“Hay cosas más importantes que un espectáculo de rock”: Bruce Springsteen cancela un concierto en Carolina del Norte por su ley antiLGTB
Una vez más, por encima de preferencias musicales, Bruce Springsteen muestra su inmensa calidad humana. Mediante un comunicado hecho público en su página web, el boss ha anunciado la cancelación del concierto que este domingo tenía previsto dar en Carolina del Norte como protesta por la ley antiLGTB que acaba de aprobar ese estado:
Como sabéis mis seguidores, este domingo toco en un concierto en Greensboro, Carolina del Norte. Como también sabéis, Carolina del Norte acaba de aprobar la HB2, conocida en los medios como ley “de los cuartos de baño”. La HBs, oficialmente Ley de Seguridad y Privacidad en las Instalaciones Públicas, dicta cuáles son los baños que a las personas transgénero se les permite usar. Tan importante como eso, la ley ataca el derecho de los ciudadanos LGTB a denunciar cuando ven violados sus derechos humanos en sus lugares de trabajo. No existe ningún otro grupo de ciudadanos de Carolina del Norte que tenga que soportar esta carga. Desde mi punto de vista, se trata de un intento de las personas que no soportan el progreso que nuestro país ha hecho reconociendo los derechos humanos de todos los ciudadanos de revertir ese progreso. En este preciso momento hay muchos grupos, empresas y personas individuales en Carolina del Norte trabajando activamente para darle la vuelta a esta situación tan negativa. Teniendo esto en cuenta, siento que es el momento de que yo y mi grupo mostremos solidaridad con estos luchadores por la libertad. Por ello, y con las más absolutas disculpas a nuestros seguidores de Greensboro, hemos cancelado el concierto previsto este domingo, 10 de abril. Hay cosas que son más importantes que un espectáculo de rock, y la lucha contra el odio y los prejuicios, que está teniendo lugar mientras escribo, es una de ellas. Es lo máximo que ahora puedo hacer para dejar oír mi voz en contra de los que siguen empujandonos hacia detrás, en lugar de hacia delante.
La ley a la que hace referencia Springsteen, fue promulgada la pasada semana por el gobernador de Carolina del Norte, el republicano Pat McCrory, después de que las cámaras legislativas del estado, controladas por los republicanos, la aprobaran con carácter de urgencia y sin apenas discusión previa en un proceso que ha sido ampliamente criticado. La ley prohíbe a los ayuntamientos y condados del estado establecer medidas de protección contra la discriminación de las personas LGTB y deroga las ya existentes. En realidad, la ley perseguía acabar con la norma que antes había aprobado Charlotte, la ciudad más poblada del estado, y que precisamente amparaba a lesbianas, gais, bisexuales y transexuales ante cualquier tipo de discriminación de que fueran objeto en lugares donde se ofrecen servicios, como comercios, restaurantes, hoteles o taxis. Entre esas medidas se hallaba la de permitir a las personas transexuales que dispusieran de los aseos correspondientes a su identidad de género real en cualquier centro público, incluidos los escolares.
Esta última medida fue la que se tomó como excusa para organizar con carácter de urgencia plenos en ambas cámaras del estado para aprobar la ley a rebufo de la ola de histeria que los grupos más conservadores buscan provocar alrededor del “pánico transexual en los baños”, a semejanza de lo que ocurrió hace unos meses en Houston (Texas), donde la campaña contra el uso de los baños femeninos por las mujeres transexuales fue feroz y vergonzosa. Una urgencia que impidió además el debate sobre el alcance de las medidas antidiscriminatorias, aprobadas en dos sesiones vertiginosas en la Cámara de Representantes y el Senado estatales. En este último, los senadores del Partido Demócrata, en minoría, abandonaron la sesión como protesta. En ambas cámaras el resultado fue abrumadoramente mayoritario. El gobernador firmó inmediatamente la ley, con lo que las normativas antidiscriminatorias para las personas LGTB existentes en los distintos municipios y condados de Carolina del Norte quedaron derogadas. Muchas de ellas llevaban años en vigor, sin que se haya producido ningún ataque a ningún menor en los baños de los centros escolares por “depredadores disfrazados de mujer”. Sin embargo, para el gobernador, “la expectativa básica de intimidad en el más personal de los lugares, un baño o un vestuario para cada género, ha sido violada por la extralimitación del gobierno y la intrusión del alcalde y el consejo de la ciudad de Charlotte”. Esa fue es la única y mendaz razón dada para no solo derogar una normativa antidiscriminatoria para todo el colectivo LGTB, sino además para impedir que puedan establecerse medidas semejantes en el futuro.
La ACLU, la más importante organización de defensa de los derechos civiles del país, consideró de hecho la ley de Carolina del Norte la más regresiva de todas las aprobadas contra las personas LGTB, denunciando además que la norma ponía en peligro los más de 4.500 millones de dólares de fondos federales que Carolina del Norte recibe para subvencionar centros escolares, y que están condicionados a que en los mismos no exista discriminación por razón, entre otras, de la orientación sexual o identidad de género. El fiscal general de Carolina del Norte, el demócrata Roy Cooper, dejó claro por su parte que no tiene la menor intención de defender ante los tribunales la constitucionalidad de la ley si esta es denunciada.
PayPal cancela una inversión millonaria
Ya desde un principio expresaron su repulsa a la ley la Liga de Municipios de Carolina del Norte y empresas como Red Hat, Dow Chemical, Apple, Siemens, Microsoft o AT&T. Pepsi Cola, compañía que precisamente nació en Carolina del Norte, ha pedido también la derogación de la ley. Wells Fargo, importante empresa de servicios financieros, expresaba también su opinión contraria de una forma especialmente original: adornando su rascacielos de Charlotte con los colores de la bandera trans coincidiendo con el Día Internacional de la Visibilidad Trans.
Una primera consecuencia negativa para la economía de Carolina del Norte ha sido de hecho la decisión de PayPal de cancelar la inversión de 3,6 millones de dólares para desarrollar un nuevo centro global de operaciones en Charlotte que hubiera supuesto la creación de hasta 400 puestos de trabajo. La compañía de pagos online buscará una localización alternativa. Por otra parte, diversas administraciones públicas de otros lugares de Estados Unidos ya han anunciado que, salvo necesidad insalvable, dejaran de sufragar gastos de viaje a sus empleados para cualquier acto que tenga lugar en Carolina del Norte.
El temor a este tipo de repercusiones económicas ha sido lo que de hecho ha conseguido el veto de otros gobernadores a legislaciones parecidas en estados como Indiana, Dakota del Sur, Georgia o Virginia. No ha sido posible sin embargo en Mississippi, cuyo gobernador sancionaba su propia ley LGTBfoba esta misma semana. Veremos lo que sucede con los proyectos en marcha en muchos otros estados.
Fuente Dosmanzanas
Comentarios recientes