautismo de Jesús por parte del Bautista. Mateo y Lucas narran el nacimiento. El cuarto evangelio, que se escribe mucho más tardíamente, se remonta al “principio”. Y se abre con un grandioso prólogo-himno al Logos, la Palabra o la Vida.

          “Principio” no significa comienzo histórico, sino que remite a lo que está más allá de la historia, más allá del tiempo, a la atemporalidad o eternidad. En una palabra, el “principio” del que se habla aquí es el no-tiempo, el eterno presente inalterable.

                Me resulta profundamente significativo que hoy sea la misma ciencia la que nos advierta del engaño de nuestra mente. Una de las teorías de la física cuántica -afirma la reconocida física y divulgadora científica Sonia Fernández-Vidal en una entrevista reciente- dice que el tiempo no fluye como un río, sino que, como ocurre con el espacio, todo está ahí fuera ya, desde lo que ha pasado a lo que tiene que pasar. Aunque nosotros lo vivamos como un fluir continuo”.

          Estamos tan habituados e incluso identificados con las formas que nos resulta difícil transcenderlas. Nuestra mente no puede salir de las referencias espacio-temporales: para ella, todo sucede en un tiempo y en un lugar determinados. Por eso, incluso cuando habla de “eternidad”, la imagina como un “tiempo prolongado” que no acabaría jamás.

          Sin embargo, más allá de las categorías espacio-temporales, fruto por otro lado de la propia mente, como descansando o sostenidas por ella, permanece la Presencia que no tiene principio ni fin. Lo que es –lo que somos– transciende el tiempo y el espacio. Por esa razón, para entrar en conexión con ello necesitamos acallar la mente –silenciar el yo– para poder ser introducidos en el Silencio consciente que somos.

      Cualquier palabra que utilicemos resultará inadecuada: Presencia, Silencio consciente, Vida… Pero todas ellas apuntan hacia Aquello que transciende el tiempo y el espacio, a lo que “es desde el principio”, a lo que somos en profundidad: lo no nacido y que nunca morirá.

          El autor del evangelio presenta a Jesús como aquel que da a conocer ese misterio último, que se ha nombrado como “Dios”. Se trata, evidentemente, de la profesión de fe de aquella comunidad, que cree en Jesús como el “revelador” de la Divinidad. Y es cierto que en Jesús puede advertirse lo que sucede en una persona cuando se vive desde la comprensión de lo que somos. Por eso podemos reconocerlo como un espejo nítido en el que nos vemos reflejados. Pero no hay nada que no sea “reflejo” de aquella misma vida. Todas las formas que existen no son sino disfraces en los que la Vida se oculta. Por eso, las palabras que este evangelio pone en boca de Jesús –“Yo soy la vida”– constituyen la revelación suprema de lo que somos todos. No somos un yo separado que tiene vida; somos Vida –Presencia atemporal desde “el principio”– que se está experimentado en estas personas.

¿Me abro a comprenderme como “Vida” habitando una forma temporal?

Enrique Martínez Lozano

Fuente Boletín Semanal

Biblia, Espiritualidad , , , , ,

Acoger la Palabra no es un amasijo de citas bíblicas

Domingo, 5 de enero de 2020
Comentarios desactivados en Acoger la Palabra no es un amasijo de citas bíblicas

4E843CB0-6CB7-4716-97D0-AC8767FFFD53Del blog de Tomás Muro La Verdades Libre:

  1. Prólogo de san Juan.

         Por segunda vez en navidades escuchamos el comienzo del evangelio de san Juan: en el principio existía la Palabra y la Palabra era luz, vida y creación. Y en los versos 12-13 se nos dice:

vv 12-14 Pero a cuantos la recibieron (la Palabra), les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.

  1. Conocer la Palabra no coincide con estudiar la Biblia.

         Conocer acoger la Palabra no es ser un experto en Biblia o en teología. “Conocer” supone implicaciones personales: sobre todo ser creyente. Todos conocemos intelectualmente cosas: ideologías, personas, actitudes con las que no comulgamos, no porque sean malas, sino porque no van con nuestra mentalidad o esquema de vida.

         Conocer la Palabra, conocer a Cristo significa JesuCristo me dice, me llena y quiero vivir en el tono vital del Señor, con mis tinieblas y mi pecado a cuestas.

         La Palabra -toda palabra- se conoce y se acoge en la fe. Hay personas que están convencidas de la nada: no existe Dios, no hay valores. Eso es también fe, una triste palabra y una triste fe, pero el pasotismo es también una fe: estar convencido firmemente de la nada.

         Quien confía (cree) en JesuCristo no está cimentado en la nada, sino en el ser.

  1. A quienes conocen y asumen la Palabra Dios da la capacidad de ser hijos de Dios.

Es decir, pensar y vivir conforme a la Palabra posibilita vivir humanamente, que significa vivir como seres humanos, y si vivimos como personas humanas no estamos lejos de vivir como hijos de Dios.

La Palabra de Dios, que no es otra cosa que JesuCristo, es decir: la Luz, la Vida y la creatividad, supone una llamada en lo profundo que crea personas y comunidades.

La Palabra, el pensamiento, la cultura, la Luz, el diálogo, la razón y lo razonable en la vida encaminan hacia ser hijos de Dios. La irracionalidad, el vivir en la mera biología, pulsionalidad, en la carne y en la sangre, en el escepticismo no crea humanismo, ni hijos de Dios.

Cuando en la vida personal, profesional, eclesiástica, política no se admite la Palabra: la luz y la vida, el pensamiento y el diálogo-, significa que hemos renunciado a ser y vivir como personas y como hijos de Dios.

Por ejemplo: cuando nace un niño, ha nacido alguien muy valioso, pero hasta ese momento ha nacido conforme a carne y sangre. Nadie nace cristiano, ni sabio, ni probablemente bueno: queda un largo camino para construir una persona: educación, valores, etc. Y ese camino lo hemos de estructurar con la Palabra. ¿Qué otra cosa es acoger la Palabra sino un largo proceso de educación personal, familiar, escolar, universitaria, social, política?

El ser humano vive de carne y sangre (de pan vive el hombre), pero si vivimos solamente de carne y sangre, morimos.

La Ilustración y la Revolución francesa tuvieron graves fallos y tienen grandes lagunas, pero abrieron al ser humano hacia la palabra y hacia la razón.

Quizás el encuentro entre razón y fe, ciencia y fe, Iglesia y mundo, progreso humano y escatología, no se ha producido o se ha producido muy esporádicamente y, en muchos casos, a regañadientes. Pero guste o no guste a políticos y eclesiásticos, es verdad aquello que dijo santo Tomás: la verdad venga de donde venga, viene del Espíritu Santo. Si nacemos de carne y sangre y renacemos de agua y Espíritu, estaremos en camino de ser hijos de Dios, es decir: personas humanas. Él, la palabra nos bautizará en Espíritu.

  1. La Palabra se hizo carne.

La tradición de San Juan tiene mucho cuidado en subrayar que la Palabra, Jesús, se hizo hombre. Este interés de San Juan es debido a que muy pronto hubo cristianos que tendieron a un cristianismo espiritualoide, incluso tenían reparo y negaban que Jesús hubiese sido hombre. Pensaban que, si Jesús era hijo de Dios, no podía ser hombre. Lo corpóreo, material siempre se ha mirado en las religiones con un cierto recelo. Por eso S Juan subraya que Jesús fue hombre y para ello utiliza la expresión que expresa la mayor debilidad humana: sarx: carne,[1]

Jesús no fue un extraterrestre que un buen día aterrizó entre nosotros: Jesús fue hombre como nosotros (menos en el pecado) y porque fue hombre, es como pudo expresar, manifestarnos a Dios, el amor de Dios.

         El cristianismo no es un espiritualismo, una religión de práctica y ritos, sino que es la experiencia del amor de Dios en la vida, en la creación y con los demás. La tentación de las religiones suele ser la de “echar balones fuera” con celebraciones rituales, normas y preceptos morales.

El Dios del cristianismo es amor, Dios es amor, (1Jn 4,8)

Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. (1Jn 4,20)

         Y amar no es andar por la estratosfera de los espíritus, sino vivir en la tierra de los seres humanos en la Palabra: luz y verdad

  1. Estamos comenzando un nuevo año.

         Estamos comenzando un nuevo año.

         Que la Palabra y la razón vayan haciéndose un poco carne en nuestra historia por medio de nuestras vidas.

[1] En castellano tenemos algunas palabras que recogen este término: sar.cófago, sar.coma.

Biblia, Espiritualidad , , , , ,

Santa María Madre de Dios. Miércoles 01 de Enero de 2020

Miércoles, 1 de enero de 2020
Comentarios desactivados en Santa María Madre de Dios. Miércoles 01 de Enero de 2020

De Koinonia:

0108

Números 6,22-27

Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré

El Señor habló a Moisés:

“Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas:

“El Señor te bendiga y te proteja,
ilumine su rostro sobre ti
y te conceda su favor.
El Señor se fije en ti
y te conceda la paz”.

Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.”

*

Salmo responsorial: 66

El Señor tenga piedad y nos bendiga.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R.

*

Gálatas 4,4-7

Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer

Hermanos:

Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama: “¡Abbá! (Padre).” Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.

*

Lucas 2,16-21

Encontraron a María y a José, y al niño.

A los ocho días, le pusieron por nombre JesúsEn aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.

Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

*

Homilía de Monseñor Romero sobre los textos litúrgicos de hoy
(1 de enero de 1978)

Amados hermanos, amados radio-oyentes:

Con el saludo bíblico que Dios mandaba cuando se dirigía a su pueblo, ya que los cristianos hoy somos el Israel espiritual de Dios, somos el pueblo de Dios, y para nosotros es este precioso augurio de Año Nuevo: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz”, no podía hacerse un saludo más oportuno y espléndido para el año nuevo que estas palabras que la Biblia pone a nuestra consideración esta mañana, y al mismo tiempo unir a esta buena voluntad de Dios la presencia de María, la Virgen Madre.

