La Vida es una constante paradoja
Del blog Amigos de Thomas Merton:
Frente a la pregunta característica del yo religioso, siempre preocupado, o incluso obsesionado, por su “salvación”, Jesús anima a “entrar por la puerta estrecha”. La expresión alude a la puerta más pequeña que daba acceso a las ciudades amuralladas.
La vida es una constante paradoja. Y cualquier persona que se aventura por el llamado “camino espiritual” es sorprendida por la presencia de esas paradojas a cada paso de la marcha. Una paradoja es una contradicción aparente que, al ser asumida, se resuelve en una verdad mayor: perder y ganar, el rayo de tiniebla, la soledad sonora, la música callada, el vacío pleno, subir es bajar, morir es vivir… La paradoja, que aflora en cada palabra sabia, no es sino reflejo de la polaridad de lo real, y de la naturaleza también polar del ser humano. Y nos indica que la resolución adecuada no pasa por suprimir uno de los dos polos, sino por abrazar ambos en una unidad mayor, en el nivel no-dual. La imagen de la “puerta estrecha” evoca la necesidad de “soltar” todo como medio para experimentar la Vida que somos. Cuanto más soltamos, más fuertes somos. Al soltar todo -eso es la muerte- se nos regala la vida.
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Enrique Martínez Lozano
“Otro modo de leer el Evangelio”
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