Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Terence P. Jeffrey’

La homofobia descarnada del cardenal Burke: “Las relaciones homosexuales no son buenas. No son buenas para nadie”

Domingo, 9 de noviembre de 2014
Comentarios desactivados en La homofobia descarnada del cardenal Burke: “Las relaciones homosexuales no son buenas. No son buenas para nadie”

Raymond Cardinal Leo Burke visits the Oratory of Ss. Gregory and Augustine to celebrate Benediction of the Blessed Sacrament followed by a Reception. As Archbishop of St Louis, Cardinal Burke canonically established the Oratory on the first Sunday of AdveQue hable de escándalo este señor vestidito así…

“Las relaciones homosexuales no son buenas. No son buenas para nadie”

“Si no somos fieles a Cristo en su enseñanza sobre el matrimonio, no sé cómo la gente podrá confiar en nosotros”

En una entrevista concedida al periodista católico Terence P. Jeffrey, de CNSNews, el cardenal Raymond Burke, Prefecto de la Signatura Apostólica, ha abordado de nuevo la polémica causada por el debate sobre el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar y la doctrina católica sobre la homosexualidad. El purpurado cree que la Iglesia «necesita desesperadamente una exposición muy clara sobre el matrimonio y el divorcio» y la «inmoralidad de una unión sexual entre personas del mismo sexo».

(CNSNews) Texto completo de la entrevista al cardenal Burke:

Su Eminencia, Permanecer en La verdad de Cristo incluye un capítulo inicial analizando la base escriturística del matrimonio, que fue escrito por el padre Paul Mankowski, S.J. Permítame darle un par de citas bíblicas tomadas de la Nueva Biblia Americana destacadas por la Conferencia Episcopal Estadounidense.

Génesis 2, 24 dice: «Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer y se hacen una sola carne».

Marcos, capítulo 10 dice: «Los fariseos se acercaron y le preguntaron: ¿le es lícito al hombre divorciarse de su mujer? Lo estaban probando.

Les respondió: ¿qué os mandó Moisés? Ellos contestaron: Moisés permitió redactar el acta de divorcio y repudiarla.

Pero Jesús les dijo: Por la dureza de vuestros corazones se os ha dado este mandamiento, pero desde el principio de la creación «Dios los hizo hombre y mujer, por esta razón, el hombre debe dejar a su padre y a su madre y se une a su mujer y así serán una sola carne». Así que lo que Dios ha unido, que el hombre no lo separe».

burke27En la casa los discípulos de nuevo le preguntaron a cerca de esto. Él les dijo «quien se divorcie de su mujer y se case con otra, comete adulterio contra ella; y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».

Quiero preguntarle, su Eminencia, una pregunta muy básica. ¿Estaba Jesús en lo correcto a cerca del matrimonio?

Absolutamente. Su misión salvadora para restaurar nuestra comunión con Dios Padre -esa comunión que ha sido rota por el pecado de Adán y Eva- tiene como uno de sus aspectos fundamentales la restauración de la verdad del matrimonio y la fidelidad a esa verdad en la vida del marido y la esposa.

Y así Nuestro Señor, en su enseñanza, hace referencia a la creación misma, en otras palabras, al orden que Dios ha puesto en el mundo y en el corazón humano, por el que un hombre y una mujer son atraídos el uno hacia el otro para formar una unión de por vida, fiel y procreadora, que Nuestro Señor dejó muy claro que ésta es la verdad a cerca del matrimonio, que no hay otra verdad a cerca del matrimonio, que ésta es la verdad completa.

Y era tan clara que los discípulos le preguntaban a cerca de ella porque ellos estaban pasmados. Dijeron: bueno, quizás es mejor no casarse. Y Nuestro Señor dejó claro que Dios Padre da la gracia a aquellos que están llamados a casarse para vivir este maravilloso sacramento y vivir el misterio que refleja de una manera muy particular el amor dentro de la Trinidad, que también es fiel, duradero y fecundo.

Así que vemos que en la obra Salvífica de nuestro Señor, uno de los más importantes aspectos fue restaurar el matrimonio a su verdad.Dado que fue Jesucristo mismo quien nos enseñó lo que es el matrimonio, ¿puede cualquier sacerdote u obispo cambiar lo que Jesús ha declarado a cerca del matrimonio?

No, absolutamente no. Los sacerdotes y obispos están llamados a ser fieles a la verdad. Nuestro oficio es enseñar esta verdad y ayudar a los fieles a vivirla, pero nunca podemos, incluso bajo una supuesta aproximación pastoral, ya sea alterar o negar la verdad a cerca del matrimonio.

