¿Existe en la Iglesia algún santo/a transexual?
Muchos pensábamos que cuando el papa Francisco se refiere al mensaje de Cristo de “amaos los unos a los otros”, incluía ahí a las personas transexuales. Eso pensábamos cuando, por ejemplo, recibió a un varón transexual en una audiencia, pero parece que algo falla si es ciero que ha comparado a las personas transexuales con armas nucleares.
Curiosamente, nada se dice explicitamente en la Biblia relacionado con las personas transexuales. Pero sin embargo, en los altares encontramos santos y santas que, según la tradición, podrían ser consideradas como personas transexuales.
Uno de ellos es San Onofre, que tradicionalmente se representa como un hombre de frondosa barba cana y vestido como un ermitaño. Este santo, venerado por cristianos coptos y católicos, según algunas tradiciones nació como mujer y estuvo casada, y al enviudar muchos hombres se sintieron atraídos por ella; para que la dejasen tranquila, dejó crecer sus cabellos y con ellos cubrió su cuerpo, dándole un aspecto masculino. En otras leyendas, se dice que fue una mujer que rezó a Dios para que hiciese de ella el hombre que realmente era, y éste se lo concedió. Y también existen biografías en las que se dice que nada de esto es cierto, y que San Onofre nació y murió como hombre sin haber tenido nunca un rol femenino.
También existe una santa asociada a la transexualidad, aunque con diferentes nombres. Se trata de Santa Librada, que en muchas ocasiones es representada como una mujer barbuda crucificada. A veces se dice que fue una gallega hermana de Santa Quiteria y a veces una princesa de Portugal que pidió a Dios que la despojase de sus atributos de belleza femenina para mantenerse virgen, y así, le creció barba y su cuerpo se masculinizó; murió martirizada en la cruz.
Santa Librada es equiparada o confundida con otras santas con barba, como es el caso de Santa Wilfrida, a quien se rinde culto en la Abadía de Westminster, y a quien también se señala como una princesa de Portugal. También hay confusión sobre si ambas místicas y Santa Wilgerfortis, a quien se rinde culto en Austria, Polonia o Alemania, son la misma persona. Hay historiadores que apuntan que si esta santa vio cómo le crecía bello facial pudo ser por algún desajuste hormonal que podría estar relacionado con los trastornos alimenticios relacionados con guardar ayuno a modo de sacrificio.
Por último, aunque nada tiene que ver con una posible o supuesta transexualidad, recordamos a Santa Juana de Arco, una adolescente francesa que tras recibir la llamada celestial se enfundó el traje de soldado para luchar contra los británicos en la Guerra de los Cien años. Santa Juana fue martirizada, al igual que Santa Librada, pero en este caso quemada en la hoguera, como tradicionalmente se la representa. Lo que pocos suelen incidir es que fue condenada por hereje y también por vestir ropas de hombre, las cuales usaba no solo para la guerra sino también en su vida diaria e incluso durante su juicio.
Comentarios recientes