Hay una fiesta oficial de la Iglesia en honor de María y es hoy, 1º de enero. Ocho días después de dar a luz al Redentor del mundo la Iglesia quiere llamar la atención de todos sus hijos para celebrar la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. Así se inicia el año bajo la bendición directa de Dios y bajo este título que es toda una inspiración de confianza en el poder de la Virgen, por ser de Dios. Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

“La madre”. Santa María, Madre de Dios – A (Lucas 2,16-21)

Miércoles, 1 de enero de 2020
Comentarios desactivados en “La madre”. Santa María, Madre de Dios – A (Lucas 2,16-21)

06-stamaria-a-600x942

A muchos puede extrañar que la Iglesia haga coincidir el primer día del nuevo año civil con la fiesta de Santa María Madre de Dios. Y, sin embargo, es significativo que, desde el siglo IV, la Iglesia, después de celebrar solemnemente el nacimiento del Salvador, desee comenzar el año nuevo bajo la protección maternal de María, Madre del Salvador y Madre nuestra.

Los cristianos de hoy nos tenemos que preguntar qué hemos hecho de María estos últimos años, pues probablemente hemos empobrecido nuestra fe eliminándola demasiado de nuestra vida.

Movidos, sin duda, por una voluntad sincera de purificar nuestra vivencia religiosa y encontrar una fe más sólida, hemos abandonado excesos piadosos, devociones exageradas, costumbres superficiales y extraviadas.

Hemos tratado de superar una falsa mariolatría en la que, tal vez, sustituíamos a Cristo por María y veíamos en ella la salvación, el perdón y la redención que, en realidad, hemos de acoger desde su Hijo.

Si todo ha sido corregir desviaciones y colocar a María en el lugar auténtico que le corresponde como Madre de Jesucristo y Madre de la Iglesia, nos tendríamos que alegrar y reafirmar en nuestra postura.

Pero ¿ha sido exactamente así? ¿No la hemos olvidado excesivamente? ¿No la hemos arrinconado en algún lugar oscuro del alma junto a las cosas que nos parecen de poca utilidad?

Un abandono de María, sin ahondar más en su misión y en el lugar que ha de ocupar en nuestra vida, no enriquecerá jamás nuestra vivencia cristiana, sino que la empobrecerá. Probablemente hemos cometido excesos de mariolatría en el pasado, pero ahora corremos el riesgo de empobrecemos con su ausencia casi total en nuestras vidas.

María es la Madre de Cristo. Pero aquel Cristo que nació de su seno estaba destinado a crecer e incorporar a sí numerosos hermanos, hombres y mujeres que vivirían un día de su Palabra y de su gracia. Hoy María no es solo Madre de Jesús. Es la Madre del Cristo total. Es la Madre de todos los creyentes.

Es bueno que, al comenzar un año nuevo, lo hagamos elevando nuestros ojos hacia María. Ella nos acompañará a lo largo de los días con cuidado y ternura de madre. Ella cuidará nuestra fe y nuestra esperanza. No la olvidemos a lo largo del año.

José Antonio Pagola

Biblia, Espiritualidad , , , , , , ,

1.1.20. Año Nuevo: María, Madre de Dios; Dios de la Carne de María (1)

Miércoles, 1 de enero de 2020
Comentarios desactivados en 1.1.20. Año Nuevo: María, Madre de Dios; Dios de la Carne de María (1)

A0AC767F-3026-46E1-A255-A52F08BBD168Del blog de Xabier Pikaza:

Caro cardo salutis 2020
La humanidad: historia carnal de Dios

Celebra hoy (1.1.20) el conjunto de la humanidad la fiesta del comienzo del año del Sol. La iglesia celebra, al mismo tiempo, la fiesta de María, Madre del Dios/Sol encarnado, que es Jesús.  Felicidades a todos, los que de un modo y/u otro, la celebran.

    En ese contexto quiero presentar (en tres o cuatro postales/aportaciones) el sentido cristiano de María, que no es sólo una figura intra-eclesial, vinculada a la experiencia de los fieles que la evocan e invocan, la sientan cercana y la exaltan como signo de presencia amorosa y salvadora de Dios, sino también, sino también un signo central de la historia de occidente, que ha influido en el arte (pintura, escultura, literatura, música),  en la imaginación y en la vida más honda de millones y millones de personas que la han tomado como expresión y garantía de la “carne de Dios”,encarnada por ella en Jesús.

39F83C2A-28EB-4575-8B3F-25D4E4B8360CAsí dicen los cristianos que ella es Virgen (la Virgen), pero virgen de carne y hueso, de humanidad gozosa y doliente, es decir, de encarnación.  Si hoy podemos afirmar que Dios se hace carne en la carne de la historia (enfermos y encarcelados, hambrientos y exiliados, desnudos y explotados, y todas las mujeres y los hombres) es porque Dios ha hecho carne en (por) la Carne de María, en contra de todo escapismo espiritualista y de todo posible sistema de imposición de los poderosos.

Por eso, lo que celebramos este Año Nuevo no es la fiesta del Espíritu contra la carne, sino la fiesta de la  carne espiritualizada, elevada, salvada (siendo precisamente carne, no espíritu inmaterial) como dice la Iglesia desde antiguo, con una frase famosa de Tertuliano, en contra de los  místicos‒espiritualistas, que se evadían de la “carne”, para refugiarse en un Dios y Cristo de fantasía  imaginaria, afirmaba: Caro, cardo salutis, el cardo o quicio, la puerta y la vía de salvación es la “carne”, , la misma vida humana, espiritualizada y transformada como carne (¡sin dejar la encarnación, sino por ella!), la Virgen‒Carne de María.

DDC9582E-64F2-46A1-92FB-EAA8F36B1CAB¿Por qué se habla de carne de mujer y no de varón? Por algo muy simple: Porque la “carne de mujer” se ha visto desde antiguo (al menos en un contexto semita y bíblico) como signo de impureza, de sangre peligrosa (menstrual, puerperal…), como carne para ser violada por varones de carne poderosa, como recuerda de forma lapidaria el libro de Job, en la gran queja de 14, 1: El hombre (varón),nacido de mujer… corto de días, harto de inquietudes, como flor que se abre y marchita

En ese contexto, la maldición concreta del hombre (varón fuerte) no ha sido la de “haber nacido” (como dice Calderón de la Barca), sino la de haber nacido de mujer.Pues bien, en contra de eso,  la “inversión” mayor del cristianismo es la certeza de que el el Verbo de Dios (Dios mismo) se ha hecho carne, y no de un modo general, por un milagro “extra‒carnal” de encarnación en el Espíritu, sino por el milagro más grande de la Carne Espiritualizada de María, como sabe. la mario‒logía cristiana, que trata del “logos” o palabra carnal de Santa María de la Encarnación, como indica esta fiesta del 1 de Enero, Año Nuevo, Fiesta de la Puerta de Carne (carne‒persona, humanidad concreta, para bien de hombres y mujeres), que es la Puerta (Ianua Coeli), puerta del cielo, de María,  como seguiré indicando, hoy y en los dos días siguientes. Feliz Año Nuevo, con María, carne de Dios, Dios encarnado, a todos los amigos y lectores.

Mariologías de la Biblia. Punto de partida

CFFB8A2C-2148-4408-BB1F-256DC362EDBC  María ha sido una persona concreta, en un contexto cultural, social y familiar muy definido. No es un puro símbolo, una idea general (eterno femenino), ni una diosa. Ella ha sido y sigue siendo una mujer histórica bien determinada, mujer de carne y hueso, de Nazaret de Galilea, madre y seguidora de un pretendiente mesiánico judío. Así debemos recordarla, por su tarea única e irrepetible, vinculada a Jesús, su hijo, y al cristianismo primitivo.

Hay otros hombres y mujeres importantes en la historia humana y religiosa (Moisés y Mahoma, Buda o Confucio, Sócrates o Mani), pero ninguno ha desarrollado una tarea mesiánica como la de Jesús, ni ha muerto como él, ni le han visto como resucitado, ni ha sido declarado hijo de Dios por sus creyentes. Pues bien, a su lado, los cristianos han recordado la figura de María por su función de madre y por su tarea particular como persona y miembro de la iglesia. Ningunas de las otras madres o mujeres de los profetas y fundadores citados ha tenido su importancia. Los seguidores de Jesús no sólo han seguido recordando a su Madre, sino que han recreado su figura creyentes, de manear que podemos hablar de una mariología de la historia y de varias mariologías de la fe.

− Historia: mujer concreta.No son muchas las cosas que de ella sabemos en un nivel de puros hecho, pero son muy importantes y significativas. 1) Era una mujer judía, de una familia creyente, significativa, de Nazaret de Galilea; se llamaba María y estaba desposada con José. 2) Fue madre de Jesús, con quien se relacionó de forma dramática; pero tuvo también una familia más extensa, compuesta por varones y mujeres que el Nuevo Testamento llama normalmente hermanos de Jesús y que parecen ser hijos de María. 3) Tras la muerte de Jesús, ella perteneció a la comunidad de seguidores de su hijo y ejerció un papel importante dentro de la iglesia, que la ha recordado.

− Varias mariologías: María, figura de fe.El Nuevo Testamento ha recordado a María porque ella forma parte del misterio de Jesús, su hijo, y ha expresado de diversas formas su sentido, desde su experiencia radical de “encarnación” es decir de “carne histórica”. En ese sentido, la única fe mariana de la Iglesia se expresa en diversas formas de mariología, que se diversifican según los lugares y estilos de las comunidades, reflejándose así en la teología de los diversos escritos del Nuevo Testamento. Este es un fenómeno poco valorado, perodefine el pasado y futuro de las mariologías, que pueden vincularse y se vinculan desde los credos que afirman que Jesús fue “concebido por obra del Espíritu Santo y nació de la Virgen María”.

Partiendo de Jesús. Dos mariologías básicas[1]

09E6BB0A-374A-4227-BFA3-D2E13D091BF9 Con ocasión de las fiestas de Pascua, Jesús, hijo de una mujer llamada María, subió a Jerusalén, para ofrecer su proyecto de Reino. Le siguieron los Doce, algunas mujeres y otros simpatizantes. Pero fue rechazado por los representantes del Templo, que se sintieron amenazados por las consecuencias sociales y sacrales de su mensaje. Todo nos permite suponer que su mensaje fue discutido y en parte aceptado, de manera que las autoridades del Templo actuaron por miedo (cf. Mc 11, 15-15; 14, 1-2.57). Algunos discípulos le traicionaron y negaron (cf. 14, 43-50.66-72). Los jerarcas romanos le crucificaron. De esa forma surgieron varios grupos convergentes de “cristianos”, seguidores del Cristo Jesús judío, hijo de María:

Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , , ,

Fiesta de Santa María, Madre de Dios. Tres actitudes para el nuevo año.