¿Puede el Papa mismo cambiar la naturaleza del matrimonio, teniendo en cuenta lo que dijo Cristo?

No, no está en su poder, y está muy claro en la enseñanza de la Iglesia que si un matrimonio ha sido válidamente celebrado y consumado no puede ser separado. No puede terminarse por nada excepto por la misma muerte.

¿Y la institución del matrimonio y la manera en que es reconocida por la Iglesia puede ser cambiada por cualquier obispo o cualquier papa?

No. No porque la Iglesia en este asunto sigue tanto la ley natural como la ley divinamente revelada. Como ha señalado, estas palabras de Jesús en el evangelio de Mateo, y no hay ningún estudiante respetable de Escritura que cuestione que estas mismas palabras de Nuestro Señor y el texto de la Escritura dejan claro lo que Nuestro Señor parece estar diciendo, más aún, él lo está diciendo porque sus propios discípulos reconocen que es algo duro, que es una llamada a los casados a una manera de vida heroica, pero una vida a la que están realmente llamados.

Puede ser una verdad inconveniente, pero es la verdad.

Exactamente.

OLYMPUS DIGITAL CAMERASu Eminencia, en el Catecismo de la Iglesia Católica, como aparece en el sitio web del Vaticano, hay una sección llamada «Dar testimonio de la verdad». Y dice esto, dice: «Ante Pilato, Cristo proclama que Él ha venido al mundo a dar testimonio de la verdad.». El cristiano no tiene que avergonzarse entonces de dar testimonio de Nuestro Señor. Y sigue diciendo: «El deber de los cristianos de tomar parte en la vida de la Iglesia los impulsa a actuar como testigos del Evangelio y seguir las obligaciones que se derivan de ello. Su testimonio es una transmisión de la fe en palabras y hechos. Testimoniar es un acto de justicia que establece la verdad o la hace conocida.»

Ahora, el Catecismo sigue diciendo que hemos visto mártires que a lo largo de la historia de la Iglesia han dado sus vidas porque ellos dieron testimonio de la verdad, cuando no sólo era inconveniente sino que suponía riesgo para su vida.

Un ejemplo es San Juan Fisher que fue un obispo inglés del siglo XVI en tiempos del rey Enrique VIII. A éste, su esposa Catalina de Aragón no le había dado ningún heredero varón superviviente, así que él quería dejarla de lado, divorciarse de ella, y casarse con Ana Bolena. La Enciclopedia Católica describe lo que hizo San Juan Fisher como sigue. Dice: «Cuando la cuestión del divorcio de Enrique de la Reina Catalina llego a Fisher, se convirtió en el principal apoyo de la reina y su más fiel consejero. Aparecía al lado de la Reina en la corte, donde sorprendía a sus pares por lo directo de su lenguaje y sobre todo por declarar que, como San Juan Bautista, estaba listo para morir por la indisolubilidad del matrimonio. Enrique VIII se separó dela Iglesia Católica y se declaró la suprema autoridad sobre la Iglesia de Inglaterra, lo que San Juan Fisher se negó a reconocer, por lo que fue martirizado por Enrique VIII. ¿hizo lo correcto el cardenal Fisher diciendo que entregaría su vida en defensa de la indisolubilidad del matrimonio?

Absolutamente. Ningún sacerdote ni obispo ni ningún pontífice romano podría hacer menos. En otras palabras, entregar la indisolubilidad del matrimonio, como el Rey Enrique VIII pedía, habría sido entregar su fe católica y él no podía hacerlo y Nuestro Señor le dio la gracia de ser un mártir. Él incluso hizo referencia a San Juan Bautista, que durante el propio ministerio de Jesús dio testimonio heroico de la indisolubilidad del matrimonio, dejando claro a Herodes que él estaba viviendo en pecado público y grave, viviendo en matrimonio con la esposa de su propio hermano, que obviamente estaba ligada en matrimonio a su hermano.

¿Debería el cardenal Fisher ser un modelo para los sacerdotes y laicos católicos de hoy?

Bueno, ciertamente lo es para mí. Desde el momento en que me convertí en obispo, he estudiado especialmente su vida. Pero él es un modelo para todos los sacerdotes y obispos y para los laicos. Por supuesto, como sabe, Santo Tomás Moro, un laico, un hombre casado, se unió a él en el martirio, porque también se negó a apoyar a Enrique VIII en su pretensión de ser la suprema cabeza de la Iglesia, para darse a sí mismo la licencia de «casarse» con alguien cuando ya estaba casado con Catalina de Aragón.

