Amnistía Internacional reacciona contra la homofobia institucional en Túnez
El encarcelamiento de seis hombres tunecinos condenados a tres años de prisión ha motivado la reprobación de numerosos agentes internacionales como Amnistía Internacional, que pide su libertad inmediata e incondicional y la derogación de la ley que criminaliza las relaciones homosexuales
El pasado 2 de diciembre seis hombres fueron detenidos en Túnez tras registrarse una vivienda en la que mantenían una reunión privada. Ocho días después comparecieron ante el Juzgado de Primera Instancia de la ciudad de Kairuán, en una vista en la que sólo uno de ellos estaba representado por un abogado.
Tal y como cuentan los activistas LGTBI que han seguido el caso, su posterior condena a tres años de prisión fue motivada por la acusación de ”sodomía” y la realización de un examen anal, una práctica que se considera tortura cuando se realiza contra la voluntad.
El Juzgado aplicó para su condena el artículo 230 del Código Penal tunecino, que penaliza la ”sodomía y el lesbianismo” con una pena máxima de tres años de prisión. Uno de los encausados fue condenado además a seis meses de prisión por ”indecencia” después de que la policía encontrase un vídeo pornográfico en su ordenador.
El encarcelamiento de estos seis hombres, algunos de los cuales estudiantes universitarios, ha sido duramente criticado por organizaciones de Derechos Humanos como Amnistía Internacional, que ve en este caso un un terrible ejemplo de la discriminación, profundamente arraigada y sancionada por el Estado tunecino.
Por esta razón, la entidad ha pedido su libertad inmediata e incondicional, además de la derogación de la ley que castiga las relaciones homosexuales, ya sean llevadas a cabo por hombres o mujeres. En palabras de Said Boumedouha, director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional:
El fallo dictado contra estos hombres es absolutamente escandaloso, sobre todo ahora, cuando los grupos de defensa de los derechos humanos de Túnez se expresan de forma creciente contra la penalización de las relaciones homosexuales […] Nade debería ser encarcelado por su orientación o su actividad sexual. Este caso pone de relieve el grado de arraigo de la homofobia estatal en el país y el largo camino que aún tiene que recorrer Túnez para que la comunidad LGBTI pueda disfrutar plenamente de los derechos sexuales y de la identidad de género.”
Destierro forzoso
Además, en aplicación de los artículos 5 y 22 del Código Penal, se ha prohibido a los condenados residir en Kairuán durante cinco años, prohibición que entrará en vigor una vez que hayan cumplido sus penas de prisión. Según un abogado que intervino en el caso, este es el primer caso conocido de los últimos años en el que se ha impuesto este castigo.
Por esta razón Amnistía Internacional ha expresado que las personas detenidas y privadas de libertad sólo por su orientación sexual o identidad de género son presos de conciencia, y pide a las autoridades tunecinas que pongan en libertad a estos hombres y anule sus sentencias condenatorias inmediatamente.
El hecho de que, en 2015, un tribunal tunecino pueda aún encarcelar a seis jóvenes por mantener relaciones homosexuales y castigarlos con el destierro muestra hasta qué punto las relaciones homosexuales siguen siendo tabú en Túnez. Prohibirles residir en la ciudad sienta un peligroso precedente y es probable que desemboque en una mayor estigmatización.“
En un informe publicado recientemente, Amnistía Internacional ha documentado también que las autoridades suelen abstenerse de investigar y castigar debidamente los crímenes de odio homofóbicos y transfóbicos. Del mismo modo, los gais de Túnez son detenidos a menudo sin ninguna prueba de que mantengan relaciones homosexuales y sin que se los haya sorprendido casi nunca in fraganti.
Por el contrario, la mayoría de las detenciones se practican basándose en estereotipos de género, como la apariencia y la conducta, siendo las personas más afectadas los gays considerados “afeminados” y las mujeres transgénero.
Los hombres acusados de mantener relaciones homosexuales son sometidos habitualmente a exámenes anales realizados por médicos, que por lo general ordena un juez en un intento de hallar ”pruebas” de sexo anal, a pesar de que es un método desacreditado por carecer de base científica.
Aunque en teoría el detenido puede negarse a someterse al examen, los activistas afirman que la mayoría de los hombres no conocen sus derechos y se sienten presionados para acceder. A menudo la policía los intimida y les dice que la negativa podría usarse como prueba en su contra.
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