Miércoles, 1 de enero de 2020
Comentarios desactivados en Fiesta de Santa María, Madre de Dios. Tres actitudes para el nuevo año.

maria-y-jesusDel blog El Evangelio del Domingo, de José Luis Sicre sj:

Un extraño cambio en 1970

Cualquier judío sabe que a un niño hay que circuncidarlo a los ocho días de nacer. Así lo ordenó Dios a Abrahán: “A los ocho días de nacer, todos vuestros varones de cada generación serán circuncidados” (Génesis 17,12). Por consiguiente, cuando la iglesia adoptó el 25 de diciembre como fecha del nacimiento, el 1 de enero pasó a celebrarse la fiesta de la circuncisión e imposición del nombre de Jesús.

            Existía también una fiesta de Santa María, Madre de Dios, solemnidad que se había introducido en las iglesias orientales hacia el año 500 y que la iglesia católica romana terminó celebrando el 11 de octubre. Parecía lógico relacionar más estrechamente esta fiesta de la maternidad de María con el nacimiento de Jesús. Por eso, a partir de 1970 se trasladó la fiesta al 1 de enero.

            Esto implicó unir dos celebraciones importantes el mismo día: nombre de Jesús y Maternidad divina de María. Por si fuera poco, a Pablo VI se le ocurrió celebrar también el 1 de enero la Jornada Mundial por la Paz.

            Dado que incluso los cristianos más piadosos celebran el Fin de Año y no están al día siguiente con la cabeza demasiado despejada, se ha decidido aligerar un poco de celebraciones el 1 de enero.

            Y lo ha pagado quien menos se podía imaginar. La fiesta del Nombre de Jesús ha perdido la categoría de fiesta y pasa este año 2016 a celebrarse el día 3 de enero, aunque se mantiene en la misa del día 1 la referencia a la circuncisión e imposición del nombre.

El libro bíblico de los Números no lo escribió san Francisco de Asís

            La primera lectura de hoy dice:

El Señor habló a Moisés:

-Di a Aarón y a sus hijos:

Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas:

“El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz.”

Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.»

            Muchas personas piensan que esta bendición es de san Francisco de Asís. La escribió muchos siglos antes un autor bíblico para que la pronunciaran los sacerdotes sobre los israelitas. Es tan breve, clara y profunda que cualquier comentario sólo sirve para estropearla.

Tres actitudes para el nuevo año (Lucas 2,16-21)

            En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño.

            Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores.

            María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

            Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.

            Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

            El texto relaciona dos acontecimientos muy distintos, separados por ocho días de distancia. El primero, la visita de los pastores, es lo mismo que leímos el 25 de diciembre en la segunda misa, la del alba. En la escena se distinguen diversos personajes:

  • ü Empieza y termina con los pastores, que corren a Belén y vuelven alabando y dando gloria a Dios. Los pastores simbolizan la “política incorrecta” de Dios. El gran anuncio del nacimiento del Mesías no se comunica al Sumo Sacerdote de Jerusalén, ni a los sacerdotes y levitas, ni a los estudiosos escribas, ni a los piadosos fariseos. Se comunica a unos pastores que, en la escala social de aquel tiempo, ocupan el penúltimo lugar, el de las clases impuras, porque su oficio se equipara al de los ladrones. Sin embargo, esta gente tan poco digna socialmente, corre hacia Jesús, cree que un niño envuelto en pañales y en un pesebre puede ser el futuro salvador, aunque ellos no se beneficiarán de nada, porque, cuando ese niño crezca, ellos ya habrán muerto. La visita de los pastores simboliza lo que dirá Jesús más tarde: “Te alabo Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla.”
  • ü Está también presente un grupo anónimo, que podría entenderse como referencia a la demás gente de la posada, pero que probablemente nos representa a todos los cristianos, que se admiran de lo que cuentan los pastores.
  • ü Finalmente, el personaje más importante, María, que conserva lo escuchado y medita sobre ello. En los relatos de la infancia, Lucas ofrece dos imágenes muy distintas de María. En la anunciación, Gabriel le comunica que será la madre del Mesías, y ella termina alabando en el Magnificat las maravillas que Dios ha hecho en ella. Pero, cuando Jesús nace, Lucas habla de María de forma muy distinta. A partir de ese momento, todo lo relacionado con Jesús le resulta nuevo y desconcertante: lo que dicen los pastores, lo que dirá Simeón, lo que le dirá Jesús a los doce años cuando se quede en Jerusalén. En esas circunstancias, María no repite “proclama mi alma la grandeza del Señor”. Se limita a callar y meditar, igual que hará a lo largo de toda la vida pública de Jesús.

            Estas tres actitudes se complementan: la admiración lleva a la meditación y termina en la alabanza de Dios. Tres actitudes muy recomendables para el próximo año.

            La segunda escena tiene lugar ocho días más tarde. Algo tan importante y querido para nosotros como el nombre de Jesús lo cuenta Lucas en poquísimas palabras. Su sobriedad nos invita a reflexionar y dar gracias por todo lo que ha supuesto Jesús en nuestra vida.

En vez de propósitos y buenos deseos, una buena compañía

            El comienzo de año es un momento ideal para hacer promesas que casi nunca se cumplen. También se formulan deseos de felicidad, generalmente centrados en la clásica fórmula: salud, dinero y amor. La liturgia nos traslada a un mundo muy distinto. Abre el año ofreciéndonos la compañía de Dios Padre, que nos bendice y protege, de Jesús, que nos salva, de María, que medita en todo lo ocurrido.

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

01 Enero. Solemnidad de Santa María Madre de Dios. Ciclo A

Miércoles, 1 de enero de 2020
Comentarios desactivados en 01 Enero. Solemnidad de Santa María Madre de Dios. Ciclo A

04868A51-6828-4F02-99F0-EFE8F592D3CF

Al verlo, les contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas esas cosas, meditándolas en su corazón.”

(Lc2, 16-21)

Celebramos hoy la Solemnidad de María, Madre de Dios y con ella estrenamos este nuevo año, con toda la ilusión y con toda la resaca de ayer.

Si la noche de ayer estaba llena de propósitos y bueno deseos el día de hoy es un reclamo para “ponernos en marcha”. Para hacer realidad todas esas ilusiones.

María tiene en sus brazos al hijo que acaba de nacer. La realidad de un bebé frágil y necesitado que depende en gran medida de ella. Pero recibe la visita de los pastores que hablan de ilusiones, de cosas que sucederán, de lo que llegará a ser ese niño… Y ella escucha.

Como buena israelita escucha. Escucha con atención y medita en su corazón lo que oye y lo que vive. Une, con esfuerzo y empeño, la fragilidad del bebé que sostiene en sus brazos, con las ilusiones que despierta en los pastores. El presente con la promesa de futuro.

De nuevo confía y se compromete. Aunque sus ojos ven fragilidad (acaba de dar a luz en un establo fuera de la ciudad porque no había sitio para ellos…) confía en las promesas de Dios.

Sabe escuchar, en la voz de los pastores, el acento de la voz de Dios y también sabe ver más allá de las apariencias. Porque seguro que tampoco ella había imaginado que el Mesías esperando nacería en un establo.

Confía, piensa, espera y actúa. Tiene entre los brazos al Hijo de Dios, a su hijo. Y mientras espera a ver cómo se las arregla Dios para que ese bebé sea el Mesías Salvador, ella lo cuida.

Lo mira, lo contempla mientras resuenan en sus oídos las palabras de los pastores. Mientras vuelven a su corazón las palabras del ángel: “-El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y se llamará Hijo de Dios.”

Y mira a Jesús dormido en su regazo. “Será santo”, ahora solo es un bebé. Ahora es mi hijo pequeño que ha nacido en un establo y todo ha ido bien.

Oración

María, Madre de Dios y madre de un niño nacido en un establo, enséñanos a descubrir las promesas de Dios presentes en nuestra realidad. Pide para nosotras una visión larga y profunda como la tuya. ¡Amén!

*

Fuente Monasterio de Monjas Trinitarias de Suesa

***

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , , ,

Dios es Padre, pero sobre todo es Madre.

Miércoles, 1 de enero de 2020
Comentarios desactivados en Dios es Padre, pero sobre todo es Madre.

vladimirskayaLc 2,16-21

Es una fecha cargada de connotaciones profundamente humanas: la circuncisión e imposición del nombre a Jesús, la maternidad de María, el comienzo del año. El día de la paz. No me gusta tratar más de un tema en cada homilía, pero hoy tenemos que hacer una excepción. La fiesta quedaría incompleta si omitiéramos alguno de estos aspectos. De todas formas, desde el punto de vista litúrgico, el más importante es el de María Madre y a ello dedicaremos mayor espacio.

1º.-María madre de Dios”. Es la fiesta más antigua de María en occidente. Pablo VI la recuperó y la colocó en este día de la octava de Navidad y primero del año. La maternidad de María es un dogma. Esto no nos tiene que asustar, porque lo que de verdad importa es la manera de entender hoy esa verdad. Fue definido en Éfeso en el 431. Pero no se trata de un dogma mariológico, sino cristológico. Ni en los evangelios ni en los primeros escritos cristianos se preocuparon de María.

La mejor prueba de que en la definición de Éfeso no querían decir lo que se entendió, es que tuvo que ser aclarada veinte años después por el concilio de Calcedonia (451). En este concilio se afirmó, que María era madre de Dios, pero “en cuanto a su humanidad”. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de la humanidad de Dios? Efectivamente, llamar a María “madre de Dios”, porque fue la madre de Jesús, es violentar los conceptos. Jesús fue un ser humano que comenzó a existir en un momento determinado de la historia. El niño que lloraba y que mamaba, se meaba y se cagaba, no puede ser identificado con Dios que está fuera del tiempo y no tiene ni principio ni fin.

