La primera ministra serbia, Ana Brnabić, acude a la manifestación del Orgullo LGTB de Belgrado
En la concentración de este año, la cuarta que se celebra sin incidentes desde 2014, participaron unas 1.000 personas.
La comunidad homosexual serbia espera que con la Primera Ministra lesbiana baje la homofobia.
Histórica imagen la que hemos podido disfrutar este domingo en Belgrado. Por primera vez en la historia de Serbia, la persona que ocupa la jefatura del gobierno ha estado presente en la manifestación del Orgullo LGTB de la capital. Ana Brnabić, abiertamente lesbiana y primera ministra del país balcánico desde junio de 2017, estuvo acompañada por varios ministros de su gabinete, así como del alcalde de Belgrado, Siniša Mali. Mucho camino es el que le quedan por recorrer a los derechos LGTB en Serbia, pero sería injusto negar que en términos de visibilidad este país ha dado un paso de gigante.
“Cada año mejora (la situación) en Serbia. No tenemos tensiones como en años anteriores durante las semanas que precedían a la Marcha y tampoco las tendremos en las semanas que siguen“, comentó Brnabic, en referencia a los episodios de violencia en el pasado, en particular entre 2011 y 2013 cuando la marcha del Orgullo Gay fue suspendida debido a los ataques y amenazas homófobos.
“Serbia respeta la diversidad, mi mensaje es que el Gobierno de Serbia está aquí para todos sus ciudadanos. Es bueno que podamos tener diferencias”, acentuó hoy Brnabic. Sobre la cuestión de cuándo podría legalizarse el matrimonio homosexual en Serbia, la primera ministra dijo que “todo va paso a paso” y destacó que la situación de los homosexuales en este país ha progresado mucho en los últimos años.
No obstante, los sondeos indican que el 25 % de los serbios no quieren tener a un compañero de trabajo homosexual y que el 44 % de casos de agresión verbal, psíquica o física contra miembros de este colectivo ocurren en el ámbito laboral, muchas veces por parte del empleador.
Además, grupos de defensa de los derechos de los homosexuales estiman que en los dos últimos años pueden haberse producido unas 700 agresiones contra miembros de este colectivo, aunque solo se denuncia un 10 por ciento de esos ataques.
Tras un lejano primer intento en 2001, que fue violentamente interrumpido, y que dio paso a años de ostracismo, la marcha del Orgullo LGTB de Belgrado resucitó en 2010. Ese año los contramanifestantes homófobos volvieron a protagonizar graves incidentes, que dejaron un saldo de más de cien heridos. Tanto el año anterior (2009), como los siguientes (2011, 2012 y 2013) el Orgullo llegó a ser convocado pero fue finalmente prohibido por las autoridades debido, precisamente, a las amenazas de los homófobos. Volvió a celebrarse, por fin, en 2014, sin contratiempos graves, más allá de algún conato homófobo menor alejado de la zona de celebración. A partir de entonces, tanto en 2015 como en 2016, el Orgullo de la capital serbia se ha celebrado sin incidentes graves y con un presencia cada vez más destacada de personalidades políticas. En el de 2016, de hecho, estuvo de hecho presente la propia Ana Brnabić, siendo ya ministra de Administraciones Públicas.
Pero sin duda ha sido este año, con la presencia de Brnabić como primera ministra, cuando el Orgullo LGTB de Belgrado ha recibido el gran espaldarazo de las autoridades. Un Orgullo que ha contado con la asistencia de unos 1000 activistas y que ha discurrido por las calles de la capital serbia sin altercados, aunque sin duda el fuerte cinturón de seguridad establecido por la policía ha contribuido mucho a ello.
