El gobierno de Rusia, bajo el liderazgo de Vladimir Putin, ha intensificado las restricciones a los derechos de la comunidad LGBT, incluyendo la clasificación del contenido LGBT como «extremista». En este contexto, el regulador de comunicación de Rusia, Roskomnadzor, ha impuesto restricciones a Duolingo, una popular aplicación de aprendizaje de idiomas, prohibiendo la publicación de materialista que promueva “relaciones sexuales no tradicionales” y la propaganda LGBT.
Estas medidas han generado controversia, especialmente en el mes del Orgullo, cuando las marcas suelen adoptar los colores representativos de la diversidad. Duolingo, conocida por su enfoque inclusivo, se ha visto obligada a eliminar referencias LGBT de su contenido en Rusia para cumplir con las regulaciones impuestas por el gobierno.
La aplicación de aprendizaje de idiomas fue objeto de una queja de un grupo ruso anti-LGBTQ+ a principios de este año.
Duolingo eliminó el contenido inclusivo LGBTQ+ de la versión rusa de su aplicación. De acuerdo a Meduza, la aplicación de aprendizaje de idiomas dio el paso para cumplir con las draconianas leyes del país que prohíben la “propaganda” LGBTQ+.
La medida se produce varios meses después de que el Servicio Federal de Supervisión de Comunicaciones, Tecnología de la Información y Medios de Comunicación de Rusia, o Roskomnadzor (RKN), recibiera una queja sobre Duolingo de un grupo activista con sede en la ciudad siberiana de Novosibirsk. En febrero, un medio de comunicación ruso independiente con sede en Letonia Novaya Gazeta Europe informó que el grupo, Radetel, había compartido capturas de pantalla de los ejercicios de inglés de la aplicación que incluían las palabras “lesbiana” y “gay” con RKN.
En su denuncia, Radetel se refirió a las personas LGBTQ+ como “sodomitas” y dijo que los padres “indignados” les llamaron la atención sobre la “propaganda”. Describieron el contenido gay como “traumatizante”.
RKN confirmó al servicio de noticias estatal TASS que estaba “comprobando la solicitud para la difusión de información que promueva a las personas LGBT”.
De acuerdo a Meduza. En abril, TASS informó que RKN había ordenado a Duolingo que eliminara cualquier contenido que violara las leyes rusas de “propaganda gay”. En respuesta a la advertencia de Roskomnadzor, Duolingo ha enviado una carta confirmando la eliminación del contenido que promueve relaciones no tradicionales de su aplicación. El martes, TASS dijo que la empresa había cumplido la orden.
En su sitio web, Duolingo, con sede en Estados Unidos, que enseña más de 40 idiomas a más de 60 millones de usuarios en todo el mundo, afirma que “cree profundamente en la diversidad y la representación” y que sus lecciones incluyen “todo tipo de personajes de diferentes edades, orígenes étnicos y y orientaciones sexuales”.
A pesar de su apoyo a los derechos LGBTQ+, Duolingo ha afirmado que acatará las restricciones impuestas en Rusia, eliminando el contenido relacionado con relaciones sexuales no tradicionales de su plataforma. La empresa ha comunicado su compromiso de proporcionar educación de calidad en todo el mundo, pero reconoce que debe cumplir con las leyes locales donde opera.
La comunidad LGBT en Rusia ha enfrentado históricamente limitaciones en sus derechos humanos, con el gobierno justificando estas acciones como una respuesta a lo que considera la “decadencia moral” occidental. Estas restricciones se suman a una represión más amplia contra la comunidad LGBT en el país.
La llamada “propaganda” LGBTQ+ es ilegal en Rusia. En 2022, el país aprobó una ley que básicamente prohíbe cualquier expresión pública de apoyo a las personas LGBTQ+. Fue una ampliación de una ley de 2013 que prohibía la llamada “propaganda gay” en presencia de niños.
A finales del año pasado, a petición del Ministerio de Justicia del presidente Vladimir Putin, la Corte Suprema de Rusia declaró al “movimiento social LGBT internacional” una “organización extremista”, sofocando aún más la expresión de la identidad LGBTQ+ y el apoyo a la comunidad LGBTQ+ en el país.