Para entender el dogma de la “Theotokos” (la que pare a Dios), debemos tener en cuenta el contexto en que fue formulado. Era un intento de confirmar que el fruto del parto de María fue una única persona: Jesús. Contra Nestóreo que afirmaba dos personas en Jesús, una humana que era Jesús, y una divina, la segunda de la trinidad. No debemos olvidar que el concilio de Éfeso lo promovió el mismo Nestóreo para condenar a Cirilo, que proclamaba una sola persona en Cristo. Faltó el canto de un duro para que condenaran como herejía lo que se definió como dogma.

Aunque no fue la intención del concilio, lo que se entendió del dogma, no deja de tener su importancia a la hora de pensar la realidad de Dios. Que nos hayamos atrevido a dar una madre a Dios tiene unas connotaciones psicológicas incalculables. Manifiesta una necesidad de comprender a Dios desde nuestra realidad humana. Somos hijos de Dios y Él es a la vez Hijo de una mujer… Dios entrando en la dinámica humana y el hombre entrando en la dinámica divina. Llamar a María Madre es manifestar que es origen de algo tan importante como es la presencia de Dios en Jesús.

2º.- La circuncisión se hacía a los ocho días y era el rito religioso fundamental para el pueblo judío. Mucho más que el bautismo para nosotros. Implicaba ponerle un nombre, que en aquella época era muy importante y que en este caso, según el relato, no lo eligen ellos, sino que viene impuesto. Lo que significa el nombre “Jesús” (Dios salva) resume toda su vida. La circuncisión suponía, además, la adhesión legal de la criatura al pueblo de Israel. Si era primogénito, como en el caso de Jesús, había que rescatarlo de la obligación de ofrecer al Señor todo primogénito.

3º.- El comienzo del año supone traspasar una frontera. En el NT griego, encontramos dos palabras que traducimos por “tiempo”, pero que tienen un significado muy diferenciado. “Chronos” es el tiempo astronómico. Se refiere al paso de las horas, días y años… En principio, es lo que estamos celebrando hoy. Kairos sería el tiempo humano. Es el tiempo oportuno para hacer algo importante que atañe a la condición humana de cada uno. Éste es mucho más importante desde el punto de vista religioso. Es el tiempo que se me da como oportunidad de crecer en el ser. No debería traspasar la frontera del año sin hacer una reflexión sobre mí mismo, y valorar cómo estoy haciendo uso de algo tan importante y tan efímero como el tiempo cronológico.

Sabemos que Dios es amor y que el don de sí mismo es total, absoluto y eterno. Nunca se podrá “arrepentir” de ser lo que es para nosotros. Pero ese don no es una imposición desde fuera. Si el hombre no lo descubre y lo acepta, no significará absolutamente nada para él. La aceptación de ese don, que es Dios, tenemos que hacerla desde la más profunda humanidad. No es suficiente una vida animal y racional plena. Es necesaria una perspectiva humana que sólo se da más allá de lo biológico y lo racional. Para que Dios llegue a nosotros, tenemos que concebirlo y darlo a luz.

4º.- El día mundial de la paz. Tal vez sea una de las carencias que más afecta al ser humano de hoy, porque la ausencia de paz es la prueba palpable de una falta de humanidad a todos los niveles. Ahora bien, la reflexión que hacemos no puede quedarse en aspavientos y quejas sobre lo mal que está el mundo. No podemos descubrir lo que significa la paz hablando de guerras y conflictos. Menos aún, quedándonos en una crítica externa sin mover un dedo para cambiar.

No son las contiendas internacionales, por muy dañinas que sean, las que impiden a los seres humanos alcanzar su plenitud. Los grandes conflictos internacionales los originamos nosotros con nuestras riñas y pendencias individuales. Si no hay paz a escala mundial, la culpa la tengo yo, que lucho a brazo partido por imponer mis criterios o caprichos egoístas a los que están a mi alrededor. El egoísmo, que impide la armonía en nuestras relaciones personales, es el causante de las más feroces guerras a todos los niveles.

La paz no es una realidad que podamos buscar con un candil. La paz será siempre la consecuencia de unas relaciones verdaderamente humanas entre nosotros. Es muy deprimente que nos sigamos rigiendo por el proverbio latino: “si vis pacem parat vellum”. Si te preparas para la guerra, es que estás pensando en quedar por encima del otro para esclavizarlo. Si no existe una auténtica calidad humana no puede haber una verdadera paz, ni entre las personas ni entre las naciones.

El primer paso en la búsqueda de la paz, tengo que darlo yo caminando hacia mi interior. Si no he conseguido una armonía interior; si no descubro mi verdadero ser y lo asumo como la realidad fundamental en mí, ni tendré paz ni la puedo llevar a los demás. Este proceso de maduración personal es el fundamento de toda verdadera paz. Pero es también lo más difícil porque exige la superación de todo egoísmo. Una auténtica paz interior se reflejaría en todas nuestras relaciones humanas, comenzando por las familiares y terminando por las internacionales.

¡Recuperemos el shalom judío! En esa palabra se encuentra resumido todo lo que intento deciros en estas líneas. Nuestra palabra “paz” tiene connotaciones exclusivamente negativas: ausencia de guerra, ausencia de conflictos, etc. Pero el shalom se refiere a realidades positivas. Decir shalom significaría un deseo de que Dios te conceda todo lo que necesitas para ser auténticamente tú, incluida la misma presencia de Dios en ti.

El ser humano auténtico es el que ha superado el egoísmo, es decir, ha dejado de pretender que todo, personas y cosas, giren en torno a él. Aprender a amar, preocuparse de los demás, entrar en armonía no sólo con los demás sino con toda la creación, es la auténtica preparación para la paz. El que ama no pelea por nada ni pretende nada de los demás, sino que está encantado de que todos saquen provecho de él.

Meditación

¡Convertir el Chronos en Kairos!
Esta es mi principal tarea como ser humano.
Tengo que aprovechar el “tiempo” que se me da.
Mi tiempo no puede ser sólo geológico o biológico.
Mi tiempo tiene que ser siempre humano
El tiempo que dedico a mí mismo,
puede ser el más humano y el más inhumano.

Fray Marcos

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

A nuestra imagen y semejanza

Miércoles, 1 de enero de 2020
Comentarios desactivados en A nuestra imagen y semejanza

cristo-en-casa-de-sus-padres-millais-1¿Un Dios nacido en las cadenas de producción y montaje de la Factoría Humanidad?  (Klaas Hendrikse)

1 de enero Octava de la Navidad

Gál 4, 4-7 Envió Dios a su Hijo, nacido de mujer

Lc 2, 16-21

Al verlo, les contaron lo que les habían dicho del niño. Y todos los que lo oyeron se asombraban de lo que contaban los pastores

Los Reyes Magos saben de Jesús, según el relato evangélico de Lucas, lo que los demás les habían dicho. Y cuantos lo oyeron se asombraban de lo que contaban los pastores. Las Biblias de todas las religiones son escritos de pluma y pensamiento humano. En su libro Croire en un Dieu qui n’existe pas, Klaas Hendrikse (1947) afirma que Todo lo que se dice de Dios procede del hombre. De ahí términos como todopoderoso, eterno, omnipresente, creador. Un camino que no parece adecuado: partir de Dios para llegar al hombre. Lo idóneo es lo contrario: partir del hombre para llegar  a Dios. De nosotros, de la vida, de las experiencias de la gente. De la necesidad de la mente humana batallando por configurarle a nuestra imagen y semejanza y no al contrario, como se afirma en el Génesis 1, 26.

Este pastor protestante de la parroquia holandesa de Middelburg y que subtitula su obra Manifeste d’un pasteur athée, añade en su obra esta frase: ¿Un Dios nacido en las cadenas de producción y montaje de la Factoría Humanidad? La Reverenda Kirsten Slattennar, líder de la misma iglesia (la Iglesia del Éxodo) piensa igual que Klass cuando, refiriéndose a Jesús, rechaza la idea central para el Cristianismo de que era divino y humano a la vez. Y manifiesta: “Creo que ‘Hijo de Dios’ es una especie de título. No creo que fuera un dios o mitad dios. Yo creo que era un hombre, pero era un hombre especial”. Posición doctrinal defendida ya por el arrianismo en el siglo IV.

Conocido es el texto del poeta y filósofo griego Jenófanes (570-475 a.C.) sobre cuestiones teológicas: “Chatos, negros: así ven los etíopes a sus dioses. De ojos azules y rubios: así ven a sus dioses los tracios. Pero si los bueyes, caballos y leones tuvieran manos, manos como las personas para dibujar, para pintar, para crear una obra de arte, entonces los caballos pintarían a los dioses semejantes a los caballos, los bueyes semejantes a los bueyes, y a partir de sus figuras crearían las formas de los cuerpos divinos según su propia imagen: cada uno según la suya”.

¿Cuándo se cambiará el rimbombante “Palabra de Dios” del final de la lectura del evangelio dominical, por un sencillo y respetuoso silencio?

Pedro Casaldáliga (1928), pensador, poeta y obispo de Sao Félix de Araguala, Brasil,  nos señala en sus versos que lo importante es vivir en esta tierra nuestra.

POEMAS (Fragmentos)

“¿Por dónde iréis hasta el cielo
si por la tierra no vais?
¿Para quién vais al Carmelo
si subís y no bajáis?”

(Salmos de vigilia)

“Esta es la tierra nuestra
…la tierra de los hombres
que caminan por ella
a pie desnudo y pobre.
Que en ella crecen, de ella,
para crecer con ella,
como troncos de espíritu y de carne.”

(Tierra nuestra, libertad)

Vicente Martínez

Fuente Fe Adulta

Espiritualidad , , , , , , , , , ,

Abrirnos al asombro y la liberación de Dios.

Miércoles, 1 de enero de 2020
Comentarios desactivados en Abrirnos al asombro y la liberación de Dios.

pastoresLc 2, 16-21

Lc 2,16-21

La capacidad de asombro de los pastores puede ser una buena disposición para iniciar el nuevo año. Lo contrario al asombro es la rutina. El ya me lo sé o el siempre ha sido así nos hace inmunes al milagro cotidiano de la vida y sus señales. Necesitamos seguir aprendiendo cada día a mirar con hondura la realidad en sus gestos más pequeños e insignificantes y poner especial atención en lo que el poder y su lógica invisibiliza o desprecia. Quizás solo así captemos el misterio de Amor que la habita.

