Comentarios desactivados en Todos santos, aquí y ahora.
Del ya tristemente desaparecido y recordado blog À Corps… À Coeur:
La vida futura es el opio del pueblo, es una mistificación que hace esperar del futuro un cambio que no no se habría producido o por lo menos no se ha preparado en el presente.
La verdadera fe cristiana no es la fe en una vida futura, sino en la vida eterna, y si es eterna, sólo se necesita un momento de reflexión para comprender que ya se ha iniciado. Vivimos ahora, o no viviremos nunca.
Comentarios desactivados en “La religión contra el Evangelio”, por José Mª Castillo
De su blog Teología sin censura:
“La religión mató a Jesús”
“La religión incompatible con el Evangelio”
“La religión da poder, importancia, fama, en tanto que el Evangelio se vive desde la debilidad, lo marginal y lo excluido”
“Para el Nuevo Testamento, la ‘religión’ como culto sagrado, liturgia, ritual o conjunto de observancias o dogmas, no existe ni tiene presencia o razón de ser”
(José Mª Castillo).- Es curioso (y llama la atención) el hecho de que la palabra “religión” (thrêskeia), en su significado obvio de “servicio sagrado a Dios“, no se menciona en el Nuevo Testamento. La palabra “religión” aparece en la carta de Santiago (1, 26-27), pero para decir que “religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: atender a huérfanos y viudas en su aflicción“.
Como se ha dicho muy bien, el cristianismo, fundamentalmente, no exige un comportamiento cultual especial (W. Radl: Dic. Exeg. NT, vol. I, 1898). Por lo tanto, para el NT, la “religión” como culto sagrado, liturgia, ritual o conjunto de observancias o dogmas, no existe ni tiene presencia o razón de ser. Es un asunto del que no se habla. Ni se menciona una sola vez en todo el NT.
Pero no es esto lo más fuerte. Lo más grave y más decisivo, en este asunto tan fundamental, es que, si leemos y analizamos los evangelios con detención y atención, lo que en ellos encontramos es algo que, no sólo nos sorprende, sino que sobre todo nos desconcierta. Se trata del desconcierto, que nos produce, el hecho de que el conjunto de relatos sobre la vida y enseñanza de Jesús, que nos transmiten los evangelios, deja patente que la religión, como conjunto de leyes y rituales, templos, altares y sacerdotes, no soporta al Evangelio y, por eso mismo, es incompatible con el Evangelio.
Si algo hay claro – y repetido tantas veces en los evangelios – es que los “hombres de la religión” no aguantaron el Evangelio de Jesús. Y no lo aguantaron porque los hombres de la religión vieron, en el Evangelio de Jesús, un peligro, una amenaza de vida o muerte.
Como quedó patente en el Consejo Supremo (Sanedrín) cuando los dirigentes religiosos vieron que el proyecto de Jesús se centra en la defensa de la vida, como se vio evidente cuando Jesús le devolvió la vida a Lázaro (no es que lo “resucitó” para la “otra vida”, sino que le hizo recuperar “esta vida”). Mientras que el proyecto de los hombres de la religión es defender y mantener su templo, sus ritos y normas, sus dignidades y privilegios, sus poderes sobre el pueblo (Jn 11, 47-53).
Esto explica por qué Jesús antepuso siempre la curación de enfermos, la cercanía a los pobres, a los pequeños, a los pecadores y a toda clase de personas despreciadas y rechazadas por los dirigentes religiosos. Todo esto es lo que privilegió Jesús incluso quebrantando las normas de la religión, enfrentándose a sus sacerdotes y actuando con violencia contra quienes utilizaban el templo como negocio, hasta convertirlo en una “cueva de bandidos”.
Como es lógico, esta secuencia prolongada de enfrentamientos acabó como era previsible e inevitable, en aquella sociedad: la religión mató a Jesús. ¿Se puede decir más claro que la religión es incompatible con el Evangelio?
Pero, si esto es así, ¿cómo se explica que, en este momento y durante tantos siglos, la religión haya estado y esté más presente que el Evangelio en la Iglesia y en la sociedad?
La respuesta se comprende enseguida: la religión da poder, importancia, fama, en tanto que el Evangelio se vive desde la debilidad, lo marginal y lo excluido. Por eso la religión te hace vivir en la seguridad, mientras que el Evangelio (vivido de verdad) te obliga a vivir en la inseguridad.
Todo esto se fue haciendo vida en la Iglesia. Y por eso, en ella, se fue debilitando el Evangelio y se fue potenciando la religión. Ya en el s. III, el “clero” se separó y se sobrepuso a los “laicos”. Y en el s. IV, con la “presunta” conversión de Constantino, la Iglesia recibió privilegios. Y a partir de Teodosio, en el 381, además de privilegios, también dinero. Los ricos comenzaron a entrar en la Iglesia en cantidades siempre crecientes, a menudo para cumplir con funciones de liderazgo en calidad de obispos y de escritores cristianos (“Padres de la Iglesia” y Teólogos). La Iglesia se organizó y se gestionó a partir de ricos y poderosos (Peter Brown, “Por el ojo de una aguja”, pg. 1034).
Así, Europa quedó marcada por la “religión cristiana”, pero muy alejada del “Evangelio de Jesús”.
Por más extraño que parezca, ahora mismo estamos viviendo una oportunidad inesperada. La religión se difumina y se hunde. Es verdad que hay casos en los que la “política”, el “nacionalismo”, la “riqueza” pretenden suplir el vacío que deja la ausencia de religión (cf. Juan A. Estrada).
Pero es más fuerte y determinante el anhelo, el deseo de recuperar los valores que aporta el Evangelio: que haya vida, humanidad, felicidad para todos. Ni la política, ni la tecnología, ni la religión responden a este anhelo mundial, a este grito de la tierra, que cada día se hace más fuerte y más insistente. Es la voz del Papa Francisco, el gran líder mundial que ha surgido inesperadamente, tanto más patente cuanto más odiado por tantos clérigos (y sus monaguillos), que, lo mismo que los fariseos antiguos, no soportan el Evangelio. A ellos, les va muy bien con la religión.
Comentarios desactivados en Dimite el experto independiente de la ONU en temas LGTBI
El profesor Vitit Muntarbhorn dimite de su puesto como Experto Independiente en temas LGTBI un año después de ser designado por la ONU.
Tanto su elección como la propia creación del puesto fueron duramente criticados por los países más LGTBfóbicos de las Naciones Unidas.
Vitit Muntarbhorn fue elegido en noviembre de 2016 como Experto Independiente en Orientación Sexual e Identidad de Género de las Naciones Unidas, un puesto que se creó a sugerencia de la ILGA (Asociación Internacional de Lesbianas y Gais) y América Latina (propuesto por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay), con la intención de que la persona designada fuera la responsable de vela porque los estados pertenecientes a la ONU respetan los derechos humanos del colectivo.
La designación de Muntarbohrn no fue sencilla, porque el bloque africano (compuesto por 54 países) presentó una moción para eliminar ese puesto en base a que, para ellos, los derechos LGTBI no deben ser prioritarios para la ONU. A esa moción se sumaron otros países como Rusia, China, varios países asiáticos y árabes. Por suerte Reino Unido apoyó a varios países latinoamericanos que presentaron una enmienda a esa moción y finalmente se votó la creación de ese puesto y se aprobó con 84 votos a favor, 77 en contra (los 77 países en los que ser homosexual sigue siendo ilegal hoy en día) y 17 abstenciones.
Un año después de ser designado Muntarbohrn ha decidido dimitir de su puesto, que abandonará el próximo 31 de octubre, alegando razones familiares y de salud. “Mis funciones comenzaron en noviembre y ha sido un gran placer servir a la comunidad globlal sobre este asunto durante el último año“, ha escrito Muntarbohrn en su carta de dimisión.
Durante el tiempo en que ha estado trabajando en el puesto Muntarbohrn consiguió presentar dos informes completos sobre la situación del colectivo LGTB en el mundo; uno para el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU presentado en junio y otro para la Asamblea General que presentará en el mes de octubre antes de que abandone el cargo.
Desde la Human Rights Campaign han alabado el trabajo de Muntarbohrn. Su director, Ty Cobb, ha dicho que la decisión de crear el puesto de Experto Independiente en derechos LGTB significó “un hito significativo en el esfuerzo global por la igualdad LGTBQ” y ha asegurado que “todas las personas LGTBQ, independientemente de su lugar de procedencia, seguirán beneficiándose de sus esfuerzos por protegerlos frente a la violencia y la discriminación.”
Se espera que, cuando Muntarbohrn abandone el puesto, la ONU designe a otra persona para el puesto.
Comentarios desactivados en La administración Trump apoya la discriminación contra una pareja del mismo sexo en Colorado
Charlie Craig, David Mullins y en la esquina el pastelero Jack Phillips
De cara a la resolución del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, la administración de Donald Trump apoya a un empresario pastelero condenado por violar la Ley Contra la Discriminación de Colorado al negarse a hacer una tarta de bodas para una pareja del mismo sexo.
El departamento de Justicia de los Estados Unidos presenta este jueves, 7 de septiembre, un amplio informe de 41 páginas a favor del dueño de Masterpiece Cakeshop, de cara a la resolución del Tribunal Supremo sobre un caso en el que ha sido considerado culpable.
De esta manera, la administración de Donald Trump apoya la discriminación contra una pareja del mismo sexo ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, alineándose con un pastelero condenado por negarse a hacer su tarta de bodas.
Se trata de un informe en el que defienden la postura de Jack Phillips, quien reclama su derecho a la libertad religiosa y la libertad de expresión, que se estarían violando si se le obliga a hacer una tarta para Charlie Craig y David Mullins. La pareja encargó en 2012 una tarta de bodas en la pastelería de Denver de Phillips, quien se negó a cumplir el encargo afirmando que no hacía tartas para parejas homosexuales. «Una tarta de bodas personalizada es una forma de expresión», asegura Jeffrey B. Wall, abogado responsable de la recomendación del Departamento de Justicia, defendiendo que el pastelero tiene el derecho de libertad de expresión bajo la Primera Enmienda para negarse a «expresar» su apoyo a una boda entre personas del mismo sexo.
«Sabemos que la tolerancia es una calle de doble dirección y la dignidad se corta en ambos sentidos. Necesitamos proteger el derecho de todos los estadounidenses a vivir y trabajar según sus creencias religiosas y no obligar a las profesiones a crear arte visual que viole quiénes son», declara Kristen Wagoner, abogada de Alliance Defending Freedom, en representación de Phillips, quien asegura que ha perdido alrededor del 40 por ciento de su negocio, así como a varios miembros de su personal, como consecuencia de su decisión de no hornear tartas de bodas para gays. El caso se encuentra ahora a la espera de una resolución por parte del Tribunal Supremo, después de que el acusado fuera declarado culpable de haber violado la Ley Contra la Discriminación de Colorado.
