Con la aprobación del Vaticano, los obispos italianos cambian los criterios para los seminaristas homosexuales
Con todas las reticencias, esperemos que sea para bien… Pero, ¿Cuándo van los señores obispos a abandonar la palabra “tendencia” y hablar claramente de “orientación” sexual de las personas?
La muestra de “una orientación a la vida célibe“, válido para el acceso
Con la aprobación del Vaticano y en una guía publicada en el sitio web de la Conferencia Episcopal Italiana, los obispos italianos cambian los criterios para los seminaristas homosexuales.
Una nueva directiva de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) permitirá que los candidatos homosexuales al seminario sean evaluados de la misma manera que los candidatos heterosexuales, aclarando así dos décadas de confusión causada por declaraciones ambiguas del Vaticano sobre los hombres homosexuales y el sacerdocio. Esta directiva fue aprobada por el Vaticano.
ANSA Brasil informó que la declaración de la conferencia decía que la muestra de “una orientación hacia la vida célibe” será el principal argumento para la admisión de los futuros sacerdotes en los seminarios italianos, lo que deja la puerta abierta a los homosexuales, que no serán excluidos como tales, sino solo a los que no se comprometan a practicar el celibato. Este es el mismo requisito que deben cumplir los candidatos heterosexuales. La declaración de la conferencia continuó:
“En el proceso formativo, cuando se hace referencia a las tendencias homosexuales, es apropiado y conveniente no reducir el discernimiento a este solo aspecto, sino… comprender su significado dentro del marco completo de la personalidad del joven… El objetivo de la formación del candidato al sacerdocio en la esfera afectivo-sexual es la capacidad de aceptar como un don, elegir libremente y vivir responsablemente la castidad en el celibato…”, se indica en las nuevas directrices de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) para la admisión en los seminarios publicadas en su sitio web, mientras se reitera que “la Iglesia, aun respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el Seminario y en las Sagradas Órdenes a quienes practican la homosexualidad“.
Entre las nuevas directrices figuran también que los admitidos nunca se hayan visto implicados en casos de abusos, que se pueda recurrir a la psicología y, en ciertos casos, a la psicoterapia, además de permitir que sí como las mujeres intervengan también en la formación de los futuros sacerdotes, «integrando la “mirada” y el juicio femeninos en la evaluación»
Las normas, aprobadas por la Congregación vaticana para el Clero y promulgadas por el responsable de la CEI, el cardenal Matteo Zuppi, el 1 de enero, fueron objeto de un debate interno a puerta cerrada en mayo pasado, que saltó a los medios después de que se filtrase una controvertida frase del papa sobre que “ya había mucha mariconería” en los seminarios.
Unos días después, la Santa Sede tuvo que excusarse: el pontífice “nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homofóbos, y pide disculpas a quienes se sintieron ofendidos“, publicó la oficina de prensa del Vaticano tras la enorme polémica creada por esa frase.
El papa quiso así reiterar la posición de la Iglesia con una instrucción del dicasterio del Clero que en 2005, con Benedicto XVI, y confirmada en 2016 con Francisco establecía que “la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el seminario y en las Sagradas Órdenes a quienes practican la homosexualidad, tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada cultura gay“.
A pesar de estas últimas referencias, Francis DeBernardo, Director Ejecutivo del New Ways Ministry, comentó:
“Este avance es un gran paso adelante. Aclara declaraciones ambiguas anteriores sobre los candidatos homosexuales al seminario, que los veían con sospecha. Esta ambigüedad causó mucho miedo y discriminación en la iglesia, mucho más allá del ámbito de las admisiones al seminario.
Esta nueva aclaración trata a los candidatos homosexuales de la misma manera que se trata a los candidatos heterosexuales. Ese tipo de trato igualitario es lo que la Iglesia debería buscar en lo que respecta a todas las cuestiones LGBTQ+”.
Esta nueva guía aclara dos declaraciones anteriores del Vaticano en 2005 y 2016. La declaración de 2016, firmada por el Papa Francisco, fue básicamente una reiteración de la declaración de 2005, firmada por el Papa Benedicto XVI. De hecho, la última declaración citaba directamente de la anterior:
“La Iglesia, aunque respeta profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el seminario o en las órdenes sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada ‘cultura gay’. Tales personas, de hecho, se encuentran en una situación que les impide gravemente relacionarse correctamente con hombres y mujeres”.
Estas dos declaraciones anteriores crearon un clima de miedo entre los sacerdotes y seminaristas homosexuales durante dos décadas. Esta exclusión también ayudó a alimentar afirmaciones sin fundamento de que los sacerdotes homosexuales eran responsables de la crisis de abusos sexuales del clero. Varios sacerdotes homosexuales compartieron sus temores y sus trayectorias vitales en un artículo del New York Times de 2019.
—Bernadette Donlon, New Ways Ministry, 11 de enero de 2025
Más información y perspectiva:
New York Times: Vatican Allows Italian Gay Men to Train to Be Priests, if They Remain Celibate ( El Vaticano permite a los hombres homosexuales italianos formarse para ser sacerdotes, si permanecen célibes)
Cristianos Gays: El Papa y los sacerdotes homosexuales.
Fuente New Ways Ministry/ Religión Digital
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