El Dios de Jesús no es el Dios que lo tiene todo preparado, atado y bien atado, no es el Dios de la inercia o la rutina, sino el Dios que lo hace todo nuevo y por eso nos urge a la renovación permanente y nunca a la instalación (Ap 21, 4). Es el Dios que por no “atar” las cosas ni cerrarlas no cierra ni la creación, por eso nos invita a ser co-creadores y co-creadoras con Él en una creación continua a través del trabajo y la acción humana. Es el Dios de la sorpresa y la libertad; una libertad humana que conduce a situaciones imprevisibles. ¿Cómo descubrimos y experimentamos esta novedad, en nuestra vida, en nuestros contextos, en la historia? ¿Qué quiere hacer Dios de nuevo en nosotras y con nosotras, en nuestros ambientes este año que empieza?

El Dios encarnado, vulnerable, hecho niño, acostado en un pesebre, que se nos revela en Jesús de Nazaret nos urge a no cansarnos de seguir posando nuestra mirada y sensibilidad no en los primeros planos de la historia, ni en los personajes principales, sino en los secundarios y en su revés. La salvación, la liberación que anhelamos acontece en lo cotidiano y desde los últimos y últimas. Requiere también abrirnos a la pedagogía de los procesos y lo seminal, porque como nos recuerda el papa Francisco: “De las semillas de esperanza sembradas en las periferias olvidadas del planeta, de esos brotes de ternura que lucha por subsistir en la oscuridad de la exclusión, crecerán árboles grandes, surgirán bosques tupidos de esperanza para oxigenar el mundo” (Discurso del papa Francisco en el II Encuentro con los movimientos populares, Bolivia, 2015)

Jesús, el hijo de María, nacido de mujer (Gal 4,4) toma de ella su carne y se hace buena noticia de liberación también para nosotras las mujeres. Por eso el espíritu de Evangelio nos urge a no acostumbrados ni naturalizar la violencia de género ni la feminización de la pobreza y a no cansarnos en la lucha por una sociedad y una iglesia donde ninguna mujer sea excluida, hasta que la dignidad sea costumbre, porque ya nadie puede ser esclava, sino que por voluntad del Amor somos herederas de la liberación de Dios (Gal 4,6-7)

Como María de Nazaret guardemos también nuestras perplejidades en el corazón.

Pepa Torres Pérez

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , , ,

La salida al problema de la muerte no está en el hospital, sino está en la resurrección, no en el hospital. La salida al tiempo está en la eternidad.

Miércoles, 1 de enero de 2020
Comentarios desactivados en La salida al problema de la muerte no está en el hospital, sino está en la resurrección, no en el hospital. La salida al tiempo está en la eternidad.

imagesDel blog de Tomás Muro La Verdad es Libre:

  1. feliz año nuevo. consideraciones sobre el tiempo.

En primer lugar feliz año nuevo, feliz vida.

         Los años, los meses son una división artificial del tiempo. De hecho la humanidad computa el tiempo con diversos cómputos provenientes de diversos acontecimientos-criterios.

  • o El calendario gregoriano es el actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo. Así denominado por ser su promotor el Papa Gregorio XIII. Vino a sustituir en 1582 al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurara en el año 46 aC. Nuestro calendario parte del nacimiento de Cristo.

¿Qué es el tiempo?

No es fácil saber y definir lo que sea el tiempo. Decía San Agustín: Si no me preguntas, sé lo que es; en cuanto me peguntas, no sé lo que es.

 “Ayer” ya pasó; “mañana” todavía no es. Vivimos entre lo que “ya no es” porque pasó y lo que “todavía no es”, porque “no ha llegado” El “presente” es algo muy fugaz, rápido, se nos escapa como el agua entre las manos. Nuestra existencia transcurre y la vamos llenando de vivencias, acontecimientos, “historia e historias”.

Recordamos fragmentos de nuestra más lejana infancia: los abuelos, el caserío, el pueblo, las fiestas, tal vez una enfermedad, algunas muertes. Más adelante en la adolescencia hicimos las primeras opciones en los estudios, en la vida religiosa, en los primeros balbuceos afectivos. Más tarde trabajamos, estudiamos, tomamos otras opciones de hondo calado: matrimonio, hijos, sacerdocio, vida religiosa, opciones también políticas, sindicales, culturales, etc. En el transcurrir de la vida hemos vivido acontecimientos densos: la muerte de nuestros padres, de alguno de nuestros hermanos, quizás la vida nos ha deparado enfermedades, hemos asistido a acontecimientos políticos notables: la dictadura, conflictos culturales en el euskera; Aranzazu por los años 1950-1960. En la iglesia, hemos vivido acontecimientos muy importantes positivos como el Concilio Vaticano II; también hemos vivido otras momentos eclesiásticas han sido de muy baja calidad.

El tiempo no son los calendarios y agendas que una cierta ilusión estrenamos cada año, cada curso. Decía San Agustín (354-430) que:

El tiempo acontece en el alma, en la intimidad de la propia persona. El tiempo de la existencia humana es la distensión, el transcurrir del alma humana.[1]

         Podemos pensar que el tiempo son todas las vivencias que hemos tenido en nuestro transcurrir. Nuestro pasado personal y colectivo (pueblo – Iglesia) están presentes hoy en nuestra vida. El preconcilio, aquella educación moral férrea, el hambre que pasamos en la larga postguerra en cierto sentido están hoy presentes en nuestra alma (pensamiento), en nuestro modo de pensar e interpretarnos e interpretar la historia

Posiblemente el primer calendario, desde luego el primer calendario laboral es o está en el Génesis. Dios crea los astros, de los que el hombre se ha servido para medir el tiempo, los ritmos de la vida, el día la noche, mares, océanos, etc. En el Génesis encontramos una medición mítica de la semana y del trabajo: el primer día, el segundo, tercero, etc. y el séptimo descanso.

En cierto sentido somos una síntesis de lo que fuimos y lo que queremos ser en el futuro. El futuro al que aspiramos condiciona también nuestro momento presente

  1. El tiempo nos individualiza

         Desconozco cómo estará la cuestión de la clonación. Supongamos que la ciencia sea capaz de clonar un ser humano.[2] Por muy exacto o igual que resulte al copia, el tiempo y la historia los individualizará y surgirán personas distintas: los éxitos y los fracasos, los encuentros y desencuentros los configurarán de manera diversa. Es una cuestión semejante a la de los gemelos, por muy iguales que sean, el tiempo, la historia los hará individuos diferentes.

La historia es principio de individuación. Naturalmente que un ser humano es individuo por naturaleza, por y con los genes y alma que Dios y la vida le han dotado. Pero no es menos cierto que uno es tal por el momento histórico en el que ha nacido, el espacio y época en que vive, la familia, la religión, la cultura, economía y sociedad, en las que vive. Evidentemente que una mujer africana y otra mujer europea son “iguales” a natura, pero no es menos evidente que “no son iguales”, porque la historia (el tiempo y el lugar) las diferencia. No estamos lejos del “yo soy yo y mi circunstancia” de Ortega y Gasset. No es lo mismo haber nacido en el medioevo, en la época tridentina o en la era de la informática. Tal vez por la clonación se logre fabricar individuos “incluso iguales” genéticamente: la historia se encargará de “personalizarlos e individualizarlos” por sus opciones, salud y enfermedades, por sus recorridos existenciales.

  1. Del cronómetro al tiempo vivido: kronos y kairós.

El tiempo medido, el calendario es algo distinto al tiempo vivido.

Cuando estamos enfermos, una noche se nos hace “eterna” y no pasa nunca. Cuando estamos sumidos en un problema, un conflicto, el tiempo es infinitamente “más largo” a cuando estamos en una situación amable, más o menos feliz.

Muy tempranamente en la iglesia al tiempo vivido serenamente como salvación le comenzaron a denominar kairós: tiempo salvifico.

         El nuestro no es un tiempo ciego y un mero transcurrir, sino que estamos en un tiempo, en una historia de salvación. Cristo es el centro del tiempo: principio y fin. Nuestro tiempo y nuestra historia, como la de Cristo, termina en la eternidad.

  1. Ex memoria, spes: La esperanza nace de nuestra memoria, de nuestro recuerdo.

         Esto es algo que los hijos de la ilustración no aceptamos de buen grado, porque pensamos que la salida a la vida está en el progreso y en el futuro de la ciencia, cuando en realidad la salida al tiempo, a la vida (y a la muerte) está en el pasado vivido por Cristo. La salida al problema de la vida -y de la muerte- está en la resurrección, no en el hospital.

         La salida al tiempo está en la eternidad.

  1. Como María.

         En este día de año nuevo, celebramos la fiesta de María, la como Madre del Señor. En el transcurrir de nuestra vida, tengamos la actitud de María, que meditaba todas estas cosas, guardándolas en su corazón.

[1] San AGUSTÍN, Las confesiones, libro XI, cp 26, n 33

[2] No es el momento de entrar ahora en la cuestión moral

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , , ,

“Abiertas al proyecto de Dios”. Sagrada Familia – A (Mateo 2,13-15.19-23)

Domingo, 29 de diciembre de 2019
Comentarios desactivados en “Abiertas al proyecto de Dios”. Sagrada Familia – A (Mateo 2,13-15.19-23)

Dios es FamiliaLos relatos evangélicos no ofrecen duda alguna. Según Jesús, Dios tiene un gran proyecto: construir en el mundo una gran familia humana. Atraído por este proyecto, Jesús se dedica enteramente a que todos sientan a Dios como Padre y todos aprendan a vivir como hermanos. Este es el camino que conduce a la salvación del género humano.

Para algunos, la familia actual se está arruinando porque se ha perdido el ideal tradicional de «familia cristiana». Para otros, cualquier novedad es un progreso hacia una sociedad nueva. Pero ¿cómo es una familia abierta al proyecto humanizador de Dios? ¿Qué rasgos podríamos destacar?