La situación legal del colectivo LGTBI en Rusia
Con el inestimable apoyo de la Iglesia ortodoxa, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó por primera vez una ley que prohíbe la llamada “propaganda gay” en Rusia en junio de 2013: la llamada ley contra la «propaganda homosexual ante menores». La ley buscaba aparentemente “proteger a los niños” de cualquier “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales”, como se establece en el texto de la ley. La nueva ley extiende las restricciones no solo a los niños sino también a los rusos de todas las edades. Desde entonces, la legislación rusa ha seguido empeorando respecto a la situación de las personas LGTBI. La ley se ha utilizado principalmente para silenciar a organizaciones activistas, eventos, sitios web y medios de comunicaciónLGBTQ+, así como para separar familias y acosar a maestros. También ha sido rotundamente condenado por el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, los grupos de derechos humanos Amnistía Internacional y Human Rights Watch, así como activistas de derechos civiles en todo el mundo.
El objetivo siempre ha sido invisibilizar la lucha por los derechos LGTBI y la mera existencia del colectivo. Cualquier información positiva sobre las orientaciones sexuales “no tradicionales” o de las distintas identidades de género quedaron marcadas como ilegales, se reprimieron y se castigaron con fuertes multas económicas. La marcha del Orgullo quedó prohibida, las banderas arcoíris o trans fueron vedadas en público y sus portadores fueron detenidos, sancionados e incluso temporalmente encarcelados.
Los observadores de derechos humanos dicen que la ley, que también prohíbe que las personas compartan “ideas distorsionadas sobre el valor social igual de las relaciones sexuales tradicionales y no tradicionales”, se ha utilizado para reprimir la libertad de expresión de las personas LGBT +, y alimentó un aumento en retórica homofóbica en el país.
En 2017, Putin afirmó que es su “deber” evitar que las personas homosexuales se casen para que las personas normales tengan más bebés. En ese mismo 2017, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó que la ley es discriminatoria. Los jueces escribieron: “Al adoptar tales leyes, las autoridades reforzaron el estigma y los prejuicios y alentaron la homofobia, que era incompatible con los valores de una sociedad democrática”.
El mismo tribunal también determinó que Rusia estaba violando los derechos humanos de las personas LGBT + por la prohibición de los eventos de Orgullo en 2018 y por las acciones para bloquear el registro de grupos LGBT + en 2019.
En 2018, un informe de la Human Rights Watch confirmaba que la ley contra la “propaganda gay” de Rusia es un peligro.
Pero todo empeoró en diciembre de 2022, cuando Putin firmó una ley que amplía la prohibición del país de la “propaganda” LGBTQ+. La ley recién firmada prohíbe efectivamente cualquier expresión pública de la vida LGBTQ+ en Rusia al prohibir “cualquier acción o difusión de cualquier información que se considere un intento de promover la homosexualidad en público, en línea o en películas, libros o publicidad”, informó Reuters.
La ley fue aprobada por unanimidad en las dos cámaras del Parlamento ruso. Se eliminaba el requisito de que la “propaganda” fuera realizada ante menores y, de ese modo, se prohibió cualquier manifestación, información o creación que mostrase “relaciones no tradicionales” de manera no derogatoria, así como la información sobre las identidades de género a menores. Cualquier libro, película, espectáculo, canción, obra de arte, muestra de afecto, afirmación de la propia orientación sexual ante testigos, información positiva de la homosexualidad, bisexualidad o condición trans fueron castigados con fuertes sanciones. De hecho, la reforma de la ley supuso la total invisibilización y el enmudecimiento social de las personas LGTBI, a quienes desde medios o instituciones gubernamentales se consideraron “agentes extranjeros” o traidores a la patria, en una situación de guerra tras la brutal invasión de Ucrania.
El siguiente ataque a los derechos LGTBI fue dirigido específicamente y con absoluta crueldad contra el colectivo más vulnerable: las personas trans. El 31 de mayo de 2023, fue presentado un proyecto de ley en la Duma (la cámara baja del Parlamento ruso) en el que se establecía la prohibición de cualquier tratamiento médico, tanto farmacológico como quirúrgico, para la reasignación de género. El proyecto de ley fue aprobado en la cámara el 19 de julio, tras las tres lecturas pertinentes, por unanimidad de los representantes, dejando patente una vez más que el supuesto pluripartidismo del régimen autocrático ruso es una mera pantomima. Ese mismo día, se sometió a votación en el Consejo de la Federación (la cámara alta del Parlamento). Se habían introducido varias enmiendas al texto inicial, que incluían la anulación de los matrimonios en los que uno de los cónyuges hubiera cambiado su sexo registral, así como la prohibición de que estas personas pudieran adoptar o acoger a niños. Tan solo unos días después, el 24 de julio, la ley era promulgada por el presidente Vladimir Putin. Desde esa fecha, las personas trans rusas dejaban de existir legalmente.