En el siguiente vídeo, de Radio Free Europe, pueden verse imágenes tanto de la primera ministra como del alcalde de Belgrado caminando junto a resto de manifestantes, así como del dispositivo policial y de algunos contramanifestantes homófobos que expresaban su rechazo, esta vez de forma más pacífica que en años anteriores:
Ana Brnabić, de 41 años y nacida en Belgrado, no pertenece formalmente a ningún partido político. Estudió Administración de Empresas en Estados Unidos, completó su formación postgraduada en marketing en Reino Unido y habla inglés y ruso. Su designación como primera ministra por Aleksandar Vučić, el nuevo presidente de Serbia, generó fuertes críticas de los partidos más ultraconservadores, crítivos con su condición de mujer abiertamente lesbiana. Pese a todo, el Parlamento serbio, controlado por mayoría absoluta por el Partido Progresista de Vučić (que pese a su nombre es una formación conservadora, miembro desde 2016 del Partido Popular Europeo) la confirmó sin mayores problemas. Brnabić se convertió de este modo en la quinta persona abiertamente homosexual en ocupar la jefatura de un gobierno. Antes de ella dirigieron o dirigen sus países la islandesa Jóhanna Sigurðardóttir (entre 2009 y 2013), el belga Elio Di Rupo (entre 2011 y 2014), el luxemburgués Xavier Bettel (desde 2013) y el irlandés Leo Varadkar (desde este mismo año).
Visibilidad LGTB en los Balcanes: un proceso lento y complicado
Dosmanzanas realizaba en abril de 2015 una extensa entrevista al escritor Miguel Rodríguez, residente en Belgrado y autor del libro Homofobia en los Balcanes. En ella, Rodríguez analizaba los problemas y los retos a los que se enfrenta el colectivo LGTB en los países de la región. “Las sociedades balcánicas son eminemente rurales, y la vida en el pueblo o en las pequeñas ciudades para las personas LGTB es opresiva sea en Croacia, Serbia o Macedonia”, explicaba.
Cuando Ana Brnabić fue propuesta como ministra de Administraciones Públicas, Miguel Rodríguez expresó a dosmanzanas que “en una cultura política fuertemente marcada por los liderazgos y con niveles de homofobia bastante elevados es una buena noticia para el LGTB que haya una ministra homosexual”. En opinión de este experto, “no se trata solo de visibilidad o normalización, en lo que ha ido avanzado el país los últimos años, sino también de referentes para la generación postyugoslava; personas con una carrera profesional solvente que acceden a puestos de responsabilidad pública. Diría que tiene tanto impacto social o más que la organización del Orgullo en las calles de Belgrado”. Una realidad que sin duda ahora se ve reforzada con la designación de Brnabić como primera ministra.
Lo cierto es que, en los últimos años, a pesar de todas las dificultades, se han ido produciendo avances en la región, como las sucesivas celebraciones del Orgullo LGTB de Belgrado, en Serbia, o la primera celebración pacífica del Orgullo LGTB de Montenegro. Aunque es en Croacia donde se han dado más pasos en materia legal, no sin traumas. En el año 2014 el Parlamento croata aprobaba una ley de uniones entre personas del mismo sexo después, eso sí, de que mediante la celebración de un referéndum se oficializase la discriminación de estas parejas en la Constitución en su acceso al matrimonio. Un referéndum al que en su momento se opuso tanto el entonces presidente del país, Ivo Josipović, un importante aliado del colectivo LGTB, como el Gobierno croata, entonces en manos socialdemócratas. Los cambios políticos ocurridos en los últimos años, con la llegada de los conservadores tanto a la presidencia de Croacia como al gobierno, han congelado sin embargo los avances y dado alas a un nuevo rebrote homófobo por parte de los grupos de extrema derecha.
Esperemos que en la vecina Serbia la mayor visibilidad que supone la presencia de Ana Brnabić al frente del gobierno se traduzca en una mejoría de la situación de las personas LGTB y en un avance de sus derechos. Por lo pronto, no podemos sino calificar su presencia en el Orgullo como una buena noticia.
Fuente Dosmanzanas/Cáscara Amarga
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