Amor entre los esposos. Es lo primero. El hogar está vivo cuando los padres saben quererse, apoyarse mutuamente, compartir penas y alegrías, perdonarse, dialogar y confiar el uno en el otro. La familia se empieza a deshumanizar cuando crece el egoísmo, las discusiones y malentendidos.

Relación entre padres e hijos. No basta el amor entre los esposos. Cuando padres e hijos viven enfrentados y sin apenas comunicación alguna, la vida familiar se hace imposible, la alegría desaparece, todos sufren. La familia necesita un clima de confianza mutua para pensar en el bien de todos.

Atención a los más frágiles. Todos han de encontrar en su hogar acogida, apoyo y comprensión. Pero la familia se hace más humana, sobre todo, cuando en ella se cuida con amor y cariño a los más pequeños, cuando se quiere con respeto y paciencia a los mayores, cuando se atiende con solicitud a los enfermos o discapacitados, cuando no se abandona a quien lo está pasando mal.

Apertura a los necesitados. Una familia trabaja por un mundo más humano, cuando no se encierra en sus problemas e intereses, sino que vive abierta a las necesidades de otras familias: hogares rotos que viven situaciones conflictivas y dolorosas, y necesitan apoyo y comprensión; familias sin trabajo ni ingreso alguno, que necesitan ayuda material; familias de inmigrantes que piden acogida y amistad.

Crecimiento de la fe. En la familia se aprende a vivir las cosas más importantes. Por eso, es el mejor lugar para aprender a creer en ese Dios bueno, Padre de todos; para conocer el estilo de vida de Jesús; para descubrir su Buena Noticia; para rezar juntos en torno a la mesa; para tomar parte en la vida de la comunidad de seguidores de Jesús. Estas familias cristianas contribuyen a construir ese mundo más justo, digno y dichoso querido por Dios. Son una bendición para la sociedad.

José Antonio Pagola

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

“Coge al niño y a su madre y huye a Egipto”. Domingo 29 de Diciembre. Sagrada Familia de Nazaret

Domingo, 29 de diciembre de 2019
Comentarios desactivados en “Coge al niño y a su madre y huye a Egipto”. Domingo 29 de Diciembre. Sagrada Familia de Nazaret

Huida a Egipto_ 37_7 x 31 cm_ Siglo XVIIILeído en Koinonia:

Eclesiástico 3,2-6.12-14: El que teme al Señor honra a sus padres.
Salmo responsorial: 127: Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
Colosenses 3,12-21: La vida de familia vivida en el Señor.
Mateo 2,13-15.19-23: Coge al niño y a su madre y huye a Egipto

 Celebramos hoy la fiesta de la Sagrada Familia. Los textos de la liturgia hacen referencia a temas familiares. En la primera lectura, tomada del libro del Eclesiástico, escuchamos los consejos que un hombre, Ben Sirac, que vivió varios siglos antes de Jesucristo, da a sus hijos. El respeto y la veneración de éstos hacia sus padres es cosa agradable a los ojos de Dios, que éste no dejará sin recompensa. Los hijos que veneren a sus padres serán venerados a su vez por sus propios hijos. Todos estos consejos, aun conservando hoy plena validez, parecen insuficientes, puesto que están dados desde una mentalidad meramente rural, en la que otros aspectos de la vida familiar no son tenidos en cuenta. No sólo importa hablar hoy del respeto que los hijos deben a los padres, sino de la actitud de éstos con relación a los hijos. Esta insuficiencia resulta particularmente notable en momentos como los actuales, cuando la familia tiene planteados problemas de pérdida de sus funciones.

Desde una perspectiva cristiana, la familia continúa teniendo una función insustituible: ser una comunidad de amor en donde los que la integran puedan abrirse a los demás con una total sinceridad y confianza. Dejando aparte los consejos que en último lugar da san Pablo, y que son puramente circunstanciales y muy ligados a las costumbres y mentalidad de la época, la exhortación a la mansedumbre, a la paciencia, al perdón y, sobre todo, al amor, es algo realmente básico para la familia de nuestro tiempo.

En este año, evangelio de Mateo que leemos «nos narra» la llamada «huida a Egipto de la Sagrada Familia». Y decimos que «nos narra», nos cuenta, nos relata… Entra de lleno en el género narrativo. No es un género lírico, ni dramático… El género literario principal de los textos sagrados, de las Escrituras es el narrativo. Es importante caer en la cuenta de ello. Los humanos (los sapiens, pero quizá también los anteriores), somos seres narrativos. Antes que reflexionar, filosofar, esquematizar, elaborar tesis… nos hemos basado en narraciones. A la luz de la hoguera, todas las noches, nuestros ancestros han contado sus tradiciones, avivando el fuego de la identidad cultural y religiosa.

Esta narración de la huida a Egipto nos quiere transmitir varias cosas. La principal es que Jesús «también» pasó por Egipto, como el pueblo de Israel, para quien también Egipto fue una de sus vivencias principales. Como Israel, también Jesús «vino de Egipto». Además, se cumplieron en él predicciones que estaban en la Escritura: aplica a Jesús frases veterotestamentarias con las que transmitir un mensaje. Todo esto se podría haber transmitido en un lenguaje directo, reflexivo, abstracto, a manera de un elenco de tesis que transmitan el mensaje directamente. Pero no es ése el estilo antiguo, ni el estilo de las Escrituras de las religiones. El estilo es el narrativo: una especie de cuento fácil de retener y de repetir, tras cuya escucha se puede comentar y deducir el mensaje abstracto que ahí va narrativamente encarnado. Es el modus operandi de las Escrituras, también del evangelio de Mateo en este punto.

Pablo da algunos consejos para la convivencia con otros. Se requiere humildad, acogida mutua, paciencia. Y si fuese necesario, perdonar. Así procede Dios con nosotros. Su actitud debe ser el modelo de la nuestra (v. 12-13). Pero, “por encima de todo”, está el amor, de Él tenemos que revestirnos, dice Pablo empleando una metáfora frecuente en sus cartas (v. 14). De este modo “la paz de Cristo” presidirá en nuestros corazones (v. 15).

Si el amor es el vínculo que une a las personas, la paz se irá construyendo en un proceso, los desencuentros irán desapareciendo (los enfrentamientos también) y las relaciones se harán cada vez más trasparentes. En el marco de la familia humana, esos lazos son detallados en el texto del Eclesiástico (3,3-17).

Lucas nos presenta a la familia de Jesús cumpliendo sus deberes religiosos (vv. 41-42). El niño desconcierta a sus padres quedándose por su cuenta en la ciudad de Jerusalén. A los tres días, un lapso de tiempo cargado de significación simbólica, lo encuentran. Sigue un diálogo difícil, suena a desencuentro; comienza con un reproche: “¿Por qué nos has hecho esto?”. La pregunta surge de la angustia experimentada (v. 48). La respuesta sorprende: “¿Por qué me buscaban?” (v. 49), sorprende porque la razón parece obvia. Pero el segundo interrogante apunta lejos: “¿No sabían que yo debía estar en las cosas de mi Padre?”. María y José no comprendieron estas palabras de inmediato, estaban aprendiendo (v. 50).

La fe, la confianza, suponen siempre un itinerario. En cuanto creyentes, María y José maduran su fe en medio de perplejidades, angustias y gozos. Las cosas se harán paulatinamente más claras. Lucas hace notar que María “conservaba todas las cosas en su corazón” (v. 51). La meditación de María le permite profundizar en el sentido de la misión de Jesús. Su particular cercanía a él no la exime del proceso, por momentos difícil, que lleva a la comprensión de los designios de Dios. Ella es como primera discípula, la primera evangelizada por Jesús.

No es fácil entender los planes de Dios. Ni siquiera María “entiende”. Pero hay tres exigencias fundamentales para entrar en comunión con Dios: 1) Buscarlo (José y María “se pusieron a buscarlo”); 2) Creer en Él (María es “la que ha creído”); y 3) Meditar la Palabra de Dios (“María conservaba esto en su corazón”). Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

29. 12. 19. Domingo de la “sagrada” Familia. De la estirpe de Dios, hermanos de los crucificados

Domingo, 29 de diciembre de 2019
Comentarios desactivados en 29. 12. 19. Domingo de la “sagrada” Familia. De la estirpe de Dios, hermanos de los crucificados

are7Del blog de Xabier Pikaza:

Discurso de Pablo en Atenas

Se celebra hoy (29.12.19) la fiesta de la Sagrada Familia, evocando de un modo especial la pequeña familia de Jesús con José y María, en Belén y/o Nazaret. Este motivo y esta fiesta fueron objeto de grandes celebraciones de un tipo de nacional‒catolicismo hispano en los primeros años del siglo XX.

Actualmente, tras la llegada del Papa Francisco y los sínodos sobre la familia (2014‒2015), que no han sido rectamente recibidos todavía, el tema resulta por un lado más tranquilo (no se celebran ya en España las manifestaciones plebiscitarias de antaño), aunque por otro se ha vuelto quizá hiriente, porque sigue habiendo  (¡no sólo en España!) opiniones discordantes, con ataques que se elevan incluso contra el Papa, desde “altas esferas” eclesiales.
En ese contexto, sin entrar en la polémica concreto, para llegar mejor a sus raíces, he querido recoger y comentar el texto quizá más significativo sobre la familia de Dios (que es la familia de Jesús crucificado), que es el sermón de Pablo en el Sermón del Areópago de Atenas, lugar que en aquel contexto tenía el sentido y simbolismo que hoy puede tener la ONU y la UNESCO. San Pablo apela en ese contexto a dos principios fundamentales.

(a) Hay un principio universal, válido para cristianos y no cristianos: Los hombres formamos parte de la gran familia humana que, que, según un poeta griego, es “familia de Dios, pues somos de su estirpe, ya que en él, en Dios, vivimos, nos movemos y somos todos.

(b) Hay un principio mesiánico, vinculado a la muerte y resurrección de Jesús, que hace que todos seamos hermanos del crucificado (es decir, de los crucificados), esto es, hermanos y servidores de los más pequeños (como ratifica Mt 25, 31‒46).

Misión universal, somos parientes de Dios (Hch 17,16-29).

