Los prejuicios de la Rumanía gay profunda en ‘Soldiers. Story from Ferentari’
Los productores de esta película creen que habrá “rechazo” a la cinta no solo por la temática homosexual, sino por la “pobreza” que muestra.
“Soy rumano y allí normalmente la gente oculta su orientación sexual”.
La historia se detiene en Adi (Adrian Schiop), un joven antropólogo a quien su novia ha abandonado recientemente, que se muda a Ferentari, el barrio más pobre de Bucarest, con la intención de escribir un estudio sobre el manele, la música pop de la comunidad romaní. Allí conoce a Alberto (Vasile Pavel-Digudai), un exconvicto con quien inicia una relación en la que entra en juego el amor, el poder y la necesidad.
Adrian Schiop no solo es el actor protagonista de la cinta, sino también el guionista de esta historia con raíces “autobiográficas”, tal y como ha desvelado él mismo a los medios. De hecho, está basada en un libro que escribió hace tiempo para liberarse, según ha confesado, en el que, al igual que en la película, se observan los “procesos de concienciación del personaje”.
“Soy rumano y allí normalmente la gente oculta su orientación sexual. En cierto modo quería mostrar la homosexualidad dentro de la comunidad romaní”, ha señalado el actor y guionista, que, al igual que el personaje al que da vida, también ocultó su sexualidad con una novia.
La directora ha subrayado que esta es una “historia de amor” y no una película que refleja la vida en este gueto, donde Mladenovic pasó mucho tiempo. “Se acostumbraron a vernos, pero no hubo incidentes“, ha puntualizado la cineasta en referencia a este barrio marginal de la capital rumana. En este sentido, Schiop ha matizado que las redes mafiosas fueron destruidas entre 2007 y 2010.
Preguntados acerca de la forma del barrio durante el régimen de Ceaucescu, el guionista y protagonista del filme ha indicado que en aquel momento, Ferentari era un “barrio de clase obrera” y los problemas empezaron durante la década de los años 90, con la llegada del capitalismo. “Perdieron sus trabajos y ni siquiera podían salir del país porque la frontera estaba cerrada”, ha explicado.
En este sentido, ha señalado que la nostalgia de aquellos años no solo reside entre los mayores que vivieron el régimen comunista, sino entre los jóvenes que han escuchado las historias. “El comunismo les parece un paraíso”, ha señalado.
Los productores de esta película creen que habrá “rechazo” a la cinta no solo por la temática homosexual, sino por la “pobreza” que muestra. Sin embargo, han defendido que no refleja la “parte horrible del país”, como imagina que observarán algunos, sino la “poesía y la vida propia” de un rincón de Bucarest que no se encuentra en los “barrios ricos”, donde consideran que “falta vida”.
Fuente Cáscara Amarga
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