Esta gentuza retrógrada y homófoba ni tienen cabida en la Iglesia católica romana, ni en el espíritu de Jesús de Nazaret…
Fieles ultraconservadores recogen firmas para que se cancele su asistencia
El jesuita rechaza la presión de sus críticos y les advierte: “Están en el lado equivocado del Evangelio”
(Cameron Doody).- El sacerdote James Martin ha denunciado el “océano de odio y amenazas” que ha recibido después de que se recogieran más de diez mil firmas pidiendo que se cancele su participación en el Encuentro Mundial de las Familias de Dublín. El grupo ha estado reuniendo firmas para expresar a su oposición diciendo que están “decepcionados y muy preocupados porque el Padre James Martin, S.J. hablará en el evento”. También enviaron una carta al arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, pidiéndole que evite que el clérigo hable en el evento, mientras que la petición también se enviará a los obispos auxiliares de Dublín, el obispo Raymond Field y el obispo Éamonn Walsh.
El jesuita ha afirmado, sin embargo, que no se dejará amedrentar por la presión, opinando que “estos manifestantes no solo están en el lado equivocado de la historia, están en el lado equivocado del Evangelio”.
“¿Qué tipo de jesuita sería si dejo que el odio me impida amar?”, ha preguntado Martin en comentarios recogidos por el Catholic Herald después de que la petición organizada por la rama irlandesa de Tradición, Familia y Prosperidad le acusara de “apoyar el transexualismo de los niños” y “estar a favor de que los homosexuales se besen durante la misa”.
“El Padre Martin no hace distinción entre las personas que luchan valientemente con la atracción del mismo sexo (que por lo tanto no pueden ser consideradas LGBT) y aquellos que han cedido a un estilo de vida inmoral y antinatural condenado por el mismo Apóstol a quien cita arriba.
“El padre Martin es partidario de New Ways Ministry, una organización religiosa pro homosexual y lésbica que ha sido declarada gravemente inaceptable por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Ha aceptado públicamente un premio de este grupo, pronunció una charla en su evento y posteriormente desarrolló esta charla en un libro.”
“El Padre Martin también está en desacuerdo con la calificación del Catecismo de la Iglesia Católica de la inclinación homosexual como ‘gravemente desordenada'”, prosigue la reclamación de sus críticos, que también le culpa por impedir que los homosexuales “lleguen a una verdadera comprensión de su condición a la luz de la enseñanza de la Iglesia y la misericordia de Dios”, lo cual califica como un “gran perjuicio”. “Creemos que el error y la confusión que siembra no deberían tener lugar en el Encuentro Mundial de las Familias”, sentencian los censores en potencia, por lo que piden “encarecidamente” que los organizadores del Encuentro retiren su invitación a hablar.
La petición de amordazar al padre Martin no ha surtido, hasta el momento, ningún efecto, y los organizadores del evento señalan que no está previsto ningún cambio al programa de intervenciones. Las críticas tampoco han molestado para nada al jesuita, quien ha minimizado la homofobia de este porcentaje “muy pequeño” de católicos.
“Los organizadores me han pedido que hable sobre cómo las parroquias pueden dar la bienvenida a los católicos LGBT, sus padres y sus familias. Espero compartir las mejores prácticas de las parroquias que se han comunicado con la comunidad católica LGBT”, dijo Martin .
“Tengo el apoyo de mis superiores jesuitas, varios cardenales, arzobispos y obispos, y también de la mayoría de los fieles, muchos de los cuales tienen personas LGBT en sus familias”, ha recalcado.
A pesar de las presiones que constantemente recibe, el jesuita Martin sigue siendo un defensor feroz de la dignidad de los católicos LGBTI. En el encuentro de Dublín, sacará provecho de su reciente libro “Construyendo un puente” –respaldado por los cardenales Joseph Tobin y Kevin Farrell– para dar una charla sobre cómo dar una mejor bienvenida en la Iglesia a los fieles de otras orientaciones afectivas. Así mismo, el Cardenal de Chicago Blase Cupich salió en defensa de James Martin, y le invitó a impartir las reflexiones cuaresmales en su diócesis.