Jesús resucitado ha enviado a sus discípulos hasta los confines de la tierra, que se centraba entonces, desde la perspectiva occidental, en Roma (lugar donde convergen personas de todos los pueblos), donde llega Pablo para anunciar el evangelio universal, estando encadenado. Pero, en otro plano, el confín y centro del mundo donde Pablo anuncia el evangelio es Atenas, signo de la cultura universal griega, cuyo encuentro y desencuentro con la Biblia he presentado en cap. 12, al ocuparme de los Macabeos.

la-familia-en-la-biblia-ultimo-libro-de-pikaza-en-verbo-divino-1-550x275En otro tiempo (cuando los Macabeos), el rey helenista de Siria había mandado a Jerusalén a un Geronte (= anciano‒sabio) ateniense, para instruir a los judíos y enseñarles la “religión universal” a los griegos (cf. 2 Mac 6,1‒2). Pues bien, ahora, invirtiendo aquella situación, es Pablo, el cristiano que viene de Jerusalén, camino de Roma, el que viene a Jerusalén para enseñar la religión universal de Cristo a los sabios griegos.

El libro de los Hechos desarrolla también otros motivos histórico‒teológicos con motivo del largo viaje de Pablo desde Jerusalén a Roma. Pues bien, en un plano teológico estricto, el centro y cumbre de esos motivos se condensa y explicita en el discurso de Pablo en el Areópago de Atenas. Este discurso traza la relación la relación del evangelio con el pensamiento humano, tal como ha culminado (desde una perspectiva greco‒romana) en Atenas:

‒ Pablo, en pie en medio del Areópago, dijo: ¡Atenienses! Veo, en todos los aspectos, que vosotros sois muy religiosos. Pues recorriendo (la ciudad) y observando vuestros signos de veneración he encontrado incluso un altar dedicado: ¡Al Dios desconocido! Pues bien, eso que veneráis sin conocerlo es lo que yo os anuncio (Hch 17, 22-23).

‒ El Dios que ha hecho el cosmos y todas las cosas que hay en él… no habita en templos construidos por mano humana… pues él concede a todos vida, respiración y todas las cosas. Pues hizo de uno (ex henos) toda la raza humana, para habitar sobre toda la faz de la tierra… a ver si acaso lo palpaban y encontraban, pues no está lejos de cada uno de nosotros, porque en él vivimos, nos movemos y existimos… Siendo, pues, de estirpe divina no debemos creer que lo divino es una cosa semejante a oro, plata o piedra, a una escultura (producto del arte o de la fantasía humana) (Hch 17, 24-29) [1].

La escena podría conservar un fondo histórico. Pero más que un simple dato del pasado expone un elemento central de la teología cristiana: los discípulos del Cristo, habiendo surgido de un lugar alejado (Galilea, Jerusalén) y apoyándose en una Escritura que parecía extraña a la Sabiduría griega (cf. 1 Cor 1, 22), han decidido dialogar con ella, en la misma Atenás, de donde había salido el instructor (cf. cap. 11). Éste es un momento clave del despliegue teológico cristiano, en diálogo con el pensamiento griego, entendido en forma universal. En este discurso, Pablo no se apoya en la Biblia: No cita a los patriarcas israelitas, ni alude al éxodo, ni a los profetas, sino que retoma unos motivos importantes de la sabiduría griega, desde un fondo judío.

1181561 ‒Exordio o proemio (17,22b-23). Para conectar con sus oyentes, Pablo empieza recordando que en Atenas había un altar particular (un bômon) dedicado al Dios desconocido. Parece que de hecho no existía tal altar a un Dios en singular sino a los dioses desconocidos, en plural. Pero esa distinción resulta aquí secundaria, pues Lucas identifica a esos dioses como Dios (o lo divino). Sabe que los atenienses han sido y siguen siendo buscadores de Alguien al que ignoran, y así les dice: eso que veneráis sin conocerlo (touto, en neutro) es El Dios que yo os anuncio. Lucas acepta, según eso, la búsqueda filosófico-religiosa de los griegos, insistiendo en un Dios que no necesita sacrificios ni templos, pues él mismo ofrece vida a todos los hombres.

Un Dios sin sacrificios ni templos (17, 24-25). Dios lo ha creado todo (todo es suyo), de manera que no habita en santuarios construidos por los hombres, ni necesita su culto y sacrificio. De esa forma se opone no sólo a los templos de los griegos, sino al mismo templo de Jerusalén, diciendo que Dios no recibe culto de manos humanas, mostrándose profundamente iconoclasta. Su discurso es propio de un judío radical que trasciende el plano cerrado de su ley y templo, en palabra que muchos pensadores griegos pueden aceptan gustosos.

‒ Dios de todos los hombres (17, 26-29). El discurso de Pablo nos lleva del nivel cósmico al plano de la historia, con afirmaciones que pueden ser judías (todos provenimos de un mismo Adán) y helenistas (somos genos, familia, de Dios). Pablo expone así la fe judía, pero en términos universales, superando el posible particularismo de Ley y Pueblo (raza), lo mismo que un posible particularismo elitista de los griegos que se piensan superiores a los pueblos por su conocimiento. Sólo un Dios creador vincula para Lucas a todos los humanos, sin distinción entre varones y mujeres, judíos y griegos, esclavos y libres.

             Desde ese fondo universal, Pablo puede afirmar que Dios ha creado a los hombres como una sólo humanidad, un mismo ethnos, con dos finalidades básicas.

(a) Para habitar (katoikein) en la tierra, conforme a la palabra de Gen 1, 28: creced, multiplicaos, llenad la tierra, sin prioridad de un pueblo sobre otros, rechazando así en posible particularismo griego o judío, pues la tierra entera es de todos y para todos los hombres.

(b) Para buscar (dsêtein) a Dios. Esta es la tarea humana: Habitar en el mundo y buscar a Dios. Estos dos gestos forman las dos caras de una misma tarea humana, como sabe la Biblia israelita, y como puede aceptar el pensamiento griego, pues en Dios vivimos, nos movemos y somos, siendo todos de su estirpe (citando como autoridad o Escritura al poeta pagano Arato, Phaen. 5)[2].

(c) En Dios vivimos, nos movemos y somos…  Dios nos une así como “familia”, pues todos compartimos una misma vida (un origen), un mismo despliegue creador (nos movemos), una misma identidad “ontológica” (si vale esta palabra), pues en Dios “somos” (existimos, recibimos identidad y valor absoluto). Por nuestra raíz e identidad divina nos vinculamos…

(d) Pues somos todos de su estirpe… Ése es uno de los pocos lugares donde la Escritura cristiana (Pablo) cita como autoridad a un poeta pagano, que “genos” (estirpe, familia) de Dios… Otros pueblos se distinguían por tribus, lengua y naciones, como dice sin cesar la Biblia. Pues bien, los cristianos nos definimos como “única familia” de Dios. Él es la raíz e identidad de nuestra tribu humana.

Novedad cristiana: el Dios del resucitado, es decir, del crucificado (=de los crucificados (Hch 17, 30‒33).

             Con estas palabras cambia el tono del discurso, pasando de la universalidad anterior (por nacimiento, por generación, somos parientes de Dios) a la identidad mesiánica de los seguidores de Jesús, que se hacen y son hermanos de los crucificados (en la línea de Mt 25, 31‒45), pues Jesús ha muerto por ellos, y con ellas ha resucitado,  de esa forma llama “hermanos suyos” a los más pequeños (los que tienen hambre y sed, los exiliados y desnudos, los enfermos y encarcelados…). Éste es el tema de fondo que ha recogido en otro “estilo” el discurso de Pablo:

Prosiguió Elihu su razonamiento y dijo:

2 ¿Piensas que ha sido correcto decir: Mi justicia excede a la de Dios?

3 Porque tú dices: ¿Qué ventaja hay para ti, qué me aprovecha no haber pecado?

4 Yo te responderé con razones, y a tus compañeros contigo.

 Pasando pues por alto los tiempos de ignorancia: Dios anuncia ahora a los hombres la conversión para todos, en todas partes; pues ha determinado el día en que va a juzgar el universo con justicia por medio del hombre a quien ha designado, dando a todos prueba de ello al resucitarlo de los muertos. Algunos, al oírle decir resurrección de los muertos se echaron a reír; otros decían te escucharemos otra vez acerca de esto. Y así, Pablo salió de en medio de ellos. Pero algunos, asociándose a él, creyeron, entre los cuales estaban Dionisio el Areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos otros (Hch 17, 30-33).

             En la parte anterior, Pablo hablaba a judíos helenistas y griegos, empleando sus mismos argumentos: revelación divina, búsqueda universal humana, en línea de sabiduría. Ahora, llegando al final del argumento filosófico, proclama de pronto la novedad bíblica de la resurrección, centra en Cristo:

 ‒ Dios ha pasado por alto (hyperidôn) los tiempos de ignorancia (agnoia) de los hombres. Pablo supone que Dios se había manifestado, pero que los hombres no le habían acogido/conocido; y eso lo dice en Atenas, lugar de la más alta sabiduría, que él entiende y presenta aquí como ignorancia, para añadir que el verdadero Dios ha querido ofrecer a todo un conocimiento superior de su realidad (y de su obra). Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

Una Sagrada Familia doblemente refugiada.

Domingo, 29 de diciembre de 2019
Comentarios desactivados en Una Sagrada Familia doblemente refugiada.

1440598291_029854_1440599681_noticia_normalDel blog El Evangelio del Domingo, de José Luis Sicre:

Suele decirse que la familia está en crisis. Los matrimonios por la Iglesia, y también los civiles, disminuyen de forma notable; los divorcios y las separaciones crecen. ¿Qué mensaje puede esperar el cristiano que acude a misa el día de la Sagrada Familia? Sea lo que sea, se puede llevar una gran sorpresa.