El escrito presentado por el Departamento de Justicia ha provocado las críticas de la American Civil Liberties Union, que representa a la pareja y que ni siquiera considera que el Tribunal Supremo debiera haber accedido a contemplar el caso, permitiendo que se resolvieran las decisiones judiciales a favor de Craig y Mullins. «Este Departamento de Justicia ha dejado clara su hostilidad a los derechos de las personas LGBT y tantos otras. Estamos seguros de que el Tribunal Supremo se pronunciará sobre la igualdad de derechos de los tribunales inferiores», declara Louise Melling, directora legal de ACLU, asegurando que la administración de Trump está tratando de crear un «derecho constitucional para discriminar».
Desde hace tiempo vengo conversando con mi amigo García Mauriño sobre religión y laicidad, y reconozco que ha ido convenciéndome de que Jesús era un laico (en sentido restringido de no clérigo) con un proyecto laico de Reino de Dios (laico en sentido amplio de fraternidad compartida independiente de si se profesa o no una religión).
¿Laicidad para todos?
Muchos lectores de Atrio -y en general la cultura europea- venimos de una hipertrofia oprimente de la religión, y el péndulo tiende hacia el otro extremo, hacia la laicidad que recela de cualquier mención de algo trascendente (o incluso hacia un laicismo combatiente). Algunos dicen que la cultura occidental está adoptando un paradigma posreligioso. Creo que esta hipertrofia religiosa ocurría en tiempos de Jesús y fue determinante en su proyecto de Reino de Dios.
Hablo de Jesús porque para muchos de nosotros es el referente principal, aunque somos conscientes de que, como todo ser humano, actuó en los límites de su cultura. Su sensibilidad mística pudo intuir, como otros místicos anteriores y posteriores, lo más profundo del ser humano, aunque al expresarlo y concretarlo tuvo que hacerlo con los conceptos y prácticas conocidas por su pueblo. Un dato, quizás determinante, es que, según muchos exégetas, se equivocó al esperar la implantación del reino de Dios en su misma generación.
¿Cuál fue su actitud ante la religión? Jesús impulsó un movimiento pero no fundó una religión; ni practicó totalmente ni rechazó la suya, pero mantuvo y profundizó su espiritualidad. La experiencia fundamental de Jesús fue sentir a Dios como Padre, la difundió entre sus discípulos pero no se la impuso a quienes acudían a él.
Respetó la religiosidad del archisinagogo Jairo, y valoró la generosidad de la viuda que entregaba su último centavo para el servicio del fastuoso Templo. En cuanto a la religión de los pueblos vecinos, no rechazó -ni pretendió cambiar- la religión de la mujer cananea que aceptaba las migajas del Dios judío, ni la del endemoniado geraseno, ni la del centurión romano, que vigilaba al pueblo invadido.
¿Cuál fue su actitud ante la religión? Veremos que a los mismos discípulos no les quedó muy claro.
Galilea versus Jerusalén
El evangelio de Marcos termina con la consigna de volver a Galilea (Mc 16,7), donde los discípulos encontrarían a Jesús resucitado. El evangelio de Lucas, que conoce y sigue bastante de cerca el texto de Marcos, termina con la consigna contraria, permanecer en Jerusalén donde recibirían la promesa del Padre (Lc 24,49; Hechos 1,4.8).
Y no se trata de mera localización geográfica; se trata de la ruptura o de la conexión con la religión judía. Como ya he comentado en alguna ocasión, Marcos se muestra radical con la religión y con el Templo interpretando la maldición de la higuera como rechazo del Templo (Mc 11,12-21). Lucas, en cambio, se muestra frecuentemente conciliador, separa y suaviza la maldición de la higuera (Lc 13,6-9), y escenifica el concilio de Jerusalén (Hechos 15,1-35) para conciliar a Pablo con Pedro y Santiago.
Creo que estas dos posiciones de ruptura o conciliación son constantes en las decisiones sociales. En España tenemos el ejemplo actual de Pablo Iglesias y de Íñigo Errejón, de Pedro Sánchez y Susana Díaz. Los historiadores y los sociólogos nos dirán qué ha ocurrido en tantas situaciones semejantes; por mi parte creo que la decisión mejor dependerá de la situación concreta, de las condiciones objetivas de la sociedad, y del talante de los líderes que la gobiernan.
Conclusiones (por ahora)
Suele citarse el “como si Dios no existiera” de Bonhöffer como la mejor síntesis de la actitud cristiana en nuestro mundo occidental. Creo que la frase completa es más compleja, pero define mejor la actitud cristiana: “ante Dios y con Dios, vivir como si Dios no existiera”.
No es necesario mencionar la palabra Dios, u otras semejantes, para tener en cuenta lo que nuestra cultura conoce como Dios. Son muchos los que encuentran lo trascendente en su compasión, en su solidaridad, en su conciencia ética, en la belleza, en la armonía… Creo que esto le bastaba a Jesús.
Sea o no necesario expresar esa percepción de trascendencia en términos religiosos, parece que en general los pueblos tienden a socializar sus sentimientos y creencias mediante explicaciones, normas comunes, y protocolos festivos (doctrinas, preceptos, ritos); es decir, en una especie de religiones laicas (bodas, entierros, y hasta bautizos laicos). Incluso los heterodoxos o los disconconformes formamos este tipo de grupos. Algunos han visto el capitalismo como la “religión del dios dinero” que tiene su “templo” en los Bancos, sus “principios económicos” y sus liturgias comerciales en navidad o en los días del padre o de la madre.
Los conceptos de Dios, espiritualidad, religión, ideología, laicidad… son muy ambiguos, porque son conceptos abstractos, generalizaciones de experiencias que han ido cristalizando -pero también evolucionando- durante siglos, que no responden bien a las experiencias actuales, y menos aún a las experiencias personales.
La religión no es necesaria para lo que llamamos “salvarse” o “plenitud humana”, pero tampoco son necesarios el arte o la música, y sin embargo todos los pueblos los crean porque necesitan expresar sus sentimientos.
La decisión última sobre religión o laicidad está en la conciencia individual, que es el punto de encuentro personal de Dios con el ser humano. La conciencia asegura una base de espiritualidad, porque nos viene de fábrica. Potenciarla, con o sin religión, es osa nuestra.
Para los pueblos o comunidades, propondría una espiritualidad más o menos socializada, o una religiosidad flexible, más o menos acentuada según las necesidades de cada pueblo o comunidad. De los evangelios no se deduce que Jesús rechazara toda religión; rechazó las “tradiciones” oprimentes (Mc 7,13; Hechos 6,14; 21,21) con las que las Jerarquías la amurallaron, pretendiendo defenderla, o defenderse.
Se considere laico o religioso, yo trato de interpretar mi conciencia a la luz de los ejemplos que, a través de las Iglesias, nos han llegado de Jesús.
Comentarios desactivados en “La ciencia es sabiduría; los científicos a veces son dogmáticos (III)”, por Enrique Martínez Lozano
El equilibrio, decía, siempre es delicado. Porque el reconocimiento de la apertura ilimitada de lo real no puede servir de pretexto para la irracionalidad ni de soporte para charlatanes que se aprovechan de la credulidad ajena.
Entre ambos extremos –el dogmatismo científico y la propaganda pseudocientífica e irracional– parece que tendría que moverse la búsqueda desapropiada de la verdad. De hecho, si nos escuchamos con limpieza, tal vez podamos advertir que tanto un extremo como el otro nos chirrían interiormente.
Es lo que me ocurre al leer artículos como el de Javier Sampedro, titulado Ofensiva contra la ciencia –en una versión digital del mismo, se hablaba de “un ataque sin precedentes contra la ciencia” (cómo recuerda a los “ataques contra la religión”, de los que se queja periódicamente la jerarquía eclesiástica–, en el diario El País, del 16 de junio pasado[i].
Rescato todas sus valiosas aportaciones, así como su espíritu crítico frente a cualquier tipo de charlatanería pseudocientífica, pero me apena comprobar el reduccionismo estrecho en el que se mueve.
Algo parecido puede decirse sobre la anteriormente citada lista de “terapias pseudocientíficas”, elaborada por la APETP[ii]. También en este caso es de valorar la aproximación crítica a cada una de esas terapias o supuestas terapias. Bienvenido sea todo esfuerzo por someter a crítica cualquier teoría o método que aparezca en el mercado, sobre todo cuando se presentan de manera igualmente “dogmática”. Sin embargo, el error parece estar de nuevo en el dogmatismo de base según el cual no puede ser verdadero sino aquello que previamente –y desde un reductor paradigma cientificista– se ha decidido.
¿Acaso no hay nada verdadero y valioso en cada de las terapias mencionadas? ¿Puede descartarse la ancestral sabiduría china o india con el pretexto de que no se acomoda a los estándares occidentales? ¿Quién negaría hoy que los bloqueos emocionales repercuten en la salud o que las experiencias afectivas de la infancia repercuten decisivamente en el futuro de la persona…?
Sin duda, es preciso estar atentos a todo lo que se nos quiera “vender”, particularmente cuando se presente como remedio mágico o panacea definitiva para resolver nuestros problemas. Pero tal lucidez crítica no tiene nada que ver con el rechazo dogmático, cuando no pueril, de lo que previamente se ha descartado como “no científico”.
El error de base parece fácil de detectar: debido al proceso cultural de Occidente, se llegó a identificar la “ciencia” con el “materialismo (o positivismo) científico”. Pero, mientras la primera es camino de sabiduría, el segundo no pasa de ser una creencia acientífica que, en no pocos casos, se ha llegado a asumir como verdadera y, por tanto, incuestionable. Con ello, se ha caído en una trampa cargada de ironía: se otorga carácter científico a lo que solo es una creencia acientífica (indemostrable).
Para terminar, quiero señalar un detalle que me parece significativo y que viene a confirmar el dicho de que “los extremos se tocan”: tanto este perfil de científicos como los obispos –a los que aquellos acusan de “dogmáticos” y enfrentados a la ciencia– muestran su rechazo a las mismas expresiones. Así, en un documento reciente, los obispos vascos exigían a los colegios católicos que “huyan de las nuevas formas de espiritualidad como el yoga, el reiki o el zen”[iii]. También aquí se hace manifiesta, no solo la descalificación gratuita, sino la ignorancia de quienes llaman “nuevas” a tradiciones milenarias.