El Encuentro Mundial de las Familias de Dublín finalmente no permitirá la participación activa del colectivo LGTB
Nos hicimos eco hace unos meses de los gestos inclusivos que se vislumbraron en un primer momento con la publicación de los materiales preparatorios del Encuentro Mundial de las Familias de Dublín (en el que participará el papa Francisco el próximo 25 de agosto) y aun cuando comentarios recientes del Arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, y otros líderes de la iglesia Irlandesa declararon que esperabann que parejas del mismo sexo y familias LGBTI fueran bienvenidas en el encuentro, el folleto promocional, sobre el evento auspiciado por el Vaticano, eliminó imágenes de su versión original al considerar que incluían a parejas del mismo sexo y sus familias. Un video oficial también borró menciones del Obispo Auxiliar de Los Ángeles y nativo de Cork, David O´Connell refiriéndose a que los modelos de familia incluían a “… parejas gais criando niños, personas en segundas nupcias…”. Mientras tanto, expositores que son considerados como homofóbicos y otros a favor de la comunidad homosexual son ahora parte de la agenda del evento. Las presiones de los sectores de la línea dura y ultraconservadora de la Iglesia Católica se han logrado imponer para que en el mencionado encuentro no haya ningún reconocimiento ni ningún espacio de visibilidad abiertamente LGTB que pueda interpretarse como un relajamiento de la vigente doctrina social de la iglesia, por la que el activismo LGTB y su lucha por los derechos igualitarios se suelen reducir a una supuesta «ideología de género». The Global Network of Rainbow Catholics (GNRC), que agrupa a 32 organizaciones católicas inclusivas de todo el mundo, ha sido finalmente vetada y no se le permitirá la participación activa. La excusa oficial se basa en «consideraciones logísticas».
The Global Network of Rainbow Catholics solicitó en tiempo y forma ser una de las plataformas presentes en la zona de exposiciones del Encuentro Mundial de las Familias de Dublín. No obstante, parece que las «consideraciones logísticas» impedirán que un sector que defiende la inclusividad del colectivo LGTB en la Iglesia Católica tenga presencia en dicho encuentro. En realidad, la excusa es poco creíble, teniendo en cuenta que han sido públicas y notorias las presiones del ala dura y ultraconservadora de la jerarquía (y de los sectores sociales afines) para evitar cualquier nuevo gesto que haga parecer un cambio de postura oficial con respecto a la heteronormatividad tradicional de la doctrina social vigente de la iglesia.
Ruby Almeida, codirectora de GNRC, se ha lamentado de que «la iglesia públicamente dice que es acogedora [para las personas y organizaciones LGTB] pero se ejerce presión sobre los organizadores. Queríamos poder ir y decir que esto es lo que somos». Según esta misma representante de la red de entidades católicas pro LGTB, aunque el papa estaba «tratando de crear un espacio para nosotros», había fuerzas conservadoras en el Vaticano que dominaban. En opinión de Almeida, «hay una gran lucha de poder en el Vaticano, pero la gente quiere ver el cambio».
Las primeras referencias al colectivo LGTB en los materiales preparatorios de este Encuentro Mundial de las Familias abrieron una puerta a lo desconocido hasta la fecha, teniendo en cuenta que en todas las ediciones anteriores no se movió ni un milímetro la doctrina social de la iglesia. Hace meses nos preguntábamos hasta dónde llegarían esos gestos inclusivos y la respuesta empieza a hacerse ahora evidente.
El pasado mes de julio, el portavoz de We Are Church (WAC) en Irlanda, Brendan Butler, ya denunció que «el 25 de mayo enviamos una carta certificada al padre Tim Bartlett, secretario general de Encuentro Mundial de las Familias y la copiamos al Dr. Diarmuid Martin, arzobispo de Dublín y presidente del Encuentro Mundial de las Familias, solicitando la cortesía de una decisión sobre nuestra solicitud. Ambas cartas también fueron ignoradas», decía entonces. Asimismo, Butler añadía que la jerarquía eclesiástica dominante continúa «con sus tácticas de sigilo, ya utilizadas contra los homosexuales, borrando fotos de parejas LGTBQI de su folleto oficial a principios de este año y eliminando un minuto incluido del vídeo del obispo David O’Connell».
El codirector de The Global Network of Rainbow Catholics, Christopher Vella, también se quejaba de la exclusión. «La realidad es que las personas LGTBI y sus familias son parte de la Iglesia. Hay millones de católicos LGTBI y cientos de millones que tienen miembros LGTBI en sus familias. Ellos merecen ministerio y cuidado pastoral efectivo, al igual que cualquiera en nuestra Iglesia. Los gestores de la Iglesia no tienen todas las respuestas; muchos de ellos tienen sus propias interrogantes. Estamos dispuestos a ser una fuente para esas familias y para esos líderes de la Iglesia. Es una lástima que nuestra asistencia y experiencia no sea recibida con entusiasmo».
Fuente Religión Digital/Dosmanzanas
General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica
Brendan Butler, Brendan Leahy, Católicos LGBTI, Christopher Vella, Cristianos LGTB, Diarmuid Martin, diócesis de Limerick, Discriminación, Dublin, Éamonn Walsh, Encuentro Mundial de las Familias, Familia, Homofobia, Homofobia/Transfobia, Iglesia Católica, Irlanda, James Martin, New Ways Ministry, Papa Francisco, Raymond Field, Ruby Almeida, The Global Network of Rainbow Catholics, The Global Network of Rainbow Catholics (GNRC), Tim Bartlett, Tradición Familia y Prosperidad, Visibilidad LGTBI, We Are Church, We Are Church (WAC)
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