La policía de Toronto pide perdón por redadas a la comunidad gay en 1981
El jefe de policía de Toronto lamenta las redadas dirigidas contra la comunidad homosexual ocurridas hace más de tres décadas atrás en saunas y casas de baños.
«El servicio de policía de Toronto reconoce que el 5 de febrero de este año se cumplió el trigésimo quinto aniversario de uno de los mayores arrestos masivos en la historia canadiense», declaraba Mark Saunders, jefe de policía de Toronto, el miércoles, 22 de junio, en una recepción en la sede del Orgullo de Canadá, refiriéndose a una serie de arrestos producidos en 1981 en varias saunas, deteniendo a todos los que se encontraban en su interior.
«El evento de febrero de 1981 fue el más dramático es su capacidad destructiva y en el número de hombres detenidos, alrededor de 300», explica Sanders refiriéndose a que las redadas no se produjeron en una única noche, siendo esa la más dramática y destructiva de todas. Todos los detenidos fueron procesados de poseer o ser encontrados en un una casa de citas. «El trigésimo quinto aniversario de las redadas de 1981 es un momento para que el Servicio de Policía de Toronto exprese su pesar por estas acciones», dice Sanders, añadiendo que también es el momento de reconocer las lecciones aprendidas sobre los riesgos de amenazar a cualquiera de las muchas comunidades de la ciudad como si «no fueran parte de la sociedad».
El jefe de la policía de Toronto realiza sus declaraciones en un acto que forma parte de las celebraciones del Orgullo de Toronto que este año, por primera vez, abarca todo el mes de junio y no solamente una semana. «No podemos dejar estos tristes capítulos de nuestra historia en el olvido o sin resolver de alguna manera. Tenemos que recordar, tenemos que reconocer y tenemos que pedir disculpas», declaraba John Tory, alcalde de Toronto, celebrando muy positivamente las disculpas del jefe de policía, resaltando que era el momento justo, oportuno y necesario para pedir perdón.
Tony Fay es uno de los 286 homosexuales que se vieron afectados por esas incursiones, que considera por fin un episodio cerrado con estas disculpas. Según Fay, de esta manera se muestra la importancia de aquel momento particular en la historia de la ciudad y cómo ha cambiado la policía su opinión sobre la comunidad LGTB. Sin embargo, no toda la comunidad ha recibido estas disculpas de la misma manera puesto que algunos recuerdan la dureza de la acción policial en un entorno tradicionalmente tranquilo, como las saunas y las casa de baños, sacándoles a la calle desnudos, pidiendo los teléfonos de sus jefes para ponerles en conocimiento de que tenían empleados homosexuales o llegando incluso a publicar en un periódico la lista de todos los detenidos con el escarnio como único objetivo.
Por otro lado, este suceso funcionó como un revulsivo para la comunidad gay, que se unió para formar un comité con el objetivo de ayudar a los detenidos a cubrir las costas de sus procesos legales, acudir a los medios de comunicación y planificar futuras protestas marcando el inicio de la movilización de la comunidad LGTB de Toronto para luchar por sus derechos y encontrar una voz política.
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