El gobierno de Italia bloquea una encuesta sobre homofobia porque “promueve la fluidez sexual”
El Ministerio de Educación italiano bloquea la distribución de una encuesta sobre bullying homófobo, racista y machista porque la extrema derecha cree que “promueve la fluidez sexual”.
En la Universidad de Perugia querían analizar hasta qué punto la homofobia, el machismo y el racismo está impregnando a los jóvenes italianos que viven en la región de Umbria. Para ello idearon una encuesta anónima y voluntaria, que se repartiría en 54 centros educativos de la región.
El borrador de la encuesta preguntaba, por ejemplo, la nacionalidad del encuestado y la de sus padres, además de preguntar por sus creencias religiosas, sus ideas políticas o su orientación sexual: exclusivamente heterosexual, predominantemente heterosexual, bisexual, predominantemente homosexual, exclusivamente homosexual o asexual. No hay mención alguna a la identidad de género. Una vez responden a esa primera parte, la encuesta plantea entonces situaciones con las que pueden estar de acuerdo o en desacuerdo, como por ejemplo “las mujeres se ofenden facilmente“, “la homosexualidad es un desorden psicológico” o “los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo“.
Teniendo en cuenta que eso es precisamente en lo que se basa el programa electoral de la extrema derecha europea: la supuesta discriminación del hombre frente a la mujer, la “ideología de género” y la inmigración, a unos cuantos políticos italianos no les han gustado esas preguntas.
En un primer momento fueron algunos políticos locales los que protestaron por esa encuesta, pero el tema no tardó en llegar al senado del país.
El diputado regional Claudio Ricci protestó ante la prensa asegurando que las preguntas infringen el derecho a la “libertad de educación” de cada familia porque “lleva implícito un mensaje claramente a favor de la fluidez sexual (o el pseudo-proselitismo homosexual)“.
Matteo Salvini, ministro del interior antiinmigración y Simone Pillon,
Simone Pillon, senador del partido ultra-derechista Liga Norte, y fundador del movimiento anti-LGTB italiano Family Day, no tardó en recoger las palabras de Ricci para denunciar el caso a nivel nacional y asegurar que “ocultándose tras la excusa de la homofobia, esa encuesta parece querer promover la fluidez sexual“.
Pillon, además, exigió que se retirara la encuesta porque era “un peligro” para la gente joven y, cómo no podía ser de otra manera, prometió investigar cuánto dinero público había costado.
Poco después el ministro de educación italiano, Marco Bussetti, también de la Liga Norte, anunció en el diario Corriere dell’Umbria que el Ministerio había bloqueado la distribución de la encuesta y habían pedido a los investigadores que reformularan las preguntas, asegurando que varias escuelas se habían negado a repartir la encuesta.
Lo curioso es que, como explica el investigador jefe de la encuesta, el profesor Federico Batini, la encuesta ni siquiera había empezado a distribuirse y mucho menos había llegado a los centros escolares: “Se han dicho muchas mentiras. Y toda esta controversia se ha exagerado únicamente con intenciones políticas y de naturaleza ideológica“.
Batini, además, ha denunciado que al prohibir la distribución de la encuesta el ministro Bussetti está “socavando la autonomía de la investigación académica en Italia, algo que está protegido por la Constitución“; rechazó que alguien pueda considerar que la encuesta sea una forma de adoctrinamiento y explicó que algunas de las preguntas como las de la orientación sexual, la política y la religión, ya habían sido retiradas porque uno de los investigadores planteó dudas sobre su inclusión.
Harán cambios, pero no piensan dejar de hacerla: “La investigación del bullying homofóbico, racista o de la violencia basada en el género ayuda a entender los entornos a los que los estudiantes se ven expuestos en la escuela, y también el nivel de seguridad que cada estudiante experimenta respecto a sus compañeros“.
Fuente | Pink News, vía HazteQueer
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