La ley tránsfoba de los lavabos en Texas está, oficialmente, muerta
La activista transexual Ashley Smith dejando en ridículo al gobernador…
Al gobernador republicano Greg Abbott le salen mal los planes y su Ley tránsfoba de los lavabos ni siquiera llega a debatirse en la sesión especial que él mismo convocó.
Los empresarios del estado avisaron de que aprobarla podía acarrear pérdidas de más de cinco mil millones de dólares.
Las organizaciones LGBT celebran esta victoria, aunque recuerdan que hay que mantenerse en la lucha para que no sea algo temporal.
Después de la situación que se vivió (y aún se vive) en Carolina del Norte por la infame Ley de los Lavabos, el gobernador de Texas (el republicano Greg Abbot) pensó que era buena idea proponer una ley igual en el estado dominado por su partido. Pero le ha salido el tiro por la culata.
Abbott propuso a los republicanos crear una ley tránsfoba, la SB3, que prohibiera a las personas trans utilizar el baño público del género con el que se identifican, obligándoles a utilizar el baño correspondiente al género que aparece en su certificado de nacimiento. Además quería multar a los edificios públicos que permitieran a las personas trans saltarse esa normativa con sanciones que rondaban los 10.000$.
Para poder aprobar esa ley Abbott tuvo que convocar una sesión especial del congreso del estado, limitando el tiempo para la aprobación de la ley a 30 días. Básicamente, los legisladores del estado se reúnen durante 140 días cada dos años para revisar todas las leyes del estado, modificarlas o crear nuevas. Como el proyecto de ley tránsfoba no estaba en los planes iniciales Abbott se sacó de la manga esa sesión especial para introducirla y aprobarla.
Pero hay una cosa con al que Abbott no contaba y fue la encarnizada oposición que se encontró a dicha propuesta. Los grupos LGBT movilizaron a una gran parte de la sociedad y de los empresarios que se mostraron totalmente en contra de esa ley. Los jefes de policía de tres de las ciudades más grandes del estado ya dijeron que era una legislación que no ayudaba a nadie y que en lugar de plantear una solución a un problema lo que hacía era crear un problema nuevo. Las grandes petroleras del estado avisaron al senador de que no verían con buenos ojos una legislación discriminatoria y la Asociación de Negocios de Texas calculó que, si se aprobaba, el estado perdería casi seis mil millones de dólares de aquí a 2026.
La sesión especial del congreso convocada por Abbott terminaba ayer, pero anteayer los legisladores terminaron sus trabajos y dijeron que cualquier medida que se quedara sin aprobar se aplazaba “sine die”, por lo que la ley tránsfoba no se ha aprobado y no parece que vaya a volver a presentarse nunca más. Todo apunta a que el responsable de este tropezón de Abbott ha sido otro republicano, Joe Straus, que es el portavoz de la Cámara de Representantes. Straus, que controla la agenda dentro de la cámara, dijo que el tema no era una prioridad y lo dijo porque tenía detrás una gran campaña financiada por las petroleras Halliburton y ExxonMobil que, como decíamos antes, protestaron por esta ley al considerar que les iba a hacer más complicado poder reclutar a nuevos talentos.
Desde los colectivos LGBT han celebrado la derrota de Abbott y han recordado lo importante que es que todo el colectivo y aliados se unan para luchar contra este tipo de legislaciones y así frenarlas antes de que hagan daño. JoDee Winterhof, una de las activistas de la Human Rights Campaign que ha luchado contra la ley, se ha alegrado de que “por fin los texanos pueden respirar aliviados durante un tiempo” y ha recordado que los ciudadanos del estado “no quieren una legislación tránsfoba que sólo busca hacer daño.”
Fuente | Huffington Post, vía EstoyBailando
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