¿De dónde puede nacer esa actitud ultradefensiva en unos y otros? Tal vez –aun hallándose en paradigmas completamente diferentes– todos ellos tienen algo en común: la defensa dogmática de sus creencias o posiciones mentales, que consideran como la “única verdad”. Lo curioso es que, mientras se está en esa actitud, no se la reconoce. Es necesario tomar distancia –a veces por el simple paso del tiempo– para comprobar la cerrazón y los peligros que encierra.
Y para contribuir al debate en torno a una cuestión concreta -la homeopatía, que tantas diatribas está provocando–, dejo un resumen escrito sobre lo que fue la I Jornada sobre Evidencias Científicas en Homeopatía, celebrada en San Sebastián, el pasado mes de junio: “Homeopatía: la evidencia científica que necesitan los escépticos”, en:
Comentarios desactivados en “La ciencia es sabiduría; los científicos a veces son dogmáticos (I y II)”, por Enrique Martínez Lozano.
I
El dogmatismo hace referencia a aquella actitud que asume determinadas opiniones como “verdades absolutas” y, por tanto, indiscutibles. De ese modo, se produce un sometimiento acrítico a ciertas creencias, formuladas frecuentemente de una manera simplista, que se suscriben de modo incuestionado.
En este sentido, el dogmatismo es lo opuesto al librepensamiento y, en último término, a la búsqueda honesta de la verdad. Suele hacer pie en necesidades (inconscientes) de la persona, como son la seguridad y la autoafirmación.
Habitualmente se ha relacionado el dogmatismo con la religión. La realidad, sin embargo, es que se presenta en cualquier ámbito de la existencia. Resulta cómodo “descansar” en la ilusión de que las propias creencias –sean las que sean– son verdaderas y, desde ellas, descalificar a quienes las cuestionan.
La ciencia, entendida adecuadamente, es antidogmática. Movida por la búsqueda de la verdad, se define precisamente por su capacidad de apertura a lo real y, en consecuencia, por el cuestionamiento permanente de cualquier afirmación o postulado que se presente como “definitivo”. Cuando es tal, la ciencia se halla en una discusión constante de sus propios resultados. Abierta a la verdad, está dotada de sabiduría y de humildad.
Sin embargo, no ocurre siempre lo mismo con los científicos que, a menudo, suelen identificarse con los descubrimientos adquiridos y aferrarse a ellos de una manera dogmática, a la vez que, paradójicamente, protestan contra el “dogmatismo” de quienes los cuestionan. Al analizar esa postura más de cerca, se advierte que el error se produce cuando los científicos se han identificado con un paradigma determinado, con un “marco de creencias” acerca de la realidad, al que sin darse cuenta han absolutizado. Esto es lo que sucedió en la cultura occidental, a partir del positivismo que desembocó en el cientificismo, según el cual solo es “verdad” aquello que puede ser demostrado en un laboratorio. Parece evidente que tanto el positivismo como el cientificismo son, simple y llanamente, posturas dogmáticas. Otorgan a sus adictos lo mismo que han prometido siempre los dogmas: seguridad en la propia postura, descalificación de lo diferente, sensación de “superioridad” (intelectual o moral), cesación de la búsqueda de una verdad mayor…
El cientificismo aparece enarbolando el estandarte de la verdad, con el que dice encabezar la cruzada contra la irracionalidad, a partir de un postulado (dogmático) de base: todo lo que no es “científico” es irracional. Sin advertir que tal formulación es en sí misma acientífica –nunca podría ser demostrada–, sus seguidores aparecen como adalides de la ciencia y de la verdad, adoptando con frecuencia el tono y las maneras de auténticos “predicadores”. Parecen desconocer que, en el campo de las ideas, la intolerancia es indicio de dogmatismo.
II
El dogmatismo –como la intolerancia– es una actitud que acecha constantemente a los humanos, hambrientos de seguridad. A falta de aquella seguridad que nace de la comprensión de lo que somos, es prácticamente inevitable que se proyecte a las propias “creencias” o ideas, a las que se identifica con “la verdad”.
Tal fenómeno ha sido una constante en las religiones instituidas que, creyéndose en posesión de la verdad, descalificaban a todo disidente. Así nacieron, por ejemplo, en la Iglesia, el “Índice de libros prohibidos” o las listas de herejes cuyas opiniones eran condenadas en su integridad.
Sin embargo, ese “tic” no es exclusivo de las religiones. Aparece en científicos fundamentalistas que hacen de la ciencia una pseudo-religión para, desde ahí, dedicarse a condenar, sin matices, todo aquello que no se corresponde con sus propios presupuestos.
Es lo que puede apreciarse en la lista elaborada por la “Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas” (APETP), en la que se enumeran más de setenta y cinco –así etiquetadas– “terapias pseudocientíficas”, y que según ellos van de la acupuntura a la sonoterapia, incluyendo igualmente al ayurveda o el psicoanálisis, la osteopatía y la psicología transpersonal [i].
Me parece que la salida de la trampa únicamente podrá venir de la mano de una formulación más completa y adecuada, que podría expresarse de este modo: “Todo lo demostrable científicamente es verdadero, pero no todo lo que es verdadero es demostrable científicamente”. O por decirlo de otro modo: aparte de lo “irracional” y lo “racional” –disyuntiva en la que estos científicos se mueven sin cuestionarla–, existe otra dimensión “trans-racional”.
La misma formulación nos hace ver su frágil equilibrio: ¿cómo distinguir lo uno de lo otro? ¿Cómo saber si nos encontramos ante algo verdadero cuando no es científicamente demostrable? ¿Cómo evitar confundir lo que es “irracional” –erróneo y peligroso– con lo que es genuinamente “trans-racional” y, por ello, verdadero?
Aceptar ese interrogante abierto requiere humildad, amor a la verdad y búsqueda honesta de la sabiduría. Es más cómodo desechar cualquier cosa que cuestione los supuestos previos…, pero más dogmático y, a la postre, caduco.
Es lo que ocurre con algunos científicos que, aun sin reconocerlo, se ven desbordados por los nuevos avances científicos, que están dejando obsoletas afirmaciones anteriormente consideradas inmutables. Una vez más, es la misma ciencia la que nos vuelve a la humildad, cuando nos hace ver que apenas si conocemos un 4% de la realidad que sabemos que existe, o cuando nos muestra que las leyes por las que se regía la física clásica saltan por los aires desde la perspectiva de la mecánica cuántica. Si sabemos que, en última instancia, la realidad es energía e información –que el origen de la materia es inmaterial–, ¿cómo se puede seguir manteniendo sin rubor que solo es verdadero lo que hoy es científicamente demostrable?
Comentarios desactivados en Una “familia cristiana” no le deja propina a una camarera lesbiana “porque no ama a Jesús”…
Una camarera estadounidense encuentra una anotación LGTBfóbica en la cuenta por llevar un tatuaje con los colores del arcoíris
El pasado 5 de agosto Samantha Heaton estaba haciendo su turno habitual en Buffalo Wild Wings, el restaurante donde trabaja como camarera en Illinois, cuando llegó una familia compuesta por cinco miembros entre los que se encontraban dos niños que no tendrían más de diez años. Samantha tomó nota de su comida, sirvió y atendió la mesa sin ningún tipo de problema hasta que llegó la hora de pagar. Cuando se acercó para recoger su propina (en Estados Unidos es prácticamente obligatoria) se encontró con que la familia se había marchado y con una desagradable sorpresa. No solo no habían dejado un solo dólar en una cuenta de más de 60, sino que además le habían escrito un mensaje en el recibo de la tarjeta de crédito: “No le podemos dejar propina a alguien que no ama a Jesús. Mal tatuaje”.
Una pareja se negó a dejar propina a la camarera que la había atendido, aun recibiendo un buen servicio, únicamente por llevar un tatuaje en el brazo con los colores del arcoíris (emblema internacional de la comunidad LGTB). Esto es lo que le ha ocurrido a Samantha Heaton, una empleada de uno de los restaurantes de la cadena Buffalo Wild Wings en Illinois. A diferencia de España, donde la propina es una cortesía voluntaria, en los Estados Unidos suele suponer un recargo de entre el 15 y el 20% del total de la cuenta y es una parte del sueldo de los camareros.
El pasado 5 de agostoSamantha Heaton estaba haciendo su turno habitual en Buffalo Wild Wings, el restaurante donde trabaja como camarera en Illinois, cuando llegó una familia compuesta por cinco miembros entre los que se encontraban dos niños que no tendrían más de diez años. Samantha tomó nota de su comida, sirvió y atendió la mesa sin ningún tipo de problema hasta que llegó la hora de pagar. Cuando se acercó para recoger su propina se encontró con que la familia se había marchado y con una desagradable sorpresa. No solo no habían dejado un solo dólar en una cuenta de más de 60, y aunque habían recibido un buen servicio, sino que además le habían escrito un mensaje en el recibo de la tarjeta de crédito: “No le podemos dejar propina a alguien que no ama a Jesús. Mal tatuaje”. Sí, aunque durante el servicio la camarera no habló de temas sexuales ni religiosos, la pareja le negó la propina por “no amar a Jesús” y por su “mal tatuaje”, por lo que únicamente le negaron la propina por llevar un tatuaje con los colores del arcoíris. Simplemente, esa familia “cristiana” decidió que llevar un mensaje de apoyo a la comunidad LGTB era suficiente para discriminar a una trabajadora que había hecho correctamente su trabajo. Por cierto, como ha hecho notar la propia Heaton, la pareja escribió “tatoo” en lugar de “tattoo”, con una falta de ortografía en inglés.
Joelle Nichole Maish, una compañera de trabajo, ha sido quien ha denunciado los hechos en su facebook haciendo una foto al dichoso mensaje junto al tatuaje y compartió la foto del tique junto al tatuaje en Facebook, alegando que “ser gay no significa que no creas en Dios o en Jesús. Y las personas que son ‘religiosas’ no deben faltar al respeto a otras personas ni actuar de esa manera”.
Aunque la cadena Buffalo Wild Wings no ha realizado hasta el momento ningún comunicado público, el supervisor del restaurante de Illinois en el que trabaja Heaton sí se ha pronunciado: “¿cómo pueden decir eso con solo mirar un tatuaje?”, se preguntaba retóricamente. Por su parte, la propia camarera ha dejado claro que su mayor preocupación es que dos niños menores de 10 años hayan visto a sus padres “mostrar un comportamiento contrario a todo lo que Cristo enseñó”. En este sentido, Heaton ha añadido que “los chavales van a tener la impresión de que va a estar bien discriminar”.
Samantha Heaton ha sido preguntada sobre si volvería a hacerse el tatuaje después de lo sucedido y su respuesta ha sido que ahora “me lo haría más grande”. Por su parte, Joelle Nicole Maish (la amiga que subió una foto del polémico recibo junto al tatuaje de Heaton en su cuenta de Facebook e hizo saltar la noticia a los medios) ha pedido respeto y ha remarcado que la religión y la orientación sexual no deben de darse por supuesto como incompatibles.
