El matrimonio igualitario sigue avanzando con paso firme por los territorios del “Profundo Sur”. La juez federal Callie V. S. Granade ha dictaminado este viernes 23 de enero que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo, establecida por las leyes de Alabama, viola el derecho a la igual protección y al debido proceso recogidos en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. La juez ha dictado la suspensión temporal de su sentencia de 14 días, para que la Fiscalía pueda solicitar una suspensión durante el proceso de apelación ante la Corte de Apelaciones del 11º Circuito.
La juez Granade debía resolver sobre la demanda presentada por Cari Searcy y Kimberly McKeand, que habían contraído matrimonio en California pero residen actualmente en Alabama. Cari quería adoptar a la hija de Kimberly, amparándose en las leyes estatales que permiten la adopción del hijo del cónyuge, pero el estado sureño ni reconocía su matrimonio ni les permitía contraerlo, debido a la prohibición expresa que figura en su propia Constitución.
La pareja decidió denunciar a la administración de Alabama por lo que consideraban una grave discriminación. La Fiscalía General del estado, por su parte, defendía la enmienda 774, o de “Santidad del Matrimonio”, de la Constitución de Alabama, que en 2006 fue aprobada en referéndum con un 81 % de votos favorables. La enmienda describe el matrimonio como la unión sagrada de un hombre y un mujer y prohíbe expresamente tanto el matrimonio como las uniones civiles entre personas del mismo sexo en el estado. También impide el reconocimiento de los enlaces contraídos en otros estados donde son legales.
La juez finalmente ha fallado a favor de la pareja demandante, al encontrar que “el fiscal general no ha explicado por qué el permitir o reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo entre dos adultos que consienten va a impedir que los padres heterosexuales u otros parientes biológicos cuiden de sus hijos biológicos”. La magistrada señala en su dictamen que ”Alabama no excluye del matrimonio a las parejas que no quieren o no pueden procrear biológicamente. No existe una ley que prohíba casarse a las parejas infértiles, a parejas de ancianos o a parejas que no deseen procrear. El estado tampoco prohíbe el reconocimiento de los matrimonios de esas parejas de otros estados”.
La sentencia se fundamenta tanto en el fallo del caso Windsor, en el que el Tribunal Supremo declaró inconstitucional que la administración federal no reconociera los matrimonios entre personas del mismo sexo contraídos legalmente, como en los dictámenes de la mayoría de las Cortes de Apelaciones. Para la juez Granade, “los niños que actualmente están criados por padres del mismo sexo en Alabama son tan dignos de protección y de reconocimiento por parte del Estado como lo son los niños que son criados por padres de sexos opuestos. Sin embargo, la ley de ‘Santidad del Matrimonio’ de Alabama perjudica a los hijos de las parejas del mismo sexo por las mismas razones que el Tribunal Supremo consideró que la Ley de Defensa del Matrimonio perjudicaba a los hijos de las parejas del mismo sexo”.
Por todo ello, la juez ha dictaminado que estas leyes violan el derecho a la igual protección y al debido proceso que ampara la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. No ha incluido ninguna suspensión ni demora en la ejecución de su sentencia, por lo que los matrimonios entre personas del mismo sexo en Alabama podrán comenzar en cuanto las secretarías de los condados abran sus puertas este lunes. No obstante, el representante legal de la Asociación de Jueces de Familia de Alabama, ligado al ultraconservador Tea Party, ha declarado que “no hay nada en la sentencia de la juez Granade que obligue a emitir licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo, excepto a la demandante”. A pesar de ello, los jueces de familia de los condados de Montgomery y Jefferson (el más poblado del estado) ya han comunicado que facilitarán licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo que las soliciten, puesto que “nuestro análisis es que la prohibición ha sido declarada inconstitucional. Nosotros no violamos las sentencias judiciales federales“.
El fiscal general, Luther Strange, ha solicitado inmediatamente la suspensión cautelar del fallo durante el proceso de apelación, que ya ha comunicado que presentará. La juez emitió un mandato en el que establecía un suspensión temporada de la sentencia de 14 días, tiempo en el que la Fiscalia podrá solicitar una suspensión permanente durante el proceso de apelación ante la Corte de Apelaciones del 11º Circuito. Parece poco probable, no obstante, que una petición semejante sea concedida, pues la Corte de Apelaciones del 11º Circuito denegó una solicitud de suspensión semejante en el caso de Florida, que también fue rechazada por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos cuando se presentó a su instancia. El equipo legal de la pareja demandante, por su parte, presentó ante tribunal de la juez Granade un pliego en el que se oponen a la suspensión permanente de la sentencia solicitada por la Fiscalía General y piden que clarifique sin lugar a dudas el alcance de la misma.
