Un hotel y un templo de Japón desafían la ley y ofrecen bodas para gays y lesbianas.
Aunque el matrimonio entre personas del mismo sexo en Japón no es legal, el país del sol naciente quiere comenzar a ser conocido como destino LGBT y, por ello, un hotel y un templo budista de la ciudad de Kyoto se han unido para organizar ‘bodas espiritules’ de parejas del mismo sexo. Precisamente esta iniciativa es una de las 15 propuestas de turismo gay y lésbico que se presentaron en la ITB de Berlín 2014 y que os sugerimos con motivo del especial de la revista RAGAP MAGAZINE que lanzamos en este evento.
El Hotel Gran Vía Kyoto y el Templo Shunkoin dan la bienvenida a parejas del mismo sexo celebrando bodas tradicionales budistas. Las parejas ataviadas con el kimonos ceremoniales japoneses tienen la oportunidad de unirse en un templo Zen construido en 1590. El acto en sí, de momento, no tiene validez legal y se trata de un compromiso espiritual.
El paquete de bodas incluye todo lo que necesitan las parejas para la celebración y posterior luna de miel: Una estancia de tres noches en la suite junior con desayuno, dos kimonos tradicionales para este tipo de celebración, un ramo de boda personalizado, el servicio de limusina para los traslados de los contrayentes y una romántica cena de la noche de bodas al estilo tradicional japonés para la pareja. El paquete cuesta para dos personas 777.000 yenes (aproximadamente unos 5.500 euros).
El Gran Vía de Kyoto es el primer hotel japonés que se unió a la Internacional Gay y Lesbian Travel Association (IGLTA) en 2006. Fecha en la que comenzó a promover viajes para el segmento LGTB a Japón. Shiho Ikeuchi, directora de este establecimiento hotelero asegura que “es un desafío difundir estas bodas extraordinarias para el mundo porque estamos encantados de ofrecer a las parejas LGBT de todo el mundo esta maravillosa oportunidad de experimentar la esencia de una boda tradicional japonesa”. Este hotel se une a otras empresas de todo el mundo que están dando pasos hacia la aceptación social de las parejas LGBTI, mientras que sus gobiernos se quedan atrás.
Así que ya sabes, si te apetece a ti y tu pareja experimentar y lograr que ese día tan especial, el de vuestra boda, sea diferente, aquí tenéis esta propuesta. Hay mucho que descubrir en Japón antes y después de la ceremonia: Desde lugares espectaculares y restaurantes de lujo en la llamada Ruta de Oro (Tokio, Osaka, Kyoto) hasta relajarse con tratamientos o con un buen masaje para dos en los spas del país.
Japón es de los países asiáticos en los que la sociedad es más tolerante con la visibilidad con el colectivo LGTB aunque no se apliquen en la práctica políticas de igualdad. Destacamos el caso de Kanako Otsuji, una política japonesa que se declaró abiertamente lesbiana. Fue candidata al senado y miembro del Parlamento de Osaka. Contrajo matrimonio con su pareja durante la celebración de un Festival para la prevención del VIH/SIDA organizado por la Asociación Gay Lésbica Revolución de Japón. Su valiente acto le llevó a ser felicitada por el gobernador de Osaka, Fusae Ota. A pesar de todo, su matrimonio no ha sido reconocido por el gobierno. En uno de sus discursos Ojsuji afirmó que muchos gays y lesbianas japoneses se ocultan porque tienen miedo al rechazo social. La político y activista sigue luchando para hacer conocer a su país que las personas LGBT existen y son parte de la sociedad.
Fuente Ragap
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