Más de la mitad de las personas LGTB no sale del armario en el trabajo
En términos de productividad, una persona que debe ocultar su orientación sexual puede invertir mucho tiempo en ocultar y en mentir, repercutiendo en su interacción con el resto del equipo.
Más de la mitad de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales ocultan su identidad y orientación sexual en el trabajo, según revela el Informe Aequalis 2016, presentado hace unos días por la directora académica del informe y directora de Driversity, Margarita Alonso.
“En España, tenemos leyes muy avanzadas”, ha subrayado Alonso sobre el ámbito LGTBI, pero indica que el mundo laboral es más lento en incorporar algunas buenas prácticas. Alonso ha lamentado que “en España, no es seguro salir del armario siempre“, por lo que ha evitado hacer un llamamiento generalizado para evidenciar la identidad sexual en según qué entornos, que ha llamado a cambiar. Igualmente, ha insistido en que la empresa debe dar el “primer paso para generar un entorno seguro para trabajar”, y ha advertido de las consecuencias de esconder la diversidad sexual en el ámbito privado, puesto que repercute en el ámbito de los afectos, la familia y los derechos laborales.
Por su parte, la directora de Igualdad de la Generalitat de Cataluña, Mireia Mata, subraya que la Ley contra la homofobia y transfobia aprobada por el Parlament en 2014 ha sido solo un primer paso: “Cuando una ley está hecha, empieza realmente el trabajo”. Así, ha insistido en la necesidad de que las empresas lleven a cabo buenas prácticas, puesto que en el trabajo es donde un individuo puede pasar la mayor parte de las horas del día, y el fundador y presidente de Axel Hotels, Juan Julià, ha celebrado la segunda edición del informe.
La directora general de Barcelona Activa, Sara Berbel, ha resaltado la necesidad de hacer público este informe “porque aún existen situaciones de clara discriminación” LGTBI con situaciones que pueden afectar de forma profunda a las personas que las sufren. Berbel ha subrayado que para el Ayuntamiento de Barcelona, las políticas LGTBI son una prioridad de su trabajo, y para Barcelona Activa esta cuestión se encuentra “en el corazón” de la empresa. Por otro lado, ha afirmado que cuando se produce un rechazo de estas características se da un problema de justicia social, que ha advertido que, además, puede ocasionar una pérdida de talento para las compañías, incurriendo en un problema de “miopía y un error garrafal”. En este sentido, ha lamentado que la inserción laboral es especialmente complicada para mujeres transgénero, y ha apelado a las empresas de alto retorno social, consideradas de tercera generación, a hacer pedagogía sobre este asunto y dar ejemplo.
Estas empresas, caracterizadas por su creatividad e innovación, ya no se limitan a cumplir la ley como sucedía en los años 80, sino que son “agentes de cambio” en su entorno, su actividad, sus clientes y sus trabajadores, que son más fieles a la compañía.
Desde la Diputación de Barcelona, la asesora técnica de Igualdad y Ciudadanía, Sílvia Casola, ha hablado del estudio como un “gran espejo” que da herramientas para cambiar la realidad, y ha insistido en que la corporación ha situado este ámbito como un importante foco de su acción. Casola ha puesto de manifiesto que sobre los municipios recae la puesta en marcha de gran parte de las políticas para conseguir una sociedad igualitaria, y ha dicho que este trabajo les servirá para ayudar a entidades locales.
Fuente Agencias, vía Cáscara Amarga
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