El gobernador de Alabama, el republicano Robert Bentley, ha expresado su “decepción” con la sentencia y ha confirmado que la apelará. Más allá ha ido el presidente de la cámara de representantes del estado de Alabama, Mike Hubbard, que ha declarado que “es indignante que un solo juez federal no electo e irresponsable pueda anular la voluntad de millones de residentes de Alabama, que apoyaron firmemente la enmienda de ‘Santidad del Matrimonio’. La Legislatura fomentará con vigor el proceso de apelación y seguirá defendiendo los valores conservadores cristianos que hacen de Alabama un lugar especial para vivir”. Lo cierto es que ese abultado 81 % de votantes favorables a la discriminación de las parejas del mismo sexo en el referéndum de 2006 sumaban algo menos de 700.000 votos en un estado de casi cinco millones de habitantes.
Uno a uno, los estados se van sumando
Con la incorporación de Alabama, el matrimonio igualitario es ya completamente legal en 37 de los 50 estados de los Estados Unidos, cuya población sobrepasa ya los 220 millones de personas. Se trata de Alabama, Alaska, Arizona, California, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Colorado, Connecticut, Delaware, Florida, Hawaii, Idaho, Illinois, Indiana, Iowa, Kansas, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Montana, Nevada, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México, Oklahoma, Oregón, Pensilvania, Rhode Island, Utah, Virginia, Virginia Occidental, Vermont, Washington, Wisconsin y Wyoming. A ellos hay que sumar el Distrito de Columbia y 21 jurisdicciones tribales (se van sumando aquellas que ligan sus leyes sobre el matrimonio a las del estado donde están ubicadas).
En el resto de estados existen situaciones diversas, que configuran un escenario judicial complejo que, a la espera del pronunciamiento definitivo por parte del Tribunal Supremo, va decantando la situación hacia una extensión generalizada del matrimonio igualitario.
Hacemos a continuación un balance de la situación. En Kansas, aunque ya ha habido una sentencia favorable de un tribunal federal, y su suspensión ha sido denegada en la última instancia, la Fiscalía del estado, en una actuación torticera, ha dado instrucciones a las secretarías de los condados de que no faciliten licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo, excepto en aquellos que pertenezcan a la jurisdicción del juez federal. Sin embargo, asociaciones LGTB aducen que los jueces federales tienen jurisdicción en todo el estado, por lo que la medida de la Fiscalía debe tomarse como un acto desesperado de dilación de lo que ya es no solo inevitable sino completamente legal.
En Ohio, Michigan, Kentucky y Tennessee, las sentencias favorables dictadas por los jueces federales han sido revocadas por la Corte de Apelaciones del 6º Circuito, la única en dictaminar en contra de la igualdad de derechos de las personas LGTB. Tras el recurso presentado por los equipos legales de las parejas demandantes de los cuatro estados ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, este ha decidido que en el próximo período de sesiones considerará estas sentencias contrarias a los derechos LGTB. Por el contrario, su crietrio respecto a las apelaciones de sentencias que han sido favorables a esos derechos ha sido el de no admtirlas a trámite. La decisión del Tribunal Supremo, que se espera para el mes de junio de este mismo año, podría suponer el final de largo viaje del matrimonio igualitario en los Estados Unidos.
En Misuri, aunque existe una sentencia federal en suspenso hasta que se decida su apelación, sí que es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo en los condados de Saint Louis, el más populoso del estado, y Jackson, según han establecido jueces de ámbito local. Como Misuri sí reconoce los matrimonios de parejas del mismo sexo celebrados en otras jurisdicciones donde es legal, los enlaces celebrados en estos dos condados son válidos en todo el estado.
En otros estados existen sentencias favorables de jueces federales que aún están pendientes de ser revisadas por las correspondientes Cortes de Apelación, como es el caso de Mississippi y Texas (ambos del 5º Circuito) y Arkansas, Dakota del Sur y el ya citado Misuri (los tres del 8º Circuito). En Arkansas, además, la Corte Suprema estatal deberá revisar una decisión favorable al matrimonio igualitario emitida por un juez estatal, no federal. Por el momento solo hay un estado en el que un juez federal ha considerado constitucional prohibir el matrimonio igualitario: Luisiana, sentencia que debe ser revisada por la Corte de Apelaciones (también, en este caso, la del 5º Circuito). En este estado, sin embargo, otro juez federal falló pocas semanas después en sentido contrario, declarando inconstitucional la prohibición. Habrá que esperar a ver cómo resuelve el 5º Circuito esta contradicción.
Finalmente, en uno de los estados donde aún no hay sentencia, Dakota del Norte, el juez federal que debe dictaminar al respecto ha decidido aplazar la continuidad del juicio hasta conocer la decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Los otros dos estados donde hay procesos abiertos pendientes de sentencia son Georgia y Nebraska.
Podéis comprobar el avance del matrimonio igualitario en los Estados Unidos en este mapa (pinchad en él para verlo en mayor resolución):
Fuente Dosmanzanas
General, Historia LGTBI
Alabama, Callie V. S. Granade, Corte de Apelaciones del 11º Circuito, Discriminación, Estados Unidos, Luther Strange, Matrimonio, Mike Hubbard, Robert Bentley, Tribunal Supremo (Estados Unidos)
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