Un tribunal ampara el despido de Richard Page por cuestionar la adopción por parte de homosexuales
Un tribunal laboral ampara el despido de Richard Page tras cuestionar la adopción por parte de parejas del mismo sexo, quien además iniciara una campaña defendiendo que era cristiano y estaba siendo víctima de la agenda homosexual.
A sus 71 años de edad, Richard Page es suspendido como director de la Autoridad de Desarrollo de Fideicomisos del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS por sus siglas en ingles: National Health Service), tras hablar en contra de la adopción por parejas del mismo sexo, decide demandar al NHS por despedirle, iniciando una campaña para defender sus puntos de vista, que no le han servido de gran cosa si tenemos en cuenta de que un tribunal laboral no le ha dado la razón.
Page fue despedido de su cargo al considerar que sus comentarios sugerían que su punto de vista era «parcial y prejuzgaba a los adoptantes de un sólo sexo». Desde ese momento comienza una campaña en la que se posiciona como víctima de una persecución del personal LGBT de la NHS, demandando al NHS por la discriminación, acoso y victimización de sus puntos de vista cristianos, protegidos por la Ley de Igualdad de 2010. Llega a asegurar que le han «echado del servicio público» por ser cristiano, argumentando que había trabajado con «numerosos homosexuales» durante su tiempo en el NHS, lo cual no deja de ser una contradicción con su propia estrategia ante el tribunal que ha rechazado su petición de ser reinsertado en su puesto laboral, aclarando el NHS que no le habían despedido en función de sus puntos de vista, sino tras su comparecencia en los medios de comunicación faltando a la verdad.
«Es un pecado tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, lo que necesariamente incluye todas las prácticas homosexuales (…). Creo firmemente que lo mejor para cualquier niño es que sea criado en una familia tradicional con una madre y un padre. El niño necesita los roles complementarios que ofrecen ambos padres, hombres y mujeres, psicológicos y físicos. En consecuencia, tengo una visión escéptica de las adopciones del mismo sexo o las adopciones de una sola persona (…). He sido muy cristiano, siempre he tratado de cumplir con mi deber con buena conciencia», asegura Page ante el tribunal, agregando que para él las adopciones por parte de parejas del mismo sexo o de una única persona sería «un último recurso», aunque «mejor que un hogar de acogida».
«Soy cristiano (…). Es inmoral. La actividad homosexual es un pecado», afirma el Sr. Page a quien se le pide expresamente no compartir sus puntos de vista con los medios de comunicación, lo que habría aceptado, para después contradecirse con sus actos amparado en que «si los estoy molestando, ellos me están molestando». Como molesto y «muy decepcionado» asegura estar por la decisión del tribunal, que está «decidido a apelar (…). Se trata de cómo la gente común, al igual que yo, se está volviendo más popular con la agenda homosexual. Te intimidan, te intimidan y te obligan a hacer tu trabajo».
Fuente Universogay
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