La oposición al gobierno de Japón presenta un proyecto de ley para legalizar el matrimonio igualitario
Chinami Nishimura, del Constitutional Democratic Party (CDP)-Partido Constitucional Democrático (CDP), ha presentado hoy (6 de marzo) el proyecto de ley, según informa el South China Morning Post.
Japón, que acogerá la cumbre del G7 en mayo, es el único miembro del influyente foro político intergubernamental que no reconoce el matrimonio LGBTQ+.
El primer ministro, Fumio Kishida, fue objeto de críticas la semana pasada tras afirmar que no reconocer las uniones entre personas del mismo sexo “no es una discriminación injusta por parte del Estado”.
Nishimura, jefe en funciones del CDP, respondió: “Creo que es una discriminación que se reconozca legalmente el matrimonio a las parejas heterosexuales pero no a las del mismo sexo”.
Kishida también fue criticado el mes pasado después de que uno de sus ayudantes hiciera comentarios contrarios al colectivo LGBTQ+, como que “no quiere ni mirar” a las parejas casadas del mismo sexo.
El ayudante fue despedido de inmediato, y Kishida calificó las declaraciones de “indignantes” y “totalmente incompatibles con la política de la administración”.
La Constitución del país, que data de 1947 y que fue redactada principalmente por funcionarios estadounidenses tras la ocupación de Japón, establece que “el matrimonio sólo podrá celebrarse con el consentimiento mutuo de ambos sexos”. Sin embargo, encuestas recientes han revelado que la mayoría de la población japonesa apoya la legalización del matrimonio igualitario.
En la actualidad, las parejas del mismo sexo sólo pueden contraer uniones civiles, y aun así, sólo en determinadas regiones.
Aunque las uniones civiles permiten a las parejas inscribirse en los servicios de la administración local, no pueden heredar bienes ni adoptar.
El Primer Ministro Kishida ha declarado anteriormente que “hay que estudiar detenidamente la cuestión”.
Rina Sawayama speaking on LGBT rights in Japan at Summer Sonic, Tokyo (crowd view)pic.twitter.com/ZlIK15BchV
— Rina Sawayama Updates (@RinaSawaUpdates) August 20, 2022
La cantante pop japonesa-británica Rina Sawayama pronunció el año pasado un contundente mensaje en apoyo de la legalización del matrimonio LGBTQ+.
Durante su actuación en el Summer Sonic Festival de Japón, la cantautora declaró: “Soy bisexual, pero si intento casarme con alguien del mismo sexo aquí, no puedo. En Japón no está permitido. De los países del G7, es el único que no tiene esa protección”.
Sawayama, que salió del armario como bi y pansexual en 2018, añadió: “Esto es algo realmente vergonzoso. Algo que me aceptaría a mí y a mis amigos, a mi familia elegida, una ley justa… si crees que deberíamos [tener matrimonio igualitario], por favor, sigue luchando”. Las personas LGBT son seres humanos. Las personas LGBT son japonesas. El amor es amor. La familia es la familia. Luchemos juntos”.
Taiwán es el único país asiático donde está permitido el matrimonio entre personas del mismo sexo, tras la aprobación de una nueva ley en 2019.
(Taro Karibe/Getty Images)
Derechos LGTBI+ en Japón
Aunque las relaciones sexuales homosexuales son legales en Japón desde 1880, el estigma social hace que muchos no salgan del armario ni siquiera ante sus familias.
Algunos miembros del mundo empresarial afirman que las normas japonesas que no permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo perjudican la ventaja competitiva del país, al dificultar que las empresas, especialmente las extranjeras, atraigan y conserven mano de obra altamente cualificada en una economía cada vez más internacional.
Varias empresas han tomado sus propias medidas para sortear la situación, tanto las internacionales como las japonesas, como Panasonic. Pero hay límites. “Para las cosas que forman parte del sistema nacional, como las pensiones, no hay nada que puedan hacer”, dijo Masa Yanagisawa, jefe de Servicios Primarios de Goldman Sachs Japón y miembro de la junta directiva de Matrimonio para Todos Japón. “Todos los demás países avanzados lo tienen, por lo que Japón saldrá perdiendo competitivamente. Además, está el hecho de que la gente no puede ser quien es. Se convierte en algo bastante crítico para el negocio”.