Finalmente, el 30 de noviembre de 2023, en una sesión a puerta cerrada, el Tribunal Supremo ruso falló a favor de la demanda del Ministerio de Justicia que acusaba al “movimiento LGTBI” de incitar a la discordia social y religiosa. La sentencia del alto tribunal calificaba al “movimiento LGTBI internacional” como “organización extremista”, poniendo en peligro cualquier forma de activismo o visibilidad de las personas LGTBI rusas. La legislación penal rusa castiga con hasta 12 años de cárcel el hecho de participar en una organización declarada como extremista, así como su financiación. Cualquier persona que exhiba símbolos de tales grupos se enfrenta a hasta 15 días de detención en la primera ocasión y hasta cuatro años de prisión si es reincidente. Existe una «lista de extremistas» en la que las autoridades incluyen a las personas sospechosas de estar implicadas en ese tipo de organización. Sus cuentas bancarias pueden ser congeladas y se les prohíbe presentarse a cargos públicos.
Como el supuesto “movimiento LGTBI internacional” no existe en realidad como organización, las corruptas autoridades judiciales podrán procesar arbitrariamente a cualquier persona por cualquier actividad relacionada con los derechos LGTBI. Si la ley contra la “propaganda homosexual” establecía fuertes sanciones administrativas a la visibilidad LGTBI, la sentencia del Tribunal Supremo la convirtió en un delito grave penado con dureza.
En esta coyuntura, no podemos olvidar el papel fundamental que está ejerciendo la Iglesia Ortodoxa Rusa. Y ponemos dos ejemplos:
Recientemente, el patriarca Kirill llamaba a Rusia a luchar contra Occidente, al que calificaba como el “Anticristo”: la ideología de género, la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo y la “propaganda a favor del cambio de sexo”,
El patriarca Moscú, Kirill I, ha llamado a Rusia a luchar contra el “mal” de Occidente. “Es muy importante que nuestro país sea capaz de liderar la resistencia contra -diré ahora una palabra increíble- el Anticristo“, afirmó el líder de la Iglesia ortodoxa rusa en la cámara alta del Parlamento, el Consejo de la Federación. Hay que defenderse de la llegada del “mal”, aseveró quien se ha convertido en uno de los principales aliados del presidente Vladimir Putin.
Según Kirill, las élites de los países occidentales se basan en valores anticristianos y están embarcados en lo que considera un proceso para disolver la herencia cristiana. “Hoy en día, las élites occidentales están librando una guerra contra la institución de la familia tradicional, por supuesto con el pretexto del respeto a los derechos humanos y la libre elección”, afirmó el jerarca, criticando, como ya ha hecho en otras ocasiones, la ideología de género, la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo y la “propaganda a favor del cambio de sexo”, según informa Katholisch.
“La casa europea, para decirlo con palabras del Evangelio, se parece cada vez más a un ataúd pintado, que se ve hermoso por fuera, pero por dentro está lleno de huesos de un hombre muerto y todo tipo de suciedad“, abundó en su descripción del declive de Occidente, en su opinión. El edificio impresiona por su lujo, “pero los cimientos son irremediablemente débiles y los muros de carga están al borde del colapso”.
En febrero de 2023 la Iglesia Ortodoxa Rusa rompía con las «iglesias» que aceptan el matrimonio o la bendición de parejas homosexuales. La Iglesia Ortodoxa Rusa ha cortado los lazos con las iglesias occidentales que han aprobado el matrimonio o la bendición de parejas homosexuales. Entre ellas figura la Iglesia de Inglaterra, de donde nació la comunión anglicana. comunidades de las iglesias luteranas de Suecia, Noruega y la Iglesia Episcopal de EE.UU., de base anglicana.
Fuente LGBTQNation/Americaretails-malls.com/ Cristianos Gays
General, Homofobia/ Transfobia.
"Propaganda homosexual", Duolino, Homofobia/Transfobia, Rusia
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