Es falso que mayoría de los tiroteos masivos sean cometidos por personas LGBT+
Usuarixs de redes sociales vienen replicando que la mayoría de atacantes en tiroteos masivos en escuelas de Estados Unidos han sido personas LGBT+, particularmente personas trans. Sin embargo, la realidad es que los tiroteos masivos han sido perpetrados principalmente por varones cisgénero.
Esta nota fue producida de manera conjunta por Verificado, medio de comunicación especializado en el Fact Checking, y Presentes.
Usuarixs de redes sociales vienen replicando que la mayoría de atacantes en tiroteos masivos en escuelas de Estados Unidos han sido personas LGBT+, particularmente personas trans. Sin embargo, la realidad es que los tiroteos masivos han sido perpetrados principalmente por varones cisgénero.
La mayoría de los autores de tiroteos son hombres cis, no personas trans.
Personas usuarias de X (antes Twitter) difundieron que la mayoría de los tiroteos en escuelas de Estados Unidos han sido obra de personas de la diversidad sexogenérica.
Pero de acuerdo con instituciones especializadas en el análisis de la violencia ocasionada por armas de fuego, las personas trans involucradas en este tipo de actos son muy pocas si se compara con la cantidad de hombres cisgénero responsables de los tiroteos.
The Violence Project es una base de datos de la Universidad de Hamline que reúne información sobre los tiroteos en Estados Unidos. El estudio más reciente concluye que el 97.46% de los tiroteos entre 1966 y 2023 fueron perpetrados por hombres. En cambio, 2.03% fueron por mujeres y tan solo el 0.51% fueron causados por personas trans.
De igual forma, The Gun Violence Archive contabilizó más de 4400 tiroteos masivos (donde hubo más de cuatro personas heridas) en la última década. Y el director ejecutivo Mark Bryant indicó a medios de comunicación que sólo tienen registro de 10 tiroteos perpetrados por personas trans. Es decir, el 0.11% del total.
En contraste, las personas trans tienen cuatro veces más probabilidades que las personas cis de ser víctimas de delitos violentos, de acuerdo a un estudio del Instituto Williams de la Universidad de California en Los Ángeles ( UCLA).
Desinformación: tiroteos y personas trans
Las publicaciones virales que afirman que la mayoría de los tiroteos masivos son ocasionados por personas LGBTIQ+ surgieron después de que se diera a conocer el tiroteo en la Iglesia Lakewood en Houston, Texas, ocurrido el pasado 12 de febrero. Medios de comunicación y usuarios de redes sociales señalaron que la persona identificada por la policía como tiradora fue Genesse Ivonne Moreno, salvadoreña.
Aunque ser una persona trans es una vivencia identitaria y no se puede juzgar por el aspecto, a partir de esta fotografía la prensa afirmó que Genesse Moreno era una mujer trans. No obstante, la policía de Houston aclaró en una rueda de prensa que Genesse es una mujer cisgénero de 36 años y que Jeffrey Escalante, otro nombre asociado a su identidad, es un alias.
“Sí tenemos reportes de que usa múltiples alias entre los que está Jeffrey Escalante. Sí ha utilizado nombres femeninos y masculinos pero después de toda la investigación que hemos hecho hasta este punto: hablar con individuos, entrevistas, documentos; el departamento de policía de Houston reporta que se le ha identificado todo este tiempo como mujer” detalló el Comandante Cristopher Hassig de la Policía de Houston (HPD).
Trans en la mira de desinformadores y antiderechos
El caso de Genesse Moreno no es el único, pues en los últimos años han avanzado los intentos de vincular sin fundamento situaciones peligrosas a las personas trans. Grupos antiderechos y cuentas en redes sociales dedicadas a difundir contenido desinformativo han impulsado esta narrativa de que la violencia supuestamente es producto de la “radicalización del activismo (LGBTIQ+) hacia el terrorismo”.
Ejemplo de ello es que en mayo de 2022 también circularon publicaciones que falsamente afirmaban que el tiroteo masivo en Uvalde, Texas fue obra de una mujer trans. Pero el tirador en realidad fue un hombre de 18 años identificado como Salvador Ramos, abatido en el lugar de los hechos por la policía.
En ese entonces, usuarios de redes sociales y hasta algunos medios de comunicación utilizaron la foto de Sam, una mujer trans que ni siquiera se encontraba en Texas sino en Georgia, para acusarla del asesinato de 19 niños y dos adultos en una escuela primaria en Uvalde, Texas.
En redes como 4chan, Reddit, Twitter y Facebook hasta la fecha se utilizan las fotos de Sam e imágenes de al menos otras dos mujeres para esparcir desinformación transodiante.
Una y otra vez el transodio
También el 27 de marzo de 2023 en el tiroteo de la escuela de Covenant, Tennesse, se usó esta misma retórica transodiante. En este caso fue la policía la que especuló sobre la identidad de género de la persona responsable, de apellido Hale, lo que provocó una ola de desinformación y discursos de odio hacia la población trans.
Esto sucede además, en una coyuntura política en Estados Unidos donde los derechos humanos de las personas trans (mayores y menores de edad) están siendo vulnerados de manera exponencial. Tan solo en 2023 se propusieron 589 proyectos de ley anti-trans; y en lo que va de 2024 se han impulsado 471 de estas leyes.
Aunque muchas veces se desconocen los motivos de los tiroteos, algunos grupos antiderechos los han achacado a la ‘ideología de género’, asegurando falsamente que las personas de la diversidad sexogenérica están enfermas y por ello llegan a cometer actos violentos.
SIn embargo, un informe del centro de investigación sobre prevención de la violencia de la Universidad de Hamline encontró que “las enfermedades mentales no son un motivo para explicar el problema de los tiroteos masivos”. Y que, desde 2015 los tiroteos están motivados por el odio y la búsqueda de fama.
Les investigadores advierten que “los ‘motivos’ pueden convertirse en etiquetas utilizadas para explicar el problema de los tiroteos masivos. La enfermedad mental, por ejemplo, no es un motivo. Si un tirador masivo tiene un diagnóstico de salud mental, esto no significa que cada una de sus acciones esté relacionada con ese diagnóstico o que sus síntomas le hicieron apretar el gatillo”.
En Verificado y Presentes explicamos con datos de la Organización Mundial de la Salud y otras instituciones que las orientaciones sexuales, identidades de género no normativas y la experiencia de malestar como la disforia de género no son enfermedades mentales.
De igual forma, la ideología de género no existe como categoría dentro de las ciencias sociales y en realidad es un constructo que busca denostar las reivindicaciones de los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual.
Se trata de un recurso desinformativo que se utiliza de manera negativa para cancelar o desestimar la diversidad argumentando que va en contra de la naturaleza y que pone en peligro el orden social establecido.
Esta narrativa que busca vincular los tiroteos con las personas LGBTIQ+ además hace que se pierda el foco de patrones que sí son comprobables.
Un factor atribuible a la violencia armada, por ejemplo, es el fácil acceso y la compra legal de armas de fuego que permite la constante ocurrencia de masacres en las escuelas de Estados Unidos.
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