Heaton no tuvo oportunidad de hablar de nuevo con los LGTBfóbicos clientes porque se marcharon antes de que pudiera responder a su odiosa anotación. Si hubiera podido, ha explicado que habría hablado tan abiertamente de su vida espiritual como de su sexualidad.
“Yo creo en Jesús y en Dios. Yo mismo soy cristiana”, confesaba. “Y como cristiana, no juzgarás. No importa el aspecto de los demás, debes amarlos por su corazón y por cómo te tratan, no por lo que está en el exterior”. Además, la camarera añadía que “¿qué pasa si un día sus hijos crecen y quieren estar con personas del mismo sexo, van a desautorizarlos? ¿Los echarán a la calle?”.
Comentarios desactivados en Mauricio Macri promueve un proyecto de ley de “libertad religiosa” que abriría la puertas a discriminar de forma legal a las personas LGTB
Preocupantes noticias las que nos llegan desde Argentina, un país que ha dado enormes pasos hacia la igualdad jurídica de las personas LGTB. Su actual presidente, Mauricio Macri, ha promovido sin embargo un proyecto de ley de “libertad religiosa” que autorizaría a personas e instituciones a negarse a cumplir una obligación jurídica si esta atenta contra sus convicciones religiosas o morales, abriendo la puerta, por ejemplo, a la discriminación de personas LGTB en muy diversos ámbitos. Los colectivos LGTB consideran que de aprobarse el proyecto los avances que ha experimentado Argentina en esta materia corren serio peligro.
Así lo cree, por ejemplo, 100% Diversidad y Derechos, que considera que el proyecto va mucho más allá de una pretendida regulación de la libertad religiosa y lo que supone, es, de facto, la legalización de actos discriminatorios. “Los habilitaría [a quienes se acogiesen a la norma] a negarse a celebrar matrimonios igualitarios, cambiar el nombre y sexo registral de personas trans (ley de identidad de género), brindar educación sexual integral o negar atención en salud sexual y reproductiva, entre otros derechos. Esto se sumaría a la desarticulación y vaciamiento de estos programas a nivel nacional, tanto en el Ministerio de Educación como en el de Salud”, expresa, con gran preocupación, este colectivo, para el cual este proyecto “vulnera la jurisprudencia tanto de la Corte Suprema como de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”. “Implicaría un grave retroceso en la laicidad del Estado, en el ejercicio de los derechos igualitarios de la población LGBT y una inaceptable restricción en el acceso a la salud sexual y reproductiva y a la educación sexual integral”, en palabras de la presidenta de 100% Diversidad y Derechos, Greta Pena.
100% Diversidad y Derechos, junto a la Comunidad Homosexual Argentina y otra veintena de organizaciones y colectivos LGTB, han dirigido una carta a los miembros de las comisiones de la Cámara de Diputados encargadas de tramitar el proyecto para que rechacen sus disposiciones discriminatorias (puedes descargarla aquí).
De la misma opinión es la Federación Argentina de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (FALGBT), que considera que el proyecto impulsado por Mauricio Macri lo que busca es “cercenar los derechos conquistados en los últimos años”. “La finalidad de este proyecto, en realidad, es otorgar un paraguas legal a quienes quieran imponer su moral religiosa por sobre los derechos fundamentales de las personas LGBT y de las mujeres, entre otros grupos vulnerados en nuestra sociedad. Pretende imponer la objeción de conciencia de las personas y de las instituciones. Por ende, la objeción de conciencia dejaría de ser una excepción para convertirse en una regla. Y a pesar de que solo las personas tenemos conciencia, la objeción de conciencia institucional implicaría que un hospital o una escuela pueda oponerse a garantizar el acceso a la salud y a la educación para las personas LGBT”, señala la FALGTB, que destaca que, por ejemplo, una escuela podría rechazar a un niño o a una niña por tener dos mamás o dos papás, o por ser trans, un juez o una jueza negarse a casar a dos personas del mismo sexo o un centro sanitario a atender la salud sexual y reproductiva de personas LGTB. “Así, el Estado se aleja del paradigma de la neutralidad en materia religiosa para ser un Estado pluriconfesional, mediante un proyecto que avanza rápidamente a espaldas de la sociedad”, añade esta organización.
También Amnistía Internacional se moviliza contra el proyecto
Es importante destacar que no son solo los colectivos LGTB los que se muestran preocupados por las consecuencias que podría tener una ley así. También Amnistía Internacional se ha manifestado en contra y así se lo ha hecho saber tanto al presidente Macri como a la Cámara de Diputados.
“Según el texto, el proyecto busca consagrar una protección más completa a la libertad religiosa. Sin embargo este derecho ya se encuentra garantizado en nuestro país. En primer lugar, el artículo 14 de la Constitución Nacional consagra la profesión libre de culto, protegiendo la libertad religiosa y de conciencia. A su vez, el artículo 19 establece incluso que nadie será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”, argumenta Amnistía Internacional. “Preocupa especialmente el artículo 7 del proyecto. Este apartado proclama de manera explícita el derecho a la objeción de conciencia, de las personas y de las instituciones. Específicamente, establece que ‘toda persona tiene derecho a invocar un deber religioso relevante o una convicción o moral sustancial como razón para negarse a cumplir una obligación jurídica’ incluyendo a los funcionarios públicos. Este articulado constituye un retroceso sustantivo porque revierte la excepcionalidad del instituto de la ‘objeción de conciencia’, pasando esta a ser casi la regla”, añade.
Amnistía Internacional da algunos ejemplos, de lo que una ley así supondría, y no solo relacionados con la esfera LGTB. Un docente, por ejemplo, podría negarse a impartir una clase sobre la teoría de la evolución por encontrarse en pugna con sus creencias religiosas, una obra social podría negarse a proveer anticonceptivos aun existiendo obligación legal para hacerlo, etc. “Desde Amnistía Internacional promovemos y defendemos el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este texto, sin embargo, lejos de tender a fortalecer un Estado laico que otorgue libertades a sus individuos, busca favorecer un Estado pluriconfesional, con fuerte injerencia de las religiones en el ejercicio de los derechos de las personas y lo público”, advierte esta organización.
Comentarios desactivados en La aceptación de la homosexualidad entre los musulmanes estadounidenses crece y ya supera en 18 puntos a la de los blancos evangélicos
El 52% de los musulmanes estadounidenses creen que la sociedad debe aceptar la homosexualidad. Es un porcentaje menor al que se da en católicos (un 66%) y en los que no se identifican con ninguna religión (un 80%), pero significativamente mayor que el que se da entre sus conciudadanos blancos evangélicos, grupo en el que solo un 34% acepta la homosexualidad.
Los datos forman parte de una amplia encuesta del Pew Research Center (prestigioso instituto de investigación social), cuyo objetivo es retratar de la forma más fidedigna posible al colectivo musulmán estadounidense, y que recoge información de muchos otros ámbitos, como el político o el social. Pero es la pregunta sobre si la homosexualidad debe ser aceptada por la sociedad la que más nos ha llamado la atención. Y es que, por primera vez desde que se tienen datos, la aceptación de la homosexualidad es mayoritaria en este colectivo (en 2007 ascendía solo al 27%, mientras que en 2011 era del 39%). Cabe señalar que este aumento (de 25 puntos porcentuales) es proporcionalmente más elevado al que ha experimentado la sociedad estadounidense en general, que partía, eso sí, de cifras más altas (en 2006, el 51% de los estadounidenses aceptaban la homosexualidad, frente al 58% en 2011 y el 63% en 2016. Un aumento de 12 puntos porcentuales):
La aceptación es mayor entre las mujeres, entre los más jóvenes y entre los graduados universitarios, como por otra parte revelan sistemáticamente todas las encuestas que se hacen sobre este tema con independencia de la variable religiosa. Por lo que se refiere al lugar de nacimiento, es mayor entre los musulmanes que han nacido en Estados Unidos que entre los que han nacido fuera (57% frente al 49%). Una diferencia que se amplía siete puntos si la variable que se tiene en cuenta es la importancia que cada persona da a la religión en su vida (62% de aceptación entre los que dan menos importancia a la religión frente al 47% entre los que le dan más importancia):
Menos homófobos que los blancos evangélicos
Pero quizá lo más llamativo es lo que sucede al comparar la aceptación de la homosexualidad entre los estadounidenses musulmanes con algunos otros grupos religiosos en ese país. La aceptación es menor que entre los católicos, entre los que asciende al 66%, pero es similar a la de los protestantes considerados globalmente. Y dentro de estos, es muy superior a la de los blancos evangélicos, cuyo grado de aceptación de la homosexualidad es solo de un 34% (y eso que ha crecido once puntos desde 2006).
Por el contrario, entre los blancos pertenecientes a iglesias protestantes clásicas (episcopalianos, luteranos, metodistas, presbiterianos, etc.) la aceptación se sitúa ya muy cerca de los que no se identifican como fieles de ninguna religión (76% frente al 80%).
Comentarios desactivados en La conciencia, templo laico de Dios.
Para aclararnos: entiendo aquí la conciencia como la facultad que percibe los valores éticos. En cuanto al término “laico”, adquiere diversos significados según el contexto en el que se utiliza. En la religión cristiana, “laico” suele contraponerse a “clérigo”, y designa a la generalidad de los creyentes que no han sido consagrados para un ministerio o significado especial en la Iglesia. En un ámbito social más amplio, “laico” se contrapone a “religioso”, y designa a las personas que no profesan una religión, especialmente la cristiana, que se caracterizan por mantener unas creencias, preceptos y ritos, administrados por una organización jerárquica. En este sentido social más amplio uso aquí el término “laico”.
Si utilizo el término laico como no creyente, parece incongruente hablar de Dios y de su templo. Sin embargo, frecuentemente, la realidad no es lo que parece. El concepto “Dios” tiene tantos significados como personas que lo nombran; y los conceptos de “creyente” y de “religión” también resultan bastante ambiguos, sobre todo en una época de cambios culturales tan radicales como los que estamos viviendo; pero “con estos bueyes tenemos que arar”.
Entiendo a Dios como un ser personal (capaz de conocer y amar, ¡no va a ser menos que nosotros!), pero no como un ser individual (separable y separado de los demás seres). Un ser inmanente en el mundo y en nosotros, pero que nos trasciende. Un ser que es el fundamento de nuestro existir, el fundamento del Universo, el fundamento de los valores, del amor, de la justicia, de la belleza. En este sentido, Dios es fundamento de la existencia de creyentes y de laicos, fundamento de la experiencia ética (sea de los creyentes o de los laicos) sobre la dignidad humana o la justicia social.
