Triste historia la que ha sucedido en Chile, donde Vladimir Urrutia ve desesperado como la madre del que fue su pareja (hoy fallecido) y que nunca aceptó la relación de su hijo con otro hombre, quiere que sus restos sean exhumados para que no reposen en una tumba propiedad de Urrutia, que ya con anterioridad fue despojado de bienes comunes e incluso de varias mascotas que compartían. Urrutia y Rodrigo Moreno fueron pareja durante doce años, hasta la muerte de este último.
Rodrigo Moreno falleció el 5 de octubre de 2014, por lo que la pareja no tuvo oportunidad de contraer una unión civil (algo que no pudo comenzar a ser posible hasta un año después). “Estamos en presencia de una situación tan injusta, como dolorosa, pues Moreno falleció el 5 de octubre del 2014, no alcanzando la pareja a formalizar su vínculo con el Acuerdo de Unión Civil, que entró en vigencia un año más tarde. Ello dejó en la completa desprotección jurídica a Urrutia, pues además de ser despojado de los bienes que adquirió conjuntamente con su pareja, hoy podría ser apartado de los restos de su amado”, ha indicado el portavoz del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) en la región del Biobío, Esteban Guzmán.
Esta organización está asesorando a Urrutia, que además de la muerte de Moreno se ha tenido que enfrentar a la inquina de la madre de este, Elba Rodríguez. “La familia de mi novio, que nunca aceptó nuestra relación, me ha quitado todo lo que ha podido; cuadros, ropa, muebles, incluso a mis cuatro perros. Cuando falleció Rodrigo, le pusieron un candado y una cadena a la puerta. Por sanidad mental, unos amigos y vecinos embalaron algunas cosas y las llevaron a un departamento donde estuve por más de un año. Viví sin cocina, sin muebles, sin mesa, sin sillas, afectado por una profunda depresión y dos intentos de suicidio. Pensé que lo peor había pasado, pero ahora me entero que quieren exhumar el cuerpo”, expresa Urrutia con un profundo dolor. Se da además la circunstancia de que durante los últimos tres años de la vida de Moreno tanto su madre como su su abuelo vivieron con la pareja, que los cuidó pese a que, según cuenta Urrutia, “nunca nos aceptaron y debíamos reprimir nuestros afectos”. Incluso llegaban a contar ante desconocidos que eran hermanos, y no pareja, “para que su madre se quedara tranquila, pero no sé si estos gestos ella los valoró alguna vez”.
Para rematar el dolor de Urrutia, el pasado 8 de febrero Elba González presentó contra él un recurso ante la Corte de Apelaciones de Concepción por negarse a la exhumación del cuerpo, enterrado en una tumba -esta sí- propiedad de su yerno. La acción también fue cursada contra el Cementerio Parque Santa María de Los Ángeles, que tampoco ha autorizado la exhumación.
Elba González argumenta a su favor que el 23 de abril del 2015 la Oficina Provincial de la Secretaría Regional Ministerial de Salud del Biobío autorizó la exhumación de su hijo. Pero según revela Esteban Guzmán, en todas sus actuaciones ha omitido que el propietario de la tumba era su pareja, con la que había convivido por más de una década. “Es una situación dramática”, opina el portavoz del MOVILH. “Es un caso difícil, pues si bien la justicia está sin duda del lado de Urrutia, nuestras leyes no reconocen derechos de convivientes para efectos de sepultura o exhumación. Por ello, junto a la asesoría legal, estamos gestionando una reunión con la Seremi de Salud par evaluar los mejores pasos a seguir. Urrutia, no merece sufrir más y esperamos que el Estado se haga cargo de ello”, añade.
Estaremos atentos a lo que suceda finalmente. En cualquier caso, desde la distancia trasladamos a Vladimir Urrutia todo nuestro cariño y solidaridad.
Fuente MOVILH y Dosmanzanas
General, Homofobia/ Transfobia.
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