Los matrimonios entre gays y lesbianas, una salida a las presiones sociales y familiares en China
Los matrimonios de conveniencia entre un gay y una lesbiana se han convertido en una salida alternativa a la soltería en China, debido a las fuertes presiones familiares para casarse y tener hijos y al temor de ser excluido de una sociedad caracterizada por su visión conservadora.
“¿Por qué no te has casado?” “¿Te podemos recomendar a alguna chica?“. Estas son algunas de las incómodas preguntas a las que se tenía que enfrentar a diario Lin Hai, un hombre homosexual que superaba la treintena y cuyos proyectos de futuro distaban mucho de los ansiados planes de boda de sus familiares y amigos. Por aquel entonces, en 2005, los homosexuales tenían dos salidas, explicó Lin: o casarse con una mujer que desconociese la orientación sexual real de su marido, o vivir una vida independiente sin desposarse. La primera opción le parecía injusta e inmoral, por lo que se le ocurrió la idea de un “xinghun” con una lesbiana, un matrimonio ficticio, beneficioso para ambos cónyuges, que les permitiese vivir libremente, pero sin presiones familiares por tener una familia y estar casados.
Para ayudar a otras personas que sufrieran el mismo problema, Lin creó Chinagayles.com, la mayor web de citas en China para conseguir un matrimonio de conveniencia entre homosexuales, que a día de hoy cuenta con casi 380.000 usuarios. Lin, no obstante, descartó un boda sin amor y eligió una tercera opción, que no había barajado anteriormente: salir del armario, cosa que hizo finalmente. Si bien su madre enfermó del disgusto y el proceso de aceptación no fue nada fácil, el hecho de que Lin tuviera un hermano con esposa e hijos –y el transcurso del tiempo– facilitaron que sus padres y otros familiares asimilaran su orientación sexual.
Ser homosexual no es fácil en muchos países, pero especialmente en China, país en el que la homosexualidad se despenalizó en 1997 y la eliminó de la lista de enfermedades mentales en 2001. Incluso los ciudadanos chinos con una educación de alto nivel que mantienen una actitud abierta hacia el colectivo LGTB encuentran problemas para aceptar que sus propios hijos sean homosexuales.
“Los matrimonios de conveniencia no se basan en el amor, por eso es importante poner las cartas sobre la mesa y estar de acuerdo en temas tan importantes como tener hijos”, señaló Stephanie Wang, una estudiante que cursa un posgrado universitario sobre esta cuestión, al diario de Hong Kong South China Morning Post. “Si el matrimonio no se considerara obligatorio en la China continental, y la gente no se estigmatizara por quedarse sola, no sería necesario el matrimonio de conveniencia”, agregó Wang.
No obstante, el mayor problema de los “xinghun” viene cuando uno de los cónyuges se convierte en una auténtica víctima al desconocer la orientación sexual real de su pareja. Un estudiante universitario, Zhang Beichuan, estimó que podría haber 16 millones de mujeres que estén casadas, sin saberlo, con hombres homosexuales.
Las esposas de estos matrimonios se llaman “tongqi”, literalmente “esposas de los homosexuales”. La prensa del país asiático se hizo eco de la difícil y dolorosa situación de estas mujeres tras el suicidio en 2012 de una profesora de la provincia de Sichuan (oeste) al enterarse de la orientación homosexual de su marido.
A diferencia de sus homólogos occidentales o vecinos en Hong Kong y Taiwán, quedarse solo a menudo no es una opción para los gays y lesbianas en la China continental. Incluso cuando salen del armario, por lo general, son asediados con preguntas, críticas o incluso relegados al ostracismo por parte de familiares, amigos y vecinos, y ante este panorama, algunos prefieren vivir un matrimonio falso a ser excluidos de por vida por la sociedad.
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