Entonces ¿en qué se diferencian los creyentes de los laicos? En concreto, las personas nos diferenciamos por nuestro comportamiento y en esto, hablando en general, no creo que en nuestra vida social podamos distinguir entre un creyente y un laico. Hay creyentes con buen y con mal comportamiento, y hay no creyentes con buen y con mal comportamiento. Aquello de que se reconocía a los cristianos por “cómo se amaban” es un ideal más que una realidad. En colectivos muy amplios se cumple la campana de Gauss, en la que los extremos son reducidos y la mayoría se agolpa en los valores medios. La diferencia entre creyentes (en general) y no creyentes (en general) está en las explicaciones que damos sobre nuestros actos y sobre el fundamento de nuestros actos.
Una anécdota de Juan XXIII ilustra muy expresivamente esta idea. Cuando era nuncio en París tenía gran amistad con un ministro que se profesaba ateo. Un día le dijo el ministro que quizás esa amistad podía desprestigiar al nuncio. ¿Por qué?, le respondió, si solamente discrepamos en las ideas.
Quizás ahora se entienda mejor por qué creo -evidentemente en lenguaje simbólico- que la conciencia es el templo laico de Dios. Para un creyente, el templo es el lugar privilegiado del encuentro con Dios. Aunque no pensaba así el diácono Esteban, primer mártir cristiano por decir que “el Altísimo no habita en edificios construidos por manos de hombres…” (Hechos 7,48). Ni el Jesús que le dijo a la samaritana “Créeme, mujer: Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén… los que dan culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y de verdad” (Juan 4,20-24). Ni el Jesús de Marcos, que maldijo el templo en el símbolo de la higuera (Marcos 11,11-21). Pero ese ya es otro tema. Para un laico, no creyente, la conciencia es el lugar privilegiado en que experimenta un imperativo ético trascendente (mejor, una tendencia ética trascendente).
Comencé diciendo que la conciencia es el templo laico de Dios. Me corrijo. La conciencia es el verdadero templo de Dios, tanto para los creyentes como para los laicos.
Comentarios desactivados en Trump endurece su agenda anti-LGTB y reaviva el temor a una orden que permita la discriminación laboral argumentando razones religiosas
Ampliamos la noticia que yer mismo pubicábamos: Gran preocupación entre los colectivos LGTB y de defensa de los derechos civiles estadounidenses ante la posibilidad que Donald Trump dé por fin vía libre a una orden ejecutiva permitiendo la discriminación de los ciudadanos LGTB por razones de “libertad religiosa”. Dos recientes decisiones han despertado las alarmas, y no nos referimos al anuncio en Twitter de que a las personas transexuales se les prohibirá servir en el Ejército.
La primera de las señales, la más directa e inquientante, ha sido el hecho de que el Departamento de Justicia se haya personado en un proceso judicial para argumentar, a través de un amicus curiae (figura legal que permite a personas u organizaciones que no son parte en el proceso aportar de forma voluntaria argumentos a favor o en contra para colaborar en su resolución) que la legislación federal contra la discriminación laboral no debe aplicarse a la orientación sexual. La administración Trump ha decidido en este caso personarse en el caso Zarda v. Altitude Express, que dirime una denuncia por discriminación en el caso de Donald Zarda, un instructor de paracaidismo que fue despedido poco después de que su empresa supiese de su orientación sexual.
Se trata, de una larga discusión jurídica, que radica en si el Titulo VII de la Ley de Derechos Civiles, que prohibe la discriminación laboral por motivos de “raza, color, religión, sexo u origen nacional”, impide también la discriminación laboral por razones de orientación sexual. Tradicionalmente, la justicia estadounidense había adoptado en este punto una interpretación “literalista”, según la cual si “orientación sexual” no forma parte de la lista de circunstancias citadas en el texto de ley, no puede considerarse cubierta. Y no hablamos, precisamente, de sentencias antiguas: dos recientes pronunciamientos de las Cortes de Apelaciones del 2º y del 11º Circuito (con sedes en Nueva York y Atlanta) han ido precisamente, en ese sentido. Pero recientemente, por primera vez desde que en 1964 Estados Unidos aprobase su histórica Ley de Derechos Civiles, la Corte de Apelaciones del 7º Circuito (con sede en Chicago y jurisdicción sobre los estados de Illinois, Indiana y Wisconsin), ha considerado que la discriminación laboral por razones de orientación sexual sí queda cubierta por la misma.
Aunque la cuestión tiene altas probabilidades de acabar siendo revisada en el futuro por el Tribunal Supremo, la discusión está sobre la mesa, y el hecho de que el Departamento de Justicia haya decidido personarse en Zarda v. Altitude Express sin ser parte del proceso para apoyar la causa homófoba dice mucho de la dirección que la administración Trump ha escogido. Al frente del Departamento de Justicia, recordemos, está nada más y nada menos que Jeff Sessions, uno de los políticos estadounidenses con un historial más activamente anti-LGTB.
Un político abiertamente anti-LGTB, embajador para la libertad religiosa
Otro de los políticos más abiertamente LGTB de los Estados Unidos es el gobernador de Kansas, el republicano Sam Brownback, que durante sus años de congresista en Washington (primero en la Cámara de Representantes y luego en el Senado) votó siempre en contra de cualquier medida en favor de los derechos LGTBI. En 2003 fue uno de los impulsores de una propuesta de enmienda para prohibir el matrimonio igualitario en la Constitución de los Estados Unidos (que no llegó a materializarse), mientras que en 2015, siendo ya gobernador de Kansas, emitió una orden ejecutiva retirando la protección contra la discriminación a los trabajadores LGTB implementada ocho años antes por Kathleen Sebelius, entonces gobernadora demócrata.
Pues bien, Sam Brownback ha sido nominado por Donald Trump como nuevo embajador del Departamento de Estado para la libertad religiosa, un cargo creado en 1998 y cuya función es la de velar por la “libertad religiosa” en el mundo (aún debe ser ratificado por el Senado, pero nadie espera que en este caso haya sorpresas). Por mucho que su nominación sea vista por muchos como una forma de dar continuidad a la carrera política de Brownback (uno de los gobernadores con menor popularidad del país), el hecho de que una persona con un perfil tan marcadamente LGTBfobo sea considerada la más idónea para este puesto muestra que para la administración Trump “libertad religiosa” y oposición a los derechos LGTB van de la mano.
Rumores de una próxima orden ejecutiva anti-LGTB
Si a estas decisiones y al historial de Trump (que en el tiempo que lleva en el despacho oval ya ha aprobado unas cuantas como una Ley de Libertad Religiosa o la derogación de la protección de personas trans en los centros educativos públicos, entre otras muchas), unimos el reciente (y sorpresivo) anuncio en Twitter de que las personas transexuales tendrán vetado el acceso al Ejército estadounidense, no es de extrañar que de nuevo se hayan reavivado los rumores de que Donald Trump podría emitir en breve la tan temida orden ejecutiva para revertir, en nombre de la “libertad religiosa”, la prohibición decidida por Barack Obama en 2014 de que aquellas empresas y negocios que tengan o que aspiren a firmar contratos con la administración federal discriminen a sus empleados por razones de orientación sexual o identidad de género.
A finales de enero, de hecho, numerosos medios recogieron la existencia de un borrador en ese sentido, aunque finalmente la Casa Blanca emitió un comunicado desmintiendo que en ese momento estuviese en la agenda de Trump la anulación de la orden de Obama. Fuentes cercanas a la Casa Blanca aseguraron entonces que la hija y el yerno de Donald Trump fueron los responsables de que el presidente no firmara la orden ejecutiva contra el colectivo LGTB. Semanas después, Donald Trump sí que emitió una orden ejecutiva sobre “libertad religiosa”, pero menos polémica de los previsto. Su objetivo no era otro que facilitar a los grupos religiosos intervenir en política sin perder por ello sus ventajes fiscales, pero dejaba fuera los aspectos relacionados con los derechos LGTB. Sin embargo, los recientes acontecimientos y el anuncio por parte de Tony Perkins, presidente del ultraconservador y LGTBfobo Family Research Council, de que Trump podría haber decidido rescatar la orden y firmarla en próximos días ha disparado de nuevo las alarmas. Veremos qué sucede.
Comentarios desactivados en Demanda a varios congresistas por tener banderas LGTB en sus despachos “porque son un símbolo religioso”
¿No pueden encerrar a estos frikis en el frenopático?
Chris Sevier asegura que la homosexualidad es una religión.
El abogado asegura sentir atracción por los objetos inanimados y ha intentado casarse con su ordenador en varias ocasiones.
Chris Sevier, ha demandado a cuatro congresistas demócratas por tener la bandera LGTB en sus respectivos despachos, concretamente a Susan Davis, Alan Lowenthal, Don Beyer y Earl Blumenauer.
Sevier, abogado de profesión, ha denunciado ante el juzgado del distrito de Columbia que “la homosexualidad y otras formas de autoreafirmación sexual basadas en identidades narrativas son una religión”. Y, según esa teoría, la bandera LGTB constituiría un símbolo religioso como lo sería un crucifijo para un católico.
En la demanda solicita una compensación de un dólar y la retirada de las banderas. Por supuesto, nuestro amigo equipara la homosexualidad con la zoofilia, la pedofilia o lo que él llama en inglés “mechanist” y que consiste en la atracción sexual por objetos inanimados… atracción que él mismo asegura sentir.
Y debe ser una atracción muy fuerte porque en varias ocasiones ha intentado casarse con su ordenador personal, pero claro, los tribunales no le han dejado. Algo que sin duda debe poner muy celoso a nuestro protagonista que, por cierto, no puede ejercer en Tennessee suponemos que por presentar demandas absurdas y hacer perder el tiempo a la justicia.
Comentarios desactivados en “Fin o mutación de la religión”, por José Arregi
Leído en su blog:
Es conocida la pintura egipcia de la tumba de Sennedyem, de hace 3.200 años aproximadamente: un campesino labra la tierra con un arado tirado por una yunta de vacas, o de una vaca y de un buey. Viví muy de cerca ese mundo tan próximo y lejano a la vez. Así se labraba la tierra en nuestro viejo caserío y en casi todos los demás hace 60 años, e incluso hace solamente 50. Era otro mundo.
Y como se labra la tierra se imagina el cosmos. Según cómo sea el sistema de producción de los bienes que consumimos, así serán en buena medida nuestra visión del mundo y nuestras relaciones sociales, nuestras filosofías y religiones, toda la cultura. “Cultura”, “cultivo” y “culto” tienen la misma raíz, las mismas raíces en la tierra en la que hemos brotado y que somos.