Aunque Japón carece de matrimonio igualitario, varias ciudades han aprobado la inclusión de parejas del mismo sexo en los registros de uniones de hecho. La primera administración japonesa lo hizo fue el distrito tokiota de Shibuya, seguido del de Setagaya. Posteriormente se les unieron las ciudades de Iga, en la prefectura de Mie, y Takarazuka, en Hyogo. En febrero de 2017 y en abril de 2018, respectivamente, Sapporo y Fukuoka se convertían en las primeras grandes ciudades en aprobar las uniones de hecho para las parejas del mismo sexo.
Los resultados de una encuesta realizada en el país nipón a finales de 2015 constatan que un 51% de la ciudadanía sería partidaria de la aprobación del matrimonio igualitario. Una gran evolución, teniendo en cuenta que hasta épocas recientes la homosexualidad era un tema tabú en la sociedad japonesa. Otro importante reconocimiento llegaba en julio de 2016, cuando el ministerio de Trabajo incluía la discriminación hacia empleados LGTB como una forma de acoso sexual. Estaremos pendientes sobre cualquier movimiento que suponga un avance hacia la igualdad en el acceso al matrimonio.
La ciudad de Iga (que ronda los 95.000 habitantes, en la prefactura de Mie) se convertía en diciembre de 2015 en el cuarto municipio japonés en abrir a las parejas del mismo sexo la posibilidad de unirse civilmente. Aunque en Japón, como decíamos, tampoco se ha aprobado todavía el matrimonio igualitario, varias ciudades han tomado la delantera, aprobando la inclusión de parejas del mismo sexo en los registros de uniones de hecho.
La primera administración japonesa que anunció la apertura de uniones civiles entre parejas de gais y lesbianas fue la de Shibuya (un distrito especial de Tokio). Por su parte, Setagaya (como Shibuya, otro de los 23 distritos que conforman la municipalidad metropolitana de Tokio) secundaba poco después la iniciativa y se convertía en el segundo territorio japonés en ponerla en marcha.
Asimismo, en la ciudad de Takarazuka, en la prefectura de Hyogo, se iniciaba el pasado mes de junio la expedición de certificados de asociación a las parejas homosexuales. A diferencia de lo que ocurre en Shibuya, los registros de parejas de hecho en Takarazuka y Setagaya no exigen a las empresas privadas que reconozcan a las parejas homosexuales.
Los resultados de una encuesta realizada en el país nipón a finales de 2015 constatan que un 51% de la ciudadanía sería partidaria de la aprobación del matrimonio igualitario. Una gran evolución, teniendo en cuenta que hasta épocas recientes la homosexualidad era un tema tabú en la sociedad japonesa. Otro importante reconocimiento llegaba en julio de 2016, cuando el Ministerio de Trabajo de Japón incluía la discriminación hacia empleados LGTB como una forma de acoso sexual.
A principios de este año, la ciudad japonesa de Chiba otorgó reconocimiento oficial a las parejas del mismo sexo. La ciudad emitió certificados a cuatro parejas del mismo sexo en enero, según el periódico japonés The Mainichi. Los documentos permitirán a las parejas acceder a muchos de los derechos de que disfrutan las personas casadas, como poder solicitar una vivienda pública como pareja y visitar a sus seres queridos en el hospital. La ceremonia en Chiba fue organizada por el alcalde Toshihito Kumagai, quien les dijo a las parejas: “Les deseo la felicidad de convertirse en mejores socios.” Chiba es la última gran ciudad del país en reconocer a los parejas queer, después de que Fukuoka instituyera el reconocimiento legal el año pasado.
Aunque ningún país asiático ha aprobado por el momento el matrimonio igualitario, la situación del colectivo es diametralmente opuesta en los distintos países del continente. Japón y Taiwán furon pioneros en experimentar avances locales en el reconocimiento de las parejas del mismo sexo (aunque Taiwán está tomando la delantera, a pesar del escoyo de los grupos religiosos). Sin embargo, en algunos como Malasia, Brunéi o la India, , entre otros, las personas LGTB son víctimas de la homofobia de estado y la intransigencia social. Por el contrario, además de Taiwán y Japón, otros países como Vietnam van posicionándose en líneas más aperturistas e igualitarias (si bien no al ritmo que cabría desear).
Fuente Reuters/Cristianos Gays/Pink News
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