Ya sabrá, Su Eminencia, hace unos cincuenta años Hollywood hizo una película sobre Santo Tomás Moro, Un hombre para la eternidad, que mostraba lo que le sucedió a Santo Tomás Moro y lo promovía como un gran héroe cultural. Pienso que en aquellos días -estamos hablando de los sesenta en Estados Unidos- la idea de que una persona podría tener que sacrificar su vida en la civilización occidental porque se mantiene en contra de la autoridad del Estado defendiendo la institución del matrimonio y la autoridad moral de la Iglesia parecía chocante. ¿parece chocante ahora?

No, no lo parece. Y muestra cómo de lejos, en un período corto de tiempo, hemos descendido y nos hemos alejado de la verdad de nuestra fe y la verdad de la ley moral en general. Pero el hecho de que esta clase de preguntas sean realmente discutidas en la Iglesia debería chocarnos a todos y despertarnos a la necesidad de dar un testimonio heroico de la verdad de la indisolubilidad del matrimonio frente a ataques desde dentro de la Iglesia.

Desde dentro de la propia Iglesia. Como sabe, muchos de los obispos de Inglaterra no se mantuvieron con San Juan Fisher, se fueron con el rey.

No, la mayoría no lo hizo. De hecho, Fisher fue el único obispo. Ahora bien, después hubo muchos que dieron testimonio heroico y laicos y fieles. Pero en ese momento Fisher estuvo más bien solo.

¿Piensa que hay amenaza o riesgo de que en un futuro cercano la Iglesia Católica pueda enfrentarse a esta situación incluso en países occidentales, donde algunos líderes de la Iglesia, algunos obispos, decidan alinearse con el César más que con Dios?¿Tomar partido en contra de la verdad de la Iglesia?¿Hay riesgo de eso?

Pienso que hay desafío real hoy y quizás no viniendo tanto del Estado como de la cultura en general, la aceptación general, la amplia aceptación del divorcio y del volverse a casar, y la Iglesia Católica que es prácticamente la única institución que mantiene la verdad del matrimonio, la indisolubilidad del matrimonio, ahora se le pide un compromiso en esa materia.

Así, tenemos que reconocer que si no estamos en lo correcto a cerca del matrimonio -en otras palabras, si no somos fieles a la palabra de Cristo, a la verdad que Cristo nos anunció a cerca del matrimonio- en la Iglesia, no sé cómo la gente podría confiar en nosotros a cerca de la enseñanza de la fe de cualquier otra manera.

Quiero decir, estamos hablando del mismo fundamento de la vida de la Iglesia, la primera célula de nuestra vida, en la unión marital y la formación de la familia y si no defendemos la santidad del vínculo matrimonial, estamos realmente no sólo abandonando la fe católica, sino realmente abandonando la fe cristiana, en el sentido de que estamos abandonando la misma ley natural.

Su Eminencia, déjeme preguntarle en relación a otro aspecto del catecismo que llama al respeto de las almas de los otros y habla del pecado de escándalo.
Dice: «El escándalo es la actitud o el comportamiento que induce a otro a hacer el mal. El que escandaliza se convierte en tentador de su prójimo. Atenta contra la virtud y el derecho; puede ocasionar a su hermano la muerte espiritual. El escándalo constituye una falta grave si, por acción u omisión, arrastra deliberadamente a otro a una falta grave.»
«El escándalo adquiere una gravedad particular según la autoridad de quienes lo causan o la debilidad de quienes lo padecen. Inspiró a nuestro Señor esta maldición: «Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar» (Mt 18, 6; cf 1 Co 8, 10-13). El escándalo es grave cuando es causado por quienes, por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a otros. Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a lobos disfrazados de corderos».
«El que usa los poderes de que dispone en condiciones que arrastren a hacer el mal se hace culpable de escándalo y responsable del mal que directa o indirectamente ha favorecido».
¿Piensa que algunos de los obispos que han participado en el sínodo y estaban empujando a la Iglesia Católica contra la enseñanza de Cristo sobre el matrimonio están en riesgo de cometer escándalo?

Bueno, ciertamente sucedió con la publicación de la relatio intermedia del sínodo. Se causó escándalo en la Iglesia. Los medios de comunicación seculares, no sin razón, se refirieron a ello como un terremoto en la Iglesia. Mientras algunos obispos y otros lo excusaban diciendo que no era una posición doctrinal, sino un simple informe que estaba siendo discutido en el sínodo, el mismo hecho de que estos asuntos estaban siendo discutidos y cuestionados por los presidentes de las conferencias episcopales, por los jefes de los dicasterios de la curia romana y por otros designados especialmente por el Santo Padre para el sínodo, causó una tremenda confusión y podría incluso inducir a los fieles al error respecto a la enseñanza a cerca del matrimonio y otras enseñanzas. Leer más…

Iglesia Católica , , , ,

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.