Digo todo ello para destacar la profunda mutación religiosa que exige de nosotros la radical mutación cultural que estamos viviendo. Todas las grandes tradiciones religiosas vivas de hoy –religiones de la India, budismo, judaísmo, cristianismo, islam…– hunden sus raíces en culturas propias de hace milenios.
Entonces tenía sentido –era “creíble”, coherente con la visión del mundo– hablar de cielo-tierra, de ángeles y demonios, de muchos dioses o de un único Dios Creador, de cuerpo y alma, reencarnación y resurrección, de tiempo y eternidad, de más acá y más allá, de culpa y perdón, de nacimientos virginales y otros milagros o sucesos “sobrenaturales”, de expiación y gracia, de salvación y condenación eterna, de dogmas revelados y ritos necesarios, de ministros sagrados, siempre varones…
Pero en los últimos 50 años, desde el mundo agrario hasta el mundo postindustrial de la información, del conocimiento y del cambio acelerado, la cultura en que vivimos ha cambiado más que en los últimos 5.000 años, o que incluso en los últimos 10.000, desde el inicio de la agricultura en Mesopotamia, Egipto, China…
En la cultura en que vivimos y que se extiende por doquier, las religiones con sus dogmas, creencias e imágenes milenarias, tocan a su fin. No es el fin de la espiritualidad o de la sabiduría o de la cualidad humana profunda, sino de los sistemas religiosos tradicionales. Y no nos engañemos: el fin de las religiones en su forma actual se dará más pronto que tarde en todos los continentes y países, allí donde se difundan la universidad y las ciencias. En lo que se refiere a la Iglesia católica, pensar que podrá bastar con cambios de estilo, reformas curiales y nuevos nombramientos episcopales me parece un engaño y una gran irresponsabilidad.
Está en juego la vida, la humanidad, la comunidad de los vivientes. La propia especie Homo Sapiens –aparecida, nos dicen ahora, hace 300.000 años en Marruecos– se encuentra en un momento crítico, pues ya se están diseñando una especie viva o unas máquinas inteligentes más poderosas que él. El hiper-humanismo o el transhumanismo están a la vuelta de la esquina. Las posibilidades son insospechadas y las amenazas, terribles. Si no es para bien de todos los vivientes, será para exterminio de todos.
Volvamos a la pintura de la tumba egipcia. Llama la atención la postura del campesino: ostensiblemente encorvado sobre su arado, levanta la fusta sobre las vacas en ademán de azotarlas. Encorvado, levanta la fusta. No sabemos cuál de los dos es más esclavo: el animal o el humano. O la tierra que labran. Es el precio de la agricultura. ¿Es el precio del desarrollo? Y lo malo es que, después de 3.000 años, seguimos en las mismas, e incluso vamos a peor: nunca hemos esclavizado tanto la tierra ni hemos sido tan esclavos los unos de los otros.
¿Tienen todavía las religiones algo que ofrecer? Solo a condición de que acierten a rescatar el tesoro de sabiduría que se oculta en sus viejas tradiciones y textos, despojándolos de ropajes y lenguajes ya inservibles. El Espíritu creador y liberador que movió a Jesús ha de ser liberado de las formas viejas que lo aprisionan, como brota la vida del grano que desaparece en el seno de la tierra.
Comentarios desactivados en Ofensiva de las iglesias evangélicas españolas contra la aprobación de una ley de igualdad y no discriminación de las personas LGTBI
Lo adelantábamos el pasado 15 de julio, pero ampliamos la noticia con este artículo de Dosmanzanas:
Preocupante ofensiva la que las iglesias evangélicas españolas, articuladas en torno a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España y la Alianza Evangélica Española, han lanzado contra el colectivo LGTB. La primera ha conseguido que la Comisión Asesora de Libertad Religiosa, un órgano consultivo del Gobierno presidido por el ministro de Justicia, haya aceptado estudiar si la proposición de ley de igualdad y no discriminación de las personas LGTBI “vulnera la libertad religiosa”. La segunda ha puesto en marcha una campaña contra esta propuesta, con una petición en change.org justificada en un comunicado en el que compara la propuesta con las leyes de eugenesia de la Alemania nazi y defiende las “terapias” reparadoras, entre otras barbaridades.
El pasado 4 de mayo, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), organización paraguas que agrupa a más de 50 colectivos LGTB de España, registraba en el Congreso de los Diputados una ambiciosa propuesta de ley contra la discriminación y en favor de la igualdad social de las personas LGTBI. El grupo parlamentario de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea era el que prestaba a la FELGTB su capacidad legal para hacerlo, aunque el proyecto cuenta, sobre el papel, con el apoyo expreso de todos los grandes partidos salvo el PP. Ello no evitó, lamentablemente, que en pocos días la propuesta se convirtiera, por obra y gracia de la derecha mediática e incluso de una parte del ámbito progresista, en “la ley mordaza de Podemos”. Una manipulación que, aunque atemperada con el paso de las semanas y las celebraciones del World Pride (todas las fuerzas políticas invitadas a la cabecera de la manifestación, incluyendo el PP, se han comprometido al menos a facilitar la tramitación del texto), sigue siendo utilizada medios y grupos de presión conservadores.
Sus líneas generales
La norma registrada, como en su momento comentamos, es muy ambiciosa, y contempla numerosas medida en los ámbitos de la salud, educativo y laboral, así como en el familiar, de la infancia y de la juventud. Contempla, por ejemplo, el derecho de todas las mujeres a acceder a las técnicas de reproducción asistida en la sanidad publica, con independencia de su orientación sexual o de estatus marital, así como la garantía de atención sanitaria sin discriminación a las personas trans, que deberá regirse además por el principio básico de la autodeterminación de género. La documentación administrativa y los formularios médicos deberán adecuarse a la heterogeneidad sexo-afectiva y familiar de las personas LGTBI. El proyecto también incluye medidas específicas de apoyo y protección a las víctimas tanto de discriminación como de delitos de odio y de violencia intragénero.
Otro aspecto importante que contempla el proyecto es la constitución de varios órganos para garantizar su cumplimiento. Entre ellos, una Agencia Estatal contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género independiente del Gobierno, encargada de evaluar la implantación de la norma, y una Comisión Interministerial de Políticas LGTBI, adscrita al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Se creará también un Centro Nacional de Memoria Histórica LGTBI.
Mención especial merece el capítulo sancionador, que incluye multas que en el caso de las infracciones muy graves podrían llegar hasta los 45.000 euros, además de las suspensión de actividades o servicios por un tiempo máximo de dos años, la prohibición de acceder a cualquier tipo de ayuda pública de la Administración por un periodo de hasta dos años (de cinco, en caso de reincidencia o reiteración) o la inhabilitación temporal para la prestación de servicios públicos, por mencionar solo algunas otras posibles sanciones.
La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), en contra
Lo cierto es que la propuesta de ley, a la que espera todo un proceso de discusión parlamentaria y enmiendas, se enfrenta ahora al poderoso lobby religioso. No es la primera vez que algo así sucede: ya ocurrió en 2005, cuando se discutió la ley de matrimonio igualitario. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió entonces, cuando fueron grupos vinculados a la Iglesia católica los que asumieron el protagonismo, ahora son las iglesias protestantes españolas las primeras que han levantado la voz. La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), organización que ejerce la representacion ante el Estado de las iglesias protestantes, solicitó la pasada semana que la Comisión Asesora de Libertad Religiosa valore si la propuesta “vulnera la libertad religiosa”. Esta Comisión es un órgano consultivo del Gobierno, que preside el ministro de Justicia, Rafael Catalá, y de la que forman parte representantes tanto del Estado como de las principales confesiones religiosas (aquí puedes ver su composición).
La petición, firmada por el portavoz de FEREDE y miembro de la Comisión, Mariano Blázquez, ni siquiera se preocupa de disimular la LGTBfobia. “Manifestamos nuestra preocupación por el apoyo explícito que estas normas suponen al lobby gay, y por la sumisión que los partidos políticos parecen estar mostrando a la presión que dicho lobby ejerce, permitiendo que sea el propio colectivo LGTBI el que redacte este proyecto de ley que sea tramitado sin debate ni reflexión por parte de los partidos políticos y otros colectivos de la sociedad civil”, llega a decir literalmente el escrito.
Según han informado diversos medios, la Comisión aprobó la propuesta por amplia mayoría y nombró a dos expertos encargados de hacer dicha evaluación.
FEREDE: libertad religiosa… salvo si es a favor de las personas LGTBI
Resulta especialmente llamativo que FEREDE se muestre tan celosa de la libertad religiosa cuando el Consejo Evangélico de Madrid (los consejos evangélicos autonómicos, dependientes de la FEREDE, ostentan la delegación de esta para el desarrollo de acuerdos a nivel autonómico) decidía hace pocos meses dar de baja como miembro de pleno derecho a la Iglesia Evangélica Española, precisamente una de las iglesias protestantes más veteranas y arraigadas en nuestro país, debido a su posicionamiento en favor de las personas LGTB.
Vergonzante documento de la Alianza Evangélica Española
En paralelo a la petición de FEREDE aprobada por la Comisión que preside el ministro Catalá, este lunes la Alianza Evangélica Española, entidad que agrupa también a iglesias protestantes, lanzaba en la plataforma Change.org una petición para pedir a los partidos políticos “detener la ley mordaza proLGTBI” argumentando que “quita a los padres la libertad de educar a sus hijos en conciencia y amordaza la libertad de expresión”.
La Alianza Evangélica Española basa su petición en un amplio comunicado, al que puedes acceder en su web, y que constituye todo un argumentario de odio hacia el colectivo LGTBI y sus reivindicaciones. Llega, por ejemplo, a comparar la ley a las disposiciones eugenésicas de la Alemania nazi; se opone a la creación de un Centro Nacional de la Memoria Histórica LGTBI, “algo que no se ha concedido a ningún otro colectivo discriminado históricamente”; rescata el término “ideología de género” asegurando que esta “se impone desde la escuela hasta la universidad”; menosprecia las tremendas dificultades a las que se enfrentan los menores trans y sus familias, asegurado que la propuesta “aborda el tratamiento hormonal cruzado de menores con una ligereza asombrosa” o defiende las infames “terapias” de aversión o reparadoras, que según los evangélicos españoles deberían denominarse de “restauración [sic]“. Reproducimos textualmente esa vergonzante parte de texto:
(…) prohíbe expresamente que un homosexual o transexual pueda retornar a la concordancia con su sexo biológico, estableciendo severas sanciones para los profesionales que le presten ayuda, aún con el consentimiento del interesado (art. 94.4.c). Significativamente, en vez de denominar estas terapias “de restauración”, las denomina “de aversión”.
