El obispo de Santander ampara y… luego se desvincula de las “sesiones de reorientación” para homosexuales
Un cura de la diócesis dirige ‘Es Posible la Esperanza’
“Es algo que lleva por su cuenta y en la que no está implicada la Diócesis para nada”, afirma monseñor Sánchez Monge
El obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, ha defendido este miércoles que los cursos clandestinos realizados en el entorno de la Iglesia católica para ‘curar’ la homosexualidad son una actividad “muy legítima” y ha señalado que quienes acuden a estas terapias ilegales lo hacen “libremente”.
Sin embargo, haciendo una pirueta, la Diócesis de Santander se ha desvinculado de las sesiones de reorientación sexual para homosexuales que realiza un sacerdote del convento de las Carmelistas Descalzas de Ruiloba a través de una asociación llamada ‘Es Posible la Esperanza’ con ramas en otros puntos de España.
A preguntas de la prensa sobre esas sesiones de terapia que ha desvelado eldiario.es, el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, ha indicado que este sacerdote “es capellán de las monjas carmelitas de Ruiloba y atiende algunas parroquias cercanas” y, a su vez, está al frente de la asociación Es Posible la Esperanza que es “de carácter civil”.
Los que acuden, van libremente
Ante la insistencia de los periodistas por conocer su opinión sobre los cursos, el obispo, visiblemente molesto, se ha mostrado ambiguo, ya que por un lado ha asegurado que “no se trata de reorientar nada”, pero por otro dice que “no solamente se trata de eso” en alusión a la homosexualidad. Para el obispo, ese sacerdote no hace “una labor exclusiva para homosexuales sino que hace un acompañamiento integral a personas” con diferentes “problemas” a quienes ofrece ayudar en una “maduración” y dar un “acompañamiento pastoral y espiritual”.
“Los que acuden allí lo hacen libremente y la iglesia está dispuesta siempre, a través de sus miembros, a acoger a todo el que se acerque a ella”, ha dicho Sánchez Monge, que ha insistido en que en las sesiones de Ruiloba “no se intenta reorientar a nadie sino ayudar a madurar a la persona en su integridad”.
Sobre esas sesiones impartidas por el sacerdote de la Diócesis cántabra han circulado grabaciones, pero que el obispo ha considerado que “están trucados”.
Y preguntado sobre qué piensa sobre los homosexuales, ha dicho que “son personas, hijos de Dios y, por lo tanto, necesitan y merecen todo el respeto, tienen toda la dignidad, que no se la puede quitar nadie”.
“No se puede de ningún modo reírse de ellos, maltratarles o discriminarles, y hay que ayudarles a que, dentro de su orientación sexual, respondan como personas y cristianos”
Fuente Religión Digital/El Diario.es
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