La ley que protege a los mayores LGTB convertirá los asilos en burdeles, dicen los fundamentalistas
Un grupo conservador protesta por una ley que protege a los mayores LGTB de California al considerar que al respetar su derecho a la “intimidad sexual” los asilos se van a convertir en burdeles.
Resulta que en California, que es uno de los estados unidos de América con leyes más progresistas en cuando a la protección del colectivo, quieren aprobar una ley que proteja a los mayores LGTB de la discriminación en los asilos. Básicamente, la LGBT Care Home Residents Bill (la SB219) quiere proteger a los residentes de ser discriminados “en base a la orientación sexual, identidad de género, expresión de género y estado serológico de las personas“.
Y ya sabemos lo que pasa cuando se presenta una ley que protege a alguien de la discriminación: que el que discrimina se queja y, por norma general, lo hace de la forma más absurda posible.
Thank you National Association of Social Workers for lobbying to pass my bill protecting #LGBT seniors in long-term care facilities, SB 219. pic.twitter.com/TTGOauVH4l
— Scott Wiener (@Scott_Wiener) 13 de marzo de 2017
El grupo LGTBfóbico conservador Pacific Justice Institute ha enviado una carta en la que se declara totalmente en contra de esta ley porque, básicamente, los centros de cuidados a mayores se van a convertir en burdeles. Sí, así. En burdeles. Pero ojo, burdeles homosexuales. Los heteros no hacen esas cosas.
Dicen los del Institute éste que la SB219 obligará a los “centros de cuidado religiosos a lidiar con temas referentes a la intimidad sexual y la biología. La SB219 prohíbe a un centro de cuidado restringir el ‘derecho a la intimidad sexual’ de los residentes, lo que incluye poder recibir visitantes. Las instituciones conservadoras religiosas normalmente mantienen la visión de que las relaciones sexuales están limitadas a un hombre y una mujer que están casados el uno con el otro. ¿Es la posición del Creador que una residencia Católica tenga que permitir a sus residentes tener relaciones sexuales con quien quieran? Tal arreglo se parece más a un burdel que a un centro de cuidados religioso.”
Por si lo de insultar a los mayores LGTB en los centros no fuera suficiente, también sacan a pasear la transfobia al afirmar que si se obliga a las pobres monjas y trabajadores a respetar la identidad de género y los nombres elegidos por los residentes se estará quebrantando su derecho a… Exacto, la libertad de expresión. Pero por si eso fuera poco, la carta asegura que hay muchas personas mayores que “pueden tener delirios“, y que esos “delirios” no deberían ser impuestos sobre los cuidadores.
Fuente | Pink News, vía EstoyBailando
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