En definitiva: parece que los protestantes españoles (al menos dos de las entidades que los representan), quizá celosos del protagonismo de algunos obispos católicos especialmente hostiles a los derechos LGTBI, han decidido en esta ocasión adelantarse y liderar la ofensiva de odio. Una verdadera pena que en lugar de adoptar como modelo los avances inclusivos que las iglesias luteranas de mayor solidez teológica están haciendo en otras partes del mundo, justo cuando se cumplen 500 años del inicio de la Reforma protestante, opten por adherirse a la LGTBfobia de muchas de las iglesias evangélicas surgidas a partir de movimientos religiosos posteriores.
Comentarios desactivados en “Religion y corrupción”, por José Mª Castillo
Leído en su blog Teología sin Censura:
Después del tan esperado y controvertido “debate de investidura”, tensamente mantenido en el Parlamento español, el miércoles 14 de junio, es hora (lógicamente) de hacer el balance de lo sucedido. Políticos, periodistas, politólogos y ciudadanos de todas las tendencias y colores, cada cual, desde su punto de vista, da su opinión o incluso dicta sentencia. Como es lógico, la política, la economía, el derecho, la historia y la sociología tienen mucho que decir sobre lo que estamos viviendo en España.
Así las cosas, yo me pregunto: ¿Y la religión? ¿no tiene nada que decir en este asunto y tal como está la situación? Es lógico hacerse estas preguntas, ya que el tema de la religión, con todas las limitaciones, y hasta contradicciones, que entraña para muchos ciudadanos, es uno de esos problemas que le sigue interesando a mucha gente.
Pues bien, precisamente por lo que acabo de decir, me viene a la cabeza una pregunta que no puedo evitar. ¿Cómo se explica que el partido político más cercano a la Iglesia (el PP) sea el partido más corrupto, si es cierto lo que se dijo en el Congreso? O también: ¿qué explicación tiene el hecho de que los partidos políticos de la izquierda sean los que – por lo que en el Parlamento se dijo – más acaloradamente defienden los derechos de los más desfavorecidos, los parados, los pobres, los inmigrantes…?
Por supuesto, todos sabemos que, en esto de la política, cada cual arrima el ascua a su sardina. Los de la derecha, porque saben que su buena relación con la religión les da votos. Como los de la izquierda saben igualmente que su argumentación en favor de los pobres, también les proporcionan votos en abundancia. Con lo cual queda patente, una vez más y entre otras cosas, que la relación entre la “Religión” y el “Evangelio” sigue siendo enormemente problemática.
Lo fue desde el comienzo mismo de los orígenes de la Iglesia. Porque, como sabemos, a Jesús lo persiguió y lo mató la religión. De la misma manera que ahora sabemos que la religión católica, que tanto bien les hace a los más desgraciados del mundo, también es cierto que sintoniza mejor con quien le proporciona dinero y privilegios, que con los que, en sus programas políticos y sociales, se ponen de parte de los trabajadores, los parados, los extranjeros, etc.
Al decir estas cosas, no pretendo ingenuamente resolver problema alguno. Solamente me interesa destacar un tema que me parece capital: ¿qué importancia tiene en mi vida el “Evangelio”? El día que cada cual empiece a poner en claro esta pregunta, seguramente empezará también a darse cuenta por qué las relaciones entre religión y corrupción nos resultan tan complejas y confusas.
No sé si esto es importante para Usted. Para mí – insisto en ello – es capital. Porque veo que ni la política, ni el dinero, ni el derecho, ni la tecnología le ponen remedio al sufrimiento y la inseguridad que padecemos. ¿No será que no nos interesa el “Evangelio”? ¿Y no nos interesa porque no lo entendemos ni sabemos qué relación tiene lo de Jesús con la religión y la corrupción?
Comentarios desactivados en Hacia un idolatría de la Eucaristía.
Del desaparecido blog À Corps… À Coeur:
[…] El mismo Cristo debe asfixiarse en nuestros ostensorios de oro, en nuestros cálices incomparables, en nuestros copones incrustados de joyas, Él quiso sólo la paja del Pesebre o la madera de la cruz. El culto exagerado de la Eucaristía tiende a hacer de nuestras iglesias templos paganos.
Louis Evely *
Condúceme de lo irreal a lo real, condúceme de las tinieblas a la luz, condúceme de la muerte a la inmortalidad.
Brihadaranyaka Upanishad *
Una liturgia sin compromiso místico
Los faraones de Egipto han sido divinizados y los monumentos no dejan de representar su investidura divina. Cuando, más tarde, Alejandro el Grande conquistó Egipto, no creyó que pudiera asegurar su dominación sobre las colonias sin hacerse reconocer como Dios. Del mismo modo los emperadores romanos, para consolidar la unidad de su imperio, aceptaron, luego finalmente impusieron, esta divinización de Roma y de su persona.
Pero esta divinización del faraón provocaba también, casi necesariamente, la “faraonización” de dios. Había una simbiosis, una suerte de comunidad de vida en la que las reacciones eran recíprocas y, finalmente, la imagen de la divinidad se amoldaba a la del faraón divinizado.
¿Hasta qué punto esta situación ha sido reproducida a lo largo de los siglos, incluso en el pensamiento de Israel? ¿En qué medida nuestra liturgia no guarda vestigios de este intercambio ambiguo entre la realeza terrestre y la realeza divina? ¿Hasta qué punto incluso el concepto de la realeza divina no es simplemente una emanación de la realeza humana?
¿En qué medida, en Bizancio, la liturgia de Palacio y la liturgia de Santa Sofía no coincidían en una misma imagen, donde la realeza divina y la realeza humana se confundían de nuevo?
Y en qué medida nuestra liturgia no es todavía una supervivencia de las liturgias reales que no comprometennunca el fondo del alma? ¿No podemos pensar, a veces, que en nuestra misma liturgia, se trata de rendir homenaje a un soberano, de procesiónar alrededor de su altar, de erigirle un santuario dedicado a él, y una vez hecho esto, queda con Dios, todo esto que puede realizarse y celebrar sin ninguna especie de compromiso místico?
Algo extremadamente peligroso
Es evidente que, si el hombre de la calle es tan a menudo completamente extraño a lo que pasa en nuestras iglesias, es porque no pasa allí ningún acontecimiento susceptible de tocarlo aunque sea un poco. El no se siente allí de ninguna manera alcanzado y concernido a lo más íntimo de él mismo.
Hay una religión aparente que no asume compromiso profundo. Esto es extremadamente grave, y podemos preguntarnos hasta qué punto esto no es a causa de la Eucaristía que llegamos a una confusión tan radical sobre la esencia misma del mensaje de Jesús.
Una especie de materialismo religioso, el peor de todos; puede trágicamente establecerse alrededor de la Eucaristía; tenemos un catalizador de paladio, un pararrayos celeste, sobre la casa, podemos dormir tranquilo, Dios está allí en su cajita y lo tenemos constantemente a nuestra disposición.
¿Nos hemos cuestionado suficientemente sobre el valor de nuestras comuniones? ¿sobre ell valor de esos niños? ¿Qué producen? ¿Qué cambian?
En las comuniones sin compromiso, donde se cuenta con el opus operatum (un efecto producido infaliblemente por el hecho de que se recibe el sacramento), en las comuniones donde mecánicamente se debe ser santificado porque se abrió la boca o se tendió la mano para recibir la hostia: hay allí algo extremadamente peligroso porque no se ve en absoluto toda la exigencia que está en la base de una conversión verdadera, y que supone a un nuevo nacimiento; no vemosen absoluto la exigencia de la comunión que implica esta transformación radical donde se pasa del mí posesivo al mi oblativo. ¿ Incluso, cuántos sacerdotes que celebran la misa cada día todavía puede, quizá, estar todavía allí?
Resituar la Eucaristía en la perspectiva evangélica
Debemos pues resituar la Eucaristía, hay que situarla allí dónde la vida de la Iglesia debe encontrar su unidad, hay que situarla en su sitio, es decir en la perspectiva evangélica que se nos impone en los últimos encuentros del Señor con sus discípulos.
La última consigna que resuena en todas las páginas delrelato joánico, es que “os améis unos a otros como yo os he amado “. Y esta consigna es también el criterio que hace reconocer a los discípulos de Jesús: ” en esto os reconocerán que sois mis discípulos, si os amais los unos a los otros. “
Y para dar una lección a sus discípulos, Jesús les lavó los pies. “Esto es lo que es amar a tu prójimo: lo que he hecho es para que hagáis vosotros lo mismo los unos a los otros.
Por extraño que pueda parecer, la Eucaristía parece haber desaparecido, ni siquiera se nombra en este lugar, ¿por qué? Debido a que está implícita en esta mandato (lavatorio de los pies). Está implícitamente contenida en el mandato y en la consigna final del Señor: “Amaos los unos a los otros”, ya que es exactamente la misma cosa.
“Os conviene que yo me vaya “
Recordemos las trágicas palabras de Jesús en el discurso después de la Última Cena: “Es bueno que yo me vaya porque, si no me voy, el Paráclito, el Espíritu Santo, no vendrá a a vosotros”. ¿Cómo no ver en estas palabras la confesión de un fracaso? Jesús nunca convirtió a nadie … ¡a nadie! Ni la muchedumbre, ni los sacerdotes, ni las autoridades, ni Herodes ni sus discípulos, ni incluso el discípulo amado que se dormirá como los otros enseguida en el Jardín de la Agonía: no ha convertido a nadie.
Y la llamada suprema que lesdirige a sus discípulos en el lavamiento de los pies se quedará sin eco: no comprenden que el reino de Dios está dentro de ellos mismos.
No comprenderán que es para hacer nacer este reino interior que Jesús se arrodilla delante de ellos para lavarles los pies, y no comprenden que es para arrancar la piedra de nuestros corazones que Jesús muere sobre la cruz. Y la última pregunta que le harán a Jesús justo antes de la Ascensión será significativa de estatotal incomprensión.
¡La humanidad de Jesús debe pues desaparecer! Y es sólo en lo invisible, en el fuego del Pentecostes, como encontrarán a su Maestro como una presencia interior, no lo verán en lo sucesivo ya más delante de ellos sino dentro de ellos, y es en aquel momento cuando lo reconocerán. ¿Podemos desde entonces imaginar un solo instante que Nuestro Señor nos haya dado la Eucaristía para que refabriquemos con este sacramento un culto idolátrico, para que pudiéramos poseerlo allí, al alcance de nuestra mano, encerrándole en una caja para que nos pertenezca? ¿ Podemos concebir un materialismo igual por parte del Señor? ¿Cómo podemos imaginar que les hubiera robado su presencia visible a los Apóstoles para restituirnos en la hostia un foco de idolatría, como si pudiéramos disponer de Dios como el resultado de un objeto? Es absolutamente imposible, es exactamente lo contrario que sucede cuando Jesús nos da la Eucaristía.
– “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.”
Disputaban los judíos entre sí:
– “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”
Entonces Jesús les dijo:
– “Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo; no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.”
Comentarios desactivados en El día en que Jesús “hizo las maletas” ¿Dónde estaban Mateo y Juan?
La Ascensión del Cristo es el complemento lógico de su Ressurrección y el preludio necesario para su divinización.
En posts anteriores he señalado que se suponía que el mítico fundador de Roma, Rómulo, había corrido la misma suerte .
Añadiré hoy un complemento sobre el valor histórico, desde el punto de vista de algunos, que convendría conceder a tal hecho, bajo el pretexto de que figuraría en documentos que son históricos y presentados como testimonios. Cuando digo “de”, entendamonos: el relato de la Ascensión figura bien en ciertos evangelios apócrifos; pero dejemos éstos de lado por hoy, ya que, según el punto de vista que acometo, es decir el de la historia infestada de teología, los llamados evangelios apócrifos no serían creíbles, de ningún modo; mientras que los cuatro canónicos lo serían. Veamoslos pues.
Primera observación: de los cuatro Evangelios decretados creíbles, sólo dos hablan de la Ascensión : Marcos y Lucas. El pasaje de Marcos es de una brevedad notable: “Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. “ (Marcos 16 , 19 ) . Cada uno sacará las conclusiones que quiera. Lucas es un poco más largo, pero tiene una vaga mirada de la narración, ya que el lugar es mencionado como un gesto ( bendición) : “Después los llevó Jesús hasta Betania; allí alzó las manos y los bendijo. Sucedió que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo”. (Lucas 24, 50-51) Esto es realmente corto , sobre todo teniendo en cuenta el hecho de que los Evangelios de Marcos y Lucas son muy abundantes en los detalles de género “vivido” y esto para cantidad de episodios que están lejos de tener la importancia de este último.
Los teólogos no tuvieron ningún problema para edificar un razonamiento para establecer que esta brevedad es querida y significativa; posiblemente veremos allí el signo tangible de la salida simultánea del tiempo y del espacio que debía tener su equivalente en el estilo del relato… ¿Por qué no? Pero los historiadores no pueden, evidentemente, seguirlo y se preguntarán más bien si no se trata, muy simplemente, de una interpolación, es decir de un añadido ulterior debido a un copista que encontraba sin duda que la Ascensión, que conocía por otro lado, sea por la tradición oral, sea por otros evangelios, verdaderamente faltaba en éste y que esto podía ser sólo como consecuencia de un error de uno de sus predecesores, un error que había que reparar.
¿Pero entonces, en este caso, por qué la Ascensión no figuraba en el Evangelio de Mateo y en el de Juan, ya que, de cerca o de lejos, no se encuentra en estos dos textos ninguna mención de tal acontecimiento? Pues bien, primero: nada permite afirmar que no hubieran existido evangelios, según Mateo y según Juan, que no hubieran contenido, precisamente, una mención breve, a manera de Marcos y Lucas, del último episodio de la Ascensión. Haré, un poco más tarde, un post sobre los primeros manuscritos íntegros de los evangelios que poseemos. Los manuscritos muy antiguos de los cuatro evangelios no están exentos de divergencias entre ellos con gran numero de variaciones en relacion a los más antiguos que se encuentra en nuestra posesión. Pero no hay ninguno, claro está, que se sepa que incluya una mención de la Ascensión. No obsante, la hipótesis de que haya existido alguno no es descabellada.
Desconfiemos, sin embargo, de hipótesis en historia y quedémonos con el hecho de que Mateo y Juan no mencionan la Ascensión. Pero recordamos también el hecho, porque está ahí, que Orígenes y Jerónimo se quejan de las variantes que observan en los diversos manuscritos que tienen en su disposición.
Para concluir sobre la Ascensión, la ausencia de este episodio en Mateo y Juan parece estar más cerca del hecho de que, – por lo menos teóricamente ¿debiera suscribirlo? Es otra la cuestión – Mateo y Juan son testigos directos de los acontecimientos que cuentan, contrariamente a Marcos y Lucas.
Suponiendo que Mateo y Juan hayan estado ocupados con otras cosas el día de la Ascensión – lo que sería poco menos que un desastre – por lo menos debían habernos dicho que sus compañeros habían visto …
¿Será que la importancia de la Ascensión se les había escapado? Pero, en este caso, habría sido necesario que el Espíritu Santo que los inspiraba, se hubiera también, el mismo, distraído…
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, paro algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
–“Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
Comentarios desactivados en “La religión tiene su peligro”, por José Mª Castillo
De su blog Teología sin Censura:
La religión no es Dios. La religión es un conjunto de creencias y prácticas (ritos, observancias, rezos y ceremonias) que, según pensamos los creyentes, nos llevan a Dios. Por eso hay tantas personas convencidas de que, si su relación con la religión es correcta, su relación con Dios también es correcta. Y aquí es donde está el peligro que entraña la religión.
Este peligro consiste en que la religión nos puede engañar. Porque nos puede hacer pensar que estamos bien con Dios, si somos religiosos, si somos observantes de las cosas que manda la religión, defendemos sus intereses y promovemos su esplendor.
Esto es lo que explica – seguramente y entre otras cosas – por qué hay tantas personas, países y culturas, que son tan religiosas como corruptas. Es más, posiblemente no es ningún disparate afirmar que la tranquilidad de conciencia, que proporciona la religión, es (o puede ser) un factor que ayuda a que los corruptos cometan sus fechorías, pensando que ellos son religiosos y que los buenos servicios que le hacen a la Iglesia, al clero (o a la religión que sea), eso justifica sus conciencias. De forma que su fiel observancia religiosa es lo que explica por qué pueden decir que ellos tienen la “conciencia tranquila” y “las manos limpias”.
Por todo esto se comprende que los evangelios sean la hiriente y dura historia de aquel hombre de pueblo, un galileo, Jesús de Nazaret, que fue rechazado, condenado y asesinado por la religión. Porque puso al descubierto lo engañados que vivían los hombres más religiosos de su tiempo. No porque aquellos hombres fueran religiosos, sino porque su religiosidad les permitía despreciar a todo el que no pensaba como ellos. Y condenar a todo el que no hacía lo que hacían ellos.
Exactamente lo mismo que ocurre ahora con no pocos profesionales de la religión. Y con los observantes fanáticos. Los que le dan más importancia a “lo sagrado” que a “lo profano”. Hasta el extremo de pensar que, si “lo sagrado” está bien protegido y bien costeado, “lo profano” es asunto que corresponde a los poderes públicos, con los que hay que mantener buena relación, con tal que nos respeten y nos costeen lo más digno que hay en la vida: la seguridad y la dignidad de “lo sagrado”. De lo demás…, “se hará lo que se pueda”. ¿No acabamos de ver el peligro que entraña todo esto?
Al decir todo esto, no es que yo desprecie a “lo sagrado”. Lo que digo es que tan sagrado es un templo como el dolor de un enfermo, el hambre de un pobre o la vergüenza humillante del que tiene que vivir “de la caridad” de otros. Es más, si el Evangelio dice la verdad, el día del juicio final no nos van a preguntar si fuimos a visitar los templos, sino si estuvimos cerca del que sufre, ya sea por hambre, por estar enfermo, por ser extranjero o estar en la cárcel (Mt 25, 37-40).
Comentarios desactivados en “El ego se apropia también del compromiso (I)”, por Enrique Martínez Lozano
La lectura del texto de Josean Villalabeitia –que adjunto a este envío– me ha producido una sensación de tristeza, por los motivos que luego referiré. Pero ha sido esa misma sensación la que me ha provocado también un movimiento interior para tratar de comprender su perspectiva.
En realidad, si entiendo bien lo que escribe, creo que no me cuesta demasiado ponerme en su lugar. Hace unos años me hubiera sentido prácticamente identificado con lo que ahí se dice. Es un “idioma” que conozco bien.
Tal como lo veo, me parece que el autor alerta del riesgo de una espiritualidad narcisista –lo que denomina “corrientes pseudomísticas” o “monoteísmo yoico” –, al tiempo que recuerda que, según la tradición bíblica, el lugar del encuentro con Dios es el hermano. Su preocupación parece sintetizarse en la afirmación, según la cual “todo lo que nos distraiga de este objetivo fundamental tendría que resultarnos sospechoso, por lo menos”.
Si esto me resulta evidente, ¿cuál es el motivo de esa sensación de tristeza que me ha producido? Quizás guarde relación con mi propia historia, de la que en entregas posteriores narraré algo que pueda resultar práctico para ilustrar el modo como veo ahora esta cuestión, pero el motivo más importante tiene que ver con una doble actitud que, a mi modo de ver, contamina el escrito, ofuscando el mensaje que busca transmitir.
La primera de esas actitudes puede nombrarse como descalificación de lo diferente…, desde la absolutización de lo propio. Descalificar algo únicamente porque sea “desconocido por estos lares”, metiendo en ese saco “energías, chacras, karmas, reencarnaciones y temas por el estilo”, no parece que sea sino fruto de la ignorancia. El lector parece ser inducido a pensar que todo lo que no sea la visión cristiana que el autor propone cae en una especie de magma “pseudomístico” o “comprensión espiritualista de la religión”. Así planteado, resulta paradójico que quien denuncia el “yo, mí, me, conmigo” caiga sin advertirlo en un juicio tan marcadamente egoico y etnocéntrico.
Tal posicionamiento otorga al texto un aire de “superioridad moral”, en un tono cuasi-dogmático… No es raro que los jóvenes busquen otros ámbitos que les permitan experimentar por sí mismos las respuestas que honestamente andan buscando.
Pero considero más preocupante aún una segunda actitud que parece derivarse del escrito. Me refiero a una suerte de dualismo de base que lee la realidad en disyuntiva: “o… o…”. En este caso, parece contraponerse el compromiso –que se presenta como meritorio en sí mismo, al margen de cómo se viva– con la espiritualidad, que –a no ser que sea cristiana– ya de entrada es puesta bajo sospecha.
Desde mi perspectiva, creo que el dualismo fragmenta lo real que es solo uno. Y, al quedarse con uno de los polos, no solo ignora el valor del otro, sino que deforma incluso la vivencia del que pretende defender. En el caso que nos ocupa, me resulta obvio que espiritualidad y compromiso se requieren mutuamente: una sin otro, otro sin una, deforman lo real y se mutilan a sí mismos. Como consecuencia, se terminará cayendo en una “pseudo-espiritualidad” –con tonos de narcisismo ensimismado- o en un “pseudo-compromiso” –que camuflará un activismo igualmente narcisista–.
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