Detenidos en Marruecos tres sospechosos de apalear y grabar en video a una transexual adolescente
Pocas veces nos llegan de Marruecos noticias positivas que tengan que ver con el colectivo LGBT, sobre todo, porque la transexualidad en el país magrebí está constreñida por la visión que el islam impone. La policía marroquí ha detenido a tres personas en Casablanca por su presunta implicación en la agresión de una joven transexual, según la Prefectura de Policía Local. El aspecto negativo es que parece que se ha impuesto la salvaje moda en el país magrebí de propinar palizas a transexuales y grabarlo en video.
Las investigaciones han demostrado que el incidente, que saltó a la luz pública el pasado viernes al difundirse en las redes un vídeo de la agresión, había ocurrido dos días antes en Ain Sebaa, en Casablanca, y la víctima era una joven de 17 años.
Como os contamos en Ragap, este caso es el segundo registrado en menos de tres meses de una agresión callejera contra una transexual en Marruecos, y en ambos casos la agresión fue grabada con teléfonos móviles y luego subida a la red.
La última grabación, de 55 segundos, mostraba a varios desconocidos en un lugar oscuro mientras golpeaban, insultaban y obligaban a desnudarse a una joven que llevaba ropa interior femenina y que iba maquillada.
La Policía, en un comunicado, explicó que uno de los arrestados, de 23 años, está acusado de “agredir a una persona por su presunta orientación transexual”, dice la denuncia de la policía, mientras que los otros dos, de 19 y 20 años, intentaron chantajear a la familia de la víctima con el vídeo.
Las investigaciones siguen para detener al resto de implicados, pues según testigos fueron cuatro las personas que participaron directamente en la agresión de la joven.
El pasado 30 de junio, otra transgénero estuvo a punto de ser linchada por una turba en una calle muy transitada de la ciudad de Fez, que lo pateó y golpeó en el suelo, hasta que pudo zafarse y buscó refugio en un centro comercial. También en aquella ocasión alguien grabó la escena y la subió a Internet.
Tras este incidente, el Gobierno marroquí advirtió con perseguir judicialmente a quienes pretendieran tomarse la justicia por su mano (“sustituir a la justicia o las fuerzas del orden”, dijeron entonces). La homosexualidad y la transexualidad es castigable en el país magrebí con hasta tres años de cárcel. En concreto, el artículo 489 del código penal de Marruecos, introducido el 26 de noviembre de 1962, criminaliza «actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo». Las penas pueden ir de 3 meses a 6 años de prisión y multas de 120 a 1200 dirhams. En general, la policía suele hacer la vista gorda, mientras los homosexuales y transexuales sean discretos. Tampoco suele haber juicios por el artículo 489, posiblemente debido a las presiones internacionales que provoca. En cambio, se prefieren las acusaciones de «escándalo público».
Según la ONG Kifkif, desde la independencia de Marruecos en 1956, más de 5000 homosexuales han pasado por los tribunales por delitos relacionados con el artículo 489, siendo en su mayoría hombres. Aunque la misma ONG señala que solo una minoría ha cumplido las penas.
Como consecuencia, no existe ningún tipo de protección contra discriminación o abusos para los homosexuales, lesbianas y transexuales, ni reconocimiento de ningún tipo ni individual, ni para parejas, ni para asociaciones. La ley también ha sido empleada contra turistas y residentes extranjeros.
Los gays y los/las transexuales se ven marcados por la hshuma (‘vergüenza’) y el haram (‘pecado’), en una sociedad en la que la distinción entre gays y transexuales activos y pasivos sigue siendo muy grande. Y el lesbianismo, el sihaq, no se menciona en el Corán, pero se mantiene oculta de igual manera, y apenas ha sido tratada o estudiada.
Fuente Ragap
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