Hijos adultos y padres ancianos (Eclesiástico 3,3-7.14-17a)

Curiosamente, la primera lectura no se dirige a los padres, sino a los hijos. Pero no se trata de hijos pequeños, sino de personas adultas, casadas, que conviven con sus padres ancianos (cosa frecuente en el siglo I). El texto de Jesús ben Sira (autor del libro del Eclesiástico) da por supuesto que esos hijos tienen suficientes recursos económicos y, al mismo tiempo, vivencia religiosa. Son personas que rezan y piden perdón a Dios por sus pecados. Pero, según ben Sira, el éxito a todos los niveles, humano y religioso, dependerá de cómo trate a sus padres ancianos. En una época en la que no existía la Seguridad Social, “honrar padre y madre” implicaba también la ayuda económica a los progenitores. Pero no se trata sólo de eso. Hay también otros consejos de enorme actualidad: “Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras viva; aunque flaquee su mente, ten indulgencia, no lo abochornes”. Esta actitud de respeto y cariño hacia el padre y la madre es lo único que garantiza que su oración sea escuchada y que sus pecados “se deshagan como la escarcha bajo el calor”.

Maridos, mujeres, hijos y padres (Colosenses 3,12-21)

El texto de la carta a los Colosenses comienza con una serie de consejos válidos para toda la comunidad cristiana, entre los que destacan el amor mutuo y el agradecimiento a Dios. Pero ha sido elegido para esta fiesta por los breves consejos finales a las mujeres, los maridos, los hijos y los padres.

El que resulta más problemático en la cultura actual es el que se dirige a las mujeres. En una época de igualdad, desentona decirles: “Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.” Pero en la situación del imperio romano durante el siglo I, cuando sobre todo las mujeres de clase alta presumían de independencia y organizaban su vida al margen del marido, no es raro que el autor de la carta pida a la esposa cristiana un comportamiento distinto. El consejo a los maridos, amar a sus mujeres y no ser ásperos con ellas sigue siendo válido en una época donde abunda la violencia de género. Los consejos finales a padres e hijos sugieren el ideal de las relaciones entre ambos: un hijo que obedece con gusto, un padre que no se impone a gritos e insultos.

Una familia de refugiados y emigrantes (Mateo 2,13-15.19-23)

Las dos primeras lecturas se adaptan bien a la situación de las familias del Primer Mundo. El evangelio nos hace pensar en los miles de familias de refugiados y desplazados del mundo entero. Padres que emigran con su familia y sus pocos bienes, no por miedo a Herodes, sino a la guerra, las bombas o el hambre. Sin ningún ángel que les avise ni les proteja. En el relato de Mateo, el principal protagonista es José. “El niño y su madre” son personajes pasivos, que se dejan llevar a Egipto en mitad de la noche y terminan estableciéndose en Nazaret sin que nadie les consulte. Alguien podrá acusar a este evangelio de “patriarcal”, de centrarse en el padre. Pero no es un tarea agradable la que se encomienda a José: refugiarse en un país extranjero para que no maten a su hijo. La continuación de la historia es significativa. Hasta ahora, José se ha limitado a obedecer, Al morir Herodes, toma la iniciativa e interpreta la orden del ángel como considera más oportuno. Siente miedo a Arquelao y no vuelve a Belén; decide trasladarse mucho más al norte, a una aldea miserable, “de la que no sale nada bueno”, Nazaret. Pero así, sin que él lo sepa, se cumplirá lo dicho por los profetas, “que se llamaría Nazareno”.

El matrimonio del Primer Mundo, aunque no haya tenido que huir ni emigrar, puede sacar también una buena enseñanza de este evangelio. Las dificultades siempre existen, y es raro el que no ha debido enfrentarse a situaciones imprevisibles (enfermedades, problemas económicos o laborales, tensiones con los hijos…). Pocas veces, o nunca, habrá sido Dios el que mande un ángel a decir lo que se debe hacer. La reflexión, la oración, el diálogo habrán ayudado a tomar la decisión más justo. Y aunque pueda parecer un fracaso humano, como la ida a Nazaret, así se cumple también la voluntad de Dios.

Tres apéndices: el miedo a Arquelao, Nazaret y Nazareno

 

1.- ¿En qué basa Mateo el temor de José? No lo dice. Podemos imaginarlo basándonos en lo que cuenta Flavio Josefo. En primer lugar, por los disturbios que siguieron a la muerte de Herodes. Al principio la gente se limitó a pedir disminución de las tasas, abolición de los impuestos, liberación de los prisioneros y castigo de los favoritos de Herodes (Guerra II 4-7). Muy pronto, mientras Arquelao se encuentra en Roma, de las peticiones se pasa a las armas. El día de Pentecostés se produce una revuelta en Jerusalén que causó muchos muertos (Guerra II 39-54).

En segundo lugar, por la conducta tiránica y cruel de Arquelao. Este hijo de Herodes el Grande y de Maltace, fue constituido etnarca por César Augusto, «prometiéndole que lo honraría con el título de rey si demostraba ser merecedor de esta dignidad». Pero solo gobernó diez años (del 4 a.C. al 6 d.C.), debido a la crueldad con que trataba a sus súbditos. «En el año décimo del gobierno de Arquelao, los principales de los judíos y de los samaritanos, no pudiendo soportar más su crueldad y su tiranía, lo acusaron ante el César, especialmente porque creían que procedía contra las órdenes del César, que le había mandado tratarlos con moderación.» El César, una vez que hubo oído la acusación, lo obligó a ir a Roma, lo condenó y desterró a Viena, en la Galia, y le confiscó sus bienes. En Mateo 2,22 se lo llama, inadecuadamente, «rey de Judá». El César solo le concedió el título de etnarca.

2.- Nazaret. Al turista moderno le resulta difícil hacerse una idea de cómo era Nazaret en tiempos de Jesús. Hoy día es una ciudad de más de setenta mil habitantes, extendida a lo alto y a lo bajo de numerosas colinas, animada por un flujo continuo de visitantes. La Nazaret de tiempos de Jesús era muy distinta. Cuando se viene del lago de Tiberíades, tras contemplar las hermosas llanuras de Genesaret y de Bet Netofa, impresiona el contexto tan árido y agreste de la aldea primitiva. Encerrada entre tres colinas, en la falda de una de ellas, carecía de horizonte. Ni siquiera se veían la cercana llanura de Esdrelón o el monte Tabor, si bien era posible divisarlos desde un elevado monte situado al sureste. La aldea en cuanto tal la conocemos bien gracias a la espléndida labor arqueológica de los franciscanos: unos doscientos habitantes, con las casas excavadas en ligera pendiente, recordando las cuevas del Sacromonte granadino o de Guadix. Nazaret nunca es mencionada en el Antiguo Testamento, ni en las obras de Flavio Josefo, que conocía muy bien Galilea. No es raro que sus vecinos de Caná dijesen con desprecio: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?». Aquí se desarrolló durante años la vida de Jesús.

3.- Nazoreo o Nazareno. La idea de refugiarse en Nazaret es propia de Mateo. Según Lucas, la familia era originaria de esa aldea. Pero Mateo ve aquí el cumplimiento de la profecía anunciada por diversos profetas (¡en plural!): «se llamará nazoreo» (Nazwrai/oj klhqh,setai).

«Jesús el nazoreo» (VIhsou/j o` Nazwrai/oj) lo llaman en Lc 18,37; Hch 6,14; es el título que figura en la cruz (Jn 19,19), y el que él mismo se aplica en la aparición a Pablo (Hch 22,8). Generalmente se traduce «nazareno», considerándolo equivalente al «Jesús nazareno» (VIhsou/j o` Nazarhno,j) que aparece en Mc 1,24; 10,47; 14,67; 16,6; Lc 4,34; 24,19; pero ninguna profecía dice el Mesías fuese de Nazaret. Otros lo relacionan con Sansón, «consagrado (nazirai/on) a Dios» (Jue 13,5.7). Más adecuado resultaría, recordando el texto hebreo, no el griego, ver una alusión a Is 11,1: «retoñará el tocón de Jesé, de su cepa brotará un vástago (nëcer)». De todos modos, también Esd 9,10ss alude a la profecía de varios profetas que no se encuentra en ningún libro del AT.

Los apéndices están tomados de J. L. Sicre, El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz. Verbo Divino, Estella 2019, pp. 63-65,

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

29 Dic Fiesta de la Sagrada Familia. Ciclo A

Domingo, 29 de diciembre de 2019
Comentarios desactivados en 29 Dic Fiesta de la Sagrada Familia. Ciclo A

0B714FC7-0EC0-4B58-9FBF-5FBCB8DBF595

Y avisado en sueños, se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret”

(Mt 2, 13-15.19-23)

¿Qué más soñó José? no lo sabemos. De María y de José sabemos muy poco pero es más que probable que sepamos aquello que es verdaderamente importante.

De María sabemos que “guardaba” las cosas en el corazón, que hacía de su cotidianidad el lugar de encuentro con Dios. Y de José sabemos que cumplía con sus sueños, que se fiaba de la voz de Dios en su vida y caminaba por sus caminos. De Jesús sabemos más, aunque también nos parece poco. Muchas veces al leer los evangelios querríamos saber más, mucho más.

La Sagrada Familia: María, José y Jesús. Una familia pequeña perteneciente a un pueblo castigado y oprimido en un tiempo que se nos hace lejano, ¡más de 2000 años de historia!

Pero en estas fechas se nos hacen “como de casa”. Se cuelan en nuestros salones (¿quién no tiene un nacimiento?, aunque sea en postal…). Y si no es en casa es en la calle, en el centro comercial, en el escaparate de las tiendas. Esta familia nos es muy familiar.

En este tiempo de Navidad podemos quedarnos con la Sagrada Familia como modelo de grupo, de comunidad que camina tras sus sueños. Normalmente todas las comunidades o grupos de cualquier tipo suelen tener un “proyecto” y está bien. Como personas humanas nos es más sencillo movernos en los márgenes seguros de un proyecto y nuestras pequeñas verdades.

Pero hay momentos en los que debemos estar dispuestas a seguir la voz de nuestros sueños. Hay momentos en los que solo crecemos como comunidad y como personas si nos atrevemos a ir más allá de nuestras normas, nuestros proyectos y nuestras seguridades.

 

Oración

Danos, Trinidad Santa, esa pizca de locura (o un poco más) para que nos atrevamos a caminar detrás de nuestros sueños.

 

*

Fuente: Monasterio Monjas Trinitarias de Suesa

***

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.