“Sexualidad y Eucaristía”, de Timothy Radcliffe o.p.
Recomendamos este pequeño libro, una joya para leer, rumiar y volver a leer, para orarlo y meditarlo…
“Abrirse al amor es muy peligroso. Uno probablemente se haga daño. Pero no abrirse al amor es aún más peligroso, es mortal”. ¿Qué es el amor? ¿En qué consiste? ¿Qué tendrá que ver la Eucaristía con el acto sexual? En estas páginas encontramos una interesante reflexión sobre el sentido del amor, la sexualidad, el dolor y la vida a la luz de las palabras de Jesús en la Última Cena: “Este es mi cuerpo, entregado por vosotros”.
Timothy Radcliffe
El padre dominico Timothy Radcliffe, es teólogo, profesor de Sagrada Escritura en la Universidad de Oxford, provincial de los dominicos de Inglaterra, y de 1992 a 2001, Maestro de la Orden. En 2015 el papa Francisco lo nombró consultor del Pontificio Consejo de Justicia y Paz. Su predicación mundial la ha llevado a cabo a través de los libros, que han sido traducidos a 24 lenguas. Y llenando auditorios en todo el mundo. Es un abierto defensor de los derechos de las personas LGTBI, como demostró celebrando con frecuencia las “Misas Soho” del Consejo Pastoral del Reino Unido (en la actualidad rebautizado como Consejo Pastoral LGBT de Católicos de Westminster).
En 2005, acerca de la admisión de hombres homosexuales en los seminarios sostuvo que la homosexualidad no debe impedir que los hombres lleguen al sacerdocio y que, en cambio, debe excluirse a quienes se oponen a ello.
Como colaborador del Informe Pilling Anglicano sobre la ética sexual humana, ha ido un paso más allá en el asunto, introduciendo el pecado nada menos que en el centro del misterio de fe de la Iglesia:
“¿Cómo abordar la cuestión de la sexualidad gay? ¡No podemos comenzar con la pregunta de si está permitido o prohibido! Debemos preguntar lo que significa, y en qué medida es Eucarístico. Ciertamente puede ser generosa, vulnerable, tierna, mutua y no violenta. Por lo que, de muchas formas, pensaría que puede ser una expresión de la autodonación de Cristo. También podemos observar cómo puede ser una expresión de fidelidad mutua, una relación de alianza en la cual dos personas se unen el uno al otro para siempre…”
En 2006 en una conferencia sobre Educación religiosa en Los Ángeles afirmaba que:
“Debemos acompañar [a las personas homosexuales] mientras llevan a cabo el discernimiento de lo que eso significa, dejando que nuestras imágenes se extiendan,”
“Esto significa ver la película ‘Brokeback Mountain,’ leer novelas sobre homosexuales, vivir con nuestros amigos homosexuales y escucharlos mientras ellos escuchan al Señor.”
Podemos leer en su conferencia “Afectividad y Eucaristía” del 2008:
“… Así pues deberíamos sentirnos en casa en nuestra naturaleza corporal, apasionada… ¡y cómodos al hablar de afectividad! Pero a menudo cuando la Iglesia habla de esto, la gente no queda convencida. ¡No tenemos demasiada autoridad cuando hablamos de sexo! Quizás Dios se encarnó en Jesucristo pero nosotros todavía estamos aprendiendo a encarnarnos en nuestros propios cuerpos. ¡Tenemos que bajar de las nubes!
(…) Quiero hablar de la Última Cena y la sexualidad. Puede que suene un poco extraño, pero pensad en ello un momento. Las palabras centrales de la Última Cena fueron “Este es mi cuerpo y os lo doy“. La eucaristía, como el sexo, se centra en el don del cuerpo. ¿Os habéis dado cuenta de que la primera carta de San Pablo a los corintios se mueve entre dos temas: la sexualidad y la eucaristía? Y es así porque Pablo sabe que necesitamos entender la una a la luz de la otra. Comprendemos la eucaristía a la luz de la sexualidad, y la sexualidad a la luz de la eucaristía. (…) Entonces la eucaristía nos ayuda a entender lo que significa para nosotros ser seres sexuales y nuestra sexualidad nos ayuda a comprender la eucaristía. Generalmente se ve la ética sexual cristiana como restrictiva comparada con las costumbres contemporáneas. ¡La Iglesia te dice exactamente lo que no te está permitido hacer! En realidad la base de la ética sexual cristiana es el aprendizaje de cómo vivir relaciones de entrega mutua….”
En una entrevista (4-7-2013) luego de un Congreso de los Dominicos en Madrid, responde a la pregunta de -¿Qué le diría a los jóvenes y educadores?:
“… El gran cambio está en la imaginación. El Cristianismo es una historia de imaginación, de vida, de muerte y de resurrección. Y de alegría. Porque Dios es joven, es más joven que todos nosotros: nace cada Navidad, como un bebé. Hay que ser siempre jóvenes. Y después, es importante, como diría Gustavo Gutiérrez, ser voz de los sin voz…”
Comentarios recientes