Pastores con olor a oveja, Carmelitas con olor a Cristo
Sor Mónica Astorga y su trabajo con travestis en la Patagonia
“Contemplando la pasión del mundo, bajando de la cruz a las víctimas, a los no aceptados, a los preferidos del Padre”
“El padre Jorge me pidió: ‘No dejes este trabajo de frontera que se puso el Señor'”
(Raúl Juárez, corresponsal en Argentina).- Sor Mónica Astorga ocd, es monja de clausura de la Orden de las Carmelitas Descalzas. Pertenece al Monasterio de la Santa Cruz y de San José -en la diócesis de Neuquén, que es el primero de vida contemplativa en la Patagonia-, Ella está comprometida primeramente con su vida conventual, y como parte de esa vida contemplativa, surge una particular forma de vivir su entrega a Jesús en la vida de clausura. Ella acompaña un grupo de travestis, dando ánimo y contención, fortaleciendo vínculos y abriendo posibilidades para el abandono de la vida de prostitución de las que quieren salir.
-Gracias hermana Mónica por concedernos esta entrevista. Sabemos de tu entrega en el acompañamiento a personas homosexuales, travestis. Por favor, contamos cómo se inició todo esto.
Esto se inició hace 9 años, cuando una de las chicas, Romina, se acercó a una parroquia de Neuquén para dejar su diezmo, ella buscó la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes porque ella siempre se sintió muy acompañada por María en esa advocación. Allí se encontró con la Hna. Mariucha y el P. Ítalo, y como Romina necesitaba un apoyo más espiritual la Hna. Mariucha le dijo que venga a verme.
Fue todo un desafío poder acompañarla, ella me contó que quería dejar la prostitución pero por su condición no la aceptaba nadie, también me dijo que tenía más compañeras que querían dejar de prostituirse, “traélas” le dije. Pero ella decía que se iban a reír si las invitaba a un monasterio.
Romina fue como la samaritana en el evangelio, encontró un lugar para reencontrarse con Dios y fue a buscar a otras, a la semana ya eran cuatro que vinieron con bastante desconfianza. Comenzamos con un tiempo de oración en nuestra capilla y luego trabajar con sus sueños, con lo que querían para sus vidas y poco a poco fue creciendo la amistad y el número del grupo.
– Hemos notados que hablás con mucha dulzura de las personas del grupo, y que con gran respeto te dirigís a ellas como “chicas”, “ellas”. Esto denota un modo de entender las opciones sexuales de la otra persona muy poco común dentro de la iglesia ¿Cómo explicarías vos esto?
Difícil de explicar algo que para mí es tan común, en realidad a mí me cuesta que las traten de los o él. Creo que el respeto y el cuidado por lo que ellas vivieron para cambiarse el nombre es importantísimo. La historia que hay de dolor en cada una de ellas te lleva a no seguirlas hiriendo con algo así.
-Hay historias de mucho dolor, de mucha perdida, destrucción de la persona humana ¿Cuáles son para vos las cosas que más hacen sufrir a una persona transexual? ¿Cuál es su mayor herida?
Creo que heridas que se repiten mucho son con la falta de aceptación, no solo cuando ya son travestis si no desde la infancia son rechazadas por los compañeros (de escuela), por la familia intentando que “hagan” y “jueguen” cosas de hombres, cuando no sienten que quieren hacer eso. Y siendo más grandes son usadas, maltratadas e incluso echadas por su familia.
Otra cosa que veo es que personas que notaron que eran diferentes al resto de los niños defraudaron su confianza, el quebrar la confianza en los mayores las hizo quebrar su confianza en ellas mismas.
-Estamos en una etapa en que algunas religiosas van marcando fuerte presencia en el mundo con diversas actividades. Tanto por las artes, la vida intelectual, hasta el compromiso político inclusive. Algunas hasta muy mediáticas tal vez. En tu caso, pensamos que tu actividad también llama la atención ¿Te parece tan alejado de tu vida de clausura, en la contemplación y vida de comunidad, este compromiso con personas tan sufridas como transexuales dedicadas a la prostitución? ¿Por qué nos llama tanto la atención?
No veo que sea tan alejado de mi vida contemplativa, nuestra comunidad tal vez por razones geográficas o al venir gente a trabajar en Neuquén de otros lados, siempre se caracterizó por la escucha y ayuda a todo los que llegan, por eso nunca lo vi como algo fuera de lo que hacemos, tal vez la mayor diferencia está en que ellas son personas muy sufridas y rechazadas por la sociedad.
Me parece que llama tanto la atención porque hay muchos prejuicios encontrados, por ejemplo el que estas personas son enfermas, en que las Carmelitas están fuera de la realidad que se vive, que la iglesia es Juez de todos. Y en este caso encontramos que son personas como cualquiera, heridas, necesitadas de Jesús para sanar sus heridas y disfrutar de lo sencillo de la vida, que las carmelitas no podemos estar fuera de la realidad porque rezamos por ella y que la Iglesia tiene un rostro materno que renovar.
– ¿Cómo surgieron tus inquietudes sociales y cómo las fuiste canalizando?
Desde muy pequeña fui criada a mirar al que sufre, mi madre siempre me dijo que quien golpee la puerta de nuestra casa para pedir algo se vaya sin nada. al entrar al Carmelo le dije a Jesús que me ponga rostros concretos y así poder tener presente en mi oración. En un momento fue fuerte pensar que mientras me levantaba a rezar muchos jóvenes estaban saliendo de los boliches, drogados, borrachos, etc. y entonces pedía que mi oración fuera para el que más lo necesitara de ellos. Con los presos acompañarlos por medio de cartas, los chicos de la calle (un operador me trajo los nombres y yo les juntaba caramelos para que él se los llevara) y hace 9 años me presentó lo más marginado, qué son las chicas trans.
– Las personas a veces creemos que una carmelita descalza, optando por la clausura se aleja del mundo, de la realidad, de la vida. Me parece que Uds. no lo viven tan así ¿Cómo es esto?
Nuestra vocación, para mí, surge de superar las inquietudes sociales, nacemos por el deseo de Santa Teresa de hacer más que conocer los problemas de su sociedad y de la Iglesia, fue entregar la vida por lo que se estaba viviendo o Edith Stein no era una carmelita fuera del sufrimiento del pueblo y se ofreció por su pueblo.
La vida y la historia te van ayudando a canalizar ese dolor concreto de tus hermanos/as en la oración.
– El papa Francisco está muy al tanto de tus actividades ¿No es así? ¿Cómo supo él de todo este lío?
Hace muchos años que conocemos al padre Jorge antes de ser ordenado Cardenal u Obispo, el llamaba siempre al Monasterio para pedir oraciones.
Cuando vino a Neuquén en el 2009, estuvo en nuestro monasterio y ahí le comenté que estaba acompañando un grupo de travestis, o sea que antes de ser Papa ya sabía de lo que yo estaba haciendo. Y me pidió “no dejes este trabajo de frontera que se puso el Señor”.
– Hay gente que está contrariada con la forma de ser y de pastorear de Francisco, inclusive personas encumbradas dentro de la curia vaticana ¿Qué le dirías a estas personas?
Lo que pueden leer todos en el Evangelio, que Jesús vino por las personas y cuando uno empieza a seguirlo también nuestra entrega es por el pueblo, para que lo conozcan a Él. Que es bueno renovar esa entrega cada día. Y ver qué actitudes nos muestran ese Amor de Dios. Si uno se acerca a las personas puede ver todo el bien que está haciendo el Papa y eso es un signo claro del amor de Dios. ¿Si uno no está para ayudar a que Jesús resucite en cada persona, para que está?
– Evidentemente el concilio Vaticano II renovó también la vida monacal de clausura. Y las Carmelitas, sin dejar su estilo de vida monacal, también son “una Iglesia en salida”, o “una iglesia samaritana”. ¿Cómo fueron respondiendo a los desafíos del mundo de hoy desde el Carmelo?
En nuestra Comunidad tratamos de acoger y acompañar a todos los que llaman a nuestra puerta, gente muy humilde pidiendo ayuda material y gente pudiente con otro tipo de necesidad.
Tenemos hospederías donde pueden hacer retiro y también atendemos cuando alguien se encuentra mal y necesita una palabra de aliento.
Con esto no significa que salimos y lo quiero aclarar por todos los comentarios que escucho en este tiempo.
Nosotras tenemos nuestros momentos de oración, trabajo, vida fraterna y las personas que llegan se las atiende en los horarios de atención.
Muchos llaman por teléfono y dejan sus intenciones.
-Algunas personas tal vez no te comprendan con tu modo de vivir el espíritu de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz ¿Qué les dirías a ellos?
Que el carisma no es algo estático, el Espíritu sopla de acuerdo a las necesidades de cada pueblo. Si Jesús golpea a nuestras puertas con nuevas necesidades hay que acogerlas. Teresa y Juan supieron descubrir lo esencial del ser humano, sin discriminación ¿Por qué no hacer lo mismo?
-Como mujer, como carmelita ¿para vos qué es lo que más está precisando la iglesia en esta hora?
Precisamente el año que comienza “Misericordia”, tener una mirada amorosa sobre el que está a tu lado, yo lo intento con las chicas, pero en la vida de cada ser humano hay alguien que espera tu amor y que no lo juzgués, un pobre, un rico, un hippie, un…… ponele vos el nombre que te toca.
– Uds. necesitan ayuda de la comunidad para sobrevivir ¿Sienten ese apoyo y comprensión de parte de la comunidad? ¿Es suficiente?
Nosotras en la comunidad pasamos por muchas cosas (situaciones difíciles)… y sí, la providencia de Dios se hace presente, no solo hablando de lo material sino también desde lo humano y espiritual.
Hna. Mónica Astorga Cremona, ingresó al Carmelo el 2 de Febrero de 1985, hizo su primera profesión el 31 de mayo de 1987. Ingresó habiendo acabado su escuela secundaria. Es de Buenos Aires Capital, pero siendo niña se trasladaron a Rauch (Provincia de Buenos Aires) donde descubrió su llamado vocacional. Su vida pasa entre la oración, la contemplación, el servicio a su comunidad de hermanas. Le gusta todo tipo de manualidades. Hace trabajos en cuero, lociones, costura fina. Mucho tiempo dedicó sus habilidades a bordar ornamentos (las hermanas hacen buenos ornamentos en telar tipo mapuche), dulces, los tradicionales alfajores, encuadernación y siempre está por ahí aprendiendo. Pertenece a una comunidad de clausura muy viva.
